“Cada
segundo que pasaba con ella era encantador, su mirada, su forma de hablar; creo
que me gustaba porque su seriedad era fascinante, me rechazaba, pero ella me traía
loco”
Paul. 1957
Y Paul debía admitir que Mía lo seguía trayendo
loco, debía admitir que le seguía encantando; era la madre de su hija, y la única
chica que realmente lo dejaba ser el mismo, así que satisfecho con todo lo
anterior, decidió antes de que empezara la gira, comportarse bien con ella,
empezando por comprarle un ramo de flores y sorprenderla, aunque fuera en el
momento menos oportuno…..
-¿Flores?, ¿para mí?. Le pregunto la chica, sin apartarle
los ojos a su máquina de escribir
-Sí, ¿quieres verlas?
-Son muy lindas, gracias. Respondió, mirándolas
finalmente
-No es nada, solo quería hacerte un detalle
especial
-¿Y eso?, ¿Por qué?
-Porque te quiero, y estoy avergonzado, a veces
soy muy indiferente contigo
Con una media sonrisa, Mía lo único que pudo hacer
al escuchar tales palabras, fue levantarse y darle un cálido abrazado, para
luego arrebatarle las flores y olerlas. Paul no le regalaba flores desde que
eran unos niños y eso la puso bastante nostálgica, hasta el punto de hablar con
dificultad por las lágrimas que comenzaban a amenazar con salir.
-¿Qué pasa?, ¿Por qué te pones así?. Pregunto Paul
contrariado, mirándola a los ojos
-Sentimentalismos, no me hagas caso. Respondió Mía,
volviéndose a sentar en la silla
-Espero que te hayan gustado las flores
-Me encantaron Paul, gracias
-¿Puedo ver lo que escribes?
-No, quiero que lo leas cuando este todo finalizado
-Bien, ya estoy ansioso. Contesto con una mueca
que la hizo reír al instante
-Déjate de tonterías y vete a hacer algo, estoy
inspirada. Replico la chica entre risas, señalándole la puerta
-Sí, Señora McCartney ya voy
Con otra risotada, le cerró la puerta en la cara y
se volvió a sentar en su nuevo escritorio. Paul, como había dicho, le aparto
una habitación para que fuera su estudio y pudiera tener un lugar cómodo para
escribir y hacer lo que quisiera. Era una habitación algo apartada del resto,
por lo que ni los ladridos de Malu la desconcentraban. Sin embargo, Paul a
veces si lo hacía, a pesar de que fuera para hacerle detalles como los de hace
rato. Por lo que rendida, paro de escribir, revisando lo que ya tenía, dándose cuenta
en el acto que su historia, era la más extraña del mundo……
-Demonios, ¿Cómo se me pudo ocurrir todo esto?. Se
pregunto a sí misma, ojeando las hojas de papel que tenia desperradas alrededor
de ella….
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Las sospechas que sabia Sarah, Ringo tendría después
de ella irse con George, de verdad dieron sus frutos, ya que el chico, no se
dejaba engañar y ya se había dado cuenta que ambos se habian ido juntos. Sintiéndose
traicionado al instante; sin embargo, lo único que le molestaba era eso y la
sospecha que más temían no había llegado todavía, no deteniendo aun así, sus
ganas de ir a hablar con George lo más temprano lo posible, agarrando por
sorpresa a su amigo que no supo que decir cuando lo dejo pasar.
-¿Podemos hablar?. Pregunto Ringo serio, sentándose
en el sillón
-Sí, obvio. ¿Qué ocurre?
-¿Por qué te llevaste a Sarah el día del estreno?
-Yo no me la lleve, ella quería salir a respirar
aire fresco así que la invite a tomar algo. Respondió George entre balbuceos,
por lo nervioso que se estaba comenzando a poner
-¿Y no podías llegar y decírmelo por lo menos?
-Lo siento, en serio, creo que si hicimos mal
-Por supuesto que hicieron mal, me dejaron ahí solo
Sintiéndose mal por Ringo, le ofreció un
cigarrillo y trato de cambiar de tema. Lo menos que quería hablar con él, era
sobre Sarah y aunque admitía que realmente habian hecho mal, en dejarlo ahí e
irse sin decirle nada, ya se había disculpado y pensaba que no había más de que
hablar. No obstante, Ringo pensaba lo contrario y no dejándose llevar por las
cosas sin importancia que comenzaba a decir, le volvió a preguntar sobre la
chica.
-¿Qué como estaba?. Pregunto George, para
confirmar su interrogativa
-Sí, ¿Cómo estaba después de que se fueron?
-Bien, es solo que ya sabes……está cansada
-¿Cansada de qué?
-No sé, solo se ve cansada
-¿De qué crees tú que este cansada?, ¿crees que
este cansada de mi?
-Eso yo no te lo puedo responder Ringo
Pero la chica, que por casualidad había decidido
ir a ver a George en esos momentos, se encontraba detrás de la puerta principal
entre abierta, escuchando absolutamente todo. Mientras no podía creer que Ringo
estuviese ahí, hablando sobre ella. Y no sabiendo mucho que hacer, decidió entrar
y quizás, responderle su pregunta de una vez por todas.
-Sí, Richard, estoy cansada de todo, incluyéndote
-¿Qué?. Pregunto confundido, parándose de un salto
-Lo que oyes, estoy harta de todo, quiero cambiar
muchas cosas de mi vida. Contesto la chica, en frente suyo
-¿Estas con otro?. Pregunto de nuevo Ringo, un
poco molesto
-No te interesa, solo quiero que terminemos la relación,
quiero estar sola
-Pero estábamos bien, no entiendo que he hecho
para que decidas algo así
-Me pasas engañando
-Lo de Austria no fue mi intención Sarah, la chica
me obligo a besarla
-No me interesa, estoy harta de andarte cuidando,
estoy harta de todo
Sin embargo, por más firme que le había dicho todo
eso, Sarah al final se dio media vuelta e irse, a la vez que unas lágrimas
comenzaban a salir ya afuera y se las limpiaba con las mangas de su abrigo.
Esta vez ni siquiera George quiso seguirla, ya que se sentía entre la espada y
la pared, y un poco culpable de todo lo que pasaba. Quedándose con Richard unos
minutos, en los que trato de asimilar todo, antes de salir también e irse a su
casa, ahora solo siendo suya…..
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Por primera vez solo con Julian, todo un fin de
semana, en el departamento de Regina, donde ahora él vivía. No obstante, aun
John y la chica, no tenían una relación seria, y ella tampoco. Preferían llevar
las cosas con calma y conocerse más, aunque hubiese un niño de por medio; uno
que a ella no le incomodo en lo absoluto y quiso sentir cómodo una vez entro
por la puerta…..
-¿Quieres un chocolate?. Le pregunto mientras veían
televisión
-Sí. Respondió asintiendo con una gran sonrisa
-Di gracias Jules. Le dijo John con la misma
sonrisa que el
-Gracias
-De nada cariño
Aunque el niño, no hablara demasiado y estuviese apenas
aprendiendo a hacerlo claramente, Regina lograba que hablara un poco más que
antes y luego de darle el dulce, no olvido decir lo bien que le caía Julian,
delante de John.
-Tienes un niño muy dulce John
-Ya se, es muy especial. Contesto el chico, revolviéndole
el cabello
-¿Crees que Cynthia lo extrañe?
-Sí, estoy seguro
-Debes traerlo mas seguido, claro, cuando puedas
-Si, después de la gira, puede ser…..
-Cierto, la gira. Espero que te vaya bien
-¿Y si no?, ¿y si muero camino a Francia o España?
-¿Irán a España?
-Sí, Brian nos dijo hace pocos días que iremos
-Genial, nuevos lugares que visitar
-Lo sé, estamos entusiasmados con eso
Aunque no pareciese, a Regina le interesaba todo
lo que John hacia. No era muy fan de su música, pero si le agradaban sus últimas
composiciones y gustaba física y emocionalmente de él, así que por eso también,
estaba empezando a aceptar a Julian más de lo que él pensó alguna vez.
-¿Extrañas a tu esposa?. Le pregunto, después de
que el niño se durmiera y lo pasaran a la cama
-Un poco, nada más. Respondió John secamente
-Pero la quieres aunque sea un poco, ¿cierto?
-Por supuesto Regina, estuvo conmigo desde hace
mucho tiempo
Pero el chico no quería hablar más de eso e
incomodo, se busco un porro y se encerró en el baño para fumarlo solo y con
tranquilidad. Su vida de verdad estaba cambiando, al igual que su música y su
forma de ver la vida. Estaba madurando, lo sentía, y aunque aun quería
divertirse y tocar con la banda mucho tiempo mas, debía llevar las cosas con un poco mas de
calma que antes y presentía que Regina lo podía seguir ayudando, o quizás de
ahora en adelante solo el mismo….
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Sintiéndose muy mal por las cosas que le había
dicho a Ringo, se fue a casa de su hermana, donde todavía se estaba quedando,
aun llorando un poco, en medio de una grata sorpresa cuando vio a Cynthia con Mía,
conversando en el comedor. Ahora tenía cuatro ojos que la observan
inquisitivamente y volviendo a limpiarse las lagrimas, se dispuso a ir a su habitación,
hasta que la misma Mía la llamo para que se acercara.
-¿Estabas llorando?
-No. Respondió de inmediato, volviendo la cara
hacia otro lado
-Sí, lo estabas, tienes los ojos rojos
-Estaba fumando hierba Mía
-Mentira, tus ojos no están como si hubieras
fumado eso, están como si hubieses llorando
-Bien……termine con Richard
Y no queriendo escuchar más a su hermana, ahora si
se fue a su habitación, corriendo lo más rápido que pudo, aunque dejando en
duda a las chicas, que prefirieron no seguirla.
-Hey, ¿Qué te pasa?. Le pregunto Paul, detuviendola
en medio pasillo
-Nada Paul, no es nada. Respondió cabizbaja
-Ven vamos a hablar a otra parte, Isabelle ya está
tomando su siesta
-No, no quiero hablar con nadie Paul
-Pero parece que lo necesitas y ya sabes que somos
amigos, ¿o no?
Paul que era más comprensivo que Mía, la convenció
momentos después, llevándola a la sala de música, para que hablaran mas en
privado.
-Termine con Richard. Mascullo la chica, luego de
que se sentaran y bebiera un vaso de agua que el acababa de traer de la cocina
-¿Por lo ocurrió en Austria?
-Si
-No debí decírtelo, me siento culpable
-No te preocupes, hiciste bien, aunque él dice que
no fue su culpa
-Y deberías de creerlo, porque yo vi cuando la
chica lo empujo hacia ella y lo beso
-¿Y por qué no me lo dijiste?
-Porque…..estaba muy molesto contigo
Siguiendo cabizbaja, Sarah se quedo en silencio,
recordado aquel día cuando discutió con Paul. Esa era la máxima prueba, de que
alguien enojado podía decir cualquier cosa sin pensar, pero sin resentimientos
se giro hacia Paul y loa abrazo, necesitaba sentirse consolada……
-¿Te acuerdas cuando estaba enamorada de ti?
-Por supuesto, fue una época muy extraña
-Te amaba tanto y odiaba que Mía te despreciara
-Pero lograste conquistarme, ¿o no?
-¿Qué crees que hubiese pasado con nosotros si la relación
nunca hubiera terminado?
-No lo sé, pero fue un bonito tiempo el que
estuvimos juntos
-Aunque tú nunca me amaste
-Sí, aunque yo nunca te ame…..
El noviazgo entre Sarah y Paul, parecía para
ellos, tan fugaz que trataban de no recordar mucho sobre ello. Solo estuvieron
juntos 6 meses, terminando por los sueños de Sarah de ser modelo y las ganas de
Paul, de ir a Hamburgo. Y sin embargo, ahí estaban abrazados, discutiendo y demostrándose
el cariño de amigos que nunca pudieron demostrarse demasiado antes. Siendo esto
lo que ya oficialmente cerraba una etapa. Una bonita etapa…..
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Victoria, que seguía estando en Manchester, no se
encontraba muy bien. Estaba muy cansada y como parte del juego que llevaba con
Joseph siempre que salían, volvió a consumir las anfetaminas que ya tanto le
gustaban. Estaba llevando una vida muy desenfrenada y en el fondo lo sabía y le
daba un poco de miedo pero por fuera lo sabía y lo disfrutaba al máximo….
-No he dormido nada. Dijo Joseph, revolviéndose en
su cama
-Yo tampoco y no puedo. Replico Victoria, incorporándose
en la de ella
-¿Te sientes bien?
-¿Tu qué crees?
-No lo sé, te ves demacrada pero eso puede significar
muchas cosas
-¿Qué dice tu padre sobre tu estilo de vida?
-Nada, no sabe nada. Respondió con voz pastosa, poniéndose
la almohada en la cara
A Victoria no le sorprendió demasiado y mejor se metió
al baño, donde tomo una ducha, sintiéndose bien al instante. A pesar de todo, tenía
que confesar que el viaje de verdad la había distraído, ni siquiera había
pensando en George o Ringo estando ahí, siendo este el primer momento, ya que
mientras se secaba el cabello, recordó lo que le dijo a Ringo en su
departamento antes de llegar. Lo llamaría para contarle como estaba, se lo había
prometido y a eso se dispuso cuando se puso ropa limpia y llevo el teléfono del
cuarto al baño para no despertar a Joseph que aun seguía durmiendo….
-Diga
-Ringo, ¿eres tú?
-¿Victoria?. Pregunto el chico, medio dormido y
despierto
-Sí, soy yo…..¿interrumpo algo?
-Solo mi sueño, pero no importa
-Lo siento, debí llamar más tarde
-No te preocupes. ¿Cómo estás?
-No lo se
-¿Cómo?
-¿Tu como estas?
-Mal, Sarah me ha terminado definitivamente
-Lo siento
-No te preocupes……así es la vida
-Ringo
-¿Si?
-¿Puedes venir por mi?
La pregunta, una no muy esperada, le quito el
sueño del todo e incorporándose, se quedo en silencio al igual que ella, unos
segundos, hasta que le contesto. Era hora de volver, pero no podía hacer sola…..no
ahora.
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Hola, esta vez no durare mucho, solo quería recordarles que falta poco para que se termine el plazo de pensar en algo para sus participaciones en los siguientes capítulos asi que ya espero algo, aunque sea el nombre XD ;). Aqui esta el link de mi anterior fic, para las que me lo pidieron http://dawnfanficbeatles.blogspot.com/. Saludos