Capitulo 24

Tanto Mía como el Doctor miraban preocupados la escena que tenían en frente y que incluía a Ringo, acostado en la cama, con fiebre y dolor de garganta, parecía una gripe o una simple infección, pero preocupados, los chicos se lo habian llevado de vuelta al departamento, después de una sesión de fotos, donde al poco tiempo llamaron a Mía, para que les diera una idea de que podía ser. Bueno, era madre de una niña pequeña que obviamente se enfermaba de esa forma, sabia mas de eso que todos los Beatles, Brian Epstein y Mal Evans juntos, por lo que pensaron que sería buena idea, no obstante, después de que la chica les recomendara llamar a un Doctor, llamaron a uno de inmediato que llego rápidamente y se encerró en la habitación sin decir demasiado. Las noticias, no eran muy buenas, después de que el Doctor le dictaminara a Ringo lo que tenía en frente de ella, salió de la habitación, no muy segura si de contarles o no, muchas cosas delicadas podían estar en juego ahora y debía ser cuidadosa…..

-¿Y?. Le pregunto Brian muy preocupado, apenas la vio salir

-Parece que hay que llevarlo al hospital. Le respondió Mía, igualmente preocupada

-¿Al hospital?. Preguntaron todos al unisonó, asustados

-Sí, pero mejor esperen al doctor, el les explicara mejor

-¿Por lo menos sabes si es algo muy grave?. Le volvió a preguntar Brian, mientras la miraba a los ojos de frente

-Pues………

Pero al escuchar la puerta de la habitación de Ringo abrirse y cerrarse, volteo a ver al Doctor, que se aproximaba a todos ellos, con semblante serio. Esto preocupándolos aun mas…..

-¿Y bien?, ¿Qué es exactamente lo que tiene?. Le pregunto John al medico, ya cansado de tanto misterio

-Pues por lo que parece, lo que tienes es Amigdalitis y Faringitis

-¿Qué significa eso?. Le pregunto Brian, esperando lo peor

-Que hay que operarlo, hay que quitarle las amígdalas, por eso tenemos que llevarlo al hospital de inmediato

Todos en general, se quedaron serios y preocupados al escuchar la noticia, la gira mundial comenzaría en unos días y eso significaba que Ringo se la perdería, además de que con el solo hecho de escuchar la palabra “operación”, se preocupaban aun mas por él y en esos momentos solo deseaban quedarse en la ciudad y acompañarlo en el proceso, aunque sabían que no podían hacer eso.

Más tarde, después de internarlo y avisarle a su familia, Mía volvió al departamento, pensativa, su hermana se le estaba viniendo más a la mente que días anteriores. Se encontraba confundida, no sabía si decirle lo que estaba pasando con Richard  cuando llamara o quedarse callada y tenía que pensar en la decisión correcta muy bien antes de que el teléfono sonara y fuera ella.

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Sin embargo, la enfermedad de Ringo, no parecía ser el único problema que iría a afectar la gira de The Beatles. Al día siguiente, mientras Mía e Isabel desayunaban  tranquilamente y en silencio, el timbre sonó insistentemente, haciendo que Mía se sorprendiera muchísimo, cuando al abrir la puerta, vio a Cynthia pasar muy nerviosa y con un periódico en la mano.

- Vaya Cyn, pero sí que andas apurada hoy, ¿no?

-Hay Mía lo siento tanto, lo que pasa es que tengo algo que mostrarte

La chica le extendió el periódico de inmediato a Mía, que esta al ver una de las fotos de la portada, apenas lo tomo,  lo dejo caer, estupefacta  y asustada, no pudiendo creer nada de lo anterior visto……..

-¿Quién tomo eso?. Pregunto Mía, entrando casi en pánico

-Pues no lo sé, pero está en todo lado

-No, no puede ser, no vi a nadie en el parque ese día

-Oh Mía, tienes que llamar a Paul de inmediato

No era para menos que Mía estuviera así, una fotografía suya y de Paul, se había filtrado a la prensa, alguien los había estado espiando aquel día en el parque cuando andaban de visita donde el padre del chico y ahí se podía ver claramente donde estaban abrazados mirándose a los ojos. No obstante, lo peor no había llegado aun, porque al ir al ver el periódico que le había llegado esa mañana y aun no había abierto, una foto distinta estaba en la portada, junto al título: “’¿Beatle con familia secreta?, ya que en esta, Isa salía en ella y el parecido con Paul era demasiado evidente.

-Mía, ¿estás bien?. Le pregunto Cyn muy preocupada, al verla comenzar a llorar

-Estoy metida en un escándalo, ahora todos creen que estoy con Paul o algo así. ¿Qué va a pasar con la gira?, ¿Qué va a pasar con Jane?, ¿Con las fans?, ¿Con mi trabajo?, ¿Con mi amistad con él?. Preguntaba la chica entre sollozos

-Todo se va a resolver, Paul va a salir y lo va a aclarar, ya vas a ver

-No, Cyn, no es tan sencillo

La puerta que seguía abierta, fue cerrada por Cynthia luego, se iba a quedar calmando a la chica y pensando en algo junto a ella, para resolver todo eso. Ya había estado en algo muy parecido con John y lo sabía manejar.

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Pero Mía no era la única en ese estado, Paul ya había visto también todo y ahí estaba con Jane, tratando de explicarle lo que había pasado. Por primera vez, la chica se encontraba desconfiando de él, la fotografía era muy comprometedora y estaba comenzando a sospechar que algo pasaba entre su novio y la chica.

-Tienes que creerme Jane, yo no tengo nada con ella

-¿Y porque se están abrazando así en la foto?. Le pregunto la chica muy enojada

-Siempre nos hemos abrazado así

-Ah claro, ahora entiendo cómo llegaron a ser padres. Mascullo Jane, tirando el periódico en la mesa

-Tienes que creer en mi Jane. Expresó Paul, desesperado

-¿Y cómo lo hago?, si me han llegado rumores de infidelidades y ahora veo esto

Paul se quedo ahí parado, mirándola serenamente, tenía que convencerla y hacerla creer en él. Nunca se le cruzo por la mente que algo así podía pasar y por primera vez estaba en verdadero problema.

-Entiendo que sea la madre de tu hija, pero lo que no me explico es como se tratan tan cariñosamente

-Cariño, Mía y yo siempre nos hemos tratado así, entiéndelo

-No, no puedo, no es normal Paul

-Tú sabes que ella y yo siempre hemos tenido una relación complicada

-¿Qué me estas queriendo decir con eso?

-Solo somos amigos, en serio

Jane lo miro, con los ojos llorosos, antes de salir de la habitación e irse, dejándolo solo, muy agobiado con todo eso, porque al parecer, ya nada iba a ser como lo tenían planeado Mía, él.

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En el hospital, la madre de Ringo apenas se encontraba llegando de Liverpool, apenas recibió una llamada de Brian el día anterior, compro un boleto para irse de inmediato a Londres. Le preocupaba un poco el estado de su hijo, ya lo había visto enfermo muchas veces, pero jamás pensó que estaría de nuevo en un hospital y que lo irían a operar nuevamente.

-Hola mamá. La saludo el chico, con un hilo de voz

-Hola hijo, vine inmediatamente

-Gracias, pero tampoco era necesario

-Claro que sí, soy tu madre, ¿no es así?

Después de dedicarle una sonrisa y ver como se sentaba a su lado, comenzó a pensar en Sarah y en cuanto deseaba que estuviera ahí también, la extrañaba mucho, más de lo que cualquiera podía imaginarse. Su madre, que ya lo conocía muy bien, supo de inmediato que algo andaba mal aparte de sus problemas de salud y al dudar si le preguntaba o no, el tomo la decisión de comenzar a contarle.

-Te debes de estar preguntando donde esta Sarah

-Pues sí, me extraña que no esté aquí, aunque debe ser que tiene mucho trabajo

-Ojala fuera eso. Contesto el chico, cabizbajo

-¿Qué ha pasado?. Le pregunto la mujer, algo asustada

-Está enojada conmigo, cometí una estupidez y me odia

Sospechando que podía ser en su intuición de madre, le agarro la mano a Ringo y le sonrió. Le caía muy bien Sarah, para ella, la chica era la mejor novia que Ringo le había presentado hasta ahora y sabia que se amaban y todo se resolvería más pronto de lo que él creía.

-No hace falta que me cuentes que paso, ella volverá, lo se

-¿Cómo estas tan segura?

-Está enamorada de ti y un amor no se olvida de la noche a la mañana Richard

-Entonces, ¿en serio crees que lo vayamos a resolver?

-Sí, ten confianza y se paciente nada mas

Tal vez su madre tenía razón, pero en esos momentos sus esperanzas de recuperar a Sarah se estaban perdiendo de verdad.

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Preocupada, agobiada, nerviosa y casi a punto de salir corriendo y desaparecer, se encontraba Mía, que ahora miraba la ventana casi sin pestañear, a la vez que se mordía las uñas y deseaba que todo lo que ocurría, no hubiera pasado jamás. Ahí fuera, prácticamente todo el mundo ya había visto las fotografías, las fans chismeaban y seguro hasta querían averiguar quién era para irla a matar, aunque este no era el único pensamiento negativo que pensaba la chica, porque habian detrás de ese unos mucho peores. No obstante, el teléfono término por interrumpir todo eso y hacer que por primera vez en casi 2 horas Mía se moviera de ahí para ir a contestar.

-Diga

-Hola Mía, soy Sarah

-Sarah, que bueno escucharte. Contesto Mía, mostrando de inmediato su estado

-¿Estás bien?. Le pregunto su hermana confundida

 -No Sarah, la verdad que no

-¿Qué ha pasado?

-Muchas cosas, la primera es que un fotógrafo nos tomo unas fotografías a mí y a Paul un poco comprometedoras y…………y ahora la prensa cree que el está conmigo. Respondió Mía, comenzando a soltar unas lagrimas al final

-¿Qué?, hay no puede ser Mía, eso no puede estar pasando

-Ya se, ya se…….. No sé qué hacer, hasta falte al trabajo, creo que me van a despedir

-No, no exageres, pero si te van a pedir explicaciones. ¿Lo estabas besando?

-No, no para nada, solo nos estábamos abrazando pero en una de ellas sale Isabel y ya sabes cómo se parece a  Paul

-¿Y qué planeas hacer?

-Que se yo, Paul no me ha llamado ni nadie más

-No sabes cuánto quisiera estar ahí contigo Mía

-Vuelve Sarah, ya tienes un mes en Ibiza, es mucho tiempo

-No lo sé, me la he pasado bien aquí, supongo que he logrado mi objetivo

-Ringo está enfermo sabes, lo van a operar

Sarah, se quedo en silencio apenas escucho a su hermana decirle esa noticia. Su novio estaba internado, quizás muriendo y ella ahí lejos, se estaba comenzando a sentir terriblemente mal, muy mal……

-Sarah, ¿sigues ahí?. Pregunto Mía, contrariada

-Sí, aquí estoy. Respondió la chica con un hilo de voz

-Perdón por decírtelo así, pero pensé que……..

-Hiciste bien, hiciste bien en decírmelo

-No es nada grave, son solo las amígdalas

-Aun así, no me gusta nada eso

-¿Y qué vas a hacer?

-No sé, no se……..

Muchas cosas pasaban por su mente, por primera vez desde que estaba en Ibiza, se sentía muy preocupada por algo, mucho en realidad y tenía que tomar una decisión, que podría decidir su futuro con Ringo, el hombre que después de todo aun amaba.

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Al salir de la oficina de Brian, Paul que acababa de ver a su manager enojado como nunca antes, decidió ir a ver a Mía, quería saber cómo estaba a raíz de todo eso, que definitivamente no era algo muy bueno. Con sorpresa, se quedo mirando a la chica justo después de que esta le abriera la puerta del departamento con no muy buena cara, hasta que se abalanzo a abrazarla fuertemente y Mía comenzó a llorar, asustada.

-No, no llores así. Comenzó a decirle Paul, casi en un susurro

-Hay Paul, todo el mundo debe de estar odiándome

-No, no, yo sé que no

-¿Qué vamos a hacer ahora?. Le pregunto Mía entre sollozos, mientras lo miraba a los ojos

-Yo lo resolveré, tu tranquila

-Pero………

-Lo que pasa es que nadie entiende el cariño que te tengo

-¿Me tienes cariño?. Pregunto la chica, contrariada

-Mucho, un enamoramiento tan grande como el que tenia, no se podía ir sin dejar algo a cambio

Mía se limpio las lagrimas, lentamente, a la vez que sonreía y el también, ahora todo parecía mejorar y eso la aliviaba muchísimo. No obstante, al quererle decir algo mas, se vio interrumpida por su hija, que se aproximaba corriendo a donde su padre para que la tomara en brazos, la niña se estaba encariñando mucho con Paul y eso igualmente le alegraba mucho.

-Adivina que te traje

-¿Qué?. Pregunto la niña muy entusiasmada

-Esto. Exclamo Paul, sacando un dulce de su chaqueta

-¿Cómo se dice Isa?. Le pregunto Mía a la pequeña, mientras esta miraba con los ojos brillosos la gran paleta que tenía en frente

-Gracias. Respondió Isabel, tímidamente

-Con mucho gusto Señorita. Le contesto Paul, mientras le daba un beso en la mejilla

Y lo que comenzó como un día espantoso, se estaba convirtiendo nuevamente en uno normal y tranquilo, en el que sin pensar mucho en el problema que tenia encima, Paul se mantuvo entretenido viendo televisión con su hija, no la vería hasta el día de su cumpleaños, que sería dentro de un mes y la iba a extrañar, también se estaba encariñando con ella y por fin, podía compartir con un niño que era suyo y de nadie más.  Sin embargo, apenas vio como Isabell se durmió a su lado, la llevo a su habitación, donde después de acostarla, se encontró con Mia en la puerta de la habitación.

-Todavía no era hora de que se durmiera

-¿Ah no?, pues ojala en la madrugada no lo moleste

-No lo creo, es más tranquila de lo que crees, cuando era recién nacida pensaba que me daría guerra en las noches con su llanto, pero en realidad, casi no lloro

-¿En serio?

-Sí, mi madre estaba muy sorprendida, hasta la llevo al Doctor a ver si era que tenía alguna enfermedad

-Vaya, parece que en eso no salió ni a ti ni a mi

-No, la verdad no

-La voy a extrañar ahora que voy a estar lejos

-Podrás llamarla

-Si, por lo menos

-Ya los medio sospechan tu paternidad Paul

-Lo sé, hoy no han parado de llamar a Brian para que de declaraciones y afirma todo

-Lo siento, no quería ocasionar problemas

-Ya te dije que no te mortifiques, aunque la verdad al parecer voy a tener que aclarar todo y decir la verdad sobre Isabel y todo lo que paso

Si, esa verdad que tanto se negaban a esconder, finalmente estaría saliendo a la luz pronto y esa, seria exactamente la decisión que a Paul le cambiaría la vida más de lo que se le había cambiado hasta ahora.

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Luego de mucho pensar y meditar la situación, Sarah decidió volver a Londres en el próximo vuelo, esa misma noche. Tenía que ver como estaba Ringo, tenía que decirle que lo amaba, que lo perdonaba y lo necesitaba y entre más rápido regresara mejor.

Después de unas horas, que se le hizo eternas, llego a Inglaterra, sin todavía avisarle a alguien que había regresado, el reloj ya casi marcaba las 2 am y no importándole absolutamente nada, se fue directo al hospital donde su hermana le había dicho que estaba Ringo internado, cuando la llamo. No obstante, ningún auto la esperaba, por lo que decidió irse en taxi hasta allí, llegando rápido gracias al poco transito que había en las calles a esas horas. Al entrar al hospital rápidamente, le pregunto a una enfermera en que habitación estaba su novio, agradeciéndole mucho al recibir la información casi en el acto, ya que se suponía que a esas horas estaba prohibido visitar a alguien. Mientras se encaminaba hasta allí, comenzó a sentir como sus piernas temblaban y se ponía fría, los nervios habían vuelto, ¿y si Ringo no la recibía?, ¿si le decía que ya no quería nada con ella?, miles de cosas se comenzó a preguntar camino a la habitación, parando justo en la puerta, que estaba media abierta y desde donde se podía ver al chico, mirando hacia la ventana, con una luz tenue a su lado, aun no la había visto llegar, no la había visto parada ahí observándolo y Sarah sin todavía llenarse de valor se quedo mas rato de lo que esperaba, ahí viéndolo con una sonrisa nerviosa, esperando que pronto pudiera recuperar al que creía el amor de su vida.