Cansada de escuchar lo mismo, primero muy profundo
en sus sueños y ahora en sus despertares, Mía corrió al teléfono que sonaba sin
cesar. Eran las 4 am y le parecía extraño que alguien llamara a esas horas,
sobre todo al escuchar la voz de su hermana, que parecía estar alterada.
Preocupada, respiro profundo tratando de no imaginar que algo muy malo hubiese
ocurrido. Todo estaba bastante bien como para arruinarlo con una mala noticia,
aunque fue precisamente esto lo que recibió después de un corto saludo…
-Los chicos….casi los matan. Escucho que decía
Sarah entre balbuceos
-¿Cómo?, ¿Qué paso?. Pregunto en un grito,
agarrándose fuerte de la mesa que tenía en frente
-En Filipinas, algo ocurrió con la primera dama y
los corrieron a punta de golpes
-¿Y cómo están?, ¿salió alguien herido?, ¿Dónde
están ahora?
-Vienen de camino, George me llamo desde el
aeropuerto de la India, no quería que me enterara por medio de la prensa
-Demonios, creo que iré a buscar a Paul, necesito
saber cómo esta
El vuelo llegaría muy temprano esa mañana, por lo
que se alisto y levanto a Isabelle para ir con ella al aeropuerto, donde ya
estaban los chicos dando una entrevista y hablando sobre el incidente. Parecían
estar bien, pero a Mía siempre le dolía que Paul si hubiera visto en peligro. A
pesar de que no se le viera ninguna herida o se le viera mal anímicamente. Sin
embargo, Paul siempre sonreía en frente de la prensa y ella sabía que en casa
sería distinto. Preparándose emocionalmente, pero recibiéndolo con emoción una
vez se encontraron y se abrazaron un largo rato.
-¿Qué haces aquí?, pensé que nos veríamos hasta
que llegara a casa. Dijo él un poco sorprendido, alzando a la niña
-Sarah me llamo contándome lo que paso y no pude
resistirme a saber cómo estabas así que me adelante y vine
-Bueno…estoy bien, solo al pobre de Ringo lo
golpearon, aunque tampoco fue nada
-¿No te molesta verme aquí?
-Para nada Mía, de hecho me alegra ver una cara
conocida después de estar entre tanta gente extraña
Mas sorprendida ella, por lo bien que tomo Paul su
recibimiento, juntos se fueron de vuelta a casa, donde ya el desayuno estaba
listo. Isabelle no paraba de contarle a su papá todo lo que había hecho en su
ausencia, mientras Mía solo se dedicaba
a observarlo y recordar la promesa que había roto igualmente en su
ausencia. Esperando que no se diera cuenta aun y mucho menos cuando se quedaron
solos en la habitación.
-Te extrañe, espero que tu también lo hayas hecho.
Dijo Paul muy cerca de ella, en un intento de darle una muestra de cariño
-Si, también te extrañe
-Lástima que me tendré que ir pronto más tiempo
-No te preocupes, tengo que ir a una firma de
libros en Manchester, Isabelle se quedara porque no puede por el colegio
-¿Con quién la dejaras?
-Con Sarah
-¿Y vas a ir sola?
-Pues…..en realidad alguien me va a acompañar
-¿De verdad?, ¿Quién es?
-Thomas
No muy feliz de escuchar el nombre de Thomas. Paul
trato de no hacer una mueca de fastidio, apartándose bruscamente. Eso ahora era
una mala señal de lo que sería su estancia corta en Londres. Ojala hubiera un
momento de paz con Mía, pero nunca lo ha habido y es poco probable que lo haya
alguna vez…
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Nerviosa por no saber cómo decirle a Ringo sobre
lo que ocurría. Victoria se quedo despierta toda la noche, repasando miles de
frases, excusas y hasta disculpas, si llegaban a hacer falta. Se sentía mal y
se sentía como una tonta, pero verlo venir hacia ella, después de días de no
verse, la tranquilizo un poco, dejando que se acomodara primero, pero teniendo
que detenerlo luego de decir que estaba cansado.
-Necesito decirte algo. Dijo en medio de un
susurro, roja de la vergüenza
-¿Qué pasa?
-No, sabes, mejor ve a dormir
-No. ¿Qué pasa Vicky?
-Vete a dormir Ringo, en serio
Su inseguridad había vuelto y mas ansiosa que
antes, se fue caminando a un lago cercano y solitario, donde el frio era más
evidente pero el calor ya empezaba a sentirse y el cielo azul a hacerse notar.
Tarde o temprano Ringo tendría que darse cuenta. ¿Pero ahora era el momento
adecuado?. Estaba en medio de una gira, con un disco por salir, así que no
quizás no le parecía el momento adecuado, pero al mismo tiempo si lo era y
confundida, escondió el rostro entre las piernas un largo rato, escuchando
solamente el cantar de los pájaros. Yendo hacia un teléfono público que se
encontró en el camino, para quizás con una llamada aclarar sus ideas o
desahogarse…
-Layla. Soy Victoria
-Vicky, que bueno que llamas, estaba pensando en
ti
-Tengo algo importante que contarte
-¿Si?, entonces dilo, ya me tienes intriga…
-Estoy embarazada. Dijo rápidamente,
interrumpiendo a su amiga de golpe
-¿Cómo?
-Sí, estoy embarazada de Ringo y no sé cómo
decírselo
-Pues solo diciéndoselo, se va a poner muy feliz
-¿Tú crees?
-Por supuesto, cree en mí
-¿Y si no?
-Se va a alegrar Vicky, estoy segura. Gracias por
contármelo, estoy muy feliz…
Pero la alegría de su amiga, la ignoro más de lo
debido, porque despidiéndose rápidamente, emprendió su camino de vuelta a casa
corriendo, encontrándose con Ringo ya despierto que pareció que estaba
buscándola por todas partes, ya que se alegro mucho de verla. Sin embargo, la
alegría de el por verla también fue lo de menos para ella, porque como si
quisiera gritarle al mundo sobre su embarazo, escupió las palabras….
-Estoy embarazada Richard
-¿Qué?, ¿en serio?. Pregunto casi en shock
-Sí. Contesto ella tímidamente, viendo el suelo
Ringo al darse cuenta que ella parecía estar
apenada, se emociono todavía más, abrazándola con fuerza, mientras le daba
besos por todo su rostro. Iba a ser padre y eso era una gran noticia.
Confirmándole a Victoria su reacción, como una aceptación generosa de su parte,
que la tranquilizaba y alegraba al igual que a él.
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Temblando, completamente eufórica y casi llorando,
fue como recibió Regina a John en Kenwood. Horas antes había consumido LSD y
ahora estaba teniendo un mal viaje, del que solo había oído un poco y ahora
experimentaba mucho. La casa seguía igual, que el día en que Sarah fue, pero
para John, las cortinas cerradas o casa demasiado oscura, fue lo de menos,
porque al verla entro en pánico también, teniendo que calmarla con lo que fuera
que se le ocurriera. El nunca había experimentando un mal viaje, pero igual
sabía que era algo muy malo y lo que menos quería era que Regina se hiciera
daño. Encerrándola en el cuarto junto a él cuando la logro dominar y calmar.
Acostándola en la cama, al mismo tiempo en que ella sollozaba y él le decía
cosas en el oído.
-Ya, ya estoy aquí. Todo estará bien
-John….no me dejes. Dijo ella todavía llorando.
Abrazándolo cada vez más fuerte
-No lo hare, te lo prometo
-Haz que pare, por favor
-No puedo, pero ya terminara
Recordando que habian tabletas de acido en la
gaveta de su mesa de noche, pensó en unírsele a su novia, sacando una de la
pequeña bolsa, de donde su contenido ya se acababa. Consumir LSD aun no era
costumbre, pero le comenzaba a gustar y si Regina estaba en un mal vieja, para
él lo mejor sería unírsele de alguna forma, para no sentirse tan solo o
preocuparse tanto….
-John, ¿Dónde estás?
-Aquí estoy, quédate donde estas. Contesto con voz
pastosa, volviendo a acostarse a su lado
-Prometiste no dejarme
-No lo he hecho, he estado aquí siempre
Sintiéndose mejor, Regina se incorporo para
besarlo lentamente, con los efectos del acido empezando a afectar el sistema de
John. Estar con ella era como estar a veces en una montaña rusa. Nunca antes
después de una gira, llegaba a casa y pasaba entre esa clase de cosas. Era como
si algo nuevo comenzara para él y también para Regina, que aunque el mal viaje
le seguía afectando, John era la única luz que podía ver y lo único bueno que
estaba cerca suyo. Sintiendo como él le seguía el juego y de la manera más
lenta en su vida, comenzaron a hacer el amor, con el sol oculto tras los
pedazos de tela que estaban sobre las ventanas y luego con el sol oculto ya de
verdad. Cuando el viaje de ambos ya había pasado y estaban mejor….
-Te amo John
-Yo también te amo Regina
-Jamás me había acostado con alguien entre un mal
viaje
-Yo tampoco, creo que se acercan cosas nuevas, ¿no
crees?
-Sí. ¿Y con la banda también?
-Con la banda estoy más seguro aun
Pero no solo ellos o la banda cambiaria. Porque
afuera todo estaba también entre un cambio, que los haría cambiar aun mas y
evolucionar en su relación y como artistas…
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Inesperadamente, las heridas de Sarah se estaba
sanando más rápido de lo que todos creían, incluso su brazo estaba mucho mejor
y dentro de poco le quitarían el yeso. George la había encontrado radiante en
su regreso de la ciudad, leyendo una revista en el comedor. Al escucharlo
entrar, se levanto de un salto, recibiéndolo con un grito de emoción que
retumbo en todo el lugar y lo hizo reír. La chica lo había extrañado tanto, que
todavía días después de su regreso, ella lo recibía emocionada y lo obligaba a
estar cerca de ella siempre. No obstante, esa tarde, no había llegado solo, porque
habian unas personas esperándola afuera en el garaje. Personas que él se había
encontrado en el camino y que en realidad eran unas fans suyas. Sin embargo, las
fans no habian ido en busca de un autógrafo, si no que habian ido por algo
diferente, que lo sorprendió pero alegro en el acto…
-¿Quiénes son?. Pregunto Sarah contrariada, luego
de escucharlo decir que lo que pasaba
-Son unas chicas, te buscan
-Oh George, eso debe de ser una trampa, seguro
quieren terminar de matarme
-No seas paranoica cariño y ven conmigo
Escondida detrás de George, Sarah salió afuera,
donde un grupo de chicas la esperaban con un ramo de flores, cartas y regalos.
Eran las mismas que la habian golpeado en el callejón y viéndolas otra vez de frente,
no evito asustarse al reconocerlas. Escondiéndose más, mientras George la
calmaba y ellas preferían quedarse donde estaban…
-Salgan o llamare a la policía, no quiero verlas aquí.
Dijo Sarah bastante asustada detrás de George
-¿Cariño que pasa?, ¿son ellas las que te
golpearon?. Pregunto el confundido, observando a las chicas con el ceño
fruncido
-Sí, son ellas. Contesto con los ojos llorosos, aferrándose
en su camisa
Las chicas al ver a Sarah muy afectada, se
colmaron de valor para hablar por primera vez y calmarla. Haciendo notar más
los obsequios que traían y deseando que George no las corriera por la mala cara
que tenia.
-De hecho
venimos a disculparnos. Dijo una, dando unos pasos adelante
-Es verdad, por eso traemos todo esto y queremos
pedirle una disculpa. Dijo la que estaba a la par y traía el ramo
-Bueno pasen entonces. Replico George más
tranquilo, señalándoles la puerta principal
Sarah negaba con la cabeza y le rogaba a George
con la mirada que las echara de la propiedad. Pero el veía esa visita con
buenas intenciones y el sol era tan fuerte afuera, que quiso ser amable en
invitarlas a pasar. Sarah bastante tímida y con miedo, se sentó en frente de
todas, que le dedicaban una sonrisa y buscaban más valor para hablarle.
-Y bien. ¿Tienen algo que decirle a Sarah?.
Pregunto George impaciente, evitando un silencio incomodo
-Queremos que nos disculpes. Dijo la que parecía
ser la líder. –Actuamos de manera muy estúpida, solo estábamos celosas y ahora
vemos que lo que hicimos estuvo bastante mal y nos arrepentimos-
-Te trajimos estos obsequios, quizás no te gusten
pero solo queríamos demostrar nuestro arrepentimiento con algo así. Dijo otra,
señalando los pequeños regalos que ahora estaban sobre la mesa del centro y que
las separaba
-Gracias. Contesto Sarah con una media sonrisa, ya
más confiada que antes
-¿Eso quiere decir que nos disculpas?
-Sí, mi mamá me crio diciendo que el rencor y odio
eran buenos
Feliz por lo bien que había salido la reunión,
George acepto darles un autógrafo al final y tomarse unas cuantas fotos con
todas. Al mismo tiempo en que Sarah les agradecía los obsequios y ponía las
flores en agua. Las chicas eran solo unas niñas de 15 y 16 años. Ella era mayor
y más madura, por lo que perdonarlas fue lo adecuado y George se sintió tan
orgulloso de ella y de las fans, que hasta las invito a quedarse a tomar el té.
Donde Sarah se dedico a hornear unos pastelillos. Hasta que se fueron un par de
horas más tarde y quedaron solos otra vez.
-Hiciste bien en perdonarlas
-Lo sé, no resultaron ser tan malas y me regalaron
un perfume Chanel. Así que de verdad están arrepentidas
-Te falta mi regalo
-¿Ah sí?, ¿y cuál es Señor Harrison?
El regalo, resulto ser el mejor que le daba todos
los días: un beso. Dejándola prendada y con una sonrisa tonta en el rostro, que
la alegro muchísimo y levanto su ánimo de golpe. Los días perfectos existían y
ese era uno; uno en que se enamoro más de George y se sintió la chica más
afortunada del mundo…
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Todos estaban tan bien y felices, que Mía al ser
la única desdichada, estallo en llanto una vez estuvo sola en su baño. Dejando
brotar toda su tristeza por medio de grandes lagrimas y sollozos. No solo su
matrimonio era un desastre, si no que su carrera como escritora, parecía estar
teniendo el mismo destino que el de fotógrafa, ya que el rumor de que su libro
influenciaba a los lectores consumir LSD, ya no solo era un rumor, si no que un
escándalo y ella ni siquiera había probado el LSD para llegar a eso. Paul se sentía
mal por ella, había tratado de calmar lo que se decía en una entrevista de
radio en la que participo ese día, pero nada había funcionado y le había hablado tan poco a ella desde su
regreso, que solo se limitaba a escucharla llorar al otro lado de la puerta. Con
ganas de entrar y consolarla, pero al mismo tiempo de rendirse e irse. Sin
embargo, esto no fue preciso, porque la chica salió antes de que el tomara una decisión,
sintiéndose ofendida al darse cuenta de que el la estaba prácticamente espiando.
-¿Qué hacías detrás de la puerta?
-Nada. Contesto nervioso, evitando mirarla a los
ojos
-¿Me vigilabas acaso?
-No, para nada. Solo estaba preocupado porque te
escuche llorar
No creyéndole demasiado, paso a su lado sin
mirarlo ni un segundo. Comenzando a vestirse de inmediato, ganándose las
miradas de él, que no eran lujuriosas por estarla viendo desnuda y con el
cabello mojado por la recién ducha que se había dado, si no que seguían siendo
de preocupación, porque no quería seguir más molesto con ella, ni quería que
ella se sintiera mal.
-Tú sabes que yo te apoyo, para eso estamos
casados, ¿no?
-No me importa lo que digas Paul
-Si quieres ir a Manchester con Thomas, ve con él.
No me interesa, mientras seas feliz. Dijo un poco desesperado, sacando el tema
otra vez
-Gracias. Se limito a contestar ella, secamente
-¿Quieres salir a cenar?
Salir a cenar, no era tan mala idea y aceptando la
invitación con tono agradable. Se puso uno de sus vestidos nuevos, que él no había
visto todavía. Como era usual, irían a algún restaurante alejado del centro,
que fuera lo bastante privado para estar de verdad solos y ambos conociendo
uno, se dirigieron a él en el Aston Martin, escuchando música apenas llegaron,
que era lo que más les gustaba del lugar.
-¿Quieres bailar?. Propuso Paul en medio de la
comida, luego de que empezara a sonar una canción que a ambos les gustaba
-Sí, ¿Por qué?
La pista de baile estaba vacía, pero las luces y
la música no los hacían sentirse solos y mirándose a los ojos, dejando sus
problemas de lado, por fin…
-Recuerdo que cuando escuche esa canción, estábamos
en un pub de Liverpool y tú la cantabas pasada de tragos en la mesa. Comento
Paul en medio de una risotada
-Y tú casi me besas. Replico ella sonrojada,
recordad ese momento
-Fue por accidente, también estaba ebrio
La canción era Runaway de Del Shannon y era la canción
favorita de Mía, siendo esta la razón del porque también la había invitado a bailar.
Mía, algo igual que esa noche, empezó a cantar la canción en voz alta. Era la canción
de ambos, la canción que siempre había definido lo que tuvieron alguna vez y
por primera vez en medio de un pub y de la canción, Paul le pudo robar un beso
sin una bofetada. Esa relación de amor y odio entre ambos podía ser eterna,
pero cuando había amor las cosas mejoraban y se sentían mejor. A pesar de que
ahora su futuro fuera bastante incierto….
Ooooooooooow, este capítulo fue el más tierno de todos. ❤️❤️❤️❤️ ¡Me encantó!
ResponderEliminarSe siente bien leer tanto amor en un solo capítulo. ❤️❤️❤️
Jajajajaj soy una ridícula xD. Espero el próximo. Cuídate, besos. :)
Bazinga!!!! Jajajajaja carambolas con todo este enredo. Uff paul *0* amores mío de mi y sólo mío 7u7 te dejó comer con agua por lo dulce que te haz puesto.. Ya love mía.. Love? Está celoso ¡w ternura. Castra a tomas e.e en fin yo se que algo pasará con esos ds pero uff a ver que Paul no te dejes XD
ResponderEliminarringo narizoncito ua!! Ami tos esperando un hijo tuyo :3 jajajaja esa nota le hubiera sido más dócil a vicky pero buee al menos ya se lo dijo y ringo la besuqueo con pasión jarochaXD?
JOHN REINA TE HACE budu :3 alejarte de ella D: jaja maldita bruja...e-e quiero saber sí el la descubre en sus fechorías o que pues? O tal ella le diga y haci los dos se vuelven a la magia oscura muajajaja ok pero a mi me daría mied reina no es de fiar me da cosita ;sJAJAJAJAJAJA TÚ ME MATAste XD pobre Sara D: la comprendo hay que estar a la defensiva con las morras esas que tal sí le entra el satanismo pero y se la comen viva o hacen mmm nosas mentes juveniles son maquiavelicas XD. Pero nah! Sacaron banderita blanca todo en paz amamos a george y por ende a ti ... Hazlo feliz Sara 7u7
Mía repreocupada por Paulie :3 y nada que el único con daños de chasis? Era ringo XD con su ojo morao XD ya mía comportan o te mando a... Un convento de monjas muajajaja
ok ya 7u7
me voy despidiendo que tengas un excelente sábado y dominguito ;)
arrivederchi ??? Se escribe así jajajajajajajaja loca que soy ;c
se que me amas 7u7
ps... Isa en brazos de paul *0* me moja el calzones JAJAJAJA Xd ya adiós e.e