Si no podía hacer que la volviera a amar, lo
enamoraría como una nueva persona, que él no conocía y que ni ella misma lo
hacía. Era un plan muy alocado, incluso ella que estaba loca, lo veía así, pero
quería tanto a Paul que estaba dispuesta a hacer lo que sea y por eso ahí
estaba Lucille, cruzando una gran puerta de vidrio, siendo recibida por un
montón de personas desconocidas y conocidas al mismo tiempo, que en el fondo no
sabían de quien se trataba realmente.
La pasaría un rato sola, antes de acercarse a Paul
y saludarlo. Era obvio que él la reconocería y sabría que Lucille en realidad
era su esposa con una peluca, pero Mía también sabía que Paul le seguiría
cualquier juego. Todos bailaban un poco y bebían licores caros con ropa
elegante, saludaba con la mirada a amigos suyos que solo se quedaban viendo un
rato a la chica desconocida que había llegado a la fiesta y cuando se dirigió a
la parte de afuera para tomar un poco de aire, incluso pudo ver a su hermana
con George, besándose en ese lugar. Por lo que prefirió dar media vuelta y
empezar con el plan oficial. Se encontraba un poco nerviosa, sin embargo, su
seguridad regreso cuando de lejos vio a Paul conversando con un grupo de
personas, entre ellos, una chica rubia que le coqueteaba notablemente. Si
esperaba un rato extra, ella se lo llevaría y eso no lo permitiría. Por un
lado, también quería saber cómo él se comportaba en privado con una chica
desconocida, así que estaba ansiosa, muy ansiosa por descubrir todo aquello.
Seductoramente, camino hacia el, parándose detrás
suyo. La única opción que había era tocarle el hombro para llamar su atención y
eso hizo con la punta de uno de sus dedos, sintiendo como él se volteaba y se
le quedaba viendo unos instantes a los ojos con confusión, para después mirarla
de pies a cabeza y sonreir un poco, esperando a que ella soltara algunas
palabras. La había reconocido, pero le parecía graciosa la manera en que estaba
vestida esa noche. No obstante, le llego una nueva sorpresa, al escucharla
presentarse con un nuevo nombre y como si nunca si hubiesen visto.
-Me llamo Lucille y tus debes de ser….Paul
McCartney, ¿no es así?
-Si, así es
-Es un gusto en conocerlo
-Igualmente. Contesto contrariado, tratando de saber
que se traía Mía entre manos
-Siempre he querido conocerte, me gustan un poco
tus canciones
-¿En serio?, eso me halaga, gracias
-Especialmente Yesterday, es muy bonita
-Sí, igual es una de mis favoritas, o eso creo
-Deberías de estar más seguro, de verdad vale la
pena creerlo
-Ya lo sé. Replico un poco incomodo,
ocurriéndosele algo casi en el acto. -¿Quieres ir a tomar algo?
-Me encantaría. Contesto la chica con satisfacción
al ver la primera fase de su plan finalizada con éxito
Pidiendo un trago muy diferente al que Mía pedía
con regularidad, le dedico una sonrisa a Paul y comenzó a tararear una canción
que sonaba, haciéndolo reír. En realidad, el tenía ganas de reír, desde hacía
rato por lo graciosa que se veía Mía con una peluca y por como actuaba de manera
tan diferente y Mía conociéndolo bien, lo dejo reírse hasta el cansancio,
hablándole hasta que tomo aire y le dio un sorbo a su whiskey.
-Me gusta cómo te ríes. Comento ella sonrojada
-Y supongo que tú te ríes mejor por lo hermosa que
eres
-¿Soy hermosa?, gracias
-¿Escuchas eso?
-¿Qué?
-La música, es jazz, es extraño que pongan jazz en
una fiesta de mediados de los 60’s
-¿Quieres ir a bailar?
-Bueno, no siempre una chica me invita a bailar
así que adelante
Lo único que no pudo ocultar en su nueva personalidad
o rol, era su gran y exquisito gusto por el jazz y Paul convenciéndose de que
esa tal Lucille de verdad era Mía. Decidió totalmente seguirle el juego para
descubrir que tramaba o quería hacer con él, empezando en medio de esa pista de
baile donde ambos se guiaban y reían y aceptaban, esa nueva aventura juntos.
…………………………………………………………………………
Con una sesión de besos intermitente, George y
Sarah acabaron detrás de un arbusto donde nadie los podía ver. La fiesta se les
hacia aburrida, incluso esa nueva forma de escaparse también, pero George era
insistente y no dejo que Sarah se soltara por varios minutos, en los que con
una risa histérica termino sentada en el piso, donde se encendió un cigarrillo
y lo invito a sentarse a su lado.
-Recuérdame no volver a venir a estas fiestas
elegantes hechas en hoteles. Comento aburrida con el cigarrillo en la boca
-Lo hare, a mí tampoco me gustan mas
-¿Crees que alguien nos haya visto?
-No, ¿Por qué?
-No lo sé, me da vergüenza
-Nadie nos vio, tranquilízate
-Si algún conocido hubiera venido no estaríamos
tan aburrido
-Escuche que invitaron a Paul y tu hermana, pero
no los he visto
-No creo que Mía haya venido, siempre se queda en
casa
-Es verdad, ojala hubiesen invitado a Ringo y
Victoria entonces
-¿Ringo y Victoria?, no, me aburren
-¿Te aburren?
-Si, a veces
-A mi no, me caen bien
-Especialmente Victoria, ¿no?
-Por supuesto, es una gran chica
Escuchar a George, decir ese tipo de cosas, le era
raro a Victoria, que levantándose incomoda, se sacudió el vestido negro que
llevaba puesto y comenzó a caminar hacia la entrada. Confundido, George la
siguió, haciendo que parara un momento, para preguntarle que le pasaba. Él lo
suponía, pero quería escucharlo directamente de ella y no de sospechas.
-¿Qué pasa?, ¿Por qué te fuiste así?
-Siempre estás hablando de Victoria
-¿Hablando de Victoria?, ¿Cuándo?, realmente no me
he dado cuenta
-No te hagas George, todavía la quieres, siempre
la invitas a casa o ella te invita a la de ella
-Para practicar con el sitar, no para nada mas
-Todavía la quieres George, lo se
-Deja de decir estupideces Sarah, yo quiero a
Vicky solo como una amiga, en serio
-¿Me lo juras?
-Te lo juro
Sin embargo, Sarah no seguía muy convencida y aun
molesta, emprendió su camino hacia el auto de ambos que los esperaba en el
estacionamiento. Esa era una de las cosas que George mas detestaba de la chica,
pero la amaba y no deseaba que ella pensara cosas que no eran, menos si se
trataba de una de sus ex novias.
Perdiéndola de vista unos segundos, George empezó
a correr apenas la vio de lejos caminando rápidamente por la salida. Sarah
llevaba los ojos llorosos y el estaba desesperado por hacerla entrar en razón,
pero debía calmarse y parando de correr, llego tranquilamente al auto donde
Sarah ya lo esperaba sentada adentro. Estaba seria, como casi nunca, no
obstante, esto le importo muy poco, porque entrando al auto, se dispuso a
hablar con ella, ahora de una manera más calmada.
-Tienes que creer en mi Sarah. Dijo de primero,
con el cigarrillo aun entre sus dedos
-¿Cómo?, es difícil. Contesto ella en un susurro,
intentando no comenzar a llorar
-Lo sé, pero entre Vicky y yo ya no hay nada, ella
ama a Ringo
-¿Y tú me amas a mi?
-Por supuesto
-Es raro, ¿no crees?
-¿Qué?
-La forma en que llegamos a estar juntos
-Sí, pero en general nuestra vida es rara
Respirando profundo, George encendió el automóvil,
sin hablar y ella sin intentarlo. Porque en el fondo había otra cosa que los
incomodaba y que pronto estallaría.
………………………………………………………………………………
Conquistándolo por completo, Mía logro que Paul la
llevara a un hotel como Lucille, entrando a la habitación mientras se besaban
con desesperación y se desvestían mutuamente poco a poco. Por lo general, Paul
llevaba a la cama a una chica que esa misma noche había conocido, pero Lucille
en el fondo era su esposa y le importo menos. Sin embargo, Lucille muy en el
fondo lo era, porque tenía menos clase y lo cuestionaba menos. En general, se
comportaba como cualquier chica que recién había conocido y recién le había
llamado la atención y eso le divertía tanto a él como a ella, porque con
brusquedad y solamente en bragas, la chica paro de besarlo y se fue a servirse
una copa de vino que estaba en una mesa cercana de cortesía. Entendiendo mejor
lo que ella quería, pero un poco molesto por haberlo dejado de esa forma, se
metió en el baño, saliendo minutos después donde acostada en la cama viendo el
techo. Tenía muchas ganas de hacerla suya ahora mismo, pero ella quería que las
cosas fueran más lentas o eso creyo…..
-¿No vas a venir aquí conmigo?. Le pregunto con
una media sonrisa, señalando el campo vacio que había a su lado
-¿Puedo?
-Por supuesto
-Pensé, que querías estar un rato a solas. Replico
distraído, haciéndola reír en el acto
-Para nada, quiero estar contigo. Contesto
abrazándolo por detrás, al verlo ya sentado a su lado
-Entonces significa……
-Significa que es hora, ya no quiero esperar más,
te deseo. Dijo en un susurro cerca de su oído que lo excito más lo que quería
-Yo también muñeca
Comenzando a besarla de nuevo, ella aprovecho para
ayudarlo a quitarse el pantalón, al mismo tiempo en que Paul le besaba los
senos y se aferraba más a él. Lo atraparía de nuevo, estaba segura, Lucille no
había sido creada en vano, mucho menos cuando todo finalmente finalizo y se
quedaron exhaustos de lado, mirándose a los ojos.
-¿Te divertiste?
-¿Debo divertirme?
-Eso creo
-Pues sí, me divertí
-Espero volverte a ver
-¿Quieres mi numero?
-Obvio, esto se tiene que repetir
No obstante, Paul iba a tener que esperar un rato
mas para obtener su número de teléfono, porque ella no quería que la velada
quedara ahí y sonriente lo invito a un baño en la tina que estaba en el baño,
donde podían seguir relajándose y
conociéndose…..por segunda vez.
-Creo que esto no fue tan mala idea. Comento el
chico mientras se acomodaba en la tina una vez estuvo ya llena de espuma
-Sí, es verdad
-¿A qué te dedicas?, no pude preguntarte sobre eso
en la fiesta
-A nadie en específico
-¿En serio?
-En serio
-¿Eres groupie entonces?
-No, odio las groupies, además, no podría serlo,
porque no soy tu fan
-Pero dijiste que gustabas de mis canciones
-Pero no de tu banda
Dándole un poco de razón, se acerco un poco a
ella, donde le planto un pequeño beso que la sonrojo y lo hizo reír. Pero no,
ella no quería verse como la débil y sumisa, así que de nuevo de manera
seductora, le acaricio el pecho antes de preguntarle algo que él no se
esperaba.
-¿Te gusto?
-Me encantas
-¿Sigues queriendo mi numero?
-Siempre
-¿Y tu esposa?
-Al carajo mi esposa, Lucille
………………………………………………………………………….
Haciéndole mucha falta Regina, John esa noche, no
quiso irse a embriagar como la mayoría de las veces, si no que ir a ver algo
que mantuviera el espíritu de ella, muy cerca suyo. Sus pinturas eran la mejor
opción y sabía muy bien que en una galería cercana a la plaza de Trafalgar, aun
tenían en exhibición unas cuantas. Habian unas que el mismo vio como ella las
realizaba y eso le daba un toque más especial.
Viendo su reloj, vio que todavía era temprano y
que su Rolls-Royce estaba disponible para ir a la ciudad en el. No iba con
algún otro plan y también iría completamente solo, por lo que espero
encontrarse con algún conocido en la galería. Esta al llegar, estaba medio
vacía, pero eso fue lo de menos para él, cuando vio de lejos una de las obras
de Regina y con cautela se acerco a observarla, sonriendo un poco. La extrañaba
tanto, que aun recordaba su aroma y sus gestos al pintar. Nunca nadie había
querido tanto o amado, porque sentía que comenzaba a amarla de una manera muy
especial y ella estaba lejos, quien sabe dónde, mientras él estaba ahí cerca,
tratando de olvidarla y al mismo tiempo no.
No obstante, sus ganas de ver a alguien conocido
por allí, se vieron realizadas, porque estaba Dunbar conversando con un chico
desconocido no muy lejos de donde John se encontraba. Por lo que rápidamente su
presencia llamo la atención y provoco que Dunbar quisiera acercarse a saludar,
con sorpresa por verlo ahí a esas horas.
-John, que gusto verte. Escucho John que le decía alguien, detrás suyo
-Hey, lo mismo digo, no esperaba verte por aquí
-Yo menos, pero pensé en venir a echar otro
vistazo, ya sabes que eso hago cuando estoy aburrido
-Te presento a Yanni, un amigo mío, vino hace poco
de Grecia
-¿Grecia?, interesante
-Supongo que conoces a John Lennon, ¿no?. Le dijo
John a Alex que asintió de inmediato
-¿Yanni es realmente tu nombre?
-No, es Alex pero todos me dicen así
-Ah, ya veo
-Ahora vive conmigo
-¿Si?, no lo sabia
-La novia de John, hizo estas pinturas
-No sabía que tu pintura era artista
-Lo es y estoy muy orgulloso de ella, ¿tú qué
haces?
-Soy mecánico pero invento cosas
¿Cosas?, como qué?
-Estoy haciendo algo que se llama “La caja de
nada”
-¿Qué hace?
-Tienes que verla primero
-Si quieres puedes venir cualquier día a nuestro
departamento, esta es la dirección. Dijo Dunbar, dándole un papel donde recién
lo había apuntado
-Bien, iré entonces
Iría mas que todo por curiosidad de saber que era
esa caja extraña que el chico le había mencionado, pero no iría ahora. Primero
tenía que encontrar a Regina, a ella también le iba a interesar ese extraño
invento y necesitaba pedirle disculpas por milésima vez, aunque fuera con la
locura más grande de la historia…….
…………………………………………………………………………………
A la mañana siguiente, todo volvió a la
normalidad, Mía estaba en la cocina haciendo un pastel, mientras Victoria
jugaba con Isabelle y los perros en el jardín y su hermana llegaba a ayudarla
porque no tenía ganas de hacer algo más en su casa. Los chicos estaban en el
estudio, Lucille por el momento estaba en el olvido y todos actuaban de forma
común, sin nada interesante que hacer o decir. Sin embargo, como era usual,
todo quería ahora complicarse nuevamente al Sarah no solo llega a ayudar con el
pastel, si no que a quejarse y a desahogarse. Entre una crisis existencial que
ahora involucraba a terceras personas. Mía, como de costumbre, solo se limito a
escucharla, pero un nombre la hizo reaccionar y parar de hacer lo que hacía.
-¿Victoria?, ¿Qué tiene que ver Victoria en todo
lo que cuentas?
-Que George solo llamarla e invitarla a cosas,
estoy harta
-¿Estas celosa?
-¿Celosa?, nada que ver, solo me molesta, yo soy
su esposa, se supone que debe prestarme atención más a mí, no a su ex
-Calla que Vicky está afuera y puede escucharte
-Para lo que me importa
Lo malo es que Victoria si había escuchado, ya que
sin querer lo había hecho detrás de la puerta de la cocina cuando se dirigía a
esta para prepararle la merienda a Isabelle.
Sarah seguía resentida por las atenciones de su
esposo hacia ella y aunque lo habian hablado la noche anterior y se suponía que
todo estaba bien entre ellos, esa amistad que tenia con la chica, la seguía
perturbando y Victoria muy preocupada, se quedo ahí parada hasta que reacciono
cuando escucho la puerta abrirse y se encontró con Sarah y Mía de frente.
-Vicky, ¿Qué haces ahí parada?. Pregunto Mía un
poco nerviosa
-Yo, solo…..solo iba a hacerle algo de comer a
Isa, pero ya me voy. Contesto cabizbaja, a punto de darse media vuelta
-No, no te vayas todavía, ¿Qué sucede?, no te ves
bien
-No es nada Mía, es solo que no me gusta ser un
problema
-¿De qué hablas?
-Sarah, yo no quiero estar con George, yo estoy
enamorada de Ringo, ¿entiendes?. Pero si tanto te incomoda mi amistad con él,
me voy a alejar
Sorprendidas, al escucharla decir eso, se quedaron
calladas viéndola a los ojos, mientras Victoria de nuevo se daba media vuelta y
se disponía a seguir su camino al jardín. No obstante, Mía no permitiría que
las cosas terminaran de esa forma y Sarah tampoco. Alcanzando a la chica con un
suave jalón de brazo.
-Vicky, no es lo que tú crees, Sarah es un poco
celosa, pero a veces, no siempre
-No Mía, no la engañes. Sí, estoy muy celosa y
enojada, pero yo no puedo hacer nada. Dijo Sarah muy apenada
-Pero yo sí. Replico Victoria igual que ella. –
Hice mal en hacerme amiga de el-
-No, no hiciste mal Victoria, no exageres
-En realidad, hice mal en meterme en todo esto,
estaba bien antes de conocerlos a todos, muy bien
-¿Qué tratas de decir?
-Me voy Mía, es mejor que regrese a mi antigua
vida, de verdad no quiero ser un problema para nadie y menos para ti Sarah
Todavía cabizbaja, recogió su bolso y se despidió
de Isabelle con un beso en ambas mejillas, ignorando las preguntas de la niña y
las miradas de Mía y Sarah que en silencio la vieron abrir y cerrar la puerta
principal, para desaparecer de su vista.
Sin saber por cuánto tiempo exactamente.
Sarah, muy arrepentida de haber dicho todo
aquello, quiso alcanzarla y pedirle las disculpas que antes quería pedirle,
pero Mía la detuvo y encogiéndose de hombros, esta se devolvió a la cocina,
dejándole el problema solo a ella, que ahora debía solucionar sin ayuda……..
……………………………………………………………………………..
Después de una de las sesiones diarias en el
estudio, los chicos fueron llamados por Brian a su oficina, donde este les
daría una noticia. A ninguno le agradaría mucho, pero ya era necesaria en el
grupo y Brian estaba muy feliz de haber conseguido algo bueno para ellos y de
dárselas. Los acompañaba Mal Evans como siempre en esos casos y cansados por lo
poco que casi todos habian dormido la noche anterior, se sentaron en la sala de
espera, mientras su manager terminaba de arreglar algo y los llamaba.
-Siempre nos hace esperar una hora, la próxima
llego tarde. Comento John con fastidio, ganándose la mirada reprobatoria de Mal
y Ringo
-Nunca nos hace esperar una hora, no exageres.
Replico George un poco de acuerdo
-Mejor me voy a hablar con Paul, ustedes son unos
amargados
El chico, que estaba sentado en un sillón un poco
aparte, vio acercarse a John que con ansias le preguntaría que le pasaba. Desde
que lo vio ese día, lo veía más callado de lo normal y sabia que el necesitaba
hablar con alguien, por lo que ese era el momento perfecto para hacerlo.
-Que cara tienes, veo que llegaste muy tarde de la
fiesta anoche
-Si….y que fiesta
-Supongo que la pasaste bien con alguna chica
-Sí y no sabes qué especial era
-¿Si?, ¿Por qué lo dices?
-Se llama Lucille o mejor dicho, Mía Robinson con
una peluca, vestido provocador y labial rojo intenso
-¿Qué?, no entiendo nada
-Mía se hizo pasar por una chica desconocida para
seducirme y llevarme a la cama
-¿Es una broma?, es lo más gracioso que he
escuchado
-Y astuto, ¿no crees?
-Bastante, ¿y que ya hablaste con ella sobre eso?
-No, le seguiré el juego, al principio lo pensé un
momento, pero cuando se fue y me dejo solo en ese cuarto de hotel lo decidí
-¿Y cuando llegaste a casa que paso?
-La encontré con su pijama y sin la peluca,
dormida en nuestra cama, como si nunca hubiese salido de casa
-Solo a ti te pasan cosas interesantes Paul……
En esos momentos, la secretaria de Brian les
informo que ya podían pasar, haciéndolo uno poco uno con algo de pereza. El
hombre estaba sentado detrás de su escritorio, esperándolos con paciencia y
calma y sacando unos papeles de uno de los cajones que tenia al lado.
-Me da gusto verlos de nuevo, ¿Cómo van las
grabaciones?
-Bien, muy bien. Respondió Ringo con voz pausada y
distraído con unos lapiceros que tenía al frente
-Espero que finalicen pronto, porque en un mes y
medio nos iremos de gira
-¿Gira?
-Si Paul, gira, la gira de este año, nos vamos por
países de Asia que no conocen, logre conseguir unos buenos tratos allá y
tocaran en un lugar de Japón donde no se acostumbra que actúen bandas
-¿Haremos gira por Estados Unidos?
-Si, también, pero después de tocar en Alemania y
alla
-¿Y cuando empezara oficialmente?
-Finales de junio, también tocaran en Alaska y
aquí en Londres
Esperaban esa noticia desde hacía semanas, pero
ahora al escucharla y saber que faltaba poco para que empezara, se empezaron a
sentir un poco raros, porque ya estaban acostumbrados a estar solamente ahí en
Londres con sus familias y ya estaban cansados de las giras y los gritos
incluidos. Por más que a veces la pasaran muy bien….y que esta llegara a ser
muy diferente al resto.
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Feliz por estar en su ciudad natal, Cynthia miraba
por la ventanilla del auto, las calles y cielo gris, mientras Julian y Daniel
hacían lo mismo. Finalmente estaban en Liverpool, el viaje había sido un poco
largo y cansado y Daniel estaba tenso por el hecho de conocer una ciudad nueva
y sobre todo, conocer a su suegra. Sin embargo, Cynthia lo tranquilizaba de vez
en cuando y le aseguraba que a ella le caería bien. No obstante, estar ahí,
resulto ser diferente, la ciudad seguía igual que siempre pero ahora Daniel no
solo estaba tenso, si no que igual de feliz al ver a Cyn de igual modo. Tanto
que comenzó a pensar en algo para no hacerla pasar más tiempos largos lejos de
esa ciudad que ya le estaba comenzando a gustar más que
Londres.
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Hola chicas, ¿como están , al fin estoy de vuelta con este capitulo largo, que les dejo por aquí. Perdón por no haber publicado la semana pasada, no estaba en mi casa y tenia mis exámenes finales. No se como me habrá ido, pero lo que si se es que ya estoy fuera de ese sistema educativo que tanto odio desde la niñez y ando celebrando como nunca. Ahora ya estoy en vacaciones y puedo publicar mas seguido aunque esto ya vaya a terminar. Espero que les haya gustado el capitulo, espero sus comentarios y de nuevo: perdón por la demora :)