viernes, 1 de noviembre de 2013

Capitulo 84


Cansada de escuchar lo mismo, primero muy profundo en sus sueños y ahora en sus despertares, Mía corrió al teléfono que sonaba sin cesar. Eran las 4 am y le parecía extraño que alguien llamara a esas horas, sobre todo al escuchar la voz de su hermana, que parecía estar alterada. Preocupada, respiro profundo tratando de no imaginar que algo muy malo hubiese ocurrido. Todo estaba bastante bien como para arruinarlo con una mala noticia, aunque fue precisamente esto lo que recibió después de un corto saludo…

-Los chicos….casi los matan. Escucho que decía Sarah entre balbuceos
-¿Cómo?, ¿Qué paso?. Pregunto en un grito, agarrándose fuerte de la mesa que tenía en frente
-En Filipinas, algo ocurrió con la primera dama y los corrieron a punta de golpes
-¿Y cómo están?, ¿salió alguien herido?, ¿Dónde están ahora?
-Vienen de camino, George me llamo desde el aeropuerto de la India, no quería que me enterara por medio de la prensa
-Demonios, creo que iré a buscar a Paul, necesito saber cómo esta

El vuelo llegaría muy temprano esa mañana, por lo que se alisto y levanto a Isabelle para ir con ella al aeropuerto, donde ya estaban los chicos dando una entrevista y hablando sobre el incidente. Parecían estar bien, pero a Mía siempre le dolía que Paul si hubiera visto en peligro. A pesar de que no se le viera ninguna herida o se le viera mal anímicamente. Sin embargo, Paul siempre sonreía en frente de la prensa y ella sabía que en casa sería distinto. Preparándose emocionalmente, pero recibiéndolo con emoción una vez se encontraron y se abrazaron un largo rato.
-¿Qué haces aquí?, pensé que nos veríamos hasta que llegara a casa. Dijo él un poco sorprendido, alzando a la niña
-Sarah me llamo contándome lo que paso y no pude resistirme a saber cómo estabas así que me adelante y vine
-Bueno…estoy bien, solo al pobre de Ringo lo golpearon, aunque tampoco fue nada
-¿No te molesta verme aquí?
-Para nada Mía, de hecho me alegra ver una cara conocida después de estar entre tanta gente extraña

Mas sorprendida ella, por lo bien que tomo Paul su recibimiento, juntos se fueron de vuelta a casa, donde ya el desayuno estaba listo. Isabelle no paraba de contarle a su papá todo lo que había hecho en su ausencia, mientras Mía solo se dedicaba  a observarlo y recordar la promesa que había roto igualmente en su ausencia. Esperando que no se diera cuenta aun y mucho menos cuando se quedaron solos en la habitación.

-Te extrañe, espero que tu también lo hayas hecho. Dijo Paul muy cerca de ella, en un intento de darle una muestra de cariño
-Si, también te extrañe
-Lástima que me tendré que ir pronto más tiempo
-No te preocupes, tengo que ir a una firma de libros en Manchester, Isabelle se quedara porque no puede por el colegio
-¿Con quién la dejaras?
-Con Sarah
-¿Y vas a ir sola?
-Pues…..en realidad alguien me va a acompañar
-¿De verdad?, ¿Quién es?
-Thomas

No muy feliz de escuchar el nombre de Thomas. Paul trato de no hacer una mueca de fastidio, apartándose bruscamente. Eso ahora era una mala señal de lo que sería su estancia corta en Londres. Ojala hubiera un momento de paz con Mía, pero nunca lo ha habido y es poco probable que lo haya alguna vez…

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Nerviosa por no saber cómo decirle a Ringo sobre lo que ocurría. Victoria se quedo despierta toda la noche, repasando miles de frases, excusas y hasta disculpas, si llegaban a hacer falta. Se sentía mal y se sentía como una tonta, pero verlo venir hacia ella, después de días de no verse, la tranquilizo un poco, dejando que se acomodara primero, pero teniendo que detenerlo luego de decir que estaba cansado.

-Necesito decirte algo. Dijo en medio de un susurro, roja de la vergüenza
-¿Qué pasa?
-No, sabes, mejor ve a dormir
-No. ¿Qué pasa Vicky?
-Vete a dormir Ringo, en serio

Su inseguridad había vuelto y mas ansiosa que antes, se fue caminando a un lago cercano y solitario, donde el frio era más evidente pero el calor ya empezaba a sentirse y el cielo azul a hacerse notar. Tarde o temprano Ringo tendría que darse cuenta. ¿Pero ahora era el momento adecuado?. Estaba en medio de una gira, con un disco por salir, así que no quizás no le parecía el momento adecuado, pero al mismo tiempo si lo era y confundida, escondió el rostro entre las piernas un largo rato, escuchando solamente el cantar de los pájaros. Yendo hacia un teléfono público que se encontró en el camino, para quizás con una llamada aclarar sus ideas o desahogarse…

-Layla. Soy Victoria
-Vicky, que bueno que llamas, estaba pensando en ti
-Tengo algo importante que contarte
-¿Si?, entonces dilo, ya me tienes intriga…
-Estoy embarazada. Dijo rápidamente, interrumpiendo a su amiga de golpe
-¿Cómo?
-Sí, estoy embarazada de Ringo y no sé cómo decírselo
-Pues solo diciéndoselo, se va a poner muy feliz
-¿Tú crees?
-Por supuesto, cree en mí
-¿Y si no?
-Se va a alegrar Vicky, estoy segura. Gracias por contármelo, estoy muy feliz…

Pero la alegría de su amiga, la ignoro más de lo debido, porque despidiéndose rápidamente, emprendió su camino de vuelta a casa corriendo, encontrándose con Ringo ya despierto que pareció que estaba buscándola por todas partes, ya que se alegro mucho de verla. Sin embargo, la alegría de el por verla también fue lo de menos para ella, porque como si quisiera gritarle al mundo sobre su embarazo, escupió las palabras….
-Estoy embarazada Richard
-¿Qué?, ¿en serio?. Pregunto casi en shock
-Sí. Contesto ella tímidamente, viendo el suelo

Ringo al darse cuenta que ella parecía estar apenada, se emociono todavía más, abrazándola con fuerza, mientras le daba besos por todo su rostro. Iba a ser padre y eso era una gran noticia. Confirmándole a Victoria su reacción, como una aceptación generosa de su parte, que la tranquilizaba y alegraba al igual que a él.

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Temblando, completamente eufórica y casi llorando, fue como recibió Regina a John en Kenwood. Horas antes había consumido LSD y ahora estaba teniendo un mal viaje, del que solo había oído un poco y ahora experimentaba mucho. La casa seguía igual, que el día en que Sarah fue, pero para John, las cortinas cerradas o casa demasiado oscura, fue lo de menos, porque al verla entro en pánico también, teniendo que calmarla con lo que fuera que se le ocurriera. El nunca había experimentando un mal viaje, pero igual sabía que era algo muy malo y lo que menos quería era que Regina se hiciera daño. Encerrándola en el cuarto junto a él cuando la logro dominar y calmar. Acostándola en la cama, al mismo tiempo en que ella sollozaba y él le decía cosas en el oído.

-Ya, ya estoy aquí. Todo estará bien
-John….no me dejes. Dijo ella todavía llorando. Abrazándolo cada vez más fuerte
-No lo hare, te lo prometo
-Haz que pare, por favor
-No puedo, pero ya terminara

Recordando que habian tabletas de acido en la gaveta de su mesa de noche, pensó en unírsele a su novia, sacando una de la pequeña bolsa, de donde su contenido ya se acababa. Consumir LSD aun no era costumbre, pero le comenzaba a gustar y si Regina estaba en un mal vieja, para él lo mejor sería unírsele de alguna forma, para no sentirse tan solo o preocuparse tanto….

-John, ¿Dónde estás?
-Aquí estoy, quédate donde estas. Contesto con voz pastosa, volviendo a acostarse a su lado
-Prometiste no dejarme
-No lo he hecho, he estado aquí siempre

Sintiéndose mejor, Regina se incorporo para besarlo lentamente, con los efectos del acido empezando a afectar el sistema de John. Estar con ella era como estar a veces en una montaña rusa. Nunca antes después de una gira, llegaba a casa y pasaba entre esa clase de cosas. Era como si algo nuevo comenzara para él y también para Regina, que aunque el mal viaje le seguía afectando, John era la única luz que podía ver y lo único bueno que estaba cerca suyo. Sintiendo como él le seguía el juego y de la manera más lenta en su vida, comenzaron a hacer el amor, con el sol oculto tras los pedazos de tela que estaban sobre las ventanas y luego con el sol oculto ya de verdad. Cuando el viaje de ambos ya había pasado  y estaban mejor….

-Te amo John
-Yo también te amo Regina
-Jamás me había acostado con alguien entre un mal viaje
-Yo tampoco, creo que se acercan cosas nuevas, ¿no crees?
-Sí. ¿Y con la banda también?
-Con la banda estoy más seguro aun

Pero no solo ellos o la banda cambiaria. Porque afuera todo estaba también entre un cambio, que los haría cambiar aun mas y evolucionar en su relación y como artistas…

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Inesperadamente, las heridas de Sarah se estaba sanando más rápido de lo que todos creían, incluso su brazo estaba mucho mejor y dentro de poco le quitarían el yeso. George la había encontrado radiante en su regreso de la ciudad, leyendo una revista en el comedor. Al escucharlo entrar, se levanto de un salto, recibiéndolo con un grito de emoción que retumbo en todo el lugar y lo hizo reír. La chica lo había extrañado tanto, que todavía días después de su regreso, ella lo recibía emocionada y lo obligaba a estar cerca de ella siempre. No obstante, esa tarde, no había llegado solo, porque habian unas personas esperándola afuera en el garaje. Personas que él se había encontrado en el camino y que en realidad eran unas fans suyas. Sin embargo, las fans no habian ido en busca de un autógrafo, si no que habian ido por algo diferente, que lo sorprendió pero alegro en el acto…

-¿Quiénes son?. Pregunto Sarah contrariada, luego de escucharlo decir que lo que pasaba
-Son unas chicas, te buscan
-Oh George, eso debe de ser una trampa, seguro quieren terminar de matarme
-No seas paranoica cariño y ven conmigo

Escondida detrás de George, Sarah salió afuera, donde un grupo de chicas la esperaban con un ramo de flores, cartas y regalos. Eran las mismas que la habian golpeado en el callejón y viéndolas otra vez de frente, no evito asustarse al reconocerlas. Escondiéndose más, mientras George la calmaba y ellas preferían quedarse donde estaban…

-Salgan o llamare a la policía, no quiero verlas aquí. Dijo Sarah bastante asustada detrás de George
-¿Cariño que pasa?, ¿son ellas las que te golpearon?. Pregunto el confundido, observando a las chicas con el ceño fruncido
-Sí, son ellas. Contesto con los ojos llorosos, aferrándose en su camisa

Las chicas al ver a Sarah muy afectada, se colmaron de valor para hablar por primera vez y calmarla. Haciendo notar más los obsequios que traían y deseando que George no las corriera por la mala cara que tenia.

 -De hecho venimos a disculparnos. Dijo una, dando unos pasos adelante
-Es verdad, por eso traemos todo esto y queremos pedirle una disculpa. Dijo la que estaba a la par y traía el ramo
-Bueno pasen entonces. Replico George más tranquilo, señalándoles la puerta principal

Sarah negaba con la cabeza y le rogaba a George con la mirada que las echara de la propiedad. Pero el veía esa visita con buenas intenciones y el sol era tan fuerte afuera, que quiso ser amable en invitarlas a pasar. Sarah bastante tímida y con miedo, se sentó en frente de todas, que le dedicaban una sonrisa y buscaban más valor para hablarle.

-Y bien. ¿Tienen algo que decirle a Sarah?. Pregunto George impaciente, evitando un silencio incomodo
-Queremos que nos disculpes. Dijo la que parecía ser la líder. –Actuamos de manera muy estúpida, solo estábamos celosas y ahora vemos que lo que hicimos estuvo bastante mal y nos arrepentimos-
-Te trajimos estos obsequios, quizás no te gusten pero solo queríamos demostrar nuestro arrepentimiento con algo así. Dijo otra, señalando los pequeños regalos que ahora estaban sobre la mesa del centro y que las separaba
-Gracias. Contesto Sarah con una media sonrisa, ya más confiada que antes
-¿Eso quiere decir que nos disculpas?
-Sí, mi mamá me crio diciendo que el rencor y odio eran buenos

Feliz por lo bien que había salido la reunión, George acepto darles un autógrafo al final y tomarse unas cuantas fotos con todas. Al mismo tiempo en que Sarah les agradecía los obsequios y ponía las flores en agua. Las chicas eran solo unas niñas de 15 y 16 años. Ella era mayor y más madura, por lo que perdonarlas fue lo adecuado y George se sintió tan orgulloso de ella y de las fans, que hasta las invito a quedarse a tomar el té. Donde Sarah se dedico a hornear unos pastelillos. Hasta que se fueron un par de horas más tarde y quedaron solos otra vez.

-Hiciste bien en perdonarlas
-Lo sé, no resultaron ser tan malas y me regalaron un perfume Chanel. Así que de verdad están arrepentidas
-Te falta mi regalo
-¿Ah sí?, ¿y cuál es Señor Harrison?
El regalo, resulto ser el mejor que le daba todos los días: un beso. Dejándola prendada y con una sonrisa tonta en el rostro, que la alegro muchísimo y levanto su ánimo de golpe. Los días perfectos existían y ese era uno; uno en que se enamoro más de George y se sintió la chica más afortunada del mundo…

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Todos estaban tan bien y felices, que Mía al ser la única desdichada, estallo en llanto una vez estuvo sola en su baño. Dejando brotar toda su tristeza por medio de grandes lagrimas y sollozos. No solo su matrimonio era un desastre, si no que su carrera como escritora, parecía estar teniendo el mismo destino que el de fotógrafa, ya que el rumor de que su libro influenciaba a los lectores consumir LSD, ya no solo era un rumor, si no que un escándalo y ella ni siquiera había probado el LSD para llegar a eso. Paul se sentía mal por ella, había tratado de calmar lo que se decía en una entrevista de radio en la que participo ese día, pero nada había funcionado  y le había hablado tan poco a ella desde su regreso, que solo se limitaba a escucharla llorar al otro lado de la puerta. Con ganas de entrar y consolarla, pero al mismo tiempo de rendirse e irse. Sin embargo, esto no fue preciso, porque la chica salió antes de que el tomara una decisión, sintiéndose ofendida al darse cuenta de que el la estaba prácticamente espiando.

-¿Qué hacías detrás de la puerta?
-Nada. Contesto nervioso, evitando mirarla a los ojos
-¿Me vigilabas acaso?
-No, para nada. Solo estaba preocupado porque te escuche llorar

No creyéndole demasiado, paso a su lado sin mirarlo ni un segundo. Comenzando a vestirse de inmediato, ganándose las miradas de él, que no eran lujuriosas por estarla viendo desnuda y con el cabello mojado por la recién ducha que se había dado, si no que seguían siendo de preocupación, porque no quería seguir más molesto con ella, ni quería que ella se sintiera mal.

-Tú sabes que yo te apoyo, para eso estamos casados, ¿no?
-No me importa lo que digas Paul
-Si quieres ir a Manchester con Thomas, ve con él. No me interesa, mientras seas feliz. Dijo un poco desesperado, sacando el tema otra vez
-Gracias. Se limito a contestar ella, secamente
-¿Quieres salir a cenar?

Salir a cenar, no era tan mala idea y aceptando la invitación con tono agradable. Se puso uno de sus vestidos nuevos, que él no había visto todavía. Como era usual, irían a algún restaurante alejado del centro, que fuera lo bastante privado para estar de verdad solos y ambos conociendo uno, se dirigieron a él en el Aston Martin, escuchando música apenas llegaron, que era lo que más les gustaba del lugar.

-¿Quieres bailar?. Propuso Paul en medio de la comida, luego de que empezara a sonar una canción que a ambos les gustaba
-Sí, ¿Por qué?

La pista de baile estaba vacía, pero las luces y la música no los hacían sentirse solos y mirándose a los ojos, dejando sus problemas de lado, por fin…

-Recuerdo que cuando escuche esa canción, estábamos en un pub de Liverpool y tú la cantabas pasada de tragos en la mesa. Comento Paul en medio de una risotada
-Y tú casi me besas. Replico ella sonrojada, recordad ese momento
-Fue por accidente, también estaba ebrio

La canción era Runaway de Del Shannon y era la canción favorita de Mía, siendo esta la razón del porque también la había invitado a bailar. Mía, algo igual que esa noche, empezó a cantar la canción en voz alta. Era la canción de ambos, la canción que siempre había definido lo que tuvieron alguna vez y por primera vez en medio de un pub y de la canción, Paul le pudo robar un beso sin una bofetada. Esa relación de amor y odio entre ambos podía ser eterna, pero cuando había amor las cosas mejoraban y se sentían mejor. A pesar de que ahora su futuro fuera bastante incierto….

2 comentarios:

  1. Ooooooooooow, este capítulo fue el más tierno de todos. ❤️❤️❤️❤️ ¡Me encantó!
    Se siente bien leer tanto amor en un solo capítulo. ❤️❤️❤️

    Jajajajaj soy una ridícula xD. Espero el próximo. Cuídate, besos. :)

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  2. Bazinga!!!! Jajajajaja carambolas con todo este enredo. Uff paul *0* amores mío de mi y sólo mío 7u7 te dejó comer con agua por lo dulce que te haz puesto.. Ya love mía.. Love? Está celoso ¡w ternura. Castra a tomas e.e en fin yo se que algo pasará con esos ds pero uff a ver que Paul no te dejes XD
    ringo narizoncito ua!! Ami tos esperando un hijo tuyo :3 jajajaja esa nota le hubiera sido más dócil a vicky pero buee al menos ya se lo dijo y ringo la besuqueo con pasión jarochaXD?
    JOHN REINA TE HACE budu :3 alejarte de ella D: jaja maldita bruja...e-e quiero saber sí el la descubre en sus fechorías o que pues? O tal ella le diga y haci los dos se vuelven a la magia oscura muajajaja ok pero a mi me daría mied reina no es de fiar me da cosita ;sJAJAJAJAJAJA TÚ ME MATAste XD pobre Sara D: la comprendo hay que estar a la defensiva con las morras esas que tal sí le entra el satanismo pero y se la comen viva o hacen mmm nosas mentes juveniles son maquiavelicas XD. Pero nah! Sacaron banderita blanca todo en paz amamos a george y por ende a ti ... Hazlo feliz Sara 7u7
    Mía repreocupada por Paulie :3 y nada que el único con daños de chasis? Era ringo XD con su ojo morao XD ya mía comportan o te mando a... Un convento de monjas muajajaja
    ok ya 7u7
    me voy despidiendo que tengas un excelente sábado y dominguito ;)

    arrivederchi ??? Se escribe así jajajajajajajaja loca que soy ;c
    se que me amas 7u7

    ps... Isa en brazos de paul *0* me moja el calzones JAJAJAJA Xd ya adiós e.e



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