Capitulo 71

Como ya era costumbre, cada dos semanas Cynthia recibía una carta o telegrama de Mía. Todo parecía estar normal en Inglaterra y por eso le respondió de inmediato, decidiendo que era hora de salir como todas las mañanas. Nápoles le gustaba más que Londres, no solo por el clima, si no por la belleza de la ciudad en general, así que ya se hacía costumbre dar un paseo matutino en la propiedad o en el centro de la ciudad, mientras iba de compras o visitaba una galería de la que gustaba mucho. La galería era ese día una gran opción, no quedaba muy lejos y los empleados del lugar la conocían bien e invitaban –junto a Daniel- siempre a eventos que se daban en el lugar.   En esos momentos no sabía que se estaba presentando en exhibición, por lo que con su curiosidad al máximo le ordeno al chofer que la llevara, llegando minutos después, como si ya esa fuera ya su segunda o tercera casa. 

En la galería iban artistas de todo el país –y extranjeros- a exhibir su trabajo. Tanto pintores como fotógrafos, Cynthia ya conocía a algunos y en esos momentos iría a conocer el próximo. Apenas entro pudo ver que lo que se estaba exhibiendo eran unas fotografías en blanco y negro, muy buenas. Hacía mucho tiempo que no veía un trabajo en fotografía tan bien realizado y como hipnotizada se acerco a las primeras, viéndolas detenidamente, una por una, no dándose cuenta que era la única persona en la galería y que le había llamado la atención a alguien su presencia….

-Hola Cynthia, que gusto verte otra vez

-¿Thomas?, vaya lo mismo digo. No puedo creer que te este viendo otra vez, se que solo nos vimos una vez o algo así pero te recuerdo muy bien

-Yo también

-¿Cómo estás?, ¿Qué haces aquí?

-Vivo aquí en Italia un año y medio o algo así y estoy exhibiendo mi trabajo aquí

-Es genial, me encantaron las fotografías, eres bueno

-Gracias. ¿Y tú?, ¿Qué haces aquí?

-Vivo aquí, bueno en las afueras de la ciudad con mi novio y Julian

-Ya veo…..¿has vuelto a Inglaterra?

-Solo a visitar a mis amigos y a mi madre. ¿Y tú?

-No, nadie me espera allá

-Mía está bien, y no preguntes porque la menciono, se notaba en tus ojos que quieres saber cómo esta

-¿Tanto se nota?

-Muchísimo

-La extraño pero me di cuenta que si se caso con Paul y que le va muy bien, así que no le he escrito nada

-Deberías, no creo que le moleste

-Pero a Paul si

-No, te aseguro que no

Mandarle una carta a Mía, siempre había sido una de sus grandes opciones por hacer en su tiempo libre, desde que vivía en Italia, pero nunca estuvo lo realmente seguro y ahora que Cynthia le decía que todo estaba bien, las cosas en su cabeza se revolvían como un inodoro al jalarle la cadena. Todavía quería a Mía, sentía cosas por ellas y todas esas cursilerías, así que escribirle seguía siendo aun una gran opción.

-Todo está bien, en serio. Le dijo Cynthia con confianza y una sonrisa amable

-Pensaba que la iría a molestar

-No, de hecho, le mandare un telegrama contándole que te vi, así no se sorprendería demasiado si le llega algo tuyo

-No hace falta, igual estaré en Londres muy pronto, bastante pronto en realidad…..

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Terminando muy lejos de Londres, en medio de la nada, entre pasto y calles solitarias, George y Sarah se acostaron en medio de una de las praderas que vieron en el camino, pasando ahí toda la noche. La idea de George de irse juntos sin decirle a nadie, estaba funcionando mejor de lo que esperaban, porque se sentían tan libres y relajados que ningunas vacaciones en las Bahamas o Hawaii igualarían ese momento que tenían ahí abrazados , en frente del cielo nublado y la brisa fresca…..

-George

-¿Si?

-¿Estas cansado?

-¿De qué?

-De todo

-A veces

-¿Te puedo contar un secreto?

-Claro que si, el que quieras

-Ya no quiero ser modelo George, quiero ser ama de casa, tener una familia e hijos

Incrédulo y pensando que el secreto de la chica, se trataba de una broma, George se incorporo un poco para mirarla a los ojos con el ceño fruncido. Pero Sarah estaba tan seria, parecía que lo decía tan en serio que de estar incrédulo pasó a estar asustado por su declaración. Parecía ayer cuando escuchaba como Sarah decía que soñaba con ser modelo y aparecer en revistas y ahora su cambio repentino de pensamiento realmente parecía ser sacado de un chiste.

-¿Por qué lo dices?, ¿Por qué ese cambio repentino?

-Estoy cansada, y siento que ya me están olvidando

-No digas eso, siempre vas a ser la número 1, la mejor

-Pero ahora hay nuevas chicas y siento que son mejores que yo

-No Sarah, no digas eso. Te apoyo en eso de tener una familia pero en dejar tu profesión no

-¿Quieres tener hijos conmigo?

-Por supuesto, es mi sueño

-Que bien, así tendremos algo de qué hablar con tus padres ahora que vienen de visita

-Cierto, mis padres……..

En un par de días los Señores Harrison les darían la primera visita en la casa que recién habian comprado cerca de la de Ringo. La primera visita que recibirían ya casados y por eso lo habian olvidado, para no atormentarse ni ponerse nerviosos. Mucho menos Sarah que aun no sabía cocinar bien.

-¿A dónde iremos ahora?

-Me encanta como cambias los temas de conversación. Contesto George, sonriendo ampliamente mientras le daba un beso

-Solo tengo curiosidad

-¿Hemos tenido un destino en lo que llevamos de viaje?

-No, pero en nuestras vidas si…..

 De golpe ahí estaba Sarah, diciendo cosa que él nunca pensó que diría, madurando más rápido de lo que pensó que maduraría, diciendo algo que lo puso pensativo al instante y lo dejo callado de golpe, mientras la chica lo miraba igualmente pensativa y suspiraba en medio de ese silencio ya natural.

-Iremos a donde el destino nos lleve Sarah, no pienses en eso….

-Entonces vamos que nos agarra tarde y siento vientos de lluvia. Contesto levantándose con una frase de doble sentido que el también capto de inmediato

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Conocer chicas era algo que Paul hacia diario, pero conocer una chica que le diera curiosidad y le gustara inmediatamente después de conocerla, era algo que no sucedía tan a diario y eso fue exactamente lo que le paso una tarde cuando fue al departamento de John Dunbar, encontrándose no con él, si no con la chica que trabajaba para él y su esposa y les cuidaba el niño. Su nombre era Maggie y era la nueva chica que le atraía más que su esposa, razón por la que se la llevo a un hotel ese mismo día y ahora estaban por tener su segundo encuentro.....

-Podemos ir a mi departamento si no tienes alguna idea. Dijo la chica poco después de que Paul la recogiera en su auto en las afueras del edificio donde vivía John y Marianne

-No, ya sé donde podemos ir

-¿Tu casa?, pensé que tu esposa estaría ahí

-No mi casa no, otra parte, ya lo sabrás

Desde que la Indica había abierto sus puertas, Paul acostumbraba a ir para visitar a sus amigos o comprar alguna cosa. Se le ocurrió que quizás a Maggie le gustaría conocer la tienda de la cual su jefe era uno de los dueños y que quizás ahí, nadie los vería raro o con reprobación……

-¿Tu esposa donde esta?. Pregunto de nuevo la chica ahora con curiosidad

-No sé y no me importa sabes

-¿No te importa?, eso es raro

Una cosa que Paul aun no lograba entender, era como siempre sus amantes preguntaban por Mía. De lo menos que quería pensar cuando estaba con ellas, era  Mía. No porque se sintiera mal al serle infiel, si no porque le resultaba demasiado incomodo y que ahora Maggie se la mencionara, era suficientemente para ponerse de mal humor. Sin embargo, no podía ponerse de mal humor en frente de ella, la estaba conociendo y podía dar una mala imagen, por lo mejor decidió cambiar de tema hasta llegar a la tienda, donde no se espero encontrarse a quien menos quería ver: Mía con Frank hablando junto a Barry Miles, de la manera más amigable posible. Los libros de ambos se estaban vendiendo en la tienda y esa tarde habian decidido visitarla a petición de los dueños. Si Paul lo hubiese sabido, de seguro que no iba con Maggie pero ya era demasiado tarde porque los tres ya los habian visto entrar por la puerta y dar media vuelta e irse sin saludar, empeoraría las cosas….

-Paul, no sabía que vendrías. Exclamo Mía con incomodidad, viendo de arriba abajo a Maggie

-Yo tampoco lo sabía. Contesto el chico secamente, tratando de idear un plan para irse de ahí

-¿No nos vas a presentar a tu amiga?. Pregunto haciendo énfasis exageradamente en la última palabra

-Si, ahm, Mía, Frank, Barry, ella es Maggie

-¿Tú no eres la niñera de Nicholas?. Pregunto Barry contrariado, acercándosele un poco para comprobarlo

-Si soy yo. Respondió la chica muy apenada, bajando la mirada

-Pues que sorpresa, ¿no creen?

-¿Por qué no vienen con nosotros a tomar una cerveza aquí cerca?

-No lo sé, teníamos otros planes

-¿Otros planes?. Pregunto Maggie confundida. –Pensé que no teníamos ningún plan-

-Pues ahora lo tienen, porque vienen con nosotros, el ambiente del pub es muy bueno incluso en el día. Replico Mía con sorna, enganchándose del brazo de Frank

Sin tener una salida por donde escapar, Paul término aceptando, poniéndose bastante incomodo en el pub, al ver a Mía muy cariñosa con Frank y Maggie a su lado, mas incomoda que el. Esa era la situación más rara en la que se encontraba y sabía muy bien que Maggie quería irse, pero irse sola porque poco después se despidió y le dijo que la llamara otro día, quedando ahora solo con Barry que era el único dispuesto a hablarle.

-¿No vas a hacer nada?. Le pregunto este con una media sonrisa, viendo de reojo a Mía y Frank

-No, no me interesa, ella puede hacer lo que quiera

-Paul, estas celoso, se te nota a leguas, por eso Maggie se fue. Saca a tu esposa de aquí y llévala a casa

-Ella no va a querer

-Claro que sí, es lo que más quiere, lo se

Y realmente así era, porque Mía con la excusa de que ya estaba harta de estar ahí, acepto irse con él, proponiéndole a Frank llevarlo a su casa, para que tal vez así no ocurriera lo que mas presentía….

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Convencida de que una salida a solas en su motocicleta, no le haría daño. Victoria ahora iba por la calle con su Vespa, permitiendo que el cabello se le despeinara con el viento y rayando algunos autos que se interponían en su camino. Todo el mundo sabía ya que ella estaba con Ringo Starr, pero pasaba por alto las malas caras de las fans y las críticas de la prensa. Ellos no sabían absolutamente nada de cómo era su relación con el, así que se seguía comportando como cuando era una completa desconocida –claro que sin alcohol y drogas-, saliendo a visitar amigos o yendo de compras a Piccadilly. Esta vez, simplemente iría a darle una visita a Layla, no la veía desde hace semanas y después de todo, ella seguía siendo su mejor amiga, por lo que una visita sorpresa no le vendría mal a nadie.

-Te llame hace tres días, pero nadie me contesto.  Comento Layla, minutos después de que Victoria llegara y la hiciera pasar

-Me fui con Ringo y su madre al cine y luego a cenar

-Con razón, todavía me tienes que llevar a tu casa, no la conozco

-Ya lo sé, pero ve cuando quieras, yo siempre estoy

-Claro, como ahora estas con un Beatle y vives en una mansión, no necesitas salir seguido

-Eso no tiene nada que ver Layla

-Por supuesto que sí, te has vuelto aburrida con todo eso de la meditación y la India

-Ya sabes que no puedo volver a lo mismo de antes, casi me mata

Al recordar la sobredosis, Layla se puso seria y saco unas revistas donde salía ella con Ringo para enseñárselas. No quería hablar sobre ese tema que la entristecía de muchas maneras, pero Victoria no quería que ella siguiera pensando que era una aburrida y cerrando de golpe la primera que ella le paso, se quedo también seria mirándola de frente…..

-No me volví aburrida Layla, es solo que tengo miedo de caer otra vez en eso

-No lo harás, ahora te cuidaremos más

-Sí, Joseph y Richard siempre me lo dicen, pero no lo sé….

-Ya sé que sucede: amas tanto a Ringo que no quieres decepcionarlo

-Tambien, puede ser

-Pues no lo vas a defraudar, a el también le gustan las fiestas, a toda la gente joven le gustan

-¿Y qué piensas que deba hacer?

-Mira, mañana en la noche habrá una fiesta donde una amiga, será en su casa. ¿Por qué no vienes?

-Pero Ringo no quisiera que fuera sola

-¿Ringo te manda?, además, el puede ir si quiere

-No creo que quiera Layla

-Entonces ve tu sola

-Sigo indecisa

-Entonces no vayas

-No, iré, hace mucho que no voy a una fiesta donde haya gente normal, estoy harta de la gente con famosos que me lleva Ringo, se torna aburrido

La idea que tenía en mente, era de ir y no excederse, Ringo no lo sabría ya que iría en la noche al estudio. No le escondería nada, simplemente se divertiría como hace meses no lo hacía……

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Todavía interesada en plasmar fragmentos del libro de Mía, en algunos cuadros, Regina convenció a John para que la llevara a casa de Paul y la chica, para hablar con ella y darle el libro para que se lo firmara. John de todos modos tenía que hablar con Paul, así que la apoyo, llegando en su nuevo Rolls-Royce a Cavendish Avenue, poco después de que Mía y Paul regresaran del pub.

-Espero que no estén peleados. Comento John tocando el timbre de la casa con insistencia

-¿Por qué lo dices?. Pregunto Regina con curiosidad

-Porque siempre lo están

Pero no lo estaban, solo trataban de evitarse para que ninguno hiciera comentarios estúpidos, así que recibieron a Regina y John con simpatía, mientras en el fondo les agradecían haber llegado y roto la tensión.

-Regina quiere decirte algo

-¿Si?, ¿Qué pasa?. Le pregunto Mía a la chica, pasándole la taza de té que recientemente le había ofrecido

-Leí tu libro y me gusto mucho, me parece ingenioso y estaba pensando en plasmar algunas de las partes en mis pinturas

-¿En serio?, es una gran idea

-¿Si?, pensé que te molestaría o algo así

-Para nada, me encanta, seria todo un honor

-Bien, y luego pensaba en exhibirlos en alguna galería

-Eso también me gusta, así podremos invitar a mucha gente, incluyendo a las amantes de Paul que espero no incrementen

Lanzando una carcajada, John se quedo viendo a Paul que simplemente movía la cabeza con fastidio y veía como Mía se pasaba de lugar para sentarse a su lado y despeinarlo.

-No hagas eso. Mascullo aun fastidiado, quitándole la mano

-Cierto, me olvidaba que eras mas coqueto que yo en esas cosas

-Eso ya todos lo sabemos. Replico John divertido, haciendo lo mismo que Mía hace unos momentos

-Tranquilo Paul, solo bromeaba, por supuesto que tus amantes no van a ir, son feas y no tienen clase

-¿Y tu si?

-Obvio, tengo más clase que tu ex novia muerta, en serio

-Me siguen sin parecer graciosos tus comentarios

-Viste cariño, siempre pelean, no exagere. Le dijo John a Regina que también los miraba con diversión

-Volviendo al tema, esta idea de Regina me gusta y mucho

-Perfecto, entonces empezare a trabajar en ello muy pronto

Sin embargo, Paul seguía molesto por los comentarios de Mía y sin prestarle atención a Regina, agarro del brazo a Mía y disculpándose un momento, se la llevo a la cocina, donde ella se soltó con brusquedad y el la miraba con rabia, muy cerca de su rostro.

-Eres la molestia más grande que existe. ¿Pero sabes porque no te dejo?

-¿Por qué?

-Porque igualmente me diviertes mucho

-¿Entonces porque me miras así?

-Porque estoy molesto y ya se lo que quieres para que dejes de molestarme un tiempo

Y no importándole que John y Regina estuvieran en el salón más próximo, Paul beso a la chica con rabia mientras le metía una mano debajo de la falda y otra debajo de la blusa donde no traía nada mas puesto. Siempre era lo mismo: lo comenzaba a molestar, calmándose algunas semanas después de seducirla y acostarse con ella. Era como si se lo pidiera con esas cosas y a través de esos comentarios y aunque realmente no era así, lo parecía y aprovechaba, volviendo esa relación cada vez más complicada y peligrosa que antes….