sábado, 27 de abril de 2013

Capitulo 39


No muy convencida con la idea de su hermana, Mía se miro al espejo después de ponerse la peluca rubia. Lo único positivo es que seguía pareciendo ella, ya que había sido rubia alguna vez. No obstante, el plan de Sarah le seguía pareciendo una locura y no dudo en decírselo todo el rato que estuvieron preparándose, inclusive cuando la chica le dio ropa de niña de 15 o 16 años para que se la pusiera.

-Ni siquiera entiendo porque tenemos que vestirnos como niñas
-Ni se nota, te ves igual que siempre. ¿Verdad que si Cyn?
-Pues sí, te ves muy bien Mía
-Sigo pensando que esto es una locura
-Mira, solo tocaran 4 canciones o algo así y no habrán tantas fans gritonas
- Espero que sea cierto
-Además, Mal nos consiguió un lugar un poco apartado de toda la gente para verlos con tranquilidad y apenas termine nos llevara a donde están

Momentos después, escucharon el timbre y Mía se fue todavía refunfuñando hacia la puerta, encontrándose con Victoria, quien acepto cuidar a Isabelle esa noche, acompañada de Layla, su amiga. No obstante, Mía que se sentía ridícula con todo lo que llevaba puesto, no tardo en comenzar a decirle a las chicas, lo desafortunada que era en tener una hermana tan disparatada.

-Yo creo que te ves bien. Le dijo Layla, con una sonrisa apenas la chica termino de hablar
-Me siento como una puberta, solo falta que también tenga que gritar
-No creo que sea para tanto
-Eso espero, sino matare a Sarah

Pero Isabelle, que apenas venia bajando, junto con Sarah y Cynthia, se fue corriendo hacia las chicas apenas vio a Victoria. La chica le simpatizaba mucho y a veces hasta la veía como una amiga de su edad. No obstante, Layla quien ya se había encariñado con la pequeña, comenzó a jugar con ella de inmediato, mientras las chicas hablaban y esperaban que ya fuera hora de irse.

-Yo debo confesar que estoy un poco nerviosa, nunca he ido a un show de los chicos. Dijo Cynthia, preocupada
-Ninguna, ¿Por qué crees que estamos haciendo todo esto?
-Se van a divertir, estoy segura. Les dijo Victoria, con mirada cómplice
-Vicky, ¿Por qué no nos acompañas?. Le pregunto Sarah, recordando que Mal le había dado 5 entradas y le sobraban 2
-No lo sé, tengo que cuidar a la niña y la música de los chicos no me gusta mucho
-Oh vamos, Layla puede quedarse, mira como esta de entretenida con Isabelle
-Pero no tengo un disfraz ni nada. Replico la chica, insegura con todo aquello
-No importa, tú no lo necesitaras

Indecisa, se quedo pensando unos instantes, en los que las tres chicas no le quitaron los ojos de encima. A las tres les caía bastante bien Victoria y aunque no tenían planeado invitarla esa noche, les gustaría mucho que ella fuera también.
-¿Están seguras que todo está bajo control?. Pregunto Victoria, aun pensando en si ir o no
-Sí, muy seguras. Respondió Sarah, guiñándole el ojo
-Pues…….¿en serio no les molestaría que fuera?
-Victoria, no nos molestaría para nada, además, será más divertido si tú vas. Contesto ahora Mía, por fin concordando en algo con su hermana menor
-Bueno, está bien, iré, pero si algo sale mal……..
-Nada va a salir mal. Replicaron las tres, al unisonó

Y después de preguntarle a Layla si se quedaría con la niña y escuchar como la chica aceptaba con mucho entusiasmo, Mía le dio algunas instrucciones y se fueron a los estudios Wembley, donde el programa se llevaba a cabo. El chofer de Sarah, quien era el que las llevaba esa noche, rio un poco al escuchar lo que harían y les dio mucha suerte cuando por fin llegaron y les abrió la puerta para se bajaran, pero no delante de la entrada principal del lugar, sino en la parte de atrás del edificio, donde entrarían por otra entrada, para evitar tantas miradas de la gente.

-¿Cuánto falta?. Pregunto Mía, con desesperación, cuando llegaron al lugar donde verían el show
-Media hora, no mucho, ya las demas personas deben de estar por entrar. Le contesto Sarah, con tranquilidad
-Por lo menos no estaremos mucho aquí, solo 20 minutos o algo así. Comento Cynthia, mientras se veía por un espejo pequeño que traía consigo, la manera en que su peluca color café le lucia y también las gafas
-¿Ya ellos saben que vendrían?. Les pregunto Victoria, recordando a George
-No lo sé, pero si no es así, lo sabrán apenas terminen

Por fortuna, el show no tardo en comenzar y después de que el resto del público entrara y el presentador abriera el programa, los chicos comenzaron, ni siquiera notando que ellas estaban ahí, ya que en realidad a Mal se le había olvidado comentarles la idea de Sarah. Mía quien aun no los veía tocar desde hacia muchísimo tiempo, no les quito la mirada de encima y escucho sus canciones con mucho interés, aunque estas estuvieran en playback y la gente ni les pusiera demasiada atención ya que se concentraban en bailar o verlos tranquilamente, como ellas hacían. La verdad era que hasta estaba comenzando a pensar que la idea de Sarah de ir, no estaba tan mal, ya que una de las cosas que siempre quiso cuando ellos apenas comenzaban, era algún día poder verlos en los programas pop más importantes del país  y ahí estaban, justamente en el más visto, presentando algunas de las nuevas canciones que vendrían en el nuevo disco, el mismo que saldría dentro de unas semanas. Pero con la duda de ver que estaban haciendo las demas, quito la mirada del escenario por primera vez y se volteo a ver a Victoria, que estaba a su lado, igual de concentrada viéndolos que Sarah y Cynthia, aunque estabas ultimas si tenían una sonrisa marcada en su rostro y se estaban sintiendo muy orgullosas de Ringo y John.

Cuando el show al fin termino, minutos más tarde, vieron como Mal se les acercaban y las llevaba a los vestidores, donde los cuatro se encontraban ya. No obstante, apenas las vieron llegar y se rieran un poco por el disfraz que llevaban, las saludaron y Sarah no tardo en darle un beso a su novio y decirle que estaba muy orgulloso de él, aunque los demas, se comportaran distinto a ellos, ya que John seguía riéndose del disfraz de su esposa, Victoria y George se miraban tímidamente y Paul y Mía se quedaron callados y sin mirarse, como si no se conocieran.

-Hola Vicky. Saludo finalmente George, cuando le dio el valor de acercarse
-George, estuviste muy bien
-¿En serio?, no sabía que vendrías
-Yo tampoco, las chicas me invitaron a último minuto
-Ya veo, espero que te haya gustado
-Me gusto mucho, la verdad es que son buenos, no lo puedo negar
-¿Y porque tu no viniste también disfrazada?
-Porque no tenía uno y Sarah dijo que no me hacía falta
-Pues la verdad es que tuvo razón
- Sabes, los chicos y yo estábamos pensando en ir a un pub que nos gusta mucho. ¿Quieres venir?
-¿Las chicas también irán?
-Supongo que si
-Entonces me gustaría ir
-Bien, muy bien

Feliz de que Victoria aceptara ir con él, no se fue de su lado en todo el rato que estuvieron ahí. Hasta se fueron a buscar algo de comida, mientras John, Mal y Cynthia hablaban, Sarah seguía besándose con Ringo y Paul pensaba en algo para también preguntarle a Mía si quería ir con ellos.

-Te ves muy bien con esa peluca rubia. Le dijo el chico, algo tímido cuando decidió acercarse
-Gracias. Le contesto Mía, secamente, sin ni siquiera mirarlo
-Recuerdo cuando tuviste el cabello así, te veías muy hermosa, tus ojos resaltaban mucho
-¿Qué quieres?. Le pregunto la chica, incomoda de tenerlo a su lado
-¿Yo?, nada, solo quería hablarte
-Ahh
-¿Quieres venir al Ad Lib con nosotros?
-No lo se
-Sera divertido
-Dije que no lo sé Paul

Pero los deseos del chico, de que ella fuera, se vieron cumplidos cuando Sarah los interrumpió y le dijo a Mía que irían y que no aceptaba una negativa de su parte. La chica, sin muchas ganas, asintió y miro mal a Paul que sonreía muy complacido. Cuando llegaron al pub, notaron que no estaba muy lleno y buscaron una mesa alejada, para que nadie los molestara demasiado. Victoria se sentía un poco intimidada entre ellos, nunca había estado entre famosos y aunque ellos actuaran como personas normales, algo le ponía nerviosa y tímida y George no tardo en darse cuenta de todo eso.

-¿Quieres ir a bailar?. Le pregunto el chico, después de tomar un sorbo de la bebida Beatle
-Sí, me encantaría
-No soy muy buen bailarín, así que disculpa cualquier inconveniente
-No te preocupes, yo tampoco bailo muy bien

Cynthia, quien también se había ido a bailar con John, dejo a Sarah, Ringo y Paul y Mía solos en la mesa, sin decirse nada. Mía no toleraba estar al lado de Paul, quería levantarse e irse de ahí, sobre todo cuando su hermana también se levanto con su novio y se fueron a quien sabe dónde, dejándolos ahora a ellos solos.

- ¿A dónde me llevas?. Le pregunto Sarah a su novio, mientras caminaban rápidamente
-Ya veras, no hagas más preguntas
-Más te vale que no sea el baño
-Es algo parecido. Contesto Ringo entre risas
-Ya me lo suponía

Ringo, que había descubierto como un armario cerca de los baños del lugar, hacia unos meses, se metió ahí con Sarah, con cuidado para que nadie los viera. El lugar, que estabas completamente oscuro, asusto un poco a la chica, provocando que abrazara a Ringo con fuerza por el miedo a la oscuridad del que padecía y aunque él lo sabía, no le importo mucho, ya que solo quería estar con ella, lejos de todo ese ruido y gente.

-¿No hay una bombilla?, necesito luz.
-Tranquila Sarah, aquí estoy yo
-¿Y si nos sale un bicho?
-Aquí estoy yo, nada malo te va a pasar
-Es extraño que me hayas traído aquí, si querías estar solo conmigo, hubiéramos ido a mi departamento
-Pero tardaríamos en llegar
-Si tú lo dices……
-Gracias por haber ido a verme, nunca me imagine que fueras a hacer algún día
-Tenía que hacerlo, en la gira solo te escuchaba detrás del escenario, pero quería verte de frente
-Estás loca, pero por eso te amo tanto

Y con una sonrisa que el chico por obvias razones, no pudo ver, Sarah le dio un beso que dio luego lugar a algo que nunca habian hecho en un armario o baño y que le confirmaba a Sarah, que Richard era el amor de su vida y el único que la podía hacer feliz, igual que lo venía siendo ese año y medio que llevaban juntos.

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En la pista de baile, Victoria y George ahora bailaban una canción lenta, que los hizo acercarse el uno con el otro, aun mas, una canción que provoco que se miraran a los ojos sin que, por primera vez, dijeran una palabra. Y aunque, las manos les sudaban y los cuerpos les temblaba por los nerviosos que se sentían,  el chico no se resistió ni un segundo mas y junto sus labios con los de ella, dándole, el beso más dulce que le había dado por primera vez a una chica. Se estaba enamorando de Victoria, lo podía sentir en esos momentos, podía sentir como un amor real y puro, florecía desde su corazón.

-George…….
-Shhh, no digas nada Vicky. Contesto el chico, apenas vio el beso interrumpido por Victoria
-Lo que pasa es que……..Trataba de decir la chica, mientras balbuceaba, movía su cabeza y sentía su rostro caliente por lo sonrojada que se había puesto
-Lo siento, creo que fui muy atrevido
-No, está todo bien
-¿Si?
-Sí, no te preocupes George

Y sin más que decir, se aparto de él y comenzó a caminar hacia la salida, no sin antes recoger su bolso y despedirse de Mía, quien había visto todo desde donde estaba, todavía sentada. No obstante, George no aguanto y sintiéndose culpable y pensando que la chica estaba enojada con él, la siguió hasta la acera, donde Vicky esperaba que algún taxi pasara.

-Victoria, espera
-¿Sucede algo?. Pregunto la chica, extrañada de verlo ahí
-Lo siento, de verdad, no debí de besarte. Contesto George, después de acercarse aun mas a ella con paso apresurado
-George, ya no digas nada y no estoy enojada
-¿De verdad?
-Sí, de veras
-Por un momento pensé……..
-Pensaste tonterías
-Me gustaría llevarte a casa, no me gusta la idea de que te vayas en taxi
-No George, así está bien, ve adentro y diviértete
-No, insisto, te acompaño

Sin darle tiempo de responder, George le agarro la mano y la llevo con él hacia el auto que tiempo antes los había traído. La acompañaría hasta su casa y luego se iría y el beso que se acababan de dar, solo fue un impulso. Sí, eso era lo que pensaba el chico, mientras Vicky lo volvía a ver disimuladamente y comenzaba a sentirse muy confundida con respecto a lo que realmente sentía por él.
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Mía, aburrida de estar viendo a las parejas bailar, canciones de jazz muy lentas, se dio cuenta al ver hacia su lado, que Paul ya no seguía ahí. No había visto cuando se paro y se fue, aunque sabía que tenía que estar cerca, porque su billetera estaba sobre la mesa al igual que su bebida. Sin embargo, harta de solo pensar en el, se paró de un brinco y se encamino a la barra, para pedir otro trago, uno más fuerte que él se venía bebiendo desde que llego. No obstante, ignorando a la gente que estaba ahí sentada bebiendo y hablando, no se dio cuenta del el chico que no le había quitado los ojos de encima desde que llego a allí. Se había visto atraído por la belleza y elegancia de la Mía, era una chica con clase, se notaba mucho e interesado, decidió acercársele, después de ver como ella se sentaba en uno de los asientos libres y bebía su trago, tranquilamente.

-Hola
-Hola. Le devolvió el saludo la chica, con una sonrisa tímida
-Me llamo Michael, Michael Williams
-Mucho gusto Michael, yo soy Mía Robinson
-Mía, lindo nombre…..
-Gracias
-¿Viniste sola?
-No, vine con unos amigos
-Ah, ya veo
-Sí, aunque estas entretenidos bailando y me quede sola
-Eso está mal
-Sí, supongo…….
-¿Quieres bailar?, se que me vienes conociendo pero la música esta buena y……..
-Me encantaría bailar contigo. Le contesto Mía, interrumpiéndolo
-¿En serio?
-Claro, vamos

Era un chico apuesto, con linda sonrisa, el único que realmente le había puesto atención esa noche, así que por eso había aceptado inmediatamente y se lo llevo hasta donde estaban todos aun bailando, esa música lenta que todavía nadie se atrevía a quitar. Michael, que si era un buen bailarín, hizo que ella se dejara llevar el resto de la noche, a la vez que intercambiaban unas cuantas palabras y de nuevo solo se quedaban mirando a los ojos. No obstante, el chico que no paraba en su mente de observar con cuidado las facciones de Mía, sus ojos verdes esmeralda que esa noche brillaban más de lo normal y sus labios envueltos en ese labial rosa que los hacía aun más apetecibles. Era la chica más hermosa que había visto en su vida y con una sonrisa, se vio dispuesto a decir algo que nunca le había dicho a una mujer.

-Te besaría pero las chicas con clase no besan en lugares como estos
-¿Y como estas tan seguro que soy una chica con clase?
-Porque lo eres
-Sabes, no me gustaría pasar toda la noche en un lugar como estos. ¿Quieres venir a mi casa?
-¿No es muy apresurado?
-¿Y qué importa si es apresurado o no?

Paul, que estaba con una chica, no muy lejos de ellos, miraba la escena receloso y con curiosidad. Desde que volvió a ver a Mía, no la había visto con otro chico que no fuera él y apenas los vio irse, invito a la chica a irse con el también. Desde hacía unos días que se estaba quedando en un hotel, mientras buscaba una casa y lo cierto era que al igual que Mía, no desaprovecharía la oportunidad que tenía en frente.

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Notando que John ya estaba un poco ebrio, Cynthia decidió sacarlo de allí y llevarlo a casa. Ya lo había visto así millones de veces, pero algo diferente estaba por ocurrir esta vez, ya que John no se estaba poniendo agresivo ni burlón como generalmente se ponía cuando estaba pasado de tragos, sino que en el camino a casa, se estaba poniendo cariñoso con la chica, como muy pocas veces en la relación.

-Sabes Cyn, a pesar de todo yo te quiero mucho
-Yo también te quiero mucho John
-Perdón por estar tan ausente todo este tiempo
-No te preocupes, entiendo
-Te amo Cyn

Hacia tanto que no le decía eso, que con una sonrisa lo abrazo fuertemente y le dio un beso en la mejilla. No había nada que la alegrara más que un “te amo” de parte de John y abrazado a él, el resto del camino, escucho como el chico comenzaba a tararear una canción, la misma que había sonado el día en que le pidió que fuera su novia.
-Hacia mucho que no la escuchaba
-Creo que últimamente nos hemos olvidado de muchas cosas
-Cuando pienso que no te hago lo suficientemente feliz, me acuerdo de ese momento
-¿Cuál momento?
-El día en que te me declaraste
-Ahhh claro, ese día
-John
-Pase lo que pase, siempre te voy a amar

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El lunes muy temprano, Mía llego a su trabajo puntual, de muy buen humor. Lo que había pasado un par de noches con aquel chico, aun no lo olvidaba y aunque estaba segura que de lo más seguro no lo volvería a ver más, se aseguro de nunca olvidar lo que había ocurrido, porque por primera vez en mucho tiempo, había estado con un hombre que no era Paul. Sin embargo, algo no muy bueno iría a ocurrir muy pronto, ya que se vio informada de que se jefe la esperaba en su oficina y apenas llego, el hombre estaba con un semblante muy serio.

-Buenos días Señor Alrigde
-Buenos días Señorita Robinson, siéntese por favor
-¿Ocurre algo?
-¿Tanto se nota?
-Bueno, solo preguntaba
-¿Vio el periódico esta mañana?
-No, no lo he visto
-Desafortunadamente ha llegado a oídos nuestros y de muchos diarios más, que usted está en una relación secreta con Paul McCartney
-¿Disculpe?
-Sí, eso
-¿Quién dijo eso?
-Yo no sé, mis superiores solo me ordenaron algo que me duele mucho hacer
-Pero eso es mentira, yo no estoy con él, es solo el padre de mi hija y un buen amigo
-Sí, puede ser y le creo pero mis superiores no lo creen y me ordenaron despedirla
-¿Qué?
-Lo siento mucho Señorita Robinson, pero usted ha dado mucho de qué hablar últimamente y el periódico no quiere tener un empleado que sea noticia siempre y que hasta este con un Beatle
-Pero ya le dije que no estoy con el
-De verdad lo siento Señorita Robinson, pero esta despedida 

miércoles, 24 de abril de 2013

Capitulo 38


Todavía molesto con lo que había ocurrido hace rato, Paul estaciono su auto a un lado de la vía, igual que un tiempo atrás y se tapo el rostro con sus manos, respirando profundo en el acto. Ahora realmente no tenia donde ir, seguro Mía ni lo dejaría ver más a Isabelle y se sentía como un idiota, por la manera que actuó con Thomas. Ni siquiera entendía porque se había comportado así, exactamente como un novio celoso y posesivo y se suponía que no sentía nada por la chica, para que se comportara así. Pero sin querer pensar en nada mas, encendió de nuevo su auto y se dirigió a la casa de John; la única persona que podía escucharlo de verdad y la única que le podía dar posada esa fría noche……

Cynthia, quien no podía conciliar todavía el sueño, se quedo leyendo en la sala, mientras John y Julian dormían arriba. Esas horas le daban la única oportunidad, para pensar un poco y descansar. Después de todo, cuidar a un niño las 24 horas del día era muy cansado la mayoría de las veces; no obstante, al escuchar el timbre y quedarse un momento pensando en quien podría ser, decidió levantarse y averiguar por sus propios medios, extrañándose mucho cuando vio a Paul ahí parado.

-Hola Cyn. Saludo el chico, muy apenado
-Paul, que sorpresa. ¿Cómo estás?
-Bien, supongo
-Pasa, no te quedes ahí, hace frio

Con paso lento y decidido, siguió a la chica hasta el lugar donde había estado antes sentada y listo para aclararle sus dudas, soltó un bufido y se sentó a su lado.

-Mía ¿cierto?, sucedió algo con ella. Se adelanto diciendo Cynthia, con tono de preocupación
-Así es y debe de estarme odiando
-¿odiando?, ¿Y ahora que hiciste?
-Me comporte muy mal con un amigo suyo que llego de visita
-¿Le dijiste algo que no debías?

Pero cuando estuvo a punto de responderle, John llego bostezando, con mala cara. Había escuchado la voz de Paul desde arriba, ya que todavía no se había dormido del todo y también extrañado, bajo, para averiguar si en serio se trataba del chico, o era una simple alucinación: por haberlo escuchado hablar todo el día.

-Paul, ¿Qué diablos haces aquí?
-Me fui de casa de Mía
-¿Qué?. Pregunto John, en un grito, por lo sorprendido que estaba
-Lo que escuchaste, me fui, no podemos estar juntos, yo soy un idiota y ella una histérica
-Oh vamos Paul, no debe ser tan grave lo que sucedió. Le dijo Cynthia, para tratar de animarlo
-Ojala fuera cierto. Sé que puedo sonar atrevido pero………. ¿puedo quedarme esta noche aquí?
-Por supuesto, perrito abandonado Paul, puedes quedarte esta noche. Le respondió John, con una sonrisa bobalicona
-Vamos Paul, te enseñare la habitación. Le dijo esta vez Cynthia, mientras le hacía mala cara a su esposo
Sin embargo, esa noche no pudo tampoco conciliar el sueño y se quedo observando el techo, a la vez que Mía le regresaba a la mente y todo por lo que habian pasado juntos hasta ahora……….

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Temprano, Mía, quien tampoco había dormido en lo absoluto, se levanto de mala gana y se preparo un café. Lo sucedido la noche anterior con Paul, aun lo seguía recordando y con rabia pero también un poco dolida por haber visto que él se fuera,  escucho como su hija venia corriendo y entraba a la cocina, un poco agitada.

-Isa, ¿pero qué haces levantada a estas horas?. Le pregunto Mía, contrariada
-¿Dónde está Pol?. Pregunto la niña, rápidamente
-Trabajando, ya sabes…… Respondió Mía, no queriendo decirle la verdad tan directamente
-Pero no hay nada donde duerme. Replico Isabelle, insistentemente
-Pues es que……..
-¿Qué?
-El se ha tenido que ir, solo se iba a quedar aquí un tiempo corazón. Contesto Mía, mientras la ponía en sus brazos
-Pero yo no quería que se fuera
-Ya lo sé………… yo tampoco quería que se fuera Isa

Y después de darle un beso en la mejilla a la niña, se dedico a preparar el desayuno, hasta que escucho como tocaban la puerta e Isabelle corría hacia ella, para averiguar de quien se trataba. Ambas, con la esperanza de que fuera Paul, aunque una cara muy distinta, vieron apenas la chica abrió.
-Thomas
-Hola Mía, hola Isabelle. Saludo el chico con una sonrisa, viendo a la niña que estaba  al lado de su madre
-No te esperaba tan temprano
-Lo sé, vine a disculparme con Paul. Contesto el chico, con una media sonrisa
-Paul no esta
-¿No está?
-Se ha ido. Respondió Mía, cabizbaja
-Pero ayer……….. oh vaya, no me digas que lo de ayer conmigo afecto algo
-Si, en realidad así es, pero pasa, no te quedes ahí por favor

El chico obedeció y acepto luego la invitación de la chica, de quedarse a desayunar, de todos modos el no había comido nada todavía y a ambos les gustaba estar en compañía, aunque Mía siguiera viendo todo como una linda amistad.

-Es una lástima que haya amanecido tan nublado
-Lo sé, pero de todos modos no tengo ganas de ir a ningún lado hoy
-Pero es sábado, deberías de aprovechar
-Ya sé, pero no tengo ánimos Thomas
-No me digas que estas así por Paul, ese idiota no se merece que estés así por el
-Thomas, el no es idiota, es uno de mis mejores amigos y el padre de Isabelle
-Pero es un idiota después de todo

Molesta, se levanto de la mesa y se fue a la habitación de su hija, donde momentos antes esta se había dirigido para después de terminar su plato de frutas. No obstante, Thomas la siguió hasta las escaleras y se paro en frente de ella para que parara de caminar. Odiaba que la chica se resistiera tanto a él y estuviera así por Paul, sobre todo porque a este último nunca le había caído nada bien, igual que los demas Beatles.

-Déjame pasar Thomas
-No hasta que entiendas que ese chico no te merece
-Eso no lo se
-Mira Mía, yo te amo y si quise ser tu amigo, es para poder estar cerca de ti y poderte conquistar
-Pues estas haciendo un mal trabajo, porque por el momento no lo has conseguido y no creo que lo hagas
-Deberías de agradecer que tienes a alguien que te quiera
-Muchos me quieren Thomas y me han querido pero de todos modos, desde que Stuart me dejo y murió no quiero tener pareja y Paul es lo más cercano a el que tengo y los demas también, entiéndelo
 -Pues si prefieres a tus queridos Beatles, quédate con ellos pero esto no se queda así Mía

Y furioso con la chica, bajo las escaleras apresuradamente y salió dando un portazo, que hizo brincar a la chica y provoco que estallara en cólera, por lo harta que ya estaba de los hombres que la rodeaban. Siempre había tenido que lidiar con chicos y ese tipo de problemas y ya estaba llegando a un límite…….

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Con un terrible dolor que le recorría todo el cuerpo, Victoria se levanto de la cama, quejándose, después de haber llegado muy tarde. Ni siquiera recordaba muy bien lo que había hecho, casi siempre le pasaba eso, pero sin importarle demasiado, se encamino al baño, donde al mirarse en el espejo maldijo de inmediato por el mal aspecto que tenía. No obstante, al darse cuenta que el enojo y maldecir no le iban a servir de mucho, llamo a Layla, para que fueran a desayunar afuera. Y ahora estaba ahí, en una cafetería pequeña, cercana a su departamento, esperándola.

-¿Pero qué demonios te ha pasado?. Le pregunto la chica escandalizada, apenas llego
-Hola Vicky, ¿Cómo estás?, muy bien ¿y tú?
-No me vengas con esas cosas. ¿Ya viste las ojeras que traes?
-Sí y si quieres lo publicar en el diario para que el resto de personas se termine de dar cuenta. Respondió la chica, molesta, por haber escuchado como le hablaba su amiga: casi gritado
-¿A dónde anduviste anoche?
-No lo sé, no recuerdo muy bien
-Vaya, pero que lindo, ¿no?. Te estás saliendo de control Victoria
-No exageres Layla
-¿Y George?, yo siendo tu voy corriendo a buscarlo
-¿Y por qué?, además, siempre está ocupado
-Ah es cierto, es un Beatle y tú una boba por no aprovechar

Todavía molesta con las cosas que le decía su amiga, intento levantarse para irse. Pensaba que había sido una pésima idea, haberla llamado y sin decirle ni siquiera un “hasta luego”, se fue hasta la puerta, donde de inmediato siendo una mano en la suya, que la hizo voltearse.

-No te enojes conmigo Vicky, lo que pasa es que……..
-Layla, George es solo un amigo
-Pero puede ser algo más. Contesto la chica, en voz baja y con sonrisa picara
-No, es famoso y………
-¿Y qué?
-No es para mí Layla

Y de nuevo, se volteo y comenzó a caminar directo a la salida del lugar, esta vez seguida por su amiga, que sin decir una palabra se mantuvo detrás de la chica, hasta que llegaron a un a las cercanías de Hyde Park y se sentaron en una banca, aun sin dirigirse ninguna palabra.

-Eres afortunada, cuidas la hija de Paul McCartney y gracias a eso conociste a los demas, muchas chicas ya hubieran aprovechado Vicky. Dijo Layla, rompiendo el silencio que cada vez se hacía más incomodo
-¿Qué hubieran aprovechado según tu?
-Ni te lo imaginas, muchísimas cosas
-Las despedirían en un día si fuera así
-Sí, eres la más sensata de todas, pero bueno, no te gustan los Beatles
-Me dan igual
-Ves, por eso lograste ser amiga de George, si te dieran mas igual te convertirías en otra cosa
-Cosa que no me interesa ser. Replico la chica, de inmediato
-Eres bastante terca Vicky
-Sí, seguro…….
-¿Te gustas Joseph acaso?
-Para nada Layla, es solo un amigo
-Ahmmm entiendo. Todos son tus amigos, que raro
-A mi no se me hace raro
-Ya se, tengo una idea: sacare una moneda, George será escudo y Joseph cara y dependiendo de la que caiga, es el que más te interesa
-Eso es una tontería
-Hey déjame, solo quiero pasar el rato

Y después de sacar una moneda de su bolsillo, la tiro, observando tanto ella como Victoria, de qué lado caía. Siendo escudo, el lado de George.

-Ja!, sabía que caería escudo. Exclamo Layla, con una gran sonrisa
-Deja de molestarte, ¿quieres?
-Claro, pero cayo escudo
-Sí, si….

De nuevo sin mucho interés, le quito los ojos de encima a la moneda, que aun reposaba en el piso y se quedo viendo la gente que pasaba frente suyo, al igual que los autos. Layla podía ser muy inmadura a veces y por eso no le hacía demasiado caso en esas cosas; no obstante, la elección de la moneda la había dejando pensando en que pasaría con ella si alguna vez aceptaba ser algo más de George Harrison.

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En la casa de John, tanto George como Ringo quien había llegado con Sarah y por supuesto Paul, se encontraban reunidos con Brian y Mal Evans en el jardín. Su manager tenía varias cosas que decirles, compromisos más que todo, así que sin prestar mucha atención, Paul cerro sus ojos, mientras escuchaba la voz de Brian, decir cosas que ya el sabia y no le importaba mucho.

-Oye Paul, ¿te sientes mal?. Le pregunto Mal, preocupado. Ya que estaba sentado a su lado y pudo notar como el chico estaba de distraído ese día
-No, estoy de maravilla Mal
-No parece, ¿Qué te pasa?
-Ya te dije que nada
-Paul, Mal, ¿tienen algo que decir?. Les pregunto Brian, con el ceño fruncido, por verse interrumpido con los susurros de ambos
-No, nada. Le contesto Paul, avergonzado
-Paul, se que los chismes que están saliendo en los diarios sobre Mía y tu no son muy agradables y eso te puede poner tenso pero concéntrate en lo que dijo
-Sí, lo hare, no te preocupes

Y de nuevo, comenzó a hablar sin parar, provocando que hasta John bostezara descaradamente y todos rieran un poco, excepto Brian. Sin embargo,  minutos después, se vieron interrumpidos, esta vez con la voz de Mia, quien había recién llegado con Isabelle, esta ultima corriendo hacia Paul, apenas lo vio.

-Isa, dios, como te he extrañado. Le dijo Paul abrazándola, como si tuviera meses de no verla
-Paul, la viste ayer. Le dijo John, entre risas
-Cállate Lennon. Le contesto el chico, molesto
-¿Por qué te fuiste?. Le pregunto la niña, con tono triste
-Porque……… porque tenía que hacerlo. Le respondió Paul, con el mismo tono

Pero antes de que le dijera algo más, Mía salió al jardín y los interrumpió, ignorando a Paul, ya que aunque también le doliera en el fondo que él se fuera de la casa, no se lo iba a demostrar y prefería hacer que todavia seguía enojado con él.

-Mía, que gusto verte. Le dijo Brian a la chica, estrechándole la mano
-Igualmente, espero que los chicos no te estén molestando demasiado hoy
-Eso siempre, pero creo que ya me acostumbre
-Mía, ¿podemos hablar?. Le pregunto Paul, con Isabelle todavía en sus brazos
-Pero si ya hablamos lo suficiente Paul
-No me importa
-Creo que se aproxima una boda. Comento John, con su sonrisa burlona, provocando que Ringo y George rieran
-Ya basta John
-Yo solo dijo lo que pienso
-Dame a Isa, escuche que tienes libre hasta mediados de diciembre, puedes ir a verla cuando quieras. Le dijo Mía a Paul, en mal tono
-Ven, se aman, lo sabía. Volvió a decir John, con intención de molestarlos
-Vamos Isa, tu papá está ocupado
-No, yo quiero estar aquí
-Déjala aquí Mía, no creo que moleste. Le dijo esta vez George, con intención de tranquilizarla un poco
-Bien, bien, ustedes ganan

Molesta con lo recién ocurrido, Mía volvió a entrar a la casa, pero bufando y tirando su abrigo en el sillón, todo en frente de Cyn y Sarah, que observaban la escena, de manera contrariada.

-¿Y ahora qué te pasa?. Le pregunto Sarah
-Nada, es solo que los Beatles son unos idiotas, no sé cómo pueden tener tantos admiradores
-¿Y ahora que te hicieron?. Le pregunto esta vez Cynthia, pero entre risas por el comentario de la chica
-Lo mismo de siempre, molestar
-Pensé que ya estabas acostumbrada. Replico Sarah, encogiendo los hombros
-Sí, pero hoy no estoy de humor
-Vámonos de aquí mejor, salir nos hará bien

Y sin despedirse, las tres salieron de la casa y se fueron al centro de la ciudad, en el auto que llevaba a todas partes a John y a los demas.

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Nunca antes, Mía se había ido casi todo el día de compras y había gastado tanto dinero. Notaba que Cynthia y Sarah estaban más acostumbradas a eso, pero ella no era millonaria y apenada decidió comprar por último, un lindo vestido que había visto en una de las tantas tiendas que ya habian recorrido en Piccadilly.

-Ya sé donde puedes estrenas el vestido. Le dijo Sarah, mientras caminaban sin saber exactamente hacia donde
-¿En dónde?. Le pregunto Mía, con curiosidad
-Pues en el show Ready, Steady, Go, los chicos tocaran ahí en unos días y quiero ir a verlos
-¿Estás loca?. Le preguntaron Mía y Cyn al unisonó
-No, hace mucho que quiero verlos
-Sarah, si las fans nos ven ahí, nos matan
-No exageres, además iremos con disfraces
-¿Disfraces?
-Sí, ya tengo todo acordado con Mal, ustedes solo síganme la corriente, verán que será divertido

No muy convencidas, las dos chicas asintieron y no volvieron a soltar ni una palabra más, hasta que se subieron de nuevo al auto, para ir de nuevo a casa.

-¿Cómo van los planes con Ringo sobre irse a vivir juntos?. Le pregunto Cynthia a Sarah, sin saber que la chica estaba insegura con esa decisión
-Pues no se Cyn, aun estoy pensando en eso
-¿Ya no estás tan segura cierto?. Pregunto Mía, con suspicacia
-No
-Lo sabía, eres muy inestable
-Hey, tu también
-Pobre Richard, tanto que te quiere. Volvió a decir Mía, con lastima
-Yo también lo quiero, pero es muy apresurado
-En realidad no, pero tienes miedo
-¿Miedo?, ¿miedo de que?
-No lo sé, pero tienes miedo, te conozco Sarah

Incomoda con los comentarios de su hermana, se mantuvo callada hasta que llegaron de nuevo Kenwood, donde los chicos estaban todavía, ahora sin Brian, hablando en la sala, a la vez que fumaban un porro  y Julian e Isabelle jugaban en el jardín, con un balón.

-Pero miren, quienes se han dignado a por fin aparecer
-¿A dónde andaban?. Les pregunto Ringo, ignorando lo que acababa de decir John
-De compras. Respondió Sarah, levantándose las bolsas que traía en la mano
-¿Qué están fumando?. Les pregunto Cynthia, notando el humo y olor extraño que envolvía el lugar
-Nada. Le respondió George, apagando el suyo inmediatamente
-¿Nada?, pero hasta tienen los ojos rojos y no parece cigarrillo normal
-Bueno, está bien, es hierba, marihuana, deberían de probarla alguna vez. Contesto Paul, entre risas por el efecto de la droga
-¿Y todavía quieres que te deje a Isabelle?, eres la persona más irresponsable e inmadura del mundo Paul. Me voy de aquí
-No, Mía, no es nada malo. Trato de decirle el chico, mientras seguía a Mía al jardín
-Para ti no, pero para una niña de 3 años sí y para mí también
- Ves, eres una histérica, ni siquiera estaba a la par mía como para que le haga daño
-Vamos Isa, es hora de irnos a casa y despídete de tu papá bien, porque no lo veras por un muy buen tiempo. Le dijo Mía a la niña, mientras la alzaba
-Contigo definitivamente no se puede dialogar
-En el estado en que estas, no se puede nada Paul

Sin despedirse otra vez, Mía salió con Isabelle de la casa, seguida por Cynthia que se ofreció acompañarla en el auto que minutos antes las había traído de vuelta. Las cosas estaban empeorando mucho entre Paul y ella y la chica al darse cuenta que el hasta estaba metido en drogas, se molesto y desilusionó aun mas, llegando hasta desear en el camino, no haber regresado nunca a Inglaterra. 

viernes, 19 de abril de 2013

Capitulo 37


De nuevo en los periódicos, ahora su nombre podía aparecer en los diarios de la ciudad una vez al mes y a nadie le importaba. No obstante, a ella sí y un poco cansada, Mía tiro en su escritorio lo que momentos antes leía y respiro profundo para calmarse un poco. La noticia hablaba de ella y de Paul, como siempre y ahora el rumor de que tenían un romance secreto era cada vez más fuerte, ya que, por algún motivo ahora se sabía que Paul estaba viviendo en su casa y eso, obviamente no estaba siendo muy bien visto, por nadie.

-Parece que alguien se ha levantado de mal humor. Comento Thomas, con una sonrisa burlona, apenas entro y la vio en ese estado
-Buenos días Thomas. Lo saludo Mía, ignorando lo que acababa de decir
-¿Y ahora que sucede?. Pregunto el chico, parándose a su lado
-La prensa, otra vez soy comidilla de la prensa
-Bueno, parece que tener contacto con los Beatles, tiene sus consecuencias

Mía, ignorando otra vez su comentario, se dispuso a hacer sus labores del día, para tratar de no pensar más en eso.  Thomas definitivamente tenía razón, pero ella no podía hacer nada. No podía correr a Paul de su casa así como así y los demas eran sus amigos desde hacía mucho tiempo y no iba a permitir que los medios lograran su objetivo: molestar.

-Oye, ¿quieres?. Le pregunto Thomas en voz baja, mientras le extendía un dulce
  -Sí, gracias
-No te preocupes, no es para tanto. Le dijo el chico, tratando de tranquilizarla
-¿Quieres venir a cenar esta noche a mi casa?. Le pregunto Mía, cambiando de tema
-¿En serio me estas invitando?
-Por supuesto. Respondió la chica con una gran sonrisa
 -Bueno, está bien, no suena tan mal

La chica, que no quería perder la amistad de Thomas –a pesar de que este la amara todavía-, le pareció buena idea, integrarlo un poco más a su vida cotidiana, aunque a este, en el fondo, le dieran muchos celos, los chismes sobre Mía y Paul McCartney.

……………………………………………………………………………..

Paul, que se preparaba para salir a uno de sus muchos compromisos, se encontraba en su habitación acomodándose la corbata. Alf pasaría por él en media hora y debía apurarse. No obstante, al escuchar unas voces venir hacia su puerta, se quedo mirando esta con confusión. Parecía la voz de John y Victoria, así que sin nada más que hacer, se dirigió a la puerta, para abrirla, viendo de inmediato como su amigo entraba y le cerraba la puerta en la cara a  la chica.

-¿Pero qué demonios te sucede?. Le pregunto Paul, molesto por lo que acababa de ocurrir
-Nada, solo te estaba buscando, los demas están abajo
-Pensé que vendrían en 30 minutos
-Si bueno, cambio de planes. Replico John, tirándose en la cama casi en el acto
-Levántate
-Claro que lo hare, tienes que darme explicaciones de algo
-¿Explicaciones de qué?
-De esto

Al ver el periódico que le extendía John, el chico no espero ni un instante más y se lo arrebato con fuerza, buscando alguna cosa que hablara de él o de la banda en general. Ya sabía que algo así tenía que haber, por todas las veces que le llevaban el diario cuando eso sucedía. Sin embargo, al encontrar la noticia y lo que esta decía, lo cerró con fuerza y comenzó a peinarse, dejando mostrar su cara de enojo en el acto, provocando que John comenzara a reírse descaradamente.

-¿Y ahora qué te pasa?
-Parece que Mía te ha ayudado a hacerte publicidad
-No te burles John, no me gusta nada todo ese asunto
-Ya se, por eso me pongo a reír. De alguna manera, todo eso es gracioso
-Pues para mí no lo es
-¿Qué te traes con Mía?. Le pregunto John, con más seriedad e intriga
-Nada, solo somos amigos. Respondió Paul, sentándose a su lado
-No te creo, hay algo mas, ¿no es así?

Sorprendiéndose, de lo mucho que John lo podía conocer, lanzo un bufido y volvió a ver a su amigo, para responderle con la mirada, que en realidad si había algo.
-Lo sabía, es demasiado obvio. Exclamo John, entre risas
-En realidad no, pero tú eres un chismoso
-¿La quieres?
-No lo sé, no sé exactamente lo que siento por ella, antes estaba seguro de que ya no la quería más, de que la había olvidado, pero desde que regreso, las cosas son muy confusas. Confesó el chico, con un poco de tristeza y preocupación
-Entiendo, aunque yo siendo tú, no la dejo ir más. Mira, es hermosa, inteligente, tiene una personalidad fuerte e interesante y es la madre de tu hija
-¿Y que estas tratando de decirme con todo eso?
-No se Paul, piénsalo, hasta yo quisiera que Cyn fuera como ella
-¿Me estás diciendo que comience una relación con Mía?
-Quizás

Y sin nada más que decir, John se levanto y salió de la habitación, dejando al chico ahí solo de nuevo, esta vez pensando seriamente en lo que el acababa de decirle. No podía negar que Mía, podía ser la novia o esposa perfecta, pero aun no estaba seguro de lo que sentía por ella  y tenía que aclarar sus sentimientos antes de tomar una decisión.

……………………………………………………………………………

En su hora de almuerzo, Mía, sin ganas de comer nada y aun molesta por lo mucho de lo se estaba hablando de ella en la prensa. Se fue a la tienda de discos, la música seria de gran ayuda en esos momentos.
La música pop, que era lo más se vendía en esos días, la seguía atrayendo, pero al haberse alejado un poco de ella cuando se fue a Francia, decidió ver que había salido nuevo e ignorando a los jóvenes que abundaban en esa sección de la tienda, se dispuso a ver con curiosidad, los discos de los Beatles. No los había escuchando con mucha atención todavía y mientras pensaba si se llevaba alguno o no. No se dio cuenta la manera en que un par de chicas la observaban, no muy lejos de donde ella estaba. Rondaban los 15 o 17 años y parecían ser fans de los chicos, por unos bolsos que llevaban de la banda, pero nada de eso lo noto Mía y con tranquilidad siguió viendo los discos, hasta que ambas decidieron acercarse a hablarle.

-Disculpe, ¿usted es Mía Robinson?. Le pregunto una de ellas con una sonrisa,  haciendo que Mía levantara la mirada
-Sí, soy yo. Contesto finalmente la chica, con un poco de inseguridad
-Me llamo Natalie y ella es mi amiga Lu. Le dijo la chica con amabilidad
-Mucho gusto
-Nunca nos imaginamos encontrarte aquí. Le dijo esta vez Lu, con nerviosísimo
-Bueno, mi trabajo no queda muy lejos y decidí hacer algo diferente en mi hora libre
-Esta mañana te vimos en el periódico. ¿Es cierto que Paul está viviendo contigo?
-Pues…… si, así es
-¿Y son novios?
-No, para nada, solo somos amigos. Contesto la chica, todavía insegura y también nerviosa
-Oh que lastima, pero bueno aun así te envidiamos mucho, Paul es muy guapo y que tengas una hija con él, todas quisieras eso

Con una sonrisa, Mía tomo un poco mas de confianza y se sonrojo un poco al escuchar lo que las chicas le decían. Parecían ser una fans muy agradables y estaba feliz de que alguno bueno por fin le pasara ese día.

-Fue muy triste lo que paso con Jane, pero te aceptamos de buena manera, eres muy agradable y bonita
-¿En serio?
-Claro, no nos das celos, o bueno por lo menos no a nosotras
-No saben lo feliz que me hacen, pensé que todas las fans de los chicos me estaban odiando
-Pues no cuentes con nosotras para eso, ojala tú y Paul se casen algún día, lo harías muy feliz

La palabra “casarse”, no estaba en su vocabulario por el momento, pero escuchar como esas chicas le seguían diciendo cosas agradables, la animo todavía más y después de preguntarles que disco convenía mas comprar de ellos, se quedo toda su hora libre con ellas en esa tienda de discos, al final llevándose todos los discos que The Beatles habian sacado hasta el momento.

………………………………………………………………………………

Mientras tanto en uno de los estudios de la BBC, los chicos se encontraban, terminando una entrevista. Una de las ultimas para ese exitoso año y aunque Paul se incomodara por momentos, gracias a algunas preguntas que le hacían sobre Mía y su hija, salieron de ahí satisfechos y felices de haber acabado por fin uno de los tantos compromisos que tenían en la agenda.

-Tomen y no me hagan ir más a buscar algo de tomar. Les dijo Mal, cansado de andar por todo lado
-¿Agua?, pensé que nos traerías una cerveza………. Estas despedido. Le contesto John, en broma
-Sí, claro. Replico Mal, con sarcasmo
-Por lo menos Brian no nos acompaño hoy
-¿De qué te quejas?, igual nos deja muchas cosas que hacer
 -¿Y ahora a donde tenemos que ir?. Pregunto Paul, algo distraído

Pero de inmediato, una voz femenina que provenía desde el otro extremo del pasillo, los interrumpió e hizo que todos volvieran a ver hacia la dirección de donde venia. Dándose cuenta que se trataba de Sarah, quien venía con una mujer a su lado.

-Chicos, no sabía que estaban aquí
-Cariño, ¿Qué andas haciendo por aquí?. Le pregunto Ringo, muy feliz de ver a su novia esa tarde
-Teníamos que venir a una entrevista pero ya terminamos. Le respondió George, a la vez que encendía un cigarrillo
-Ya veo, pero bueno, les presento a la Señora Miller

Los chicos, que nunca habian visto a la dama antes en su vida, sino solamente en televisión por el programa de cocina que esta tenia, se presentaron amablemente y luego comenzaron a hacer conversación con ella y Sarah. Dejando luego salir un poco, la personalidad de cada uno.

-Es una casualidad encontrarlos por aquí, siempre he querido entrevistarlos, pero supongo que 4 hombres en un programa de cocina, sería un poco raro
-A George le encantaría ir, disfruta mucho la comida. Le contesto Paul, con una sonrisa, viendo como George lo miraba un poco mal
-¿Ah sí?, entonces lo tomare en cuenta
-La Señora Miller también tiene una agencia de bienes raíces, muy exitosa. Comento Sarah, para hacer tema de conversación
-¿En serio?, justamente lo que necesitamos ahora. Replico Ringo, con la sonrisa más grandes que Sarah le había visto
-Sí, los tortolos se quieren ir a vivir juntos……..gran error. Dijo ahora John, encogiendo los hombros
-No es un error John. Le contesto Ringo, un poco enojado
-En realidad, es precipitado, solo eso. Dijo Sarah, con incomodidad
-Bueno, cualquier cosa esta es mi tarjeta, pueden llamarme y los ayudo a buscarse un lindo hogar. Les dijo la Señora Miller, extendiéndole una tarjeta a Ringo, que recibió gustoso

Pero para Sarah, seguía siendo apresurado todo ese asunto de la casa y después de decirle a la mujer que aun se encontraban pensando en todo eso, se despidieron de ella, excepto Ringo, que un cabizbajo por lo poco entusiasmada que estaba su novia con ese plan, tampoco se despidió de ella cuando llego la hora de partir.

………………………………………………………………………………….

En la noche, después de asistir a una clase en la universidad y salir un poco temprano. Victoria, que ahora sabia conducir mejor, su motocicleta, salió de la facultad, después de despedirse de unos cuantos compañeros, sin contar que Layla la seguía.
-Oye Vicky, espérame
-Hey, no sabía que venias detrás mias, disculpa
-¿A dónde vas tan apresurada?. Le pregunto la chica, tomando aire
-A casa, es tarde. Le respondió Victoria, emprendiendo su camino
-¿Oye pero ese no es el amigo tuyo Mod, con el que ahora andas mucho?. Le pregunto Layla, viendo hacia la dirección en donde estaba el recostado a su vehículo

Victoria extrañada, volvió a ver también hacia esa dirección, confirmando que efectivamente ahí estaba Joseph, al parecer esperando a alguien, o más bien, esperando a ella.

-Joseph, hola. Lo saludo Victoria, cuando decidió acercársele
-Vicky, ya saliste, que bien
-¿Qué haces aquí?. Pregunto la chica, de manera confundida
-Vine por ti, necesito que me acompañes a un lugar
-¿Un lugar?
-Así es

Aun mas confundida, escucho como su amiga le dijo que fuera y que la vería después, dejándola sola con el inmediatamente y sin otra opción más que acompañarlo, aun todavía no sabiendo a donde iban. Así que siguiéndolo en su propia motocicleta, llegaron luego a una farmacia ya cerrada, que estaba tan solo un par de calles debajo de la universidad.

-¿Por qué vinimos aquí?. Pregunto la chica, aun mas confundida
-Ya veras, tu solo sígueme

Insegura y con malos presentimientos, Victoria lo volvió a seguir, esta vez hasta la parte de atrás del establecimiento: un lugar oscuro y con escaza iluminación. No sabia todavía que tramaba Joseph, pero al verlo recoger una piedra y luego subirse a un contenedor de basura, comenzó a entender mejor lo que el quería hacer,

-No te vas a meter como un ladrón a esa farmacia, ¿cierto?
-Escucha Vicky, esto lo hacemos siempre, tu quédate tranquila y súbete aquí para que me ilumines con esto. Le contesto el chico, sacando una linterna de su chaqueta
-¿Y para que quieres meterte ahí?. Volvió a preguntar Victoria, esta vez con miedo
-Ya veras

Después de romper la ventana con la roca, comenzó a meterse poco a poco, sin miedo alguno. No obstante, Vicky, con miedo de que los atraparan se quedo abajo, sin obedecer a las órdenes que él le había dado momentos antes. Ni siquiera sabía para que se estuviera metiendo a una farmacia y no quería dormir en la cárcel esa noche. Dándose cuenta luego como eso podía cumplirse, ya que una alarma comenzaba a sonar estruendosamente desde el interior de la tienda.

-Listo, vámonos de aquí. Escucho que decía Joseph, saliendo inmediatamente de un salto
-¿Qué llevas ahí?. Le pregunto Victoria, observando sus manos llenas de algo que no identificaba
-Ahora te enseño, corre
Y eso hizo, encendiendo su motocicleta lo más rápido que pudo y yéndose inmediatamente, todavía con mucho miedo de que los atrapara la policía, ya que Joseph definitivamente se había robado algo de ahí y eso lo convertía en un ladrón y a ella en su cómplice.

-Tranquilízate, nunca nos atrapan. Le dijo el chico, después de parar al lado de la carretera
-¿Qué agarraste?
-Esto. Le contesto el chico, enseñándole las tabletas de pastillas que tenía en las manos
-¿Para qué te trajiste eso?
-Deja de hacer preguntas, aturdes. Solo toma unas cuantas, es lo que consumes siempre cuando estás conmigo

Si, eran las anfetaminas que él le venía dando el principio. De esos lugares era donde casi siempre las conseguían y ahora al saber que en realidad se las robaban la mayoría del tiempo, no estaba muy segura de seguirlas consumiendo. No obstante, el chico la convenció como siempre y después de caer y hacerlo otra vez, comenzó una de las tantas noches alocadas que venía teniendo últimamente.

………………………………………………………………………………………………

En la casa de Mía, todos estaban reunidos cenando como todas las noches, aunque esta vez algo diferente había y era la presencia de Thomas, quien finalmente había llegado después de aceptar la invitación. Paul que también hacia acto de presencia, se sentó en frente de Thomas y al lado de su hija, por alguna razón no le agradaba mucho esa visita, pero sin hacer ningún comentario se dispuso a comer en silencio, mientras la chica hacia conversación con su amigo.
-Fue muy gracioso, jamás me había divertido tanto tomando fotos
-Ya lo sé, tenemos que seguir haciendo trabajos juntos
-Y luego cuando el Señor del taxi nos pregunto si éramos novios, fue muy incomodo pero divertido
-Sí, aunque ojala fuera verdad

Con cada contestación de Thomas, las ganas de comer se le quitaban a Paul poco a poco y con esta última, mucho más. No le gustaría que Mía tuviera un novio como él, sentía que ella se merecía algo mejor y eso y mucho mas quería decirle, mientras lo miraba de reojo, no muy agradablemente.

-Ah Mía no le gustan las relaciones serias. Comento finalmente Paul, sínicamente
-Claro, después de estar con alguien como tú, ni yo quisiera. Le contesto Thomas, secamente
-No es por Paul. Intervino diciendo la chica, un poco incomoda
-Claro que no sería por mí. Replico Paul, con una media sonrisa
-Da igual. Mascullo Thomas, no muy contento con la contestación de Mía
-No da igual, además, tengo ventajas
-¿Ventajas de qué?. Pregunto Mía, contrariada
-Tengo una hija contigo, fui tu primer novio, tu primer beso y también cita y otras cosas que delante de niños no se dice. Contesto Paul, ahora con una sonrisa victoriosa
-Esas no son ventajas, son desventajas en realidad. Le dijo Thomas, con mirada asesina
-Si tú lo dices, pero de todas formas a Mía ya no le gustan las relaciones

Aun mas incomoda con la conversación, la chica cambio inmediatamente de tema, poniéndose luego algo molesta por la manera en que los dos chicos se miraban y se decían las cosas. No quería ningún tipo de tensión esa noche y a pesar de que no dijo nada al respecto, durante la velada, decidió hablar en privado con Paul, apenas Thomas se fue.

-No estuvo tan mal, el espagueti te quedo muy bien. Le dijo Paul, después de ir a acostar a Isabelle
-Gracias
-Aunque ese chico, es un poco atrevido
-Y tú eres un idiota Paul
-¿Disculpa?
-Le dijiste cosas que no deberías y lo mirabas mal
-El también lo hacia
-Es mi amigo Paul, actuaste como un novio celoso
-Y si son celos, ¿Qué?
- No somos nada, recuérdalo
-Ese chico no es para ti Mía, punto
-Y tú tampoco lo eres, ni nunca lo fuiste
-¿Qué me estas queriendo decir con eso?. Pregunto el chico, un poco alterado
-Que ni tu serviste como novio, ni el serviría como novio, eso. Le respondió Mía, enojada

Y cansada de seguir esa conversación, se dispuso a ir a acostarse y olvidar el asunto. No obstante, Paul aun no entendía bien las cosas que ella le dijo y con fuerza la jalo del brazo y la acerco a él, provocando que la chica le diera una fuerte bofetada.

-Eres la chica más difícil del mundo
-Y tú el más vanidoso, egocéntrico y estúpido
- Pues tú eres igual, ¿sabías?
-Claro que lo sé, pero no actuó como estúpida delante de tus amigas
-Yo no actué como estúpido, solo le dije las verdades
-Pues deberías de escuchar las verdades tú también, porque estas confundiendo mucho las cosas Paul
-¿Ah sí?, a ver dime de qué manera las confundo
-Piensas que como te acuestas conmigo, tienes derecho sobre mí y así no es, eres muy posesivo, por eso te buscas novias tontas, pero yo no soy tonta y por eso no puedo ser tu novia, ni nada parecido

Y todavía mas molesta, le dio la espalda y subió a su habitación, soltando un bufido de fastidio. Sin embargo, Paul que se quedo ahí parado, después de sentir como puñaladas las palabras de la chica, le dio lugar a su orgullo y también subió a su habitación, pero no a dormir, si no a hacer la maleta. De esto dándose cuenta Mía, cuando escucho el auto encenderse y el portón abrirse.

-¿A dónde vas?. Le pregunto en un grito, después de salir corriendo a las afueras de la casa
-Me largo de aquí. Respondió Paul, de mala manera
-Eres un dramático, yo no te eche
-Ya sé, pero no me quedare mas aquí, escuchando tus tonterías
-¿Qué hay de Isabelle?
-La vendré a ver como siempre, buena suerte con Thomas

Y sin más, salió de allí, con todas su maletas y ahora fue él quien dejo a la chica ahí parada, tratando de asimilar todo lo que acababa de ocurrir. Tan solo el día de ayer, las cosas entre ellos estaban bien y ahora el se había ido quien sabe dónde, esto último confirmándole que quizás, al final, su relación con Paul siempre iba a ser disfuncional y lo mejor era mantenerlo lejos de ella. 

lunes, 15 de abril de 2013

Capitulo 36


Estaba segura que había visto ese auto en alguna parte, en una película o algo por el estilo, pero mientras Mía pensaba en frente de ese Aston Martin, nuevo de paquete y ya casi se le venía a la mente, donde y cuando lo había visto, Paul entro al garaje, rápidamente. Su auto nuevo por fin había llegado, lo había encargado  hacia un tiempo y se encontraba muy entusiasmado con nueva adquisición.

-Mía, ¿Qué haces aquí?. Pregunto Paul muy extrañado de verla ahí parada, mirando fijamente el auto
-Paul, al fin llegas. ¿Me puedes decir de quien es este auto?
-Es mío. Respondió Paul, con una gran sonrisa, a la vez que abría la puerta del conductor
-¿Por qué no me contaste que te habías comprado el auto que sale en James Bond?
-No sé, creo que lo olvide
-Ah, sí ya me di cuenta

En esos momentos, Isabelle que aun se mantenía bajo el cuidado de Victoria, salió de la casa para ir a buscar a sus padres, dirigiéndose a donde estaban, cuando escucho sus voces. No le gustaba estar lejos de alguno, cuando llegaban por fin a casa y al entrar e interrumpir la conversación, Mía le agradeció con la mirada, ya que desde el ultimo día de la gira, estaba molesta con Paul y no le gustaba hablarle tanto como antes.

-Isa, mira que preciosura de auto. ¿Te gusta?. Le pregunto su padre, apenas la puso en sus brazos y ambos observaban el vehículo
-Sí. Contesto la niña, también asintiendo con la cabeza
-¿Quieres ir a dar una vuelta?
-Sí, vamos, vamos ya. Volvió a contestar Isabelle, ahora muy entusiasmada
-Mía, ¿quieres venir?
-No gracias, aquí estoy bien. Le respondió Mía a Paul, cortante
-Vamos mami, vamos. Le dijo la niña, de forma insistente, apenas Paul la puso en el suelo nuevamente
-No Isa, ve con tu padre sola, estarán bien
-No, yo quiero ir contigo
-Vamos Mía, es solo un paseo, no es para tanto
-Bien, bien, me rindo, iré con ustedes

Con una sonrisa victoriosa, Paul invito también a Victoria a unirse al paseo y al esta aceptar con gusto, se subieron todos al nuevo auto, que demostraba de inmediato, lo millonario que era ahora el chico. No obstante, mientras Isa hablaba sin parar en todo el camino, Mía iba callada al lado de Paul, mirando por la ventanilla, como si lo que estuviera en la calle, fue más interesante de lo normal………

-Mami, quiero un helado. Escucho que le decía Isabelle, cerca de su oído
-Hace frio Isabelle. Replico la chica, de mala manera
-Pero yo quiero un helado. Volvió a decir la niña, con tono triste
-Yo la puedo llevar a la heladería que queda aquí cerca, si quieren. Comento Victoria, con naturalidad
-¿En serio nos harías el favor?. Le pregunto Paul, viéndola por el espejo retrovisor
-Claro, desde la mañana que quiere uno, pero no tenía dinero para llevarla
-Está bien, gracias Vicky
Paul, después de agradecerle un par de veces a la chica, paro el auto justo al frente del establecimiento y les ayudo a bajar, antes de darle unos cuantos billetes a Victoria y subirse de nuevo al auto, ahora solo con Mía como acompañante. Sin embargo, él sabía muy bien que la chica estaba disgustada con el por algo y cansado de que casi siempre lo ignorara o le hablara secamente, quiso contentarla de alguna manera y se desvió de ruta, dispuesto a llevarla algo lejos con él, a un lugar privado donde pudieran conversar…….

-Paul, ¿Qué planeas?. Le pregunto la chica, con mala cara al darse cuenta que no iban, camino a casa
-No sé, pensé en extender el paseo, ahora solo contigo
-Estoy cansada, sabes y no me apetece ir alardeando contigo, el auto por toda la ciudad
-No vamos a ir al centro de la ciudad, si no a un lugar más lejos. Contesto Paul, con una media sonrisa
-Dios, que atrevido eres. Mascullo Mía, más molesta que antes
-Gracias por confirmarlo……….

……………………………………………………………………………………

Ringo y Sarah, disfrutaban su corto descanso, sentados en el sillón, mirando televisión. Hacía mucho que no descansaban tanto y quisieron aprovechar su día libre, juntos, como desde eran pareja, hacían…….

-Rich
-¿Qué?
-Creo que va a llover
-Que llueva entonces
Sarah se levanto de un salto, antes de dirigirse a la ventana y ver como en el cielo gris, todas las nubes se juntaban, listas para mojar la tierra y todo lo que se encontraran a su paso. Sin embargo, ella al estar protegida bajo ese techo, se sintió protegida luego, cuando sintió como su novio la abrazaba por detrás. Todo era perfecto, hasta el momento, pero una cierta inseguridad comenzaba a inundar su mente y corazón. Una inseguridad que nunca había sentido con Ringo y que al no saber exactamente, porque comenzaba a sentir eso, solo esperaba que no arruinara nada……….

-¿Pasa algo?. Pregunto Ringo, al verla tan callada
-No, ¿Por qué lo preguntas?
-No sé, no has hablado mucho hoy
-No es nada Richard
-¿Estás segura?
-Por supuesto que sí. Respondió la chica, con una sonrisa juguetona antes de voltearse y darle un beso

Ringo, siguiéndole el juego, la llevo hasta el sillón, donde comenzó luego a desnudarla, ya que el beso se iba haciendo cada vez más apasionado. No obstante, Sarah al darse cuenta lo que su novio hacia, lo aparto bruscamente, parándose del sillón nuevamente, mientras ponía sus manos en el rostro, desesperadamente….

-¿Qué sucede?
-Nada, lo siento. Respondió la chica, muy apenada, con las manos todavía sobre su rostro
-Que pasa cariño, hoy estas muy rara
-Ya te dije que no es nada, es solo que hoy no tengo ganas
Pero Ringo ya la conocía demasiado, como para creerse eso y preocupado, la volvió a abrazar por detrás, esta vez dándole un beso en la cabeza,

-Richard, ¿no crees que vamos un poco rápido?
-¿Rápido?
-Si ya sabes, con todo eso de irnos a vivir juntos

Y esa era exactamente la inseguridad de la chica. Sarah siempre había sido tan independiente, que el hecho de irse a vivir con su novio, le era algo extraño. Amaba a Ringo, como nunca antes a una persona, pero se sentía muy joven todavía, para dar ese paso y aunque al principio estaba totalmente de acuerdo, ahora se encontraba confundida e indecisa al respecto………

-No entiendo Sarah
-Lo que pasa es que pienso que es muy pronto
-¿Pronto?, tenemos un año y medio de noviazgo
-Si ya sé, pero no sé, me siento muy inexperta todavía
-Pues sácate eso de la cabeza, nos iremos a vivir juntos y todo saldrá bien. Te lo prometo

Pero aun así, Sarah tenía dudas, sentía que la relación podía arruinarse si empezaban a vivir bajo el mismo techo y le dolería bastante algo así. Así que sin decir nada mas, solo asintió y cambio de tema, dispuesta a talvez olvidar ella misma todo ese asunto.

………………………………………………………………………………….

Cansado de estar encerrado en su casa, casi todo el día. John se dispuso a salir un rato a algún lado, importándole poco si se avecinaba una tormenta o no. Ni siquiera Julian estaba despierto como para ponerse a jugar con él y Cynthia, estaba en la cocina ayudándole a la ama de llaves, hacer la cena. Por lo que un poco harto y aburrido, se puso una de sus tantas chaquetas y llamo al chofer, que lo llevaba siempre a donde quisiera. No sabía conducir todavía, pero por lo menos el pobre hombre ni rechistaba y le hacía caso.

-¿A dónde vas?. Le pregunto Cynthia, apenas lo vio dirigirse a la puerta principal
-Voy a salir un rato, no tengo nada que hacer aquí
-Pero falta poco para la cena John
-No falta poco para la cena Cyn y volveré temprano
-Eso espero……..

Con una sonrisa bobalicona, John abrió la puerta y luego camino hasta donde estaba su esposa, para darle un beso de despedida. Hubiera querido hasta llevarla con él, pero la verdad es que ella se entretenía mas haciendo otras cosa y esa tarde quería estar solo………

-Solo ire a algún lado a distraerme
-¿A un bar?
-No, no tengo ganas de ir a un bar
-Ten cuidado con las fans
-Sí, claro…….

Mientras llegaba a la ciudad, se le ocurrió pasar por una librería, donde vendían el tipo de libros que a él le gustaba y disfrutaba leer. Nunca se encontraba con una fan ahí y pensó que sería el lugar ideal. Al decirle a Alf que lo llevara hasta el lugar que quedaba cerca de Piccadilly. Se bajo apenas el auto paro y se encamino a la entra en forma apresurada, para no ser reconocido al instante por gente que venía caminando en su dirección. El lugar, afortunadamente, se encontraba un poco vacio y más tranquilo, se puso a ver unos libros que venían saliendo y que estaban en una mesa grande. Ya las dependientas lo conocían y como no eran fans, lo dejaban ver y comprar tranquilo. Sin embargo, una conocida del chico, estaba también en la tienda y apenas lo vio concentrado con lo que tenía en la mano, decidió interrumpirlo minuciosamente, para que no se molestara, ya que había escuchado que John Lennon tenía mal carácter.

-Hola John
-Regina, que gusto verte. Contesto el chico, apenas escucho su voz y levanto la mirada
-No sabía que venias aquí, que interesante saberlo
-¿Tu también compras libros aquí?. Pregunto John, contrariado
-Sí, es la única librería que me agrada
-Lo sé, a mí también
-Qué casualidad entonces. Exclamo Regina, en medio de una risotada
-Sí, mucha casualidad
-Pensé que los Beatles estarían ocupado en estas fechas
-Solo tenemos unos días libres, los shows de navidad comenzaran pronto
Apenada, ya que sabía lo incomodo y molesto que pudiera ser alguien, que hablaba mientras se observaba algo de interés. No hablo más y se puso a ver una revista que estaba cerca de John. El chico le caía bien y aunque ella no era muy sociable, se le hacía interesante la personalidad de él y ahora era hasta una de las pocas personas que realmente le agradaban……….

-Entonces pintas, ¿no?. Le pregunto John, tratando de seguir haciendo conversación con ella
-Así es
-Que bien, yo pintaba cuando estaba en el colegio de arte, pero nunca fui muy bueno
-Vaya, no sabía que estuviste en una escuela de arte
-Muy poca gente lo sabe en realidad. Tenía un amigo que pintaba mucho mejor que yo, creo que su amistad fue lo único positivo que saque de ese instituto…………. Ah y las chicas desnudas que ponían de modelos también

Regina, rio en silencio, por lo último que dijo John y aun más interesada en ese hecho que no conocía de él. Se le ocurrió invitarlo a su taller, que justo, no quedaba muy lejos de ahí.

-Y tu amigo, ¿Dónde está?

Al no esperar esa pregunta, se incomodo un poco ya que no le gustaba mucho hablar de Stuart. No obstante, al ver que al no le agrado mucho su duda, quiso cambiar de tema de inmediato…….

-Sabes, te puedo invitar a mi taller un día. Ya sabes, para que veas mis pinturas
-Estaría bien
-Entonces, te apuntare la dirección, yo siempre estoy ahí, así que puedes llegarte cuando quieras

Minutos después, se despidió de ella y sin haber comprado absolutamente nada, salió de allí con la dirección de la chica en la mano. Pensando en si ir un día o no, ya que aunque la chica era muy bonita e igualmente interesante, no era como las chicas que venía conociendo últimamente y hasta le intimidaba un poco…..

……………………………………………………………………………….

Aun molesta con Paul, Mía se sentó en una parte de césped y simplemente lo ignoro un buen rato. En el que Paul se dedico a caminar en los alrededores y a tocar un poco su guitarra, la misma que siempre traía con él, a donde fuera. El lugar, donde había llevado a la chica, era como un bosque, desconocido para mucha gente ya que se notaba que nadie iba ahí muy seguido. Desde donde estaban, podían escuchar un rio pasar y las aves que pedían agua sin parar, eran lo único que se interponía entre el silencio que había entre ellos dos.

-Creo que de aquí podría salir una buena canción, ¿no crees?
-¿Disculpa?
-Nada, olvídalo. Respondió Paul, dejando su instrumento de lado
-Es un lugar bonito este. ¿Cómo lo descubriste?
-No lo recuerdo, fue hace mucho, cuando vivía en Liverpool y venia a Londres de vez en cuando

Recordando que en su bolso, estaba su cámara, se paro y fue al auto a traerla, ya que el escenario que tenía en frente y al lado, le parecía ideal para tomar unas buenas fotografías.
-Mía, ¿puedo preguntarte algo?
-Ya lo acabas de hacer. Contesto la chica, un poco lejos de el
-¿Estas molesta conmigo?. Pregunto el chico esta vez, después de lanzar un bufido de fastidio
-¿Molesta yo?, ¿Por qué tendría que estar molesta?
-No lo sé, desde que regrese de la gira casi ni me hablas
-He estado ocupada y lo sabes
-Se sincera conmigo Mía, se que hice algo que te molesto y quiero saber que es

Cansada, de las insistencias del chico, se acerco a él, dispuesta a decirle porque se encontraba tan seria. Estaba segura que nunca antes iba a ser tan sincera y respirando profundo, dejo también su cámara al lado y lo miro a los ojos, lista para decirle el porqué se encontraba molesta.

-Lo que pasa es que te comportaste muy mal conmigo en Bristol
-¿Qué?, ¿Cómo que me comporte muy mal contigo?
-Sí, me ignoraste todo el día y cuando me viste por primera vez fuiste muy frio
-Oh vaya, entonces es eso. Aun así no creo que sea solo eso
-¿Cómo?
-Mía, la chica con la que me viste, no es nadie, solo era una fan que nos venía siguiendo y cuando logro colarse a los vestidores, la invite a seguir el camino junto a nosotros
-Y te acostaste con ella
-Sí, lo hice, pero siempre hago eso en las giras, en realidad todos los hacemos. Oh bueno, por lo menos ahora, John, George y yo
-Si ya eso lo sabía
-¿Entonces porque te molestas?
-No me moleste por eso Paul

Paul, al querer decirle algo mas, escucho como un trueno caía estrepitosamente, cerca de donde estaban y de inmediato una lluvia intensa comenzó a caer sobre ambos, mojándolos de pies a cabeza casi en el acto…..

-Creo que es hora de irnos. Dijo Mía, comenzando a correr hacia el auto
-No, espera
-¿Y ahora que quieres?
-Mía, yo………….. yo no quiero que sigas molesta conmigo. Le contesto el chico, a la vez que le agarraba el brazo y seguían bajo el aguacero
-Bien, ya no lo estaré. Ahora metete al auto
-No quiero que te sigas molestando por estupideces, somos adultos ya
-Sí, pero lamentablemente te sigues comportando como un adolescente
-Estoy  joven todavía Mía y tú también, deja de comportarte como una señora de 50 años. ¿Qué paso con la chica atrevida que conocí y que ame profundamente?
-Maduro
-No digas tonterías, te necesito entiendes. Jane ha muerto, estoy solo ahora
-¿Y a mí qué?, no soy nada tuyo
-Eres mi amiga, mi mejor amiga Mía
-Pero nuestra amistad no es sana Paul
-¿Por qué lo dices?
-Nos pasamos acostando a cada rato, somos amantes no amigos
-No, Mía te equivocas
-No Paul, tú te equivocas. Hubiéramos podido tener una linda amistad, pero lo arruinamos en Nueva York

Al ver que Paul ya no tenía nada más que decir, se metió al auto, pero no a la parte de adelante, sino a la parte de atrás ya que era la puerta que le quedaba más cerca. No obstante, Paul la imito y se sentó a su lado, temblando de frio por el montón de agua que les había caído momentos antes.

-Creo que nos vamos a enfermar. Comento Mía, quitándose su abrigo y secándose luego un poco con el
-Me meteré en problemas si me enfermo
-Ven, quítate el abrigo también, entre menos cosas mojadas tengamos encima, mejor
-No podre conducir con esta tormenta, no se va a ver ni la carretera
-Entonces esperemos a que baje la lluvia, tarde o temprano dejara de llover
-Sí, eso espero……

Lamentándose en sus adentros, haber mojado la parte interior de su auto nuevo, se quito también la camisa y observo como la chica, se quitaba los zapatos y sus pantis, mostrando sus lindas piernas en el acto, sin ninguna censura……………

-¿Hacia falta quitarse eso?. Le pregunto Paul con una sonrisa juguetona
-Por supuesto que sí, entre menos ropa tengamos encima mejor, ya te lo dije. Respondió Mía, de mala manera
-Entonces quítate todo, por mi no hay problema
-Tú no cambias nunca
-No, no creo, además ya te he visto desnuda muchas veces
-Ah sí, es verdad

Y para tratarlo de molestar, hizo lo que le dijo y se comenzó a quitar su vestido, quedando en ropa interior poco después. Divertido con la situación, Paul comenzó a reír y luego la atrajo hacia él para abrazarla  y protegerla un poco del frio que sabía, la chica iba a comenzar a sentir……

-Te quiero, aunque tú no a mi
-No digas tonterías Paul, yo te tengo mucho cariño también
-¿Entonces porque eres tan mala conmigo?
-No soy mala, si no realista
-Pues deja el realismo un rato, que me cansa

Al ver que la chica se acomodaba para mirarlo a los ojos otra vez, la acerco de nuevo a él y le dio un beso en la boca, que ella de inmediato correspondió. Aunque le estaba comenzando a cansar ese juego, no podía negarse a él y de nuevo se dejo llevar, olvidando todo lo que le había dicho antes. Porque de todos modos, le gustaba mucho estar en la intimidad con Paul y una vez más, no le haría daño a nadie……….

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Todavía exhausta, por casi no dormir, Victoria miro detenidamente las píldoras que tenía en la palma de su mano. Isabelle ahora estaba tomando su siesta, Paul y Mía no regresaban y nadie se daría cuenta del cambio repentino de energía que había sufrido. Sin embargo, cuando se metió las 3 píldoras a la boca y luego se tomo un vaso entero de agua, se sentó enfrente de la chimenea encendida y abrió el libro que estaba comenzando a leer. Tratando ya no de pensar en lo que acababa de hacer, no quería hacerse una adicta a las anfetaminas ni a algún tipo de droga similar, pero era lo único que la podía ayudar a sobrellevar el estilo de vida frenético que tenia ahora

-Todo estará bien Vicky, todo estará bien. Se dijo a ella misma, en un susurro

Pero al pensar que estaría sola un buen rato mas, escucho el timbre sonar en repetidas ocasiones y al llegar a la puerta, casi corriendo, se encontró con George plantado ahí, con un paraguas ya cerrado en una de sus manos…….

-George, que sorpresa
-Hola Vicky
-Paul y Mía no se encuentran, se fueron hace rato y no han vuelto
-Oh que lastima, tenía que hablar con Paul
-Si quieres lo esperas, no creo que tarden llegar
-Me parece bien, gracias

Sin mucha molestia, se adentro a la casa y la siguió hasta el salón principal, que se encontraba sin ninguna luz encendida, La fuego de la chimenea era lo único que alumbraba el lugar y sin darle mucha importancia a todo aquello, se sentó en uno de los sillones y vio extrañado como Vicky caminaba de aquí para allá, acomodando cosas que no era necesario acomodar…….

-¿Te encuentras bien?
-Sí, claro que sí. Respondió Victoria, de manera rápida
-¿Estas temblando?
-No, ¿Por qué estaría temblando?
-No sé, desde aquí parece que sí. Contesto George, confundido, encaminándose hacia donde ella estaba
-No es nada George
-Sí, estas temblando. ¿Estás enferma acaso?
-No, me siento de maravilla
-¿Qué te tomaste?
-Nada, nada, lo juro

Pero sin creerle mucho, George encendió una de las luces y con sus manos rodeo el rostro de la chica, para que ella lo mirara fijamente. No era normal que estuviera temblando y estuviera tan hiperactiva, hasta comenzaba a sospechar que la chica se había tomado alguna cosa extraña y eso le preocupaba mucho más……..

-He escuchado lo que consumen los Mods, no caigas en eso. Le dijo George, con voz tranquila
-Yo no soy una Mod
-Claro que si, se nota
-Bien, quizás si lo sea
-Ves, yo tenía razón
-Pero no me molestes, es mi vida
-El problema es que estas metiéndote cosas que no debes
-¿Y?, de lo más seguro tú haces lo mismo
-Sí, es cierto, pero nunca anfetaminas y esas porquerías
-Da igual
-No da igual Victoria
-Y bueno, ¿desde cuándo te preocupas por mi?. Solo somos conocidos
-Sí, es verdad, es una tontería todo esto. Ya me voy
-No, no te vayas todavía. Paul ya casi viene
-No importa, vendré después
-George, no exageres. No te quise lastimar con eso que dije
-Eres la chica más extraña que he conocido en mi vida
-Y tu también

Con una sonrisa, George que ya hasta se disponía a irse de ahí, se acerco de nuevo a ella y la abrazo. Ni el sabia porque hacia eso, pero le atraía mucho esa chica y la verdad es que no quería verla metida en esas cosas……..

-Quiero ser tu amigo Victoria
-Eres un Beatle, no puedes ser amigo de alguien como yo
-Lo de Beatle es lo de menos, soy una persona normal como tú y puedo tener cualquier tipo de amigo
-Sí, puede que tengas razón
-Amigos entonces
-Sí, amigos George

Y sin saber muy bien, la vida de la chica sí que había cambiado mucho en esos meses. Había conocido a los Beatles, se había convertido en Mod y todo gracias a un simple trabajo de niñera, que le comenzaba a gustar más que al principio, sobre todo con esa nueva amistad que ahora tenia y no una cualquiera, sino una muy especial………… 

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Hola a todas, aqui estoy de vuelta otra vez, perdon por no haber publicado este par de semanas, la verdad era que iba a publicar hasta mayo, pero me dio igual y me puse a escribir. Lo cierto es que no estuve muy inspirada todos estos dias y habia una idea que no me convencia del todo y tenia que arreglar, ahi ya sabran que es (aunque algunas ya sepan XD), tambien estuve un poco desanimada porque hay un rumor corriendo de que yo le copio a otras fan fics y nada que ver, yo trato de hacer todo lo mas original posible y que salgan con algo asi, es muy desalentador, pero bueno, aqui estoy de vuelta, espero que les haya agradado el capitulo, un cambio muy grande se acerca asi que esten atentas. Les queria contar tambien que talvez no publique tan seguido como antes, porque voy a comenzar a escribir mi primer libro y ahora voy a tener 2 cosas que escribir, pero tranquilas, publicare lo mas seguido que pueda ;) gracias por los comentarios y nos vemos