jueves, 29 de noviembre de 2012

Capitulo 6


La oscuridad de la habitación hizo que Mía no distinguiera si era de día o de noche, si llovía o hacia sol afuera, las cortinas cerradas señalaban que nadie debía irrumpir en la tranquilidad de la chica, mucho menos en esos momentos cuando aun en casa de su madre, se mantenía pensando seriamente si tomar el trabajo en Londres o quedarse para siempre en Francia, donde llevaba una vida tranquila y reservada….

Allí sentada en la orilla de la cama, escondiendo el rostro entre sus piernas, pensó, pensó y pensó, prácticamente todo el día, se encontraba confundida, tal vez ya era hora de regresar a Inglaterra pero no se sentía al 100% y eso era lo que la desesperaba mas. Sarah llego a la puerta de su habitación sigilosamente, con una caja en las manos, sabia a la perfección que no debía tratar de hablar con su hermana pero no le importo, ya que sabía también en que estaba pensando Mía y en cuanta ayuda necesitaba para escoger el camino correcto.

-Mía, ¿puedo pasar?. Le pregunto la chica detrás de la puerta notando que  la cerradura estaba sin seguro
-No lo sé. Le contesto Mía después de un momento de silencio

Sarah respiro profundo y abrió la puerta lentamente, temía que la chica la echara pero cuando se sentó a su lado y observo lo serena que su hermana se encontraba, cerro de nuevo la puerta y trato de comenzar a hablarle…..

-Perdón por ser tan atrevida en traer al señor Alrigde sin que supieras.
- No te preocupes Sarah, está todo bien. Le contesto la chica mirando disimuladamente la caja que tenia Sarah en su regazo
-¿Vas a aceptar el trabajo?.Pregunto Sarah mirándola directamente a los ojos
-¿Por qué habría que aceptarla?
-No sé, te van a pagar más y es un periódico más serio
-Pero estoy cómoda en el que estoy trabajando ahorita
-Pero……..Trato de seguir diciéndole Sarah
-¿Pero qué?.Le pregunto Mía levantando el rostro lentamente
-Te extraño Mía, todos te extrañamos. Inglaterra es tu hogar
-Lo era Sarah, ahora pertenezco a otro lugar
-No te mientas así Mía. Mira esto

 La chica abrió la caja que traía, antes de encender la lámpara que estaba en la mesita de noche, Mía se confundió aun mas, ya que no tenía idea de que le iba a enseñar; no obstante, cuando la luz ilumino la habitación, incluyendo la caja, la chica pudo observar con detenimiento que dentro habian fotografías y cosas de ella cuando era adolescente…….

-¿Qué haces con todo eso?
-Lo dejaste aquí cuando te fuiste por primera vez a Paris en 1960, mamá iba a botar la mayoría pero yo lo rescate todo y lo puse aquí
-Gracias Sarah, no recordaba ninguna de estas cosas
-Pues entonces te dejo con ellas, creo que eso  ayudara a que te decidas mejor

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Ringo se levanto sobresaltado de la cama, era muy temprano todavía pero cuando sintió algo a su lado no dudo en abrir los ojos de inmediato, asustándose y confundiéndose a la vez cuando vio una chica allí acostada a la par suya, durmiendo plácidamente. Joder, se había acostado con alguien la noche anterior sin recordarlo bien y se suponía que ya no iba a hacer ese tipo de cosas mientras estuviera con Sarah.

Se paró de la cama molesto por la tontería que había cometido, le gustaba mucho estar con chicas antes pero ahora no lo disfrutaba tanto, o eso pensaba hasta que lo volvió a las mismas la noche anterior en la fiesta que ofreció el hotel donde se hospedaban. Ahora tenía que sacar a la chica de allí antes de que alguien los viera y no sabía qué hacer o como hacerlo más bien…..

-Ritchie ya despertaste. Escuchó que le decía la chica después de que él se quedara unos minutos en silencio sentado en la orilla de la cama
- Sí, creo que es hora de que te vayas ya. Le contesto él un poco cortante mientras terminaba de ponerse la ropa
-¿Tan rápido?, pensaba en quedarnos un rato mas aquí
-Tengo cosas que hacer, vete ya. Fue un gusto en conocerte ammmmmmm ¿Luisa?
-Laisy. Lo corrigió ella un poco enojada
-Claro, Laisy

La chica se levanto también de la cama, aun un poco molesta por darse cuenta que Ringo no recordaba bien su nombre, aunque era de esperar ya que cuando se presento el estaba un poco pasado de tragos y la música del lugar estaba un poco alta. Ringo soltó un bufido mientras veía a la chica salir de la habitación, por lo menos ya se había deshecho de ella y no fue tan difícil como pensó minutos antes…………
Salió también de la habitación cuando termino de vestirse, topándose de frente con George que despertó más temprano que él y parecía estar de muy buen humor……….

-Buenos días Ringo
-Buenos días George, por casualidad ¿viste a la chica que salió hace poco de mi habitación?
-¿La rubia?, si la vi y déjame decirte que todos te envidiamos mucho. Yo no pude conseguir una tan sexy como esa ayer
-¿Ya te diste cuenta lo que hice?
-No, ¿Qué?
-Le fui infiel a Sarah
- ¿Y eso qué?, pensé que ya lo habías hecho antes
-No George, desde que estoy con ella no me había acostado con otra

Ringo se sentía muy culpable por todo aquello, de verdad que no tenía la intención de hacerlo con alguien más, aunque estaba consciente de que dé era muy probable que algún cayera otra vez….

-No le vas a contar, ¿cierto?
-No lo creo, aunque me siento bastante mal de haberlo hecho
-No te preocupes, ya lo vas a olvidar
-¿Tú crees?
- Claro, solo fue algo de una noche. No significa nada

Ringo miro a George, dándole la razón de inmediato. Eso haría, olvidar lo que paso con esa tal Laisy y tratar de que Sarah no descubra nada, cosa que era lo que más le preocupaba ahora.

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Definitivamente ya no era la misma, ya no era la misma chica que salía en esas fotografías, atrevida e intrépida, coqueta y un poco creída, no obstante, todo eso no era lo importante en esos momentos, lo que mostraban las fotografías y las cosas que había en la caja, le demostraban a Mía todo lo que había dejado atrás. La primera flor ya seca que Paul le había regalado, una foto suya en la feria de la villa de Woolton, exactamente el mismo día en que John y Paul se conocieron, un tiquete de cine para ir a ver una película de Elvis, una postal que uno de sus admiradores  le había mandando cuando se fue de vacaciones a Suiza, 3 dibujos que hizo cuando era niña, un lápiz de dibujo que Stuart había dejado en su escritorio días antes de irse a Alemania y mas y mas fotografías, sin embargo, una fue la que más le llamo la atención, una donde salía junto con unas cuantas amigas (incluyendo a su hermana) y todos los Quarryman, era en blanco y negro, estaba un poco arrugada pero pudo ver a la perfección la mirada cómplice que compartía con Paul allí y el ambiente donde se encontraban con apenas 15 años, aunque no pudo evitar recordar mientras miraba la foto y esa mirada que compartían, que ese fue el día en que Paul le dijo por primera vez un Te Amo y que ahora era el día en que ella se daba cuenta el porqué se entrego tantas veces a él y termino sin querer convirtiéndolo en padre…………..

Pero seguía sin tener muy claro que hacer, si quedarse o devolverse, si salir corriendo y decirle la verdad a Paul o huir otra vez y esconderse de todos como lo venía haciendo. Quizás los recuerdos la habian ayudado a descubrir varias cosas, pero en lo absoluto no la ayudaron a aclarar su mente, no obstante, se le ocurrió en algo que podría funcionar…………...

-Madre, ¿has visto a Isabelle?. Le pregunto Mía a la mujer cuando bajo corriendo las escaleras y se la encontró en la sala cociendo
-Sí, están en el jardín trasero. Le respondió ella sin despejar la mirada de la tela que tenía en las manos
-Más le vale a Sarah haberle puesto un abrigo. Refunfuño la chica mientras se encaminaba hacia ese lugar

Salió al jardín despacio, no quería que Sarah y la niña la vieran llegar de inmediato. Isabelle seguía igual de tímida así que todo se mantenía en silencio, a la vez que Sarah le pasaba unos lápices de color para que dibujara y Mía se acercaba poco a poco

-Vaya Isa, mira quien ya salió de su cueva. Bromeo Sarah cuando vio a la chica parada junto a ella
-JA JA que graciosa, solo venia a ver a Isabelle
-Tranquila, yo la estoy cuidando muy bien
-Si se nota, afuera sin abrigo en medio invierno. Mascullo Mía medio en serio y medio en broma
-Oye lo siento, sus abrigos están en la habitación donde pasaste encerrada todo el día
-No importa, gracias por la caja .Le dijo la chica sentándose en el piso
-¿Ya decidiste que vas a hacer?
-No, un poco nada más. Sigo algo confundida

Dirigió su mirada hacia su hija cuando todo volvió a quedar en silencio, pensaba que tal vez Isabelle seria la que la ayudara a decidir sin ni siquiera soltar una palabra, después de todo, algún día preguntaría por su padre y le gustaría  conocer Londres. Aunque al final tuviera que seguir su propio corazón……….

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Cynthia salió del baño muy seria, no hablaba mucho con John desde la vez que discutieron y eso la entristecía, ya que quería pasar un buen junto a él en esa gira, la misma que pronto acabaría e hiciera que todos regresaran a casa otra vez. Se asomo por la ventana sigilosamente, observando los autos pasar y algunos fans que se encontraban afuera, el cielo estaba de nuevo gris pero no se lamento demasiado por eso, no obstante, al darse vuelta y mirar ahora la habitación y a John aun dormir plácidamente en la cama, se dio cuenta que tal vez ese tipo de situaciones con su esposo las viviría siempre y debía de acostumbrarse, no sin antes arreglar las cosas con el lo más pronto posible………

-Cyn, ¿eres tú?. Pregunto John adormilado, revolviéndose en las sabanas
-Sí, soy yo John. Respondió ella poniéndose a su lado
-Pensé que te habías ido. Le dijo él con voz pastosa
¿A dónde me voy a ir?, necesitamos hablar John

El chico se levanto de allí, mirándola a los ojos, también sabía que debían de hablar de inmediato, aunque no le agradaba mucho ese tipo de conversaciones….

 -Yo no hice nada malo
-Lo sé John, pero solo que me respetes un poco mas
-Lo intento y lo sabes, pero las chicas se me tiran como hienas
-Escucha John. Trato de seguirle diciendo la chica, ahora en frente de el, mirándolo a los ojos. – No me gusta discutir contigo y menos por chicas, yo se que se tiran encima pero debes controlarte
-Lo siento, ¿sí?. No era mi intención hacerte sentir tan mal
-Lo sé y te perdono, de todos modos no llegaste a nada más con ella
-Bien, entonces mejor me alisto. Tenemos una entrevista dentro de poco

Entro al baño de inmediato, dejando a Cyn sola allí sentada en la cama, fue un poco fría con ella y lo sabia pero así era John y no podía esperar demasiado de él en esas cosas….

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Comenzó a marcar el numero de la casa de Sarah, un poco incomodo, tenia 2 días sin hablar con ella y la extrañaba pero después de lo que paso esa mañana, le daba un poco de pena  hacer como si nadie hubiera pasado.

-¿Si?
-Sarah amor, hola. La saludo el apenas escucho su voz
-Rich, te extrañaba tanto. ¿Cómo va todo?
-Ammmmm bien, todo va muy bien. Ya sabes, todo es una completa locura como siempre
- ¿Te sientes bien?. Le pregunto ella notando que estaba un poco raro
-Sí, estoy bien es solo que, ya sabes, estoy un poco cansado
- Me imagino, yo me voy a Londres en 3 días y el trabajo duro comenzara de nuevo
-Hablando de todo eso, yo esperaba que anunciáramos lo nuestro apenas llegara
-¿Apenas llegues?, pensé que podíamos hacer el anuncio juntos
- ¿Tu quieres que lo hagamos juntos?

La chica se quedo en silencio, pensando un poco en todo eso, la verdad era que no había pensado en todo eso desde hacía semanas y que volviera a su mente le agobiaba un poco. Simplemente se imaginaba lo peor, pensaba que su carrera podía llegar a fracasar por eso, que las fans la odiarían y hasta tratarían de matarla y cosas de ese tipo.

-¿Podemos posponerlos unos cuantos días?. Pregunto ella al fin escuchando como Ringo suspiraba al otro lado de la línea
-¿Por qué?
-Debo prepararme mentalmente un poco más Ritchie, ya sabes cómo me podría afectar todo eso
-Y como te podría beneficiar también. Pero bueno, mejor hablaremos de eso cuando regrese, ¿te parece?
-Si es mejor, ya quiero que regreses a Londres, hace casi un mes que no te veo

Hablaron una hora más, en Liverpool ya era un poco tarde, en Miami era un poco temprano así que tenían el tiempo perfecto para platicar todo lo que quisieran. Sobre todo ahora que la relación se podría poner un poco difícil con muchas cosas……..
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Soltó un bufido de fastidio apenas salió de la emisora con los demas, la verdad era que ese día no tenía muchas ganas de andar haciendo tantas cosas, Paul aun tenía un poco de resaca y un montón de cosas andaban rondando en su cabeza. Mientras iban en el auto callados, sin ninguna broma de por medio, o comentario serio, John miro a Paul de reojo, todos sabían que el chico andaba un poco raro ese día, tal vez porque se sentía igual de enfermo que todos, no obstantes, John notaba que iba más allá de todo eso y no dudo en preguntarle apenas  llegaron a un restaurante para almorzar.

-¿Y a ti qué diablos te pasa desde hace días?
-Nada John
-¿Nada?, cuando no tienes nada que decir o lo simpático se te acabo, te pones bastante raro
-No sé qué me pasa John, desde que volví a ver a Mía me siento muy confundido y no tengo ni puta idea del porque me acuesto con chicas estando con Jane
-No entiendo nada
-Amo a Jane, pero hay algo en Mía que me pone así
-Si amaras tanto a Jane, no le serias tanto infiel

Se quedo unos momentos sin contestarle nada a John, el tenia razón, tanto que mejor decidió pararse e ir al baño a echarse agua en la cara y estar un rato solo.

¿Y si John tenía razón?, ¿Y si todo esa confusión que sentía desde hace días era porque aun quería a Mía?. No podía ser posible, estaba seguro que la había superado, que la había sacado de su mente, ¿pero entonces porque había regresado a su cabeza desde el día en que la vio en Paris?,  ¿y porque le gustaban otras chicas estando supuestamente enamorado?. Tenía más preguntas que respuestas, respuestas que esperaba responder lo más rápido posible…………..

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Mía abrió la ventana de su habitación, llegando a sentir una brisa fría en su rostro casi en el acto , no le molesto para nada ya que siempre le agrado bastante sentir el viento en su rostro. Miro hacia el jardín, donde no había nadie excepto el gato de su madre, lo tenía desde que ella era niña y aunque a ella nunca le simpatizo demasiado ese animal, le traía muchísimos otros recuerdos, tantos que allí mismo se decidió, regresaría a Inglaterra lo más pronto posible, definitivamente después de tanto pensarlo, se dio cuenta que en serio era hora de afrontar su pasado a como diera lugar………. 

jueves, 22 de noviembre de 2012

Capitulo 5



Mirarse por el espejo todos los días era algo normal para Mía Robinson, pero es que esa mañana algo diferente sentía dentro de ella al mirarse por el espejo del baño, su cabello claro casi rubio, sus ojos color esmeralda, sus delgados labios  y su cuerpo perfectamente desarrollado, le decían que había cambiado mucho, sobre todo internamente, ya no era la misma chica de antes, la más bonita del colegio, ni la que  le gustaba coquetear   con los chicos del instituto de arte. Ahora era más sencilla y al pensarlo nuevamente, sonrió, después de todo, ¿que había de malo en querer ser más discreta?

Salió de allí, bajando luego las escaleras hacia la sala rápidamente, una música que venía desde ahí la intrigo un poco ya que desde hace tiempo no se acostumbraba a escuchar música más alto de lo normal. Cuando llego  se topo con una escena que nunca le apeteció presenciar, su hermana teniendo en brazos a su hija mientras bailaban Twist and Shout y no la versión original que a la chica le gustaba, sino la de los famosos Beatles……………

-¿Pero qué diablos está pasando aquí?. Pregunto un poco enfadada mientras bajaba la música que provenía desde el radio
- Nada, solo estamos escuchando música. Le respondió Sarah riendo, dejando a Isabelle en el suelo
 - Sarah, ya sabes que no me gusta que Isa escuche esa música y menos música de ellos
- Hay Mia no seas tan amargada, ¿Qué se hizo la chica que sacaba de quicio a mama por escuchar música a todo volumen?, ¿o que amaba bailar rock and roll en las fiestas y bailes de la escuela?
- Maduro Sarah, así que dame a la ni;a, la llevare por un helado
 - Bien, pero recuerda que no te vas a poder ocultar fácilmente de los Beatles

Mía rodeo los ojos fastidiada, saliendo de la casa de inmediato, a la vez que su hermana seguía riendo. Odiaba cuando se ponía así, sobre todo porque no quería que su hija escuchara esa música todavía, esas cosas siempre le resultaba muy incomodo….

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El éxito en América los seguía siguiendo  y sorprendiendo, ya tenían bastantes días allí y un merecido descanso los estaba esperando en Miami, un descanso que venían deseando desde hace días.

-Pero miren el sol que está haciendo aquí, jamás había visto un sol tan brillante y que calentara tanto. Comento Ringo asomado a la ventana de su habitación
- Estamos en América, ¿recuerdas?. Contesto George entre bostezos
 - Chicos, ahí viene Eppy a hablar con nosotros, actuemos normalmente antes de que cambie de idea y no nos de descanso. Mascullo John entrando por la puerta, seguido por Paul y Cyn

Hicieron silencio de inmediato, mientras se sentaba todos en la cama,  preguntándose qué quería Brian ahora.
-Y bien, ¿Qué pasa ahora?. Le pregunto John un poco molesto apenas su manager entro a la habitación y cerró la puerta
- Chicos, estoy muy feliz, el concierto de anoche aquí en Miami fue un éxito al igual que los anteriores, además de que también han tenido buen comportamiento y nadie ha hablado mal de ustedes
- ¿Eso era todo?. Le pregunto de nuevo John con el ceño fruncido
- No John, eso no es todo. Le respondió el hombre un poco incomodo por las reacciones del chico. –Yo ya les dije que van a tener un descanso el día de hoy, así que espero que se sigan comportando bien, que no hagan tonterías en la playa y menos en la piscina del hotel, que respeten a las chicas que se les acerquen y que no armen un escándalo de algún tipo, eso va para ti Lennon
- Tranquilo Eppy, te prometemos no hacer nada de eso. Le contesto Ringo con una sonrisa
- Eso espero, ahora me voy que tengo asuntos pendientes

Así como entro por la puerta, salió, dejando a todos en silencio . Hasta ese momento solo había pensado en divertirse un poco, aunque a veces eso conllevara a problemas algunas veces, problemas que no podían ocurrir al parecer, debido a las advertencias de Brian………..

-Y bien, ¿vamos entonces?. Pregunto Paul rompiendo el largo silencio que había en el cuarto
- Si larguémonos de aquí, al diablo las amenazas, advertencias o lo que sea que nos acaba de dar Brian. Le contesto John parándose de allí de inmediato…..
Salió de la habitación seguido por todos, que la verdad le daban la razón. Estaban en la playa, bajo un sol que no conocían, si habían problemas ya se las arreglarían para que nadie se enterara………..

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Ver a su hija correr por el muelle, mientras reía y trataba de hablar un poco, le alegraba muchísimo, todos le decían que tenía una hija hermosa, la más hermosa del mundo y no lo dudaba,  aunque la mayor parte de esa belleza proviniera de los genes de su padre, ya que se parecía bastante a el, desde el primer día que la vio……..

-¿Mía?, ¿eres tú?. Le pregunto una chica rubia con una gran sonrisa
- ¿Lydia?, si soy yo Mía, no puedo creerlo
- Pensé que te habías ido a Francia
- Vine a visitar a mi familia, ¿tú aun estás viviendo aquí?
- Por supuesto, jamás dejaría Liverpool
Lydia Doyle, una de sus más grandes amigas de la adolescencia, nunca imagino volverla a ver y menos allí. La chica era una de las pocas que siempre le cayó bien mientras estudiaba en el colegio y era una de las pocas personas también que extrañaba.
-¿Por cuánto tiempo te vas a quedar?
- Dentro de unos días vuelvo
-Que lastima, me hubiera encantando verte de nuevo pronto
- ¿Tienes algo que hacer ahora?
- No la verdad que no

En esos instantes Isabelle se acerco de nuevo a su madre, esta vez con algo en la mano que hizo que Mia le arrebatara y botara lejos. Lydia que no sabía que Mía era madre, se extraño un poco de verla con una pequeña ni;a a su lado.

-¿Es tuya?. Le pregunto la chica mientras Mía alzaba a Isabelle
- Si, es mi hija. Le respondió sinceramente mirando al suelo
-No te avergüences, no sabía que te habías casado y tenido hijos
- Es que no estoy casada Lydia, soy madre soltera

La chica se quedo callada unos segundos sin saber que contestar, no era muy común ver una madre soltera, menos una tan joven y mucho menos se imagino su mejor amiga de la infancia estuviera en una situación de esas.
-Bueno………..lo siento mucho Mia
- No lo sientas, estoy bien así
- Ya lo creo, además ¿Qué tiene de malo ser madre sotera?
Mía sonrió feliz por la respuesta de la chica, por un momento pensó que la juzgaría o algo así, pero se había equivocado, Lydia jamás era capaz de algo así, a pesar de que ahora fuera la primera de muchas personas que se seguirían enterando de tal situación..
-¿Quieres ir por un café?. Le pregunto Lydia sonriéndole a Isabelle que la miraba tímidamente
- Claro, tenemos mucho de qué hablar…..
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Arreglar la cita ella misma fue lo mejor que pudo haber hecho, en serio quería que su hermana se quedara viviendo en Inglaterra, no la quería más lejos y una oferta de trabajo en un periódico de Londres era una gran oportunidad. No obstante, se encontraba un poco nerviosa allí en medio del porche de su casa, se suponía que el editor del periódico vendría esa misma tarde a Liverpool e iría directamente a su casa, donde luego le explicaría todo a Mía, ya que no tenía idea de nada, afortunadamente la espera no se le hizo mucho más larga y allí estaba un señor un poco mayor con un sombrero en su cabeza y un abrigo fino en su brazo izquierdo, era él y al fin había llegado………..

-Usted debe ser Sarah Robinson, ¿ no es así?.Le pregunto el hombre apenas llego a la puerta
- Si y usted el señor Alrigde
- Así es, debo decir que me quede muy sorprendido que la hermana de la chica que quiero contratar es nada más y nada menos que la súper modelo Sarah Robinson
- Pues si que sorpresa, si gusta pasa. Mi hermana no está pero creo que no tardara en llegar
El hombre pasó sin más preámbulos y se sentó en uno de los cómodos sillones del salón principal,  frente a una nerviosa y a la vez ansiosa Sarah, que esperaba que su hermana no se tardara mucho más de lo conveniente…
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Era obvio que muchas chicas no se resistirían y se acercarían a ellos de inmediato, no todos los días se veía a los Beatles en la playa en plan vacacional y había que aprovechar. Los chicos aprovecharon e invitaron a unas cuantas a pasar un rato con ellos en la piscina, ya tenían rato solos, intentando no meterse en problemas, estar en compañía de una chicas lindas solo era una pequeña excepción.

A Cyn no le gustaba mucho la idea, sobre todo porque habían 5 chicas muy bonitas mirando inquisitivamente a John, estaba celosa y decirle algo a su esposo tampoco era muy conveniente, conocía su carácter y mejor evitaba tener algún problema con el……..

-Hola, ¿tú eres?. Le pregunto George a una de ellas que estaba un poco apartada del grupo
- Sally, mucho gusto
- El gusto es mío. Le contesto el chico con una media sonrisa
Al quedarse en silencio  de inmediato, observaron como otra chica se acercaba a ellos. Al parecer eran amigas, ya que se sonrieron mutuamente, aunque esta no venia sola, sino con Ringo.
-Porque no vamos a tomar algo, te ves aburrida. Ringo nos acompañara . Le dijo la chica a su amiga saludando a George con una sonrisa
- Me parece perfecto, ¿Quieres ir George?
- Si, ¿Por qué no?

Se dirigieron al bar del hotel, sentándose los 4 en la barra. George se extraño un poco de ver a Ringo con una chica, desde que estaba con Sarah no se le veía con ninguna mas, ni siquiera como amiga…….

-¿La están pasando bien aquí en Miami?. Les pregunto Sally a los chicos con una sonrisa juguetona
- Si mucho. Le respondió Ringo también con una sonrisa
-¿Y ustedes son de aquí?. Pregunto esta vez George mientras le daba el primer mordisco a una hamburguesa que acababa de ordenar
-No, somos de Carolina del norte pero mi amiga Laura y yo, decidimos venir a visitar a una amiga nuestra
- Ya…. Qué bien
- Si, al parecer no nos equivocamos en haber venido en estas fechas. Les dijo Laura coqueteando un poco

Los chicos se quedaron en silencio, no sabían que decir, sobre todo Ringo que ya se estaba poniendo incomodo, tanto que mejor se paro y se fue, dejando a George solo con las 2 chicas……

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Lo que temía se había hecho realidad, allí ahora estaba John, coqueteando con una chica en sus narices, tenía entendido que muchas veces no la respetaba de ninguna manera, pero hacerlo allí en frente de ella, no se lo perdonaba. Se levanto de la silla donde estuvo sentada todo el rato y se acerco a John y a la chica que no estaban muy lejos, iba a hablar con él y si no quería, iba a insistir….

-John ¿podemos hablar?
-¿Qué sucede?. Le pregunto John contrariado
- Necesito hablar contigo en privado

No le gusto mucho la idea, pero ahora estaba ahí siguiendo a Cyn hacia un lugar un poco alejado de todos, no tenía idea de que iba a decirle ella y mucho menos de que era sobre la chica con la que estaba hablando.

-¿Quién es esa chica?. Pregunto Cyn apenas pararon de caminar y se quedaron mirándose frente a frente
-Una de las chicas que conocimos hace rato
-Brian te advirtió que no te metieras en problemas John
-Y no me estoy metiendo en ningún puto problema, solo estoy hablando con una chica. ¿Qué hay de malo en eso?
-Le estas coqueteando John, ¿te has olvidado de que yo estoy aquí y no en Londres?
-¿Y quién te dijo que yo estoy coqueteando?
- Fíjate que se nota desde lejos John
-Vete a la mierda Cyn, si vas a hacer problemas por nada, me avisas para…….
-¿Para qué?. Le pregunto ella interrumpiendo lo que iba a decir
-Para regresarte a Inglaterra

Después de decirle eso dio media vuelta y regreso  dejando a Cynthia sola un poco molesta por lo descarado y machista que podía ser muchas veces. Lo amaba si y que él no lo entendiera le dolía……..

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Salieron de la cafetería una  hora después, nunca en la vida habían hablado tantas cosas y estaban tan felices de verse de nuevo que no les importo nada mas……..
-Espero que vuelvas pronto. Le dijo la chica cuando comenzaron a despedirse en la parada de autobuses
-Te llamare cuando regrese
-Eso espero. Cuídate mucho Mía
 -Igual

Lydia se fue rápidamente, dejando nuevamente sola a Mía e Isabelle. Era hora de ir casa otra vez, sin imaginarse la sorpresa que las esperaba.

El autobús no tardo demasiado en dejarla pronto en su destino, en realidad la dejaba una calle más arriba así que a causa de unos vientos un poco fuertes que acababan de aparecer, se fue casi corriendo a su casa, con Isabelle a su lado mientras le sostenía la mano. Apenas llego y abrió la puerta, las miradas de su hermana y un hombre desconocido se posaron en ella, en un principio pensó que era una visita de su madre o de la propia Sarah, pero no, era una visita para ella, de alguien que ni sabia quien era, pero que pronto lo descubriría….

-Mía al fin has llegado
-Me encontré con una amiga y nos fuimos a tomar un café. Le explico la chica viendo como Isabelle subía las escaleras poco a poco
-Te presento a Robert Alrigde, es el editor de un periódico ingles
-Hola, mucho gusto señor Alrigde. Se presento la chica muy amable
-El gusto es mío señorita Robinson, no sabe cuánto he esperado para conocerla

Mía lo miro contrariada unos segundos hasta que observo como su hermana salía de la habitación junto con Isabelle. No tenía idea de qué demonios pasaba, aunque estaba empezando a tener claro que la visita en realidad era para ella

-No entiendo muy bien lo que usted me acaba de decir. Le contesto la chica al fin, sentándose en el sillón donde momentos antes había estado Sarah
-Veo que su hermana no le ha hablado de mí y mi propuesta
-¿Qué propuesta?. Pregunto ella todavía más confundida
-Señorita Robinson, yo se que usted tiene un trabajo muy estable en Paris, pero yo estoy interesado en contratarla como fotógrafa para el periódico The Gurdian. Déjeme decirle que le pegaríamos mucho mejor

Mía se quedo en silencio, muy confundida, no sabía que alguien estaba interesado en contratarla y menos en un periódico como esos, era más serio que el periódico en donde trabajaba en esos momentos, pero si le iban a pagar mejor ¿Por qué no pensarlo?. No obstante, se le vino a la mente su deseo de no quedarse viviendo en Inglaterra y el gran cariño que le tenía  a la ciudad de Paris

-Señor Elrigde, ¿Cuánto se va a quedar aquí en Liverpool?
-Una semana. Le respondió el de inmediato. -¿Por qué?         
 -Me gustaría pensar su propuesta, estoy muy bien en Francia y no deseo venir a vivir ya a Inglaterra, pero nada pierdo con pensarlo, su propuesta es buena
-Me parece muy inteligente si decisión. Le dejare el número del hotel en donde me hospedo, espero su llamada muy pronto señorita Robinson

Pocos minutos después lo despidió amablemente en la puerta principal.  Sabía que Sarah estaba detrás de todo eso, pero no quiso decirle nada, sino mas bien pensar la propuesta, algún día tenía que regresar a Inglaterra y quizás todo eso era una señal de que ya era hora de hacerlo……….

viernes, 16 de noviembre de 2012

Capitulo 4


Nada parecía haber cambiado, las calles, los edificios, inclusive las personas que miraba caminar, lucían exactamente igual a los días en que ella vivía ahí. Cierto remordimiento sintió en su corazón apenas se bajo en la estación de trenes, había sido un largo viaje, tanto ella como Isabelle estaban cansadas, pero eso no pudo evitar que Mía se arrepintiera un poco de haber vuelto y sintiera cierta pesadez en el alma, por el miedo que sentía al saber que estaba en casa otra vez,  ahora mientras iban en el taxi, camino a la casa donde Mía creció, donde vivió muchísimas cosas y donde su madre seguía viviendo, observaba por la ventana la calle mojada a causa de la lluvia que estuvo cayendo horas antes, los edificios donde estuvo varias veces y donde pasaron varias cosas, todo como detenido en el tiempo, todo como queriendo que la chica no pudiera evitar recordar cientos de cosas.

El auto paro justamente en frente de la casa, seguía igual, ni siquiera el color había cambiado, al parecer su madre no se empeñaba en cambiar nada, al igual que todos los habitantes de Liverpool. Sarah apenas vio por la ventana donde su hermana y su sobrina venían, salió corriendo hacia afuera, feliz, abrazando de inmediato a su hermana que se sorprendió por todo aquello.

- Oh Mía, que bueno que has llegado. Le dijo ella emocionada dándole un beso en la mejilla
 - Es un gusto verte Sarah, pero sueltamente que me estas…… estrujando
- Lo siento, ¿y la hermosa de Isabelle como esta? .Le pregunto la chica bajando al nivel de la niña que la miraba tímidamente. – Vaya, veo que sigues igual de callada, pero ya verás cómo te hago hablar eh-

Le comenzó a hacer cosquillas a Isabelle, mientras esta reía y trataba de protegerse detrás de su madre,  las risas de la pequeña se escucharon hasta la casa, informando a la madre de Mía que ya habian llegado y que debía de salir de inmediato.

- Sarah, para ya por favor. Le dijo la mujer a su hija menor con cara de enojo cuando salió y vio tal escena
- Hola madre. Le dijo Mía tímidamente mientras se acercaba a ella
- Mía, no sabes lo feliz que estoy de que hayas vuelto y con Isabelle, al fin va poder conocer Liverpool
- Lo sé, pero no vine por vacaciones, vine porque la señora Sutcliffe quiere verme
- No me dijiste eso en el teléfono, ¿para qué te quiere ver?
- Me quiere dar algo, aun así me quedare un par de semanas aquí en la ciudad, las he extrañado mucho
- Yo también te he extrañado mucho cariño. Le dijo la mujer dándole de inmediato un largo abrazo

…………………………………………………………

Todo era una completa locura en Nueva York, millones de fans a las afueras del hotel, cientos de reporteros hablando de ellos en los noticieros y periódicos, seguridad jamás antes vista a los ojos de los chicos. No se imaginaban que los esperaba todo ese tipo de cosas apenas llegaran a América, nunca pensaron que el éxito que había obtenido era tan grande, así que hasta que se bajaron del avión y escucharon todos esos gritos, se dieron cuenta que de verdad era importante su visita en el país.

Ahora estaban en el hotel, tratando de descansar, aunque los gritos todavía se pudieran escuchar y anduvieran un poco aturdidos.
- ¿Y qué tanto estas pensando?. Le pregunto John a Paul cuando el último reportero se termino de ir y ahora estaban solos en el cuarto, en silencio, tratando de relajarse un poco aunque solo fuera con un cigarrillo
- Nada, es solo que estoy cansado. Le respondió el chico abriendo el periódico que se encontró en una mesa cercana
- Si, deberíamos de buscar un poco de acción, ¿no crees?
- No, quiero dormir pero no puedo, desde hace días que no puedo
- Si, desde hace días estas un poco raro. Le dijo George interrumpiendo la conversación que tenían ambos - ¿Qué te pasa?
- No lo sé, pero mejor ignoremos todo esto, debemos concentrarnos en los conciertos que se vienen
- Bien, si tú lo dices……Le contesto John no muy convencido de su respuesta

Los 4 se quedaron en silencio otra vez, aburridos, no podían salir a ningún lado por más que quisieran y se suponía que era hora de dormir ya que al día siguiente tendrían un largo día………

- Llamare a Sarah, está en Liverpool. Informo Ringo parándose del sillón
- Tengo una idea. Se apresuro a decir John parándose también del sillón
- ¿Cuál?. Pregunto George interesado
- Vamos a hacerle una broma a Sarah
- No. Exclamo Ringo un poco enojado. – No hagas estupideces Lennon
- Solo llamara a su casa uno de nosotros haciendo otra voz claro, nos haremos pasar por alguien de la prensa que le pregunte si esta con Ringo o no
- No John, se va a enojar. Le advirtió Ringo aun un poco molesto
- ¿Y quién va llamar?. Pregunto Paul ignorando el comentario de su amigo
- Yo no porque me va a reconocer. Le respondió John recordando que ya Sarah se conocía todas sus bromas
- Yo no sé hacer otras voces. Le respondió esta vez George
- Entonces solo quedas tu Paul. Le dijo John con una sonrisa juguetona. - ¿Te apuntas?
- Si, por que no. Espero que funcione y que ella sea la que conteste el teléfono
- Tranquilo, Sarah siempre es la que contesta cuando está en casa de su madre. Le dijo Ringo por fin de acuerdo con la supuesta broma

Comenzaron a marcar en el teléfono el número de la casa de Sarah, que después de mucho insistir Ringo les dio., era el mismo de siempre así que a Paul no le costó marcarlo con solo una vez que se lo dijeran……………

Mía y Sarah estaban en la habitación de esta ultima hablando un poco sobre el trabajo de ambas, Isabelle dormía la siesta y su madre había salido así que aprovecharon para ponerse al día, como siempre cuando se volvían a ver. El teléfono que se encontraba en la habitación y estaba conectado con los otros 2 de la casa, comenzó a sonar insistentemente, ninguna esperaba una llamada ese día, pero debían contestar después de todo, así que Mía que era la que estaba más cerca del teléfono, contesto con naturalidad….

- Buenas tardes señorita Robinson, hablamos del Daily Mail y quería hacerle unas preguntas sobre su relación con Ringo Starr. Escucho que decía una voz extraña al otro lado del teléfono, voz que reconoció enseguida
- ¿Paul?, ¿Qué estás haciendo?. Pregunto la chica confundida haciendo que su hermana se extrañara por su respuesta
- ¿Mía?, ¿eres tú?. Pregunto Paul  queriendo morirse de la vergüenza  ahora con su voz natural
- Sí, soy yo, que esperabas, ¿Qué Sarah contestara el teléfono?
- Si, se suponía. Disculpa la molestia
- No te preocupes, hubiera dejado que contestara para ver su cara de susto. Le contesto la chica riendo un poco
- ¿Cómo reconociste la voz?. Le pregunto el contrariado
- Paul, reconocería hasta tu sombra. Le respondió ella haciendo que el sonriera y los otros 3 lo miraran extrañados
- Sí, bueno tal vez. Sera mejor pasarle el teléfono a Ringo y que tu se lo pases a Sarah
- Si, fue un gusto hablar contigo Paul. Le dijo ella cambiando su expresión a una un poco triste
- Igualmente, disculpa las molestias
- Bien, adiós

Mía le paso de inmediato el teléfono a su hermana, avisándole que era Ringo antes de salir de la habitación con un semblante raro. Los demas no sabían exactamente que había ocurrido, pero una cosa estaba clara, después de 2 años, Paul y Mía volvían a hablarse como amigos y eso les alegraba…….

Al día siguiente, muy temprano en la mañana, un panorama parecido al del día anterior recibió a Mía apenas salió a la calle, de nuevo estaba nublado y frio, ese tipo de días le agradaban a la chica, pero en ese momento se dirigía al cementerio y luego a casa de la familia Sutcliffe y no le apetecía que lloviera o algo parecido. Su hija se quedo con su tía y su abuela en la casa, tranquila, situación que le animo mucho mas a Mía para acabar de una vez por todas con las cosas por la había regresado a la ciudad. Su vestido negro, un poco largo la acompañaban, junto con un pequeño ramo de flores que había recortado del jardín muy temprano, iría primero a visitar a Stuart, no iba a un cementerio desde hacía 2 años, de hecho, los cementerios le deprimían, pero algo dentro de ella le decía que debía ir y entre más pronto mejor…..
Mientras caminaba por las calles de Liverpool, la gente la miraba inquisitivamente, como si la reconocieran y supieran que ella era aquella misma chiquilla que años atrás siempre caminaba por ahí con paso apresurado hacia el colegio, algunos que le tenían un poco mas de confianza la saludaban amablemente, otros simplemente la miraban pasar, la hermosa Mía Robinson había regresado a Liverpool y ya todos lo sabían. Se bajo del autobús, muy cerca de Blue Bell Lane, la calle donde estaba el cementerio, cuando llego se topo con un paisaje un poco deprimente, escuchaba claramente a los pájaros cantar debido al silencio que se apoderaba del lugar, no era un cementerio muy elegante, ni siquiera la iglesia que quedaba justamente a la par lo era, pero allí estaba él y allí había estado ella años antes despidiéndolo con profunda tristeza. Busco la tumba mientras caminaba lentamente, no había nadie más allí y no le gustaba demasiado pero no había otra, siguió caminando encontrándola finalmente al frente de ella, allí estaba, se veía claramente su nombre, la fecha de nacimiento y de muerte, esta ultima llenando de rabia a la chica ya que no podía entender como alguien tan bueno podía morir tan pronto, se acerco un poco más, sentándose en frente de ella apenas llego, puso las flores a un lado y se quedo mirándola durante unos segundos que se le hizo eternos, nunca se le ocurrió ir a visitar su tumba, para ella era muy doloroso todo eso que había ocurrido, pero quizás así, cerraría por fin una etapa de su vida que últimamente la venia atormentando demasiado….

- Si supiera que decir, tal vez hubiera hablado desde el principio. Comenzó a decir ella con la mirada gacha. – Te extraño Stu, mucho, todos lo hacemos en realidad, pero creo que yo mas, porque lo nuestro no termino bien, recuerdo que lo último que te dije fue un te odio y después no te volví a ver más, no es así como me hubiera gustado despedirme de ti sabes. Siguió diciendo la chica mientras unas lágrimas comenzaban a brotar de sus ojos

Debido a eso, la chica que empezó a llorar un poco, se volvió a quedar en silencio un largo rato mientras sus lágrimas no deseaban parar y caían sobre  la parte baja de la tumba………….

- Eres el mejor chico que he conocido. Se animo a decir nuevamente, limpiándose las mejillas con su pañuelo. – Y es tan injusto todo esto, pero quiero que me perdones Stu, te trate muy mal, no era lo que necesitabas y no lo entendí hasta ahora, te ame profundamente y aun lo hago, me siento muy mal por como termino todo entre nosotros y te perdono, perdono lo que me hiciste porque sin ti, no sería lo que soy hoy

Fueron novios un año entero y el al partir a Hamburgo nunca pensó que una confusión se apoderaría de el largo tiempo al conocer a Astrid y darse cuenta que ella era el amor de su vida, no la chica que había dejado en Liverpool. Pasaron meses y no se animaba a comunicarse con ella, se sentía culpable y ella mas por no saber qué estaba haciendo mal, todo estaba bien entre ellos hasta que se fue a Alemania y a veces deseo no haber ido en primer lugar, pero ahí estaba con Astrid, con nuevos amigos y con un futuro decidido, sin imaginarse que Mía se enteraría de todo eso, de la peor manera y que todo terminaría con ella, como nunca quiso que terminara……..

- Te necesito Stuart, te necesitamos. Musito Mía por último, antes de terminar de limpiarse sus lágrimas y pararse del suelo, era hora de irse, eso sí, ahora sintiendo una gran paz en su corazón, por haber hecho finalmente las paces con Stuart, aquella fría mañana de sábado de febrero de 1964….

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Llamar a Sarah era una de las pocas opciones que le quedaban para pasar el tiempo mientras los chicos se encontraban afuera y no era porque le aburría estar de gira con John, pero estar encerrada todo el día en un hotel no le hacía demasiada gracia……….

- Deberías de estar más feliz Cyn, estas en Nueva York, yo solo he ido una vez y no pude conocerla bien. Le dijo Sarah cuando ya llevaban varios minutos hablando por teléfono
- Bueno yo tampoco la voy a conocer muy bien, desde mi ventana solo se ven pocos edificios
- Muy pronto Brian les dará un descanso, espero que me traigas un recuerdo de alguna de las ciudades
- Si espero poder comprar algo Sarah, ¿Y Liverpool como esta?
- Como siempre, ya sabes, aburrido
- ¿Y Mía ya llego?
- Si ayer, pero se fue a visitar a Stuart y a la casa de su familia
- Espero que este bien, tu sabes que le afecta ese tema
- Si pero creo que estará bien
- Sabes, le tengo una noticia
- ¿Cuál?
- Un amigo de John y mío, vio su trabajo en el periódico de Paris donde trabaja
- ¿Y qué?
-  Es editor de un periódico de Londres y quiere contratarla Sarah
- ¿Qué?. Pregunto la chica alterada
- Eso, pero no sé como avisarle
- Yo te ayudare Cyn, lo que más me gustaría es que mi hermana vuelva a Inglaterra definitivamente
- ¿Entonces?
- Dile a tu amigo que llame aquí a casa, si la sabe convencer, Mía aceptara el trabajo
- Bien, lo llamare mañana temprano entonces

Se quedaron hablando hasta que los chicos regresaron al hotel, no era muy tarde pero ya habian conversado bastante y era hora de despedirse. Sarah era una de las pocas personas en las que confiaba Cynthia, no solo porque la conocía desde que era una niña, sino porque algo en ella le transmitía muchísima confianza y lealtad, tanto que últimamente se habian vuelto muy amigas……

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Apenas llegaron, se dispusieron a relajarse un poco, como siempre. John se encerro en su habitación, al igual que Ringo, de nuevo quedaban solamente George y Paul, decidiendo los 2 juntos, bajar a la cafetería del hotel y tomar un té o un café, no importa, mientras fuera una bebida caliente todo estaría bien, ya que Nueva York estaba igual de frio que Inglaterra en esas épocas…..

- Puedes creer todo lo que ocurre a nuestro alrededor. Le dijo Paul a George minutos después de que se sentaran en una mesa un poco alejada de la entrada
- No, pero es genial, ¿no?
- Por supuesto pero a veces parece un sueño, siempre quisimos ser exitosos y aquí estamos siéndolo
- ¿Qué crees que pase después?. Le pregunto con la boca un poco llena de comida ya que empezó a comerse un sándwich que ordeno
- No sé, pero aun nos falta mucho por lograr George, esto es solo el comienzo
- Eso dijiste cuando llegamos a los estudios Abbey Road por primera vez
- Y lo seguiré diciendo hasta el final

Su radio portátil se escuchaba un poco en la pequeña mesa donde se encontraban sentados, toda la cafetería estaba en silencio pero no le importo en lo absoluto, escuchar música era una manera de relajarse también……

- ¿Sabes que pienso Paul?
- ¿Qué?
- Que este no es solo el comienzo de lo nuestro como músicos, sino de muchas cosas
- ¿De qué hablas?
- No sé exactamente, pero al igual que tu, también siento que algo va a pasar
- ¿Personal?. Le siguió preguntando el chico muy intrigado
- Sí, creo que si

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Llego a la casa de la familia Sutcliffe en un taxi, efectivamente, una lluvia intensa comenzó a caer sobre la ciudad, era como si estuviera persiguiendo a la chica, no importa donde estuviera o en qué circunstancias. Se acerco a la puerta, respirando profundo, estaba un poco nerviosa y debía calmarse, ya que todo debía salir a la perfección;  al tocar un par de veces una cara conocida le abrió, una cara que se ilumino apenas vio a Mía allí parada, era Pauline y no espero ni un instante para abalanzarse a la chica y abrazarla con fuerza, al parecer muchos estaban dispuestos a ahogarla ese día.

- Mía, no puedo creer que hayas venido tan pronto. Le dijo la chica a los ojos con una gran sonrisa
- No quería dejar mas esperando a tu madre, ¿Cómo estás?
- Yo estoy muy bien y tu estas estupenda, mucho más bonita que hace unos años
- No exageres
- ¿Cómo que no?, si se nota que los aires de Paris te han caído muy bien. Ahora pasa que aquí afuera esta helado, mi madre se encuentra en la cocina así que espérame y le iré a avisar que eres tú

Mía paso a la sala, notando lo limpia y ordenada que se encontraba, siempre había admirado mucho eso de la Señora Sutcliffe, la forma en que dejaba reluciente su casa era muchas veces de admirar. Se sentó en uno de los sillones pequeños y comenzó a mirar a su alrededor, recordaba la primera vez que llego ahí, a conocer a su suegra, nunca había conocido a una suegra o algo así y se sentía aterrada, sentimiento que ahora la hacia reír un poco.

- Mia quería, que bueno que has regresado. Le dijo la mujer con gran felicidad apenas llego a la casa
- Oh Señora Sutcliffe, no sabe lo feliz que me hace verla de nuevo. Le contesto la chica parándose del sillón de inmediato para acercarse a ella y darle un caluroso abrazo
- Cuando Pauline me dijo que no estabas muy segura de regresar, me sentí un poco decepcionada pero veo que viniste y muy pronto
- Entre más rápido mejor, ¿no cree?
- Claro y ahora siéntate, Pauline ira por un poco de té, ¿cierto Pauline?
- Si mamá, ya voy. Le respondió la chica apresurada saliendo de nuevo de la habitación
- Pauline me comento algo de un dibujo. Le dijo Mía yendo al grano de una vez por todas
- Si, el dibujo tuyo. No sabía que Stuart te había dibujado una vez
- ¿Ah no?, acostumbraba dibujar a sus novias
- ¿Pero desnudas?. Le pregunto ella un poco escandalizada
- No…………. Solo a mi me dibujo así. Le respondió ella muy avergonzada
- No te avergüences, el dibujo es muy artístico, en realidad todo en el es muy artístico y debo confesar que me dieron ganas de quedármelo, pero sabía que te pertenecía
- Se lo hubiera quedado, no me gusta mucho quedarme con esas cosas
- ¿Entonces porque has venido?
- Porque me di cuenta que si es algo de Stuart entonces vale la pena quedárselo

La mujer se quedo en silencio mirando a la chica, con una sonrisa marcada en el rostro, para ella, Mía siempre fue una chica muy dulce y que le dijera ese tipo de cosas la alegraban a más no poder. Se levanto de donde estaba sentada y se dirigió a una clase de armario, que quedaba allí en el mismo salón, Mía desde donde estaba pudo observar como la mujer sacaba un rollo de papel un poco grande y gastado, sus emociones se mezclaron, no sabiendo que hacer o que decir, mucho menos cuando vio que la Señora Sutcliffe se lo dio de inmediato.

- Se que amaste mucho a mi hijo, igual que el a ti y lo mejor será que lo guardes muy bien
- Lo hare, será una de mis cosas más preciadas
- Ya eres una mujer Mía y me alegra que estés feliz lejos de aquí, sabía que llegarías lejos
- Si…….. quizás

Se quedo en la casa un par de horas más, conversando con Pauline y su madre, les conto todo lo que vivía en Paris, excepto el detalle de Isabelle, ellas no sabían que había tenido una hija hace unos años y no quería que lo supieran, ya que era algo profundamente intimo. Cuando partió de nuevo a su casa, la lluvia dejo de caer, haciendo que la chica decidiera caminar hasta allá, de todos modos no quedaba tan lejos y  caminar por las calles que la vieron crecer, era una oportunidad que ya no iba a poder tener muy seguido, mucho menos en esos momentos, donde miles de recuerdos no la dejaban llevar la vida que tenia meses atrás…..