lunes, 24 de diciembre de 2012

Capitulo 10


Noviembre de 1958

Mía caminaba absorta en sus pensamientos por las calles de Liverpool, una llovizna muy fina caía sobre ella pero no le importo, por primera vez no le importo nada, ni siquiera su cabello que era una de las cosas que más se cuidaba. Estaba enojada, mucho, ya no quería seguir jugando con los sentimientos  de Paul, ni ver a su hermana tan enamorada de él y lo peor es que Paul cada vez la amaba mas, le había dado su virginidad y ahora no sabía cómo decirle que entre ellos no iban a funcionar las cosas.

-Hey Mía, espera. Escucho que le gritaba  al otro lado de la calle, una voz muy conocida
-¿John?, ¿Qué pasa? Le pregunto ella, parando de caminar para que el chico se le acercara
-Lo que pasa es que Paul dejo su guitarra en mi departamento la otra noche y pensaba que se la podía mandar contigo. Le contesto el encogiendo los hombros
-Sí, está bien. ¿Vamos entonces?
-Si, por supuesto

Se encaminaron juntos hacia el departamento de John,  que no quedaba muy lejos de allí, sin decirse nada. Mía no lo conocía todavía, así que tomaría la oportunidad para ver el lugar donde Lennon estaba viviendo ahora.

-¿Me esperas aquí?. Le pregunto John en la entrada del edificio
-Sí, está bien. Le respondió ella sentándose en los escalones
John se alejo, subiendo los escalones rápidamente, dejándola sola allí, en ese lugar donde apenas pasaba gente, el lugar era agradable, más de lo que ella creía que podría ser, por lo que se dedico a mirar a su alrededor y luego al frente un poco sobresaltada cuando escucho venir alguien hacia ella. No le tomo mucha importancia, hasta que pudo ver mejor de quien se trataba, era un chico y aunque no lo conocía, le llamo la atención de inmediato. Era uno de esos chicos que ella apenas veía  de lejos en el instituto de arte, vestido todo negro con unas gafas  también de ese color, le pareció muy interesante , sobre todo cuando se paro en frente de ella quieto y la miraba de una forma que ella no pudo descifrar por las gafas, al parecer ella le bloqueaba la entrada y esperaba que se quitara, no obstante, ella no se dio cuenta de eso y extrañada se quedo también mirándolo hasta que el  sonrió y John salió.

 -Stuart, hola. Lo saludo John, viendo como Mía se paraba de un brinco
-¿Se conocen?. Pregunto Mía confundida
-Si, Mía, el es Stuart, comparte conmigo el departamento. Le explico John
-Es un gusto señorita, mi nombre es Stuart Sutcliffe. Se presento el chico extendiéndole la mano mientras se quitaba las gafas y por fin dejaba ver sus ojos

Mía se volteo hacia él, quedando de frente, a la vez que lo miraba directamente a los ojos y sentía un escalofrió recorriendo todo su cuerpo. Era la clase de chico que siempre le intereso mucho y aunque era mayor que ella, no le importo sentir lo que estaba sintiendo y presentarse también de forma muy educada, sin saber que el también estaba sintiendo algo raro, algo que iba a dar el comienzo de una historia entre los 2.

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-Disculpa, ¿te molesto?. Le pregunto la voz de una mujer, sacándola de sus pensamientos de inmediato

Mía, se volvió hacia ella, viendo que era Astrid. Hacía pocos minutos que se encontraba ahí sentada, en medio de toda esa gente, recordando su primer día con Stuart y ahora tenía a esa mujer a la par de ella, interrumpiendo todo eso.

-No, para nada. Le contesto Mía, mirando hacia otro lado con un tono de voz no muy convincente
-¿Podemos hablar?. Le pregunto Astrid, sin ni siquiera alejarse aunque sea un poco
-Está bien. Le respondió Mía, después de pensarlo un poco

Se alejaron de ahí, hasta una mesa que estaba bastante alejada del resto, nadie pasaba por ahí y muy poco se escuchaba el ruido que producía todo. Se sentaron frente a frente, mirándose unos segundos que tanto a Mía como a Astrid se les hizo eternos, por primera vez hablarían, se cruzarían palabras y no tenían idea de con que empezar.

-Supe que también eres fotógrafa. Comenzó a decirle Astrid al ver que ella no se atrevía a comenzar la conversación
-¿A si?, ¿Quién te lo dijo?
-Stuart, me hablo mucho sobre ti. Le respondió ella bajando la mirada al instante
-¿En serio?. Le pregunto Mía sorprendida
-Sí, te quería mucho. Stuart no te hizo daño a propósito Mía, no sabes lo mal que se puso cuando te enteraste de todo al llegar a Hamburgo

La chica simplemente se dedico a mirar a Astrid, tratando de creerlo, la verdad es que se le hacia un poco raro todo eso….

-No quiero que lo odies. Le dijo Astrid después de un rato de silencio entre las 2
-Yo no lo odio, es mi primer amor
-Entonces deberías de creer en lo que te dijo, ¿no crees?
-Sí, quizás…
-Toma, lo encontré unos días después de que Stuart murió y por lo que vi, es para ti

Mía, miro el sobre que le extendía Astrid unos segundos, parecía una carta, ya algo deteriorada por el tiempo. Trataba de recibirlo, pero no estaba muy segura, la verdad es que no estaba segura de muchas cosas ese día y eso la confundía más…….

-Siempre quise conocerte Mía, yo también lo extraño y mucho, pero hay que seguir adelante. Le dijo Astrid por último, antes de levantarse y dejar el sobre en la mesa, delante de la chica

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Sarah, busco con la mirada su novio entre toda esa gente, que lo único que le decían era “disculpe” al chocar contra ella por lo apresurados que iban. Ringo se había desaparecido del set o eso creía hasta que lo vio de lejos hablando con unas chicas animadamente

-Richard, te estoy buscando desde hace rato. Le dijo la chica a Ringo cuando se acerco con paso decidido
-Lo siento Sarah, es que conocí a estas chicas, son extras en la película. Le contesto el mirándolas con una sonrisa
-Ya….. Unas chicas. Le dijo Sarah un poco molesta

Ringo se giro a mirarla contrariado por su reacción, conocía a Sarah y con el tono que uso para responderle, supo a la perfección que no a ella no le gustaba mucho todo eso que estaba pasando.

-Lo siento Sarah, se me había olvidado que estabas aquí y me quede hablando. Le dijo el tratando de disculparse
-Claro, viene tu novia a visitarte y se te olvida. Que chistoso………

Sarah se dio media vuelta y se alejo de allí de inmediato, le había molestado mucho lo que él le acababa de decir y también le molestaba que estuviera hablando con esas chicas, como si estuviera soltero…..

-Hey, tranquilízate. ¿Qué te pasa?. Le pregunto el preocupado apenas la alcanzo
-Déjame y vete con esas chicas
-No, quiero estar contigo antes de que me llamen otra vez a filmar
-Pues olvídalo, porque ya no quiero estar contigo hoy
-¿Pero porque?, hay diablos Sarah, ¿estás celosa?
La verdad es que Sarah si estaba celosa y mucho, aparte de que verdaderamente se sentía dolida con lo que él le dijo hace rato y se sentía dolida también, al descubrir cómo se comportaba él cuando estaba lejos de ella.

-Sabes que pasa Richard, que por fin se como actúas cuando estas de gira o en otras cosas con la banda. De seguro hasta me has sido infiel, ¿y sabes qué?, si eso es así te vas a arrepentir toda tu vida
-No puedo creer que estés haciendo todo este drama porque me encontraste hablando con esas chicas
-Sí, si te lo estoy haciendo porque te acepte la invitación con todo gusto y vengo y prefieres hablar con esas tipas

La chica se alejo de nuevo, esta vez sin que Ringo la siguiera. No le agradaban para nada esas discusiones estúpidas, primero porque no estaba haciendo nada malo y segundo, porque aunque ya ella sospechara lo de la infidelidad era mejor dejar todo así e intentar hablar con ella cuando estuviera calmada

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Agosto 1960

Todos se encontraban  despidiéndose, era la primera vez que los chicos se iban de Liverpool solos, a un país extranjero, pero se veían tan calmados y hasta animados que nadie les quiso decir que no se fueran.

-Voy a volver pronto, te lo prometo. Le dijo Stuart a Mía, mientras le sostenía el rostro delicadamente y ella no podía evitar soltar unas cuantas lagrimas
-Te voy a extrañar Stu, te voy a extrañar mucho. Le contesto ella abrazándolo para por fin ponerse a llorar de una forma en que él nunca la había visto
-No, no te pongas así. Te llamare y escribiré, ya vas a ver que el tiempo pasa volando, además no creo que nos vayamos mucho tiempo a Alemania. Trato de decirle el para consolarla
-¿Estás seguro?,  ¿y si se quedan un año o más?. Le pregunto ella sollozando, esta vez mirándolo a los ojos
-No seas exagerada Mía, no nos vamos a quedar un año
-Chicos es hora de irnos. Les informo Allan Williams, su manager en ese momento y quien los acompañaría a Hamburgo

Stuart se separo de la chica, justo después de darle un dulce beso y ella con dificultar le soltara sus manos. Mi  no quería que se fuera y menos tan lejos……

Cuando el auto, arranco y Sarah trataba de contener a la chica, Mía  grito el nombre de Stuart , no recibiendo ninguna respuesta del chico, sino de Paul que abrió la ventanilla de la Van justo cuando ella lo hizo y se encontró con su rostro desconsolado, que el rompió el corazón de inmediato. Paul,  iba a extrañar Liverpool, pero sobre todo ella, esa chica que tenia de frente y nunca le hizo caso.

-Hasta pronto Mía. Se despidió Paul de la chica con una sonrisa, antes de que el auto emprendiera su viaje y ella tratara de seguirlo corriendo hasta que se canso y paro en media calle mientras de nuevo unas lagrimas caían de sus ojos…….
- Hasta pronto Paul. Musito Mía, también despidiéndose de él cuando el auto ya había desaparecido de su vista

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Verlo ahí, junto a Isabelle mientras hablaban con uno de los camarógrafos de la película, hicieron que mas recuerdos se le viniera a la mente, recuerdos que luego la hicieron sentir unas nauseas que desde hace tiempo no sentía. Era la primera vez que los veía juntos y parecían tanto padre e hija que su corazón comenzó a acelerarse.

Camino lo más rápido que pudo hasta ahí, poniendo a Isabelle en sus brazos como si la estuviera protegiendo de algo muy malo. Conocía a Paul desde hace muchos años, no era un hombre peligroso o algo así, hasta parecía el idea para ser el padre de sus hijos, pero todavía no era hora de que supiera toda la verdad….

-Isa, pero que susto, no te encontraba
-Tranquila Mía, estuvo conmigo todo el tiempo. Le contesto Paul mirando a la niña con una dulce sonrisa. -¿Verdad pequeña?
-Bien, gracias por cuidarla pero debiste de buscarme y dármela, no le gusta estar sin mi mucho tiempo
-¿Bromeas?, pero si se divirtió a lo grande conmigo, fuimos a ver al director, también le presente a algunos de los actores y nos acaban de explicar cómo funciona esa cámara

Al escuchar que todo eso habian hecho, a Mía se le revolvió el estomago y de nuevo se sintió enferma. Jamás pensó que Isabelle estaría a solas con Paul antes de saber toda la verdad y toda esa situación le incomodaba a más no poder.

-Muy bien, entonces ya nos vamos. Gracias por entretenerla un rato Paul
-No hay de que, tienes una niña muy buena y dulce. Le contesto el sin borrar su sonrisa
-Sí, ya me lo han dicho antes. Hasta luego

La chica se alejo de inmediato, temblando un poco, algo que Paul noto ya que se despidió un poco nerviosa y sostenía a la niña muy fuerte. Y aunque algo en la pequeña hizo que se sintiera muy extraño y también notara algo de lo que no quiso hacerle más pensamiento, se sentía feliz de que Mía fuera madre y una más buena de lo que pudo imaginar…….

John que estaba más cerca de lo que Mía y Paul pudieron imaginar, vio toda la escena curioso,  muy curioso. Definitivamente la niña se le parecía demasiado a su amigo y algo en todo eso estaba muy sospecho, algo ocultaba la chica e iba a seguir averiguándolo aunque Cynthia se hiciera la difícil.

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 Unos días después de la visita al set, Mía todavía se mantenía pensando mucho en ese encuentro entre su hija y Paul, fue la primera vez que la niña pasaba sola con alguien desconocido y aunque en la mayoría de las ocasiones se pudo haber asustado, esa vez ni siquiera la extraño, señal de que alguna conexión pudo haber entre ellos 2 y que quizás toda la verdad no le fuera a ser tan pesada a ninguno.

Pero no solo eso se mantuvo pensando, sino también su encuentro con Astrid,  nunca se imagino que ella también estaría ahí esa mañana y todo lo que hablaron aun le rondaba en la cabeza, aparte de algunas curiosidades también, ya que desde siempre se pregunto como ella y Stuart se conocieron exactamente y aunque tuvo la oportunidad de preguntárselo, no lo hizo, arrepintiéndose, hasta que algo se le ocurrió e hizo que se levantara de la cama y fuera a la agenda de su hermana, buscaría a Astrid y escucho que estaba en casa de Ringo y George, dirección que de seguro estaba ahí. 

Efectivamente, ahí estaba, en una de las primeras páginas, por fortuna no quedaba muy lejos. Así que se puso sus zapatos y salió de ahí, aprovechando que su hermana e Isabelle estaban dando un paseo. Cuando llego al piso donde Vivian, respiro profundo antes de tocar la puerta, esperaba que ella todavía estuviera ahí y que no se molestara de verla.

-Mía, que gusto verte. Le dijo en George en forma de saludo cuando abrió la puerta
-Hola George, perdón por venir sin avisar pero, ¿esta Astrid?
-Sí, pasa ya la llamo

La chica entro al departamento despacio, topándose la sala de frente. Se sentó en uno de los sillones, esperando impaciente que Astrid saliera pronto……….

-Mía, hola, ¿Cómo estás?. Le pregunto la chica cuando llego a la sala y se  dirigió a ella con una sonrisa amable
-Hola Astrid, estoy bien, ¿y tú?
-Oh muy bien, ¿y qué te trae por aquí?
-Necesito hablar contigo. Si se puede claro
-Claro que se puede, ¿quieres una taza de té o algo así?
-No gracias, así estoy bien
Al escuchar su respuesta, Astrid se sentó a su lado, observando como Mía la miraba y trataba de decirle algo que comenzó a darle bastante curiosidad.

-¿Pasa algo?
-Perdón Astrid, me comporte muy mal contigo el otro día. Le contesto la chica en voz baja
-No te preocupes, te comprendo, ¿sabes?
-¿En serio?
-Por supuesto, ese tipo de situaciones no son fáciles
-A Stuart le hubiera gustado que tú y yo habláramos algún día
-En realidad si, una vez me dijo que le gustaría que nos conociéramos
-¿Te puedo hacer una pregunta?
-Sí, obvio
-¿Cómo conociste a Stuart?, ¿Cuándo paso?

Mía sabía muy pocos detalles sobre todo eso y por fin estaba decidida a abrir su mente y escuchar esa historia de la que también siempre había huido. Astrid la miro con una sonrisa, dispuesta a contarle todo, al fin y al cabo ya había pasado mucho tiempo de todo eso.

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Septiembre de 1960

Siempre intentaba no ir a esa zona de Hamburgo, peligrosa y de gente muy diferente a ella y sus amigos. Pero bueno, ahí estaban ella y Klaus, su novio, dispuestos a entrar a ese pub, del  que salía una música rápida y ruidosa, una música que especialmente ella no acostumbraba a escuchar.

-Vas a ver que no fue mala idea venir. Le dijo Klaus cuando se adentraron y comenzaron a buscar una mesa para sentarse
-¿Son esos que están tocando ahorita?. Le pregunto ella mirando al escenario
-Sí, ellos son la banda de la que te hable

Se sentaron en una mesa cercana al escenario, Astrid no le quitaba la mirada a la banda, parecía analizarlos a ellos y a la música, que tocaban bastante bien. No obstante, después de casi 40 minutos de estar ahí observándolos cuidadosamente, dirigió su mirada, hacia uno que tocaba detrás, estaba casi de espalda y al parecer era el bajista. Se le hacía muy interesante, más interesante que todos los demas, sobre todo porque no era tan extrovertido como los 3 que estaban adelante y esas gafas que tenía puestas lo hacían muy atractivo.

-Son buenos, ¿no crees?. Le pregunto Klaus observándolos de la misma forma que ella
-Mucho, jamás había escuchado una banda de rock and roll tan buena
-El otro día les llegue a hablar en su descanso, son de Inglaterra – Liverpool y son mas simpáticos de lo que parecen
-No me habías dicho eso
-Estaba esperando a que ya estuvieras aquí

Terminaron de tocar al poco tiempo, Astrid no tenía planeado ir a hablarles, pero al parecer Klaus si, teniendo que acompañarlo a la barra del lugar, donde estaban todos sentados hablando animadamente mientras tomaban una cerveza.

-Hola chicos. Los saludo Klaus cuando se paró a su lado
-Pero miren quien regreso, el chico bohemio. Dijo John en tono gracioso
-Hola Klaus, que gusto verte. Lo saludo George muy amable
-Igualmente
-¿Y quién es la chica que te acompaña?. Le pregunto John viendo a Astrid de pies a cabeza con una sonrisa picara
-Es Astrid, Astrid Kirchherr, mi novia

Todos se presentaron más amables y accesibles, ni siquiera importándoles que fuera la novia del chico, porque hasta la invitaron a algo de tomar. Stuart que estaba al lado de John, no le podía quitar la mirada de encima, hacia mucho que no veía a una chica tan hermosa y menos con un estilo tan único.

-Soy Stuart Sutcliffe, mucho gusto. Le dijo el chico, presentándose igual de amable que el resto
-El gusto es mío Stuart. Le contesto Astrid con una gran sonrisa

 De inmediato, ambos sintieron una conexión apenas se miraron a los ojos por unos segundos, para Astrid el chico era en serio muy diferente al resto de sus compañeros y eso le gusto más de lo que se imagino, para Stuart ella era diferente al resto de chicas que había conocido, incluyendo su novia, y eso también le gusto más de lo que se pudo imaginar esa noche, que aunque les parecía un poco imposible en ese momento, algo entre ellos iría a comenzar después de ese encuentro…….

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Cuando Mía termino de escuchar la historia, abrazo a Astrid lo más fuerte que pudo. Al fin sabio todo, al fin podía dejar esa etapa de su vida atrás y seguir adelante, como siempre quiso………

-Gracias Astrid y gracias por amarlo tanto. Le dijo la chica todavía sonriendo

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Sarah observaba como su sobrina jugaba en la zona de juegos del parque, sola, como siempre. Era la primera vez que veía a una niña no socializar y le parecía un poco gracioso y singular. Estaba tan concentrada cuidándola, que no se dio cuenta cuando alguien se le acerco, era Ringo pero disfrazado de una manera muy extraña.

-Hola. La saludo el viendo como ella se asustaba y se levantaba del asiento rápidamente
-Joder Rich, que susto me diste
-Lo siento, es que ya sabes que no puedo venir como siempre a estos lugares
-¿Cómo sabias que estaba aquí?
-No lo sabía, vine a caminar y te vi aquí sentada

Sarah se volvió a sentar, viéndolo muy molesta, le parecía muy atrevido de su parte todo eso, además de que odiaba verlo con esos disfraces, se suponía que eran novios y era estúpido estarse ocultando.

-Sigues enojada, ¿no es así?
-Si, a mi no se me olvidan tan fácil las cosas Richard
- Ya te dije que lo siento, no fue mi intención
-Si se nota, porque como últimamente se te han estado olvidando muchas cosas con respecto a nuestra relación
-¿De qué hablas?
-¿Cómo que de que hablo?, de todo, se suponía que íbamos a hacer público todo apenas vinieras de América y parece que se te olvido, te voy a visitar al trabajo y se te olvida también

Ringo se quedo en silencio, viendo a los niños jugar. La verdad es que Sarah tenía razón, desde que paso todo aquello de la infidelidad, estaba un poco raro con ella y se le olvidaban muchas cosas, como si estuviera en otro mundo, así que se harto de todo y se quito el disfraz, dejando ver que era Ringo Starr el que estaba ahí y no un extraño.

-¿Qué haces?. Le pregunto Sarah sorprendida
-Hago pública nuestra relación. Le contesto el llevando todo lo que llevaba puesto a un basurero cercano
¿Estás drogado o algo así?
-No, pero si estoy loco por ti y quiero hacerte feliz así que perdóname Sarah, perdóname en serio

Después de decirle esto, se acerco a ella para besarla en los labios, no importándole que hubiera más gente en ese lugar, viendo todo, la mayoría dispuestos a contar lo que habian visto, para que así por fin todo el mundo se diera cuenta de esa relación entre Sarah Robinson y Ringo Starr….

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Paul se encontraba en el jardín de su casa, tratando de inspirarse para escribir algo con su guitarra, Jane aun seguía lejos y necesitaba distraerse de alguna forma. No obstante, todavía seguía recordando la hija de Mía, esa niña pequeña tan dulce, que por fin pudo conocer un poco mas hace unos días.

Se le parecía a él, eso lo había notado al instante, además, sentía un tipo de presentimiento, el mismo que sintió cuando volvió a ver a Mía en Francia. Era un presentimiento que trataba de decirle algo, pero que el que no tenía idea de que, si la niña se le parecía a él, en muchos aspectos, pero también podía ser su imaginación o su mente informándole que todavía no había olvidado a Mía del todo y que todavía tenias muchos recuerdos en su mente, recuerdos ligados a su enamoramiento por ella, de cosas que no podía evitar recordar al cerrar sus ojos y respirar profundo.

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Noviembre 1960

Los últimos días de los Beatles en Hamburgo, se estaban acabando, a pesar de que ellos no tuvieran idea de eso. Por el momento, preferían celebrar la nueva oferta para tocar en otro pub.

Mía y su hermana, se encontraban de camino a Hamburgo, les harían una visita sorpresa, Mía principalmente a Stuart, que lo extrañaba a más no poder y por la falta de comunicación no sabía cómo se encontraba. Llegaron a la estación de trenes, después de un largo viaje, las 2 que no conocían muy bien esa ciudad, decidieron guiarse por la dirección que venía en las cartas que Paul mando alguna vez.

No les fue difícil llegar afortunadamente, el señor del taxi que a pesar de que no entendía su idioma, fue amable y la estación de trenes no quedaba muy lejos de donde ellos Vivian, así que todo parecía estar funcionando a la perfección. Mía miro con cuidado, un cine que estaba en frente de ella y que al parecer era donde ellos vivían, sorprendiéndose junto a su hermana, ya que ellos nunca les dijeron que vivían en un lugar así. Entraron lentamente, frunciendo el ceño por lo descuidado y poco aseado que era todo.

-Mía, Sarah. ¿Qué hacen aquí?. Les pregunto Pete cuando al dirigirse a la salida se encontró de frente con ellas
-Sorpresa. Exclamo Sarah riendo por la cara que puso el chico
-¿Sorpresa?. Pregunto el todavía sorprendido
-Sí, sorpresa. ¿Dónde están los demas?. Le pregunto Mía mirando a su alrededor con una pequeña maleta en las manos
-Ya vengo, les avisare que están aquí

Pete se alejo, entrando a la habitación donde dormían, con cara de no poder creer nada de lo que estaba pasando.

-Pensé que te habías ido. Le dijo John mientras se ponía sus pantalones y lo veía entrar
-Mía y Sarah están afuera. Le contesto el viendo como todos dejaban de hacer lo que estaban haciendo y lo miraban esperando que fuera una broma
-¿Qué?. Le pregunto Paul acercándose a el
-Que las hermanas Robinson están afuera, vinieron de visita al parecer. Le respondió Pete en tono cansado

Paul salió rápidamente de ahí, seguido por los demas, que todavía están muy sorprendidos con todo eso…….

-¿Pero qué demonios hacen ustedes aquí?. Les pregunto John de frente no muy feliz con todo eso
-Vinimos a verlos, ¿hay algo de malo en eso?. Le pregunto Mía no dejando que él la intimidara
-Lo que pasa es que no las esperábamos. Le respondió George sonriendo ya que estaba feliz de verlas después de tantos meses
- Que bueno verte Mía, ¿Cómo estás?. Le pregunto Paul a la chica con una sonrisa tímida
-¿Y Stuart donde esta?. Pregunto la chica ignorando a Paul

Todos se volvieron a ver preocupados, había llegado el día en que Mía se enterara de todo lo que había pasado con Stu en esos meses y precisamente no eran cosas muy buenas……..

-¿Dónde está Stuart?. Volvió a preguntar ella al ver que nadie se atrevía a responderle nada
-Ya no vive con nosotros. Le contesto John bajando la mirada
-¿Cómo que no?
-Tranquila Mía, de lo más seguro es que esta noche llega a vernos y ahí lo podrás ver. Le dijo Pete muy incomodo
-¿Cómo que a verlos?, ¿ya no toca en la banda?
-No, pero ya no te diremos nada más. Que él te cuente. Le dijo John dando media vuelta para regresar de nuevo al cuarto

Mía no se insistió, conocía muy bien a Lennon y no quería que se molestara con ella. Así que espero hasta  la noche, cuando se fue entusiasmada con todos al club donde tocaban y donde al parecer Stuart llegaría, no equivocándose ya que apenas entro lo vio en la barra hablando con unos chicos.

-Quédate aquí, le diré que estas esperándolo. Le dijo John en el oído alejándose de ella de inmediato

Todos se alejaron de ella también, incluyendo Sarah que mejor decidió seguirlos para dejarla sola con Stuart. El chico se acerco muy sorprendido de verla ahí, no la esperaba y sabia que debía hacer ahora que la veía otra vez.

-Stuart!!. Exclamo la chica apenas lo vio y se fue corriendo a abrazarlo
-Joder Mía, ¿Qué haces aquí?
-Vine a verte, ¿Por qué no me llamaste como dijiste?
-Lo siento, no pude. Pero ¿Cómo estás?. Le pregunto él con una sonrisa
-Muy bien, mucho mejor ahora que te tengo conmigo otra vez

Al escucharla decir eso, su cara cambio, le dolía mucho todo lo que había pasado y al tenerla de frente le dolía mucho mas, Mía era una chica muy buena y no se merecía nada de eso…….

-Necesitamos hablar. Le dijo el agarrándole la mano para sacarla afuera
-¿Qué pasa?. Le pregunto ella preocupada, cuando ya salieron y él se quito las gafas, dejando ver su preocupación
-Perdóname Mía, necesito que me perdones
-¿De qué estás hablando?
-Mía yo…………..
-¿Stuart que sucede?

El chico la miro con los ojos llorosos, de verdad se sentía muy mal por ella, pero tenía que saber la verdad, después de ocultárselo por tanto tiempo, definitivamente ya era hora.

-Mía, yo estoy con alguien más. Le respondió el finalmente, viendo como ella lo miraba incrédula
-¿Qué?
-Conocí a una chica, hace un tiempo y me enamore Mía, me enamore y lo siento
-¿No entiendo nada, ¿Cómo que conociste a alguien más?
-Se llama Astrid, te juro que trate de decírtelo pero como no estabas aquí me pareció inadecuado terminar contigo por teléfono o carta
-¿Me estas terminando ahora?. Le pregunto ella finalmente entendiendo todo lo que pasaba
-Sí, pero yo te quiero Mía, te quiero mucho y no sabes lo que me duele hacerte esto

Mía comenzó a llorar desconsolada, mientras se recostaba a la pared y se sentaba en el suelo poco a poco, poniendo su rostro entre las piernas para que Stuart no la viera llorando mas, el chico trataba de consolarla pero ella no se dejo y lo empujo, diciéndole con la mirada que desapareciera de su vista por favor. Stuart obedeció, con el corazón roto al igual que ella, Mía jamás pensó que al llegar a Hamburgo eso iba a pasar y quería creer que todo era como una pesadilla.

Paul estaba al otro lado de la pared, escuchando como lloraba después de haber escuchando toda la conversación entre Stuart y ella, el también se sentía muy mal por todo eso, la amaba y no quería verla así tan destrozada. Así que decidió acercarse finalmente y abrazarla, extrañamente siendo correspondido por ella que comenzó a llorar en su hombro mientras el trataba de consolarla y trataba de pensar en algo para hacerle feliz……

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Llego al departamento de su hermana después de pasar toda una tarde con Astrid, hablando, al parecer habian congeniado muy bien y todo eso podía ser el comienzo de una linda amistad entre las.

Saco la carta de Stuart, que había dejado en la gaveta de su mesita de noche y dispuesta a leerla, la abrió lentamente, lista para por fin superar todo………

“Querida Mía.

Esta es la carta que más me ha costado escribir y la que más he escrito. Sé que no me merezco tu perdón, te lastime y comprendo por lo que estas pasando. Te quiero más de lo que crees y espero que algún día me perdones y también me comprendas a mí, porque eres la chica más especial que conocí en Liverpool, la novia más dulce del mundo y también inteligente. Te deseo toda la suerte en Francia y espero volverte a ver muy pronto”



miércoles, 19 de diciembre de 2012

Capitulo 9


 Miro a su alrededor asustada, mucha gente pasaba a su lado. Estaba perdida, de eso ya se encontraba muy segura y lo peor es que no tenía idea de qué hacer…….

-Mía, al fin te encuentro. Le dijo Thomas agitado mientras la sacaba del tumulto de gente
-¿Qué haces aquí?
-Vine a acompañarte, supe que no conocen mucho la ciudad y menos esta zona. Así que el jefe me mando a alcanzarte. Le explico él con tono despreocupado
 -No necesito que me cuiden o me acompañen. Le contesto ella un poco molesta
-Bueno, tal vez no, pero admite que estabas perdida y no te atrevas a negármelo
-Sí, la verdad es que si lo estaba. Le dijo ella bajando la mirada, ahora con voz más tranquila

El chico rio por su último comentario y reacción, le hacía gracia la actitud que tomaba Mía muchas veces, unas veces era una chica dura y seria y 5 minutos después estaba diferente. Lo que podía demostrar que quizás era bipolar y la gente bipolar lo hacía reír.

-¿De qué te ríes? Le pregunto ella frunciendo el ceño
-De nada, olvídalo. ¿Ya tomaste las fotos?
-Sí, hace rato
-Muy bien, entonces, ¿quieres pasar por un café?, yo invito

Mía lo pensó unos instantes, la verdad es que no estaba muy segura. No obstante, el chico le caía muy bien y llego el momento en que no le pareció tan mala idea.

-Sí, está bien. Vamos. Le respondió ella finalmente, con una media sonrisa

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George recogió la correspondencia, como todas las semanas. Dentro de poco, lo pasarían a recoger a el y a Ringo para ir al set de la película y era mejor apurarse con esas cosas.

La mayoría de las cosas que venían, casi nunca eran nada importante: cuentas por pagar o invitaciones a eventos aburridos, era lo que más les llegaba. Así que viendo cada uno de los sobres con poco interés, llego al último que le llamo mucho la atención ya que venía de Alemania.

                 “Queridos George y Ringo:
          
      Estaré de visita en Londres por unos días, muy pronto, así que espero poder verlos, ya que los he extrañado mucho. Estaré llegando la próxima semana.

Att. Astrid Kirchner”

Apenas la termino de leer y notar que desde hace una semana venia en camino y dentro de muy poco ya estaría en la ciudad, se levanto del sillón para llamarla. No esperaba una carta de ella, ni esa clase de noticia, por lo que todo eso le emocionaba, desde hace un año que no la veían y le entusiasmaba que por primera vez estuviera en Londres, visitándolos…

-¿A quién vas a llamar?. Le pregunto Ringo llegando a la sala
 -A Astrid, viene a la ciudad en unos días. Le respondió George marcando su número
-¿En serio?, que bien!
-Lo sé, la llamare para decirle si quiere quedarse con nosotros
-Me parece buen plan, ojala acepte

Que una vieja amiga, estuviera con ellos, les parecía mucho mejor que si la dejaban hospedarse en otro lado, capaz y así solo la verían un día. A Ringo también le emocionaba un poco todo el asunto de la visita, por lo que se quedo al lado de George escuchando la conversación, quería saber de inmediato si aceptaba la propuesta.

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Hacía mucho que no salía a tomar un café con un chico, en una especie de cita. Sin embargo, Thomas era muy agradable y simpático, por lo que no se arrepentía de estar ahí con él, conversando animadamente en medio de esa cafetería, que al parecer el frecuentaba…..

-Entonces a los 18 te fuiste a París a estudiar, pensé que habías nacido y crecido ahí, cuando el Señor Alrigde nos dijo que tendríamos una nueva compañera proveniente de Francia
-Ojala, me encantaría ser francesa
-¿No te gusta la idea de haber nacido en Liverpool?. Le pregunto el extrañado
-Claro que me gusta, me encanta ser inglesa, pero me enamore de Francia. Le contesto ella dejando salir un suspiro
-Me imagino, París es una ciudad muy hermosa e inspiradora
-¿Tu eres de aquí o de otra ciudad?. Le pregunto esta vez ella, muy interesada
-De aquí, nunca dejaría Londres
-¿Ni por trabajo?
-Ni por trabajo Mía

La chica  tomo un sorbo de su café, mientras lo miraba a los ojos, algo que el noto y no dudo en corresponder con una dulce sonrisa.

-Perdón por ser un poco dura contigo, hace rato
-No te preocupes, sé que no esperabas para nada que te estuviera buscando
-En realidad, sin ti, en estos momentos andaría más perdida que antes, así que te lo agradezco
-Cuando quieras te puedo dar un tour por la ciudad. Le dijo el preparándose mentalmente para un No rotundo
-Me encantaría. Se apresuro a contestarle ella muy emocionada
-¿De veras?, pensé que no aceptarías
-Para nada. ¿Qué tal el próximo fin de semana?
-Perfecto, ¿Qué tal el sábado?
-Me parece muy bien
-Entonces Señorita Robinson, déjeme decirle me emociona mucho ser su guía ese día

Mía le agradaba mucho más que cuando al conoció aquel día y ayudarla a conocer Londres como debería, no le parecía nada malo. Al contrario, le parecía lo mejor del mundo, ya que así se podía acercar mucho más a ella…….

 …………………………………………………………………….

Leer el guion, una y otra vez, les parecía, la mayoría de las veces, lo más aburrido del mundo. Pero no había otra alternativa, la filmación ya había comenzado hace pocos días y estaban tanto él como John, tratando de concentrarse un poco lejos de todo el ajetreo…

-Joder, pensé que se habian escapado. Les dijo George mientras se acercaba a ellos con paso rápido junto a Ringo
-Ojala pudiéramos. Le contesto Paul cerrando su libreto para encenderse un cigarrillo
-¿Vieron a las modelos que trajeron? ¿Cómo crees que me voy a escapar teniendo todo eso tan cerca? Le pregunto John buscando a las chicas con la mirada

Los demas, al acordarse de las modelos que habian llevado como extras para la película, comenzaron a hacer lo mismo que John, por unos minutos. Hasta que George se acordó de lo de Astrid y después de ir a buscar algo de comer, se acerco de nuevo a ellos, decidido a contarles.

-Astrid me mando una carta, estará de visita en la ciudad en un par de días. Les comento sacando a todos de sus pensamientos morbosos
-Si, a mí también me mando una carta. Le contesto John quitándole una de las rosquillas que llevaba en los regazos
-Oye, eso es mío. Mascullo el chico arrebatándosela justamente cuando ya la llevaba a su boca
-La invitamos a hospedarse en nuestro departamento. Conto Ringo tratando que el asunto de la comida acabara
-¿Por qué no la invitamos al set?. Propuso Paul riendo por lo molesto que se había puesto George
-Es una excelente idea. Le respondió Ringo con una sonrisa
-¿Por qué no invitamos a Sarah y Mía también?. Les pregunto George con la boca llena, olvidándose un poco de su enojo
-Eso me gusta aun más. Contesto de nuevo Ringo, preguntándose a si mismo porque se le había ocurrido antes
-¿Ustedes creen que Brian nos deje?
-Eso George, lo veremos. Le contesto Paul parándose de la silla para irlo a buscar
-¿Esta aquí hoy?. Pregunto Ringo contrariado
-Si, así que es nuestra oportunidad

Siguieron a Paul, hasta que este paro detrás de un armario grande, que dejaba ver hacia donde estaba Brian hablando con uno de los productores. Alguno de ellos tendría que contarle lo que planeaban y aunque él fue el de la idea general, no se atrevía del todo.

-¿Qué haces?, camina. Le dijo John detrás de el
-Hay que pensar que le diremos. Le contesto en un susurro casi inaudible
-Y quien se lo dice también. Le siguió George, que estaba detrás de John
-Que se lo diga Paul, él fue el de la idea
-Pero a George se le ocurrió invitar a Sarah y a Mía también. Mascullo Paul un poco molesto
-¿Y eso que tiene que ver?. Le pregunto John todavía en medio de susurros
-Que él se lo dice
-¿Yo?. Pregunto George señalándose a si mismo
-Sí, tú se lo vas a decir
-Ni loco, díselo tu John
-¿Y qué tal si se lo dice Ringo?
-A mi no me metan en esto, yo no invente nada. Les dijo el viendo para otro lado
-Vamos Paul, anda y díselo tú. Le dijo John al chico empujándolo para que saliera de ahí, tanto él como los demas

Paul, que justo después de dedicarle a John una mirada asesina, se acerco tímido hacia donde estaba su manager, junto con los otros tres que se pusieron a hacer cara de niños buenos….

-Chicos, ¿pasa algo?. Les pregunto Brian al verlos parados junto a él sin decir nada
-Ehhhhh………… Comenzó a decir Paul un poco nervioso
-¿Qué pasa?. Pregunto de nuevo, esta vez solo a Paul
-Es que…….. Queríamos preguntarte
-Lo que sucede es que te queríamos avisar que vamos a invitar a unas viejas amigas nuestras al set. Le contesto John al ver que Paul no se atrevía a decir nada
-¿Y que los hace crees que pueden hacer eso?
-Eppy, se quedo esto de la filmación es algo muy serio, pero a Astrid no la vemos desde hace un año y a Mía con costos la volvimos a ver cuando volvió a Inglaterra y bueno Sarah……….. Sarah estaría emocionada de conocer el set de una película. Le explico Ringo con una sonrisa de niño bueno
-Bien, bien……. ustedes ganan, pero solo porque están haciendo un excelente trabajo y no han hecho desastres, así que se lo merecen
-Sabía que te convenceríamos. Exclamo Paul muy feliz
-Iré a llamar a Sarah. Dijo esta vez Ringo, yéndose de inmediato al teléfono más cercano.

……………………………………………………………………………..

Victoria se tapo con su almohada, apenas se tiro a su cama muy cansada. Se había convencido de buscar trabajo y paso toda la mañana afuera tratando de encontrar algún lugar, donde al final su plan siempre truncaba.

Al rato, de estar ahí acostada, sin hacer ningún tipo de movimiento, escucho como tocaban la puerta un par de veces seguidas. De seguro era su amiga Layla, porque bueno, ¿Quién las la visitaría aparte de ella si era la única amiga que tenia?

-Hola, Hola. Saludo la chica alegre como siempre, entrando al departamento apenas Victoria le abrió la puerta
-Hola Layla, ¿Cómo estás?, ¿Qué haces por aquí hoy?
-Estoy bien, como siempre. ¿Por qué esa cara?. Le pregunto preocupada al notar que no tenía una cara de felicidad como ella
-No lo logre, no me dieron ningún trabajo ahora que andaba por todas las calles de Londres buscando algo. Supuestamente me falta experiencia
-Tranquila, yo vine a la salvación. ¿Te acuerdas de los periódicos?, conseguí unos cuantos y no son solo de hoy. Le contesto ella sacando una pila de estos, de su bolso
-¿Tú crees que logremos sacar algo de ahí?
-Claro, mucha gente lo ha logrado. No es tan difícil, ya veras

La chica, agarro un par de periódicos y se sentó en uno de los sillones, todavía no muy convencida  ni positiva con los resultados que todo esto podía dar. Según ella, si le costaba conseguir trabajo afuera, le iba a ser muchísimo más difícil, encontrar alguno en un periódico……..

-¿Qué tal este de mesera?, el horario es el la noche. Le comento Layla después de que las 2 ya tuvieran un buen rato leyendo todas las secciones de ofertas de trabajo
-No quiero ser mesera Layla. Le respondió Victoria pasando las páginas del periódico que tenía en la mano, no con muchas ganas
-Ven aquí y mira este, niñera. ¿Qué te parece?

Victoria, se quedo pensativa con esa propuesta. No se le había cruzado por la mente ser niñera, mucho menos tenía experiencia para eso. No obstante, sabía que le encantaban los niños y acercarse a su amiga y ver el anuncio más de cerca, no le parecía tan mala idea.

-¿Y?. Le pregunto Layla después de verla leer eso un rato que se le hizo muy largo
-Es para una niña de 2 años Layla. Le contesto ella todavía pensativa
-Es difícil cuidar a una pequeña de esa edad, lo sé, pero nada pierdes con intentar. El trabajo no se oye tan mal y el horario esta accesible
-Lo pensare unos días
-Bien, ¿pero te dijo algo?, serias una excelente niñera Vicky

La verdad es que podía ser cierto, pero prefería seguir pensándolo. Cuidar a una niña tan pequeña, en serio le parecía muy delicado y no estaba segura si aguantaría un trabajo así, por lo que esta vez, en serio pensaría esa propuesta.

……………………………………………………………………………….

Mía, se termino de hacer su te, para después quitarse los zapatos y tirarse al sillón, estaba muy cansada y aprovecharía que Isabelle estaba tomando la siesta para descansar como se debía……….

-Uffff, que día. Escucho que exclamaba su hermana mientras entraba al departamento
-¿Pasa algo malo?. Le pregunto Mía cuando la vio entrar a la sala
-Hola hermana, no, no pasa nada malo, es que estoy cansada y me acabo de citar con una de las candidatas para ser la niñera de tu hija
-¿Y?, ¿vale la pena?. Le pregunto la chica muy interesa
-No, su cara traumaría de por vida a la pobre Isa. Le contesto ella haciendo que Mía se echara una risotada
-¿Y a ti como te fue en el trabajo?
-Bien, muy bien. Le contesto la chica con una sonrisa de adolescente enamorada
-¿Y eso?, ¿a qué se debe esa sonrisa?. Le pregunto Sarah con una mirada picara
-A nada, es que ya sabes que me gusta mi trabajo
-Aja, claro, tu trabajo
-Sí, mi trabajo. Le insistió ella haciéndose la enojada
-¿Sabes quién llamo hace rato?. Le pregunto Sarah cambiando de tema radicalmente
-No, ¿Quién?
-Ringo, me llamo para invitarnos al set de la película que están filmando
-¿Película?, ¿Los Beatles están filmando una película?. Pregunto Mía divertida con esa noticia
-Sí, ¿Qué dices?, me dijo que también podíamos llevar a Isabelle
-No lo sé, ya sabes que no me gusta mucho estar cerca de ellos
-Sí, si ya se. Pero han sido muy amables en invitarnos y será divertido

Volverlos a ver, sobre todo a Paul, sabía que ese día llegaría pronto, pero no esperaba que llegara tan pronto y no se sentía muy lista para enfrentarse a todo eso otra vez. Por lo que dejaría a su hermana con la intriga un buen rato, necesitaba pensar los pros y contras en toda esa situación, más si iba su hija………..

………………………………………………………………….

Pocos días después, Astrid ya estaba en la ciudad, apenas venia llegando y le agradaba saber que no tendría que aguantar el martirio de buscar un hotel, ya que George y Ringo fueron muy amables en invitarla a su departamento. No veía a los famosos Beatles desde hace meses y aunque todavía no estaba muy acostumbrada a ver que eran tan famosos, le emocionaba volverlos a ver.

-Astrid, has llegado. Exclamo George feliz apenas ella llego al edificio, todo la puerta y el abrió en seguida
-George, ¿Cómo estás?. Le pregunto ella con una inmensa sonrisa mientras lo abrazada
-Estoy muy bien, que bueno que ya has llegado
-Lo sé, estaba muy emocionada en venir

Ringo la saludo igual de amable, cuando llego hasta ellos y la ayudo con la maleta. Estaba diferente al año anterior y a la vez cuando la conocieron hace ya mucho tiempo, por lo que volverla a ver en esas fechas, no estaba resultando tan mal.

Después de pasar un buen rato con ella y le dijeran que iría con ellos al set de la película, los días se pasaron rápido para todos, aunque John y Paul llegaran una noche a saludar y ya se habian visto antes de ir hasta ahí. Cuando entro al set y vio a todo el mundo moverse rápido con cosas y equipos en las manos, se dio cuenta que en serio esos chicos que había conocido hace ya tanto, ahora eran más importantes y esperaba encajar y sentirse cómoda en medio de todo eso.

-¿Trajiste tu cámara?, que bien. Le dijo Paul cuando se sentó a su lado
-Tú sabes que siempre estoy con mi cámara Paul
-Eso sí. Y más te vale que quede bien si me tomas una foto
-Ya sabes que siempre quedas bien en las fotos
-Naaaaa, no exageres
-En serio, eres fotogénico
-Mira Paul, ya tu amor imposible llego. Le dijo John al chico en broma, cuando vio a Sarah y Mía llegar

Paul volvió a ver hacia donde estaba viendo el, un poco incomodo al darse cuenta que era Mía y que le recordaran esas cosas, sobre todo John, le incomodaba bastante y también le molestaba un poco. Astrid también volvió a ver hacia ella, preguntándose quienes eran, sobre todo cuando vio cuando se acercaron hacia ellos y John las saludo con toda la confianza del mundo.

-Y Mía y Sarah, ella es Astrid Kirchner, una vieja amiga que conocimos en Hamburgo. Les dijo John en modo de presentación, cuando todos se saludaron y  Astrid se paro y se puso en frente de ellas

Mía, al escuchar su nombre y verla de pies a cabeza, sintió como el mundo se le venía abajo, era ella, esa era la chica que Stuart había conocido y por la que la había dejado, la chica que por tanto tiempo odio y ahora no sabía que pensar o decir al finalmente, después de tantos años, tenerla en frente.  Dejo en el piso a su hija, ya que su cabeza comenzó a dar vueltas, todos la miraban un poco confundidos, así que se fue rápidamente de ahí sin decir nada, dejando a todos callados, menos a Paul que decidió seguirla, muy preocupado.

-Mía, ¿estás bien?. Le pregunto el alcanzándola
-Si Paul, estoy muy bien. Le respondió ella con ganas de llorar
-No, no lo estas. Te conozco, estas triste, tus ojos se han nublado
-Mentira, déjame en paz. Le dijo ella un poco grosera
-No puedo Mía. Aunque no lo creas, yo sé porque estas así y estoy de tu lado, siempre lo he estado
-No mientas, les cae mejor ella que yo
-Naaaaa, tú también eres nuestra amiga y lo que hizo Stuart no nos interesa ni tiene porque intervenir en nada

Mía lo miro a los ojos, mientras por fin unas lágrimas salían de sus ojos. No sabía si creer eso de que él estaba de su lado, pero al tenerlo en frente, notablemente preocupado por ella, se abalanzo a él y lo abrazo fuertemente, mientras por fin lloraba desconsolada en su pecho.

-No llores, no me gusta verte llorar. Le dijo él en un susurro muy cerca de su oído
 -¿Por qué todo tiene que ser así Paul?, ¿Por qué todo tiene que ser tan difícil?. Pensé que todo lo relacionado a Stuart había quedado atrás
-Y ha quedado atrás. Este encuentro con Astrid no significa nada
-Porque no me dijiste Paul, ¿Por qué no me dijiste que él me estaba engañando con ella?
-No sabes cuantas veces lo intente Mía, pero al final me di cuenta que era mejor que te dieras cuenta tu misma
-¿Pero porque?, pensé que me querías
-Y te quería Mía, te amaba y creo que de la forma en que nunca he amado a alguien. Le dijo el mirándola a los ojos con una mirada sincera

Mía se aparto de él y lo miro también a los ojos, sintiendo de nuevo esa sensación extraña en su estomago, que esta vez ignoro, porque al mirar esos ojos que siempre le parecieron los más hermosos del mundo, se daba cuenta por fin, que en serio sintió un amor muy profundo por ella y que Stuart nunca fue el indicado……………

sábado, 15 de diciembre de 2012

Capitulo 8


Mía despertó un poco alterada por unas risas que provenían del pasillo, era muy temprano todavía y un poco molesta se levanto a ver quién podría ser, aunque al hacerlo no le sorprendió al descubrirlo…..

-Mía, buenos días. Le dijo su hermana muy contenta mientras Ringo a su lado trataba de no seguir riendo muy alto
-Buenos días Sarah, Buenos días Richard. Le contesto Mía mirando al chico por fin poso su ojos hacia ella
-Oh hola Mía, que gusto verte
-Lo mismo dijo
-Bien yo ya me iba, hasta luego amor, hasta luego Mía. Les dijo  algo nervioso Ringo dirigiéndose a la puerta rápidamente
-Hasta pronto cariño. Se despidió Sarah tratando de acompañarlo a la puerta

La chica regreso a su habitación, sin ya nada de sueño, ese día seria su primer día de trabajo y paso mala noche por los nervios que llevaba encima desde hace que llego a la ciudad. Y aunque ya llevaba allí viviendo 2 semanas, era difícil olvidar que la esperaba un nuevo trabajo, un nuevo jefe y tal vez, un nuevo estilo de vida también.

-Perdón Mía, es que ya sabes cómo somos los 2. Le dijo Sarah llegando a la habitación después de despedirse de Ringo
-¿Paso la noche contigo otra vez? Le pregunto ella abriendo las cortinas. Ya sabía que así era pero quería escuchar la confirmación directamente de su hermana
-Sí, me encanta pasar las noches con el así que siempre le pido que se quede
-Me da gusto que estés tan enamorada Sarah, pero no deberías de estarlo tanto la verdad
-¿Y por qué no?. Le pregunto ella un poco molesta con las manos en la cintura
- Porque es un Beatle y los Beatles son unos rompe corazones. Le contesto ella sin ni siquiera intimidándose por las reacciones de su hermana mientras le decía eso
-Estás loca Mía, Ringo no es como John o Paul
-Eso espero Sarah, eso espero

Sarah se quedo un poco pensativa sentada en el pie de la cama, la verdad es que quizás su hermana tenía razón, pero prefería pensar que Ringo en serio era diferente, aunque desde hace días lo viera un poco raro.

-¿Tienes que trabajar hoy?. Le pregunto Mía abriendo su armario para buscar algo de ropa con que ir a su primer día
- Si, pero lo mío no importa. Lo tuyo es lo importante hoy y déjame decirte que esa blusa que tienes en la mano no me gusta, déjame buscarte algo, hoy es tu primer día y tienes que causar buena impresión.

Mía dejo que su hermana le ayudara a buscar algo que ponerse, buscar ropa en las mañanas era una de las cosas que más detestaba y una ayuda no le vendría nada mal.

-Listo, pero el fin de semana nos vamos de compras, necesitas renovar tu guarda ropa
-¿Ese vestido corto?, no, eso solo lo uso los fines de semana Sarah
-Mía, tienes que dejar de ir de negro al trabajo, todas las mujeres van así al trabajo ahora, están de moda estos vestidos
-Pero es algo atrevido
-No es atrevido boba, ahora ve y póntelo que quiero verte con él, nunca te he visto usando algo así
 -En realidad es porque esta nuevo, me lo compre hace un mes pero nunca me lo puse. Le dijo su hermana esperando una reacción escándalo de parte de Sarah
-¿Nunca te lo has puesto?, perfecto, ahora vas estrenando
-Pues sí, supongo…..

Mía se fue con él al baño, para darse una ducha y vestirse, no se le hacía muy emocionante nada de lo que podría ocurrir de ahí en adelante pero poner buena cara ante todo, la ayudaría mucho, más de lo que creía cuando se le ocurrió hacerlo apenas vio ese vestido en las manos de su hermana…

………………………………………………………………………

John entro a la cocina bostezando fuertemente, Cyn que se encontraba allí tomando un café volvió a ver hacia donde el venia, con una sonrisa. Sabía que esa mañana el tenía que levantarse temprano y se le quiso adelantar para hacerle ella misma el té que tomaba todas las mañanas.

-Buenos días. La saludo el sentándose a su lado en el desayunador
-Buenos días John. ¿Vas a querer desayunar?
-Sí, creo que aun tengo tiempo
Cyn le alisto el desayuno mientras se mantenían callados y el medio leía el periódico y seguía bostezando. Por lo que a ella le pareció mejor comenzar a hablar algo con él.

-Así que hoy comienzas con la grabación del disco eh
-Si, así es. Le contesto John dándole un sorbo al té que ella acababa de ponerle en frente
-¿Ya tienes alguna canción lista?
-Sí, algunas, creo…….
-Pues mucha suerte entonces
-Gracias Cyn

Entonces justo en esos momentos a John se le ocurrió comenzar a hablar de otra cosa, pero no de cualquier cosa, sino sobre Mía y su hija. Desde la noche de la fiesta, que tenia ciertas dudas sobre ese tema, sobre todo porque en serio la pequeña se le parecía mucho a Paul y quizás Cyn supiera algo.

-¿Tu ya sabias que Mía tenía una hija?. Le pregunto el de una vez, rompiendo el silencio que se había apoderado de los 2 segundos antes
-Ammm, la verdad es que no sabía nada. Le contesto ella poniéndose nerviosa
-¿Estás segura?, pensé que si sabias, como son amigas desde hace mucho y esa noche no te vi sorprenderte con la noticia como todos los demas
-Pues ya sabes que Mía es muy reservada con esas cosas John

John la miro a los ojos, parando de comer, observo a Cyn nerviosa e incómoda y con eso supo de inmediato que ella si sabía y no la dejaría tranquila hasta que se lo dijera.

-Cyn, ¿estás diciendo la verdad?. Le pregunto el poniéndola aun mas incomoda
-Bueno está bien John, tu ganas. Si sabía, desde hace años, desde que quedo embarazada, pero todo era un secreto y no te podía contar nada
-Ves yo sabía. Le contesto John con una sonrisa triunfal. - ¿Sabes quién es el padre?
-No, la verdad que no. Le contesto ella un poco cansada de todas esas preguntas que le hacia
-¿Te dijo algo?, a mi la niña se me pareció a Paul, ya sabes, la forma de sus ojos y algunas facciones de su rostro. Le dijo el haciendo que Cyn casi se ahogara tomando su café

Que John ahora sospechara y hubiera notado ese detalle, era peligroso, así que aunque estuviera nerviosa prefería mentirle, otra vez……

-¿A ti se te parece Paul también?. Le pregunto John de nuevo, al ver que ella se quedo callada
-La verdad es que no. Le respondió ella de inmediato, sintiendo como hasta el apetito se le iba
-Qué raro….Musito John mirando la taza de té un poco raro
-Seguro es tu imaginación John. Le dijo ella levantándose de la silla para salir de ahí lo más rápido posible, antes de que le dijera o preguntara algo más

John la siguió con la mirada hasta que desapareció por la puerta, conocía a su esposa y sabia que se había puesto incomoda con todo eso. Reacción que significaba que ella sabía algo más e iba averiguar de qué se trataba…
……………………………………………………………………

Mía llego a su trabajo muy puntual, sus manos sudaban a causa de los nervios, pero era natural, al tener que enfrentarse a todo eso ese día. Trabajaría ahora en un lugar nuevo, más serio y en una ciudad que apenas venia conociendo, aparte de que se le haría un poco difícil acostumbrarse a las nuevas formas de trabajar.

Apenas se bajo del auto, miro el edificio cuidadosamente, de arriba abajo, era grande y mucha gente entraba y salía de el, pero respiro pronto, como si así llegara a olvidar de todo lo que sentía en su interior.

-Buenos días, soy Mía Robinson, la del nuevo puesto. Le dijo la chica apenas llego a su piso, a la mujer que se encontraba en un escritorio afuera de la oficina
-¿Entonces usted es?, sígame por favor. Le contesto ella amable pero serio, mientras comenzaba a caminar hacia el interior de aquella gran sala, llena de escritorios, maquinas de escribir y gente

Mía, la siguió enseguida, caminando rápido, intentando mantener la cabeza alta y olvidarse de los nervios. Las personas que ya estaban comenzando a ponerse a trabajar, la volvían a ver curiosos, ella lo noto y los ignoro, pudiendo llegar tranquila hasta la oficina de lo que parecía ser su nuevo jefe.

-Señor Alrigde, Mía Robinson ya está aquí
-Oh, perfecto. Déjela pasar por favor y gracias Thelma

La mujer se dio vuelta, alejándose de inmediato y dejando a Mía sola, frente a la puerta que abrió silenciosamente para entrar despacio y ponerse en frente del escritorio, aun tímida.

-Que gusto verla de nuevo Señorita Robinson
-El gusto mío Señor Alrigde. Le contesto ella muy educada
-Y bien, hoy es su primer día, espero que no esté nerviosa
-Pues, la verdad es que si lo estoy
-Tranquila, se acostumbrara a todo más rápido de lo que piensa. Ahora vamos que la llevare yo mismo al cuarto del fondo donde está su equipo de trabajo

Incomoda, ahora con su vestimenta, se intento bajar el vestido disimuladamente, que le molestaba un poco. El Señor Alrigde, se levanto de su gran silla y la llevo hasta allá, de nuevo pasando entre toda esa gente que seguían mirándola igual que antes.

Cuando, llegaron a ese lugar, que parecía un poco grande y lo apartaba una puerta del resto de la oficina. Mía respiro de nuevo profundo y se adentro ahí con su jefe, que vio como todos los que se encontraban ahí, dejaban de hacer lo que estaban haciendo y se quedaban en silencio al verlo entrar.

-Buenos días a todos. Comenzó a decirles el muy serio. – Les traigo a su nueva compañera de trabajo, Mía Robinson, es una gran fotógrafa y viene de trabajar de un diario muy famoso de París, así que espero que le den una grata bienvenida

Todos dirigieron su mirada hacia donde estaba Mía parada, mirándolos tímidamente. La verdad es que la chica no estaba nada mal físicamente y parecía agradable, por lo que luego sonrieron casi al mismo tiempo.

-Hola a todos. Saludo ella con una pequeña sonrisa
-Bien, entonces ahora que los presente, me voy. Señorita Robinson, siéntese en confianza y mucha suerte. Le dijo el hombre muy cerca de su oído para que solo ella escuchara y también desapareciera por la puerta.

Todos siguieron en silencio, mirando a Mía mientras la analizaban un poco. El grupo era solo de 4 personas, solo una de ellos era mujer y estaba complacida de por fin no estar sola en medio de tantos hombres, los demas, sobre todo el que parecía ser el líder, miraba a Mía de arriba abajo, le parecía muy hermosa, demasiado quizás y ser amable con ella no le parecía tan mala idea.

-Hola Mía, yo soy Leonor. Le dijo la chica acercándose a ella para saludarla con una sonrisa mientras le extendía la mano para una presentación formal
-Hola Leonor, es un gusto en conocerte. Le contesto Mía correspondiéndole el saludo
-Ellos son: James, Alfred y………..
-Thomas, Thomas Doyle. Interrumpió el que  a Mía le parecía ser el que mandaba ahí y que el también parecía ser el más guapo, extendiéndole la mano y acercándose a ella con una sonrisa coqueta
-Es un gusto Thomas. Le contesto Mía con una sonrisa, mientras lo miraba a los ojos.

Por lo menos, estaría rodeaba de gente amable, que esperaba conocer más a fondo, sobre todo a ese chico Thomas, que aunque parecía un poco mayor que ella, en serio le atraía mucho físicamente.
………………………………………………………………

Angustiada, salió de la universidad sin ganas de ir a clase y no dándose cuenta que su amiga Layla la seguía detrás, casi corriendo por haberla dejado sola en la oficina de la administración y salir de ella casi corriendo.

Ser Victoria Brown, no era fácil, era apenas una chica de 19 años, estudiando psicología y aunque estuviera viviendo ese sueño de estudiar algo que tanto le apasionaba, una vez más le aparecía un obstáculo que la dejaba aun mas lejos de terminar la carrera. El aumento del precio de los semestres, le parecía demasiado exagerado ese año y le era difícil asimilar todo eso, no tenía mucho dinero, los ahorros que su madre le había heredado al morir se le estaban acabando y no sabía ya que más hacer. Por lo que se alejo de allí lo más que pudo, con ganas de llorar, sin saber a dónde ir y qué hacer para resolver todo eso.

-Joder Vicky, me has dejado sin aire. Se quejo su amiga cuando la logro alcanzar después de llamar su nombre casi gritando y ella parara
-Lo siento Layla, no te vi venir. Se disculpo ella, cabizbaja
-Hay Vicky, ¿es por lo del semestre cierto?. No entiendo cómo pudieron subir el precio así, pero no te preocupes, todo se va a resolver
-¿Y cómo?, si el dinero se me acaba y con costos me sobra algo para pagar el departamento en donde vivo. Le pregunto ella desesperada
-Pues, te puedes conseguir un trabajo, ¿no crees?

Un trabajo, claro, lo que más venia evitando desde primer año No porque no le gustara, sino porque sabía que un trabajo le quitaría mucho tiempo para estudiar y tampoco le gustaba cualquier cosa.

-No lo sé, estudiar y trabajar es difícil. Le contesto ella finalmente con la cabeza gacha
-No Vicky, con esfuerzo no lo es. Le dijo su amiga con una sonrisa tranquilizadora
-¿Y en qué piensas que puedo trabajar?. Le pregunto ella empezando a caminar de nuevo
-No sé, ya buscaremos algún periódico y ahí veremos que sale. Mientras tanto, puedes pensar esa opción unos días, yo te puedo prestar algo de dinero
-No Layla, no quiero tu dinero. Le dijo ella un poco molesta
-Bien, bien, pero piensa unos días lo del trabajo, piensa que te gusta y que no y relájate que con esa actitud nadie te va a contratar
-Sí, tienes razón, lo pensare, total no pierdo nada con intentar………

………………………………………………………………

En el estudio, las cosas se estaban poniendo mejor de lo que creían, las bromas no podían faltar y aun con todo eso, las tomas de las canciones estaban saliendo bien, aunque George Martin se enojara un poco a veces por las desconcentraciones.

-Paul debería de venir solo a grabar And I Love Her, otra vez trajo una cursilería y la última vez casi vomito. Comento John en broma cuando veían las letras de algunas canciones que tenían preparadas
-Muy gracioso Lennon, además tú también trajiste una cursilería. Le dijo Paul un poco serio
-¿Cuál según tu?
-If I Fell, esta mas cursi que la mía, ¿sabías?
-Te equivocas McCa, la tuya es peor
-Pueden parar por favor, las 2 son una cursilería de lo peor. Les dijo George cortando el juego que se traían
-Tranquilo George, tú no te has quedado atrás con esas cosas en esta sesión. Le contesto John con una sonrisa burlona
-He llegado a la conclusión, de que John y Paul son igual de cursis, los 2 escriben la mayoría de esas canciones juntos por lo que los 2 son iguales. Comento esta vez Ringo con voz diplomática

Los 3 se quedaron callados mirando a Ringo un poco raro, para luego reír un poco y seguir con lo que estaban. La verdad es que Ringo podía llegar a tener razón y ya no había nada que discutir.

-Joder, miren quien viene ahí. Les dijo John casi en un susurro, mirando hacia la puerta
-Hola chicos. Los saludo Brian, mientras se acercaba a ellos con unos papeles en la mano
-¿Viniste a visitarnos?, que tierno. Le dijo John en broma haciendo que los demas rieran por su comentario
-No, John…. Bueno tal vez sí. Pero en realidad vine más que todo a avisarles que la filmación de la película comienza la próxima semana
-¿La próxima semana?. Le preguntaron los 4 al unisonó
-Sí, espero que ya se hayan aprendido la mayor parte de su libreto.
-Yo traje el mío. Le contesto Ringo levantando el suyo que se encontraba puesto en la misma mesa donde estaba Paul sentado
-Pero miren, Ringo está emocionado. Les dijo John de nuevo en broma
-Lo que sucede John, es que Ringo es más responsable que tu. Le contesto Brian viendo como John hacia una mueca de fastidio
-Ahora me voy, espero que sigan trabajando duro

Se despidieron de él, esperando a que de veras se fuera pronto. Cuando llegaba solo era para darles más trabajo y responsabilidades y eso les fastidiaba un poco, sobre todo a John.

-Sabían que no me he aprendido ni la primera línea
-Joder John, Eppie te va a matar. Le dijo Paul un poco divertido con toda la situación
-Cállate Paul, tratare de ponerme a estudiar toda la semana. Y yo que pensaba que en el colegio eran fastidiosos
-Pero en el colegio no eras un Beatle, así que es distinto
-Es cierto, ahora soy más rico y popular. Ya quisiera ver la cara de mis profesores cuando me ven por televisión
-Yo también. Le siguió George riendo al igual que el

Hacer una película no les resultaba muy fácil, aparte de que en serio les aburría un poco aprenderse sus diálogos y esas cosas, pero bueno, ya el trato estaba hecho, ya todo estaba planeado y no podían dar marcha atrás. Solo esperaban que en serio las cosas salieran a la perfección….

………………………………………………………………….

Mía salió del trabajo un poco cansada, no había salido de la oficina en todo el día se aburrió bastante. Miro su reloj que marcaba las 3:30 de la tarde, no era tan tarde y quizás podía ir de una vez a la guardería donde había dejado a Isabelle en la mañana. No quedaba muy lejos, por lo que llego rápido, caminando apresurada, deseosa de ver a su hija de nuevo.

-Buenas tardes Señorita Robinson. La saludo la encargada del lugar cuando la vio entrar
-Hola, vine por Isabelle
-Ah sí claro, ya la traigo

Mía miro por un vidrio que permitía ver hacia la sala donde estaban todos los niños jugando, busco con la mirada a su hija, encontrándola en una esquina sola jugando con su muñeca, no había hecho amigos, de eso ya estaba segura y por eso y más es que siempre prefirió las niñeras.

-Tiene una hija adorable Señorita Robinson. Le dijo la mujer entregándole a la pequeña que no se veía muy feliz
-Gracias, que pase buen día
-Igualmente

Salieron en silencio, la chica sentía que su hija estaba un poco rara y tal vez hasta enojada, por lo que paró en seco en media acera y se agacho poniéndose en frente de ella, a su mismo nivel, mirándola a los ojos, mientras la niña miraba hacia el suelo.

-¿Qué te pasa Isa?, ¿no la pasaste bien hoy?. Le pregunto ella viendo como su hija negaba con la cabeza de inmediato
-No. Escucho que ahora si le respondía con palabras, solo que en unas que casi no se escucharon
-Oh bien, creo que voy a tener que buscar una niñera entonces. Pero ahora no pensemos en eso, ¿quieres un dulce?

Mía miro como su hija asentía por fin sonriendo, llevándola de inmediato a una dulcería que quedaba a unas pocas calles adelante. No le gustaba para nada ver a su hija triste o enojada por lo que en esos casos siempre la alegraba con algo de azúcar, a ella le hacían lo mismo cuando estaba pequeña y siempre fue una excelente solución.

Cuando llegaron al departamento, lo primero que se encontraron fue a Sarah sentada en el sillón leyendo una revista, muy relajada, como si el tiempo no pasara por encima de ella. Vaya que en serio llevaba una gran vida.

-Hola hermana. La saludo ella viendo como Mía y su sobrina entraban un poco cansadas
-Hola Sarah, pensé que andabas trabajando
-Ya regrese, la sesión de fotos no duro mucho y la entrevista tampoco
-Ah. Se limito a responderle Mía mientras dejaba su bolso en el sillón
-¿El chofer te trajo?. Le pregunto Sarah viendo como Isabelle comía una paleta de chocolate un poco gracioso
-¿El chofer nos recogería?. Le pregunto Mía contrariada
-Sí, te deja y te recoge es su trabajo
-Joder, se me olvido por completo. Debí de haberlo dejado esperando
-Por dios Mia, ¿pero que llevas tanto en la cabeza?, te lo dije 2 veces esta mañana
-Discúlpame, es que tuve un día ocupado y no estoy acostumbrada a que me recojan del trabajo. En realidad, no estoy acostumbrada a nada, el trabajo es diferente al de París, no conozco muy bien la ciudad, todavía no asimilo todos los lujos tuyos que me ofreces y odio dejar a mi hija en una guardería, no está acostumbrada a eso y ya sabes que es un poco anti social, ¿sabes como salió de ahí?, molesta y no me gusta verla molesta
-Hay Mía, tranquilízate. Ya verás como todo comienza a acomodarse, si yo pudiera cuidar a la ternura de hija que tienes con mucho gusto lo hago, pero también tengo mis cosas
-Ya sé y no te estoy pidiendo que la cuides Sarah
-¿Ya intentaste buscar una nueva niñera?
-No sé por dónde empezar pero si lo tengo planeado
-Quizás puedas poner un anuncio en el periódico de que buscas niñera para niña de 2 años, todo el mundo hace eso
-¿Y en cual periódico según tu?
-Pues  trabajas en uno, ¿no?
-Pues si
-Entonces ahí, mañana mismo puedes ir a pedir que te pongan el anuncio en la sección de ofertas de trabajo, aunque creo que tienes que pagar algo
-No tengo dinero. Le dijo ella fastidiada con todo
-Entonces yo te lo pago, tampoco quiero ver a Isa en una guardería
-No Sarah, cuando me paguen el primer sueldo busco la niñera, por el momento tendremos que aguantarnos ambas a la guardería
-No Mía, no lo voy a permitir. Mañana mismo te acompaño a poner el anuncio, ya vas a ver qué consigues a alguien muy pronto
-Bien…. eso espero y gracias

Sarah sonrió victoriosa, le encantaba ayudar a su familia y tampoco le gustaba ver a Isabelle incomoda en algún lugar. Aunque en definitiva tanto la niña como la misma Mía, de ahora en adelante si llevarían un estilo de vida diferente al que llevaban en París ………….