Capitulo 64: You Really Got Me

La pelea en el estudio, no tardo en llegar a oídos, de las personas no presentes esa tarde. Entre ellas Mía, que fue la primera al encontrarse a Paul con la nariz sangrando y la camisa llena de sangre. Había entrado en pánico y fue la primera vez que supo que el realmente le interesaba y preocupaba, sobre todo al todavía estar días después pendiente de él como si tuviese algo muy grave, aunque ya estuviera bien y casi ni se notara que tenía un golpe.

 Como era costumbre, la chica se levanto lo más temprano que pudo para preparar el desayuno, además, de darle la bienvenida a Victoria y la nueva ama de llaves, que no tenía mucho de haber sido contratada. Por supuesto, que Rommy no era, si no otra, mucho mayor llamada Rose, muy amable y con experiencia. Algo que a pesar de que a Mía la intimidaba un poco, le daba al mismo tiempo mucho gusto. Sin embargo, la situación la asusto todavía más, cuando Rose llegando de primera, la llamo de Señora y provoco que la chica fuera a su habitación, casi corriendo y se asomara en el espejo a ver si se veía tan vieja como para que la llamaran así.

-¿Qué te pasa?. Pregunto Paul entre risas, apenas levantándose de la cama

-Rose me dijo Señora, y con razón, tengo un aspecto como de mujer de 40 años

-No digas estupideces Mía, tienes apenas 22, y pareces de esa edad. Te llamo así porque eres la Señora de la casa, no porque parezcas vieja

Respirando profundo y pensando que Paul tenía razón, el humor con el que se despertó, volvió de inmediato, haciendo que fuera a hacerle algo de comer al chico y le preparara la mesa lo mejor que podía.

-¿Y esto?

-Tu desayuno

-Si te andas luciendo últimamente, ¿no?

-Es solo que……¿te duele aun la nariz?

-¿Si lo digo dejaras de atenderme como a un enfermo?

-No, siempre te atenderé como a un enfermo, de eso no te preocupes

-Que bien, ya me estaba preocupando

No obstante, la voz de Isabelle los interrumpió, cuando escucharon que dijo algo no muy adecuado para su edad. Y Mía abriendo los ojos como platos, se quedo viendo a Paul que la miraba de la misma forma, hasta que reaccionaron y se fueron hasta donde la niña estaba.

-Isa. ¿Por qué dijiste eso?

-No la regañes Mía, es una niña

-Paul, dijo “puta madre” y tiene 4 años, eso no está bien

-Lo siento. Dijo la niña cabizbaja alejándose un poco de su madre

-Isa, eso no se dice, solo los adultos pueden, ¿me escuchaste?

-Creo que somos malos padres, ambos

-Estoy de acuerdo, aunque creo que hay que alejarla de John, el lo dice delante suyo

-En ese caso también tengo que alejarla de ti porque te he escuchado decirlo y no digas que no porque toda la casa lo escucha

Entre risas, Mía puso en sus brazos a la niña que le esquivaba la mirada, para que no la siguieran regañando. Esa también era la primera vez que escuchaban a una niña pequeña decir una grosería como esa y realmente estaban apenados y pensando seriamente: si le daban un buen ejemplo o no, porque ya casi entraba a la escuela y eso podía ser un problema.

…………………………………………………………………………………….

 Sintiéndose mal por lo sucedido con Victoria, George la fue a buscar a su departamento muy temprano, encontrándosela cuando esta cerraba la puerta, dispuesta a salir hacia su trabajo. Necesitaba aclarar las cosas con ella y dejar todo por terminado, sin embargo, las insistencias de ella por la razón de llegar tarde a la casa de los McCartney, lo desperraron, hasta el punto de encerrarla en su habitación con él en su interior, para hablar tranquilamente. No quería esperar más tiempo, y la chica no tuvo más opción que obedecerle, sentándose indignada en la silla de su escritorio, para escucharlo. Teniendo una hora ahí con el que entre disculpas, y más cosas, intentaba que ella no le tuviera rencor.

-Todo esto es absurdo George. Replico la chica, cruzada de brazos, viendo una de las ventanas con la cortina corrida

-No lo es Vicky

-Sí, no quieres volver conmigo, ya eso lo sé. No resulte lo que creías y no me amabas de verdad, pero no te preocupes, la verdad es que creo que yo tampoco

-Puede ser, pero quiero que quedemos como amigos

Victoria, que ya se esperaba algo así, a pesar de no haber tenido novio antes y no tener mucha experiencia en esas situaciones. Se levanto de la silla, acercándose a la ventana que observaba minutos antes, para respirar el aire que impregnaba en ella.

-No hagas más difíciles las cosas Victoria

-Solo me querías para una noche, ¿cierto?

-No, no, no. Te equivocas. Respondió igualmente indignado, agarrándola de la cintura

-¿Entonces?, ¿Qué fue lo que paso?, ¿Por qué todo esto termina tan extraño?

-No lo sé, es confuso y si: verdaderamente extraño

- ¿Amas a Sarah?

-No lo sé, y ella tampoco lo sabe, es algo igualmente raro que lo nuestro

Sintiéndose estresada, por lo que pasaba, la chica encendió un cigarrillo, echando el humor afuera e invitando a George a uno. En el fondo lo quería y se sentían un cariño especial mutuamente, pero era cierto, todo lo que pasa si era muy extraño y debían dejar que pasara, para ver qué pasaba con ellos. Pero con ellos, no con el ambiente, si no con sus sentimientos.

-Pensé que lo nuestro duraría, y luego que volveríamos. No debimos engañarnos con eso del tiempo. Dijo Victoria, con la mirada perdida, haciendo que él se sintiera peor

-Yo pensé lo mismo, por eso quiero que seamos amigos

-¿De verdad quieres ser mi amigo?

-Me encantaría, y a pesar de todo, me encanta que sea una Mod

Satisfecha, olvido que llegaba tarde a su trabajo y lo abrazo, soltando unas cuantas lágrimas.  Por lo menos, seguirían teniendo una relación de ahora en adelante…..

…………………………………………………………………………………

Cansado de los mensajes que recibía diariamente, John tiro el último en el basurero, un poco molesto ya que todo le parecía una broma muy pesada. No entendía nada de lo que le ponían, no sabía quién se las mandaba e inclusive Regina se estaba empezando a incomodar. Dejando notar esto, poco después.

-Seguro tienes una admiradora

-¿Admiradora?. Pregunto John confundido, mirándola con el ceño fruncido

-Sí, creo que es una chica la que te esta acosando

-¿Crees que sea una fan?

-Es posible, pero no parece

El no parece lo confundido aun más y revolviendo la bolsa del basurero, saco todos los papeles arrugados que había estado tirando, dispuesto a averiguar de una vez por todas que decían y de quien podría ser. Se sentía burlado y eso no lo iba a permitir.

-¿Me ayudas?

-Claro, eso me intriga tanto como a ti. Contesto Regina encogiéndose de hombros

Los mensajes venían en español, ingles e italiano y aunque Regina sabia un poco de italiano, le costó entender los mensajes, al igual que descifrar la letra M que venía escrita en la parte superior. Así que frustrados y fracasando en el intento, John quemo todo en la pequeña chimenea que tenían en la sala, esperando que ya no le mandaran mas.

¿Por qué no averiguas quien lo manda?. Propuso la chica fumando un cigarrillo, al pie del sillón

-No sería tan mala idea, pero no soy Ringo para contractar detectives

-Yo no dije que contrataras un detective John

-¿Entonces qué? Y no me vengas con tus brujerías ahora

Carcajeándose, ya que si le iba a salir con algo así, Regina lo abrazo por detrás para tratar de calmarlo. Realmente tenían que hacer algo para parar con todo eso, pero si John no hacía nada, sería muy difícil.

-¿Y si me convierto en el detective?. Pregunto John casi en un susurro, todavía en la misma posición

-No es tan mala idea

-No, puedo quedarme cerca de la puerta principal del edificio a ver quien llega a dejar algo misterioso

-¿Y tu trabajo?

-Lo puedo hacer antes o después de eso, aunque espero que no lo dejen mientras estoy ocupado

-Ya verás que no, solo se positivo, esa es la clave

Mejor al tener una idea, John se volteo, abrazando a Regina en el acto, que para tratar de relajarlo le empezó a acariciar la cabeza en silencio. Por ese tipo de cosas es que a John le gustaba tanto y se estaba enganchando tanto en esa relación.

…………………………………………………………………………………….

Un poco triste al ver como Sarah terminaba de preparar sus maletas para irse, Mía se quedo parada en el umbral de la puerta de su habitación, sin ayudarla para retrasar su ida. La chica ya había conseguido un departamento, no muy lejos de ahí, pero a pesar de todo, Mía la extrañaría y Sarah no tardo en notar esto cuando se volteo en dirección a la puerta.

-Tendrás que venir a visitarme, aun no conoces el nuevo lugar. Le dijo con una media sonrisa, abrazándola un poco

-Lo hare, es solo que ya me estaba acostumbrando a tu presencia

-No te preocupes, además, no quiero causarte problemas

-¿Problemas?

-Así es, ya sabes que estoy con George y……

-Eso es lo de menos Sarah, es tu vida y puedes estar con quien quieras. Replico la chica seria, luego de haberla interrumpido

-Espero que tengas razón

-No estoy enojada contigo Sarah

-Ya lo sé, tú eres igual de descarada de todos modos

-Sí, es de familia

En las afueras de la casa, ya estaba un auto esperándola, sin embargo, Sarah no tardo mucho en salir con la ayuda de su hermana y despidiéndose de un beso en cada mejilla, se subió al automóvil. Cuando eran adolescentes, no se llevaban muy bien, pero desde que Mía había vuelto de Francia, las cosas entre ambas habían mejorado mucho y ese era el único consuelo de Mía, que cabizbaja se adentro a la casa, encontrándose a Paul viendo televisión mientras fumaba. Ahora no solo era que estaba muy unida a Sarah, sino que también se estaba acostumbrando al matrimonio y tener a Paul cerca, así que sintiéndose mejor, se acerco a abrazarlo y a darle un beso que lo agarro por sorpresa.

-¿Y a ti que te pico ahora?

-Nada, solo le quería dar un beso a mi esposo

-¿Isabelle duerme?

-Sí, ¿Por qué?

Pero el chico no le respondió y cargándola en los brazos mientras ella le preguntaba cosas que no entendía muy bien, la llevo hasta la habitación donde la tiro en la cama y la comenzó a besar desesperadamente por todo su rostro y cuello.

-Paul, espera un poco. Dijo entre balbuceos, viendo como él se quitaba la camisa

-Calla, será rápido

-¿Rápido?. Pregunto contrariada, no sabiendo con exactitud qué quería decir con eso

-No estamos juntos desde hace días, déjame.  Contesto Paul agitado, quitándole de un jalón la falda que traía puesta

Rindiéndose por completo, Mía permitió que la desvistiera, ayudándolo un poco a él con su ropa luego, mientras se besaban aun con desespero y revolvían las sabanas. No obstante, las cosas volvían a ser como antes, porque en el transcurso del acto, Mía no sintió ningún tipo de cariño, ni algo especial de por medio, todo había sido muy rápido como él había dicho, como si solo hubiese querido quitarse las ganas, a pesar de todas las chicas que tenia encima. Y cuando por fin terminaron y Paul se dirigió al baño, unas lagrimas brotaron de sus ojos, ya que a pesar de todos los esfuerzos que había hecho para que esa vez todo volviera a ser especial como desde que se habían vuelto a ver, el no quiso cooperar y no volvería a hacerlo, de eso estaba muy segura.

……………………………………………………………………………

Una de las cosas que más le agradaba a Cynthia, era que Daniel y Julian se comenzaban a llevar muy bien, y el chico trataba de animarlo ya que parecía que al niño le estaba comenzando a afectar la separación de sus padres. Daniel entendía muy bien la situación y cada vez que llegaba, lo invitaba a jugar con un balón que le había regalado, devolviéndolo a su madre, muy cansado, por la tarde calurosa y el tiempo que habían tardado.

-¿Disfrutaste?. Le pregunto Cynthia al niño mientras lo alzaba

-Sí. Contesto muy contesto, tallándose los ojos

-¿Tienes sueño?, vamos a dormir la siesta, ¿quieres?

-No, no quiero. Replico mirando a Daniel a los ojos

-Sí, pero primero vamos a bañarte que estas sudando

Con negativas de su parte, Cynthia lo baño en la tina, y luego lo puso a dormir, bajando a la sala cuando lo hizo, donde estaba esperándola Daniel pacientemente. Por lo menos aceptaba a Julian y eso no era un problema, además de que era muy paciente con ella a pesar de que tenían poco tiempo de conocerse. Y todo eso la alegraba mucho ya que nunca había conocido a un hombre así, ni siquiera John que era más celoso de lo normal, aunque nunca la quiso lo suficiente.

-Espero no haber tardado mucho

-No te preocupes, no lo hiciste

-Gracias por llevarlo a jugar, necesita ese tipo de distracciones sabes

-Lo sé, por eso lo hago. ¿Ha extrañado mucho a su padre?

-Sí, siempre pregunta por el

-¿Ya pensaste que hacer?

-¿Crees que los aires de Italia le hagan bien?

-Le harán muy bien. ¿Pero estas segura de que te lo quieres llevar allá?, yo puedo esperar un tiempo

-No Daniel, lo mejor es que nos vayamos contigo, aunque vaya a extrañar mucho este lugar

No muy convencido con lo que ella decía, Daniel hizo ademan de sentarse a su lado para reconfortarla un poco. Cynthia nunca había vivido en otro país, lejos de su familia y amigos y aunque iba a estar con él y Julian, tenía que dejar que lo pensara mejor por esa razón.

-¿En serio estás segura de hacerlo?, no quiero presionarte mas

-Daniel, yo quiero estar contigo donde sea, olvida lo demás

-Bien….lo intentare

Cynthia sabía que el chico seguiría pensando en eso, así que cambiando de tema, lo invito a salir esa noche con Julian. Podían ir a cenar a algún lado con él y no se sentía mal de hacer eso y más, porque después de todo, John estaba haciendo lo mismo.

…………………………………………………………………………….

Observando cómo Victoria se volvía a poner su ropa, Ringo resoplo un poco cansado y un poco arrepentido también, incorporándose del todo para tratar de ver otra cosa que no fuera la chica. Se habían acostado, por primera vez y no solo él se sentía raro y a la vez bien por eso, sino que ella también. Acercándose hacia donde él estaba cuando termino de vestirse, con una sonrisa tímida.

-Estuvo bien, ¿no?

-¿Qué estuvo bien?. Pregunto contrariado, y un poco incomodo

-Lo que acaba de pasar Ringo, no creo que haga falta decir que fue

-Si….estuvo bien

-No te preocupes, no le diré a nadie, será un secreto. Nuestro secreto

Y con un guiño se alejo, saliendo por la puerta en dirección a la salida. Trataba de estar lo más calmada posible, pero la verdad era que las piernas le temblaban y quería salir corriendo de ahí. No estaba en sus planes tener relaciones con él, pero sucedió. ¿Y ahora que seguía?.