Semanas después de la llegada de todos a su
destino final. Victoria que ya había conocido finalmente a Ravi Shankar y
tenido algunas conversaciones con él, recibió una carta de Ringo, escrita al
poco tiempo de que ella partiera de Londres. Se habian llamado seguido desde
entonces, pero la carta era distinta, le demostraba un estado de el distinto,
así que la conversación con George apenas llegaron a Bombay, le vino a la
cabeza otra vez, no queriendo darse por vencida e irse, aun con la carta entre
las manos y leyendo una y otra vez lo que decía:
“Querida
Vicky, ya son dos semanas que no estás aquí y te he extrañado mucho. Sin
embargo, tu ausencia me ha puesto a pensar en miles de cosas y a recordar otras
tantas más. En mi memoria todavía esta la tarde en que te conocí, en que te
lleve al hospital cuando casi mueres y también el día en que dijiste que
estabas embarazada de mí. Hemos pasado por muchas cosas juntos y quiero y
necesito que nunca nos separemos. Espero con ansias el día que vuelvas, si no
voy primero yo a la India a traerte conmigo”
Al leerla más de diez veces seguida, con solamente
la luz de la lámpara alumbrando el papel y palabras. Algo también se ilumino
dentro de ella, que prácticamente la hizo recapacitar. En pijama ya que
planeaba dormirse pronto, salió de la habitación rumbo a la de George y Sarah,
no encontrándolos en ella. Isabelle dormía en su casa plácidamente por el día
tan agitado que había tenido caminando en todas partes para conocer, por lo que
ella era la única despierta allí. De un momento a otro, tuvo ganas de irse, de
irse con Ringo y desaprovechar sus clases de sitar. Sentía que él la necesitaba
más de lo que expresaba y debía irse, no sin antes tener la responsabilidad de
buscar a George y decírselo de la manera en que él le había dicho que se lo
dijera.
Bajando las escaleras casi corriendo, Victoria
tropezó con un empleado del hotel, que ya ella conocía y le daba la idea de
preguntarle si había visto a sus amigos, no sin antes tomar un poco de aire por
lo agitada que estaba.
-¿Se siente bien señorita?. Pregunto el hombre muy
preocupado
-¿Ha visto a George Harrison y su esposa?
-Sí, están abajo, con otro amigo de ellos
-¿Otro amigo?
-Si
Extrañada pero pensando que se trataba de alguno
que habian conocido allí, bajo más tranquila, buscándolo con la mirada hasta
que lo cerca de la recepción con alguien muy conocido. Se trataba de Ringo, que
traía una maleta con él. Sorprendida, pensó al principio que se trataba de una
alucinación pero cuando él se volteo y la vio allí parada, dedicándole una
sonrisa. Se fue a abrazarlo fuertemente, todavía pensando que se trataba de un
sueño o algo parecido.
-¿Qué haces aquí?. Le pregunto emocionada
-Vine a acompañarte, te extrañaba mucho.
¿Recibiste mi carta?
-Sí, la acabo de leer. Me ha encantado
-Me alegro
Sin embargo, en vez de llevarla arriba, Ringo la
llevo a la parte de afuera, donde un auto estaba parqueado y no era como los
demas que pasaban por la zona. Confirmándole a ella que se trataba de un auto
de Ringo y que algo planeado, porque una sonrisa maliciosa floreció en su boca
cuando le abrió la puerta del acompañante y la invito a entrar con un
movimiento de cabeza.
-¿A dónde vamos?, ¿sabes qué horas son?
-Nos vamos de aquí. ¿Quieres tener unas buenas vacaciones?
-¿Cómo?, realmente no entiendo nada Richard
-Escucha, alquile este auto para irnos a conocer
Asia en el
-¿De verdad?
-Así es, así que sube y no te preocupes por tu
equipaje, compraremos ropa nueva en el camino
Emocionada ya que le parecía una excelente idea,
Victoria se despidió de Sarah y George y se fue en el auto con Ringo a
prácticamente rumbos desconocidos. Solo tenían un mapa y la esperanza de vivir
una gran aventura. Por fin solos, para siempre…
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Como quisieron desde su llegada a Almería,
Finalmente John y Regina, consiguieron un mejor lugar en el que quedarse. Se
trataba de una villa en donde estaba ubicada una gran casa, con una gran vista
al océano. Se habian podido instalar rápidamente y siempre llegaban amigos de
la película a cenar o jugar cartas. Al igual que ambos pudieron conseguirse un
espacio para estar solos concentrados en su trabajo de pintar o componer. Las
filmaciones de How I Won The War, también iba muy bien y con todas las
comodidades al alcance, John logro adaptarse muy bien al lugar y al trabajo, con su novia detrás apoyándolo y
motivándolo a seguir.
Una tarde, después de su escena y tener permitido
volver a casa. John agarro su Rolls-Royce – que se lo habian traído de
Inglaterra hacia unos días- y después de preparar algo personalmente cerca de
la playa, dio un paseo por toda la zona con el radio a todo volumen. La gente
que nunca antes había visto algo como tal allí, se quedaba viendo el espectáculo
que pasaba por la calle como si fuera un carnaval, con John dentro, a veces
solos, a veces en compañía de algunos muchos. Después de todo, era prácticamente
la primera celebridad que se pasaba por sus calles de esa forma y quizás fuera
a ser la única. No obstante, Regina solo lo había acompañado una vez hasta
ahora ya que no le gustaba llamar demasiado la atención y con lo que tenia
listo no muy lejos de ahí, fue a la villa a tratar de convencerla de que fuera
con él en el auto a dar un paseo. Regina, que se encontraba en la sala pintando
con un gran ventanal de frente y estaba profundamente concentrada, con pintura
regada en el piso, brazos y hasta cabello, escucho el motor del auto con
fastidio y alegría al mismo tiempo, dirigiendo su mirada hacia la puerta donde
la persona que estuvo esperando todo el día entro mas apresurada que antes.
-¿Qué te pasa?. Le pregunto contrariada, parándose
del piso
-Vamos, te tengo una sorpresa. Respondió John agitado
y jalándole el brazo
-¿Sorpresa?
-Así es
-Pero no puedo salir así, tengo que irme a cambiar
John
-No importa, no hace falta, en serio. Dijo
insistente, jalándola más que antes
Todavía contrariada, Regina le termino por hacer
caso, siguiéndolo al auto, que arranco casi de inmediato. El lugar de la
sorpresa permanecía siendo desconocido para ella y el trayecto John no dijo ni
una palabra, mientras una extraña interferencia estropeaba la señal del radio y
el calor se volvía insoportable, mas aun cuando llegaron a la costa y el
misterio continuaba.
-¿John porque venimos aquí?. Pregunto Regina otra
vez, igual de confundida que minutos antes
-Ya veras, sígueme
Agarrándose fuertemente de su mano, Regina se
quito los zapatos para caminar cómodamente por la arena. Algunos metros
adelante, se logro divisar no muy lejos, una manta color blanca extendida en la
arena, con una guitarra y canasta encima. A ella no le agradaban mucho las
sorpresas ni cursilerías de esa clase, pero esta fue la excepción porque muy
contenta, se acerco a ello casi corriendo, donde un ramo de rosas blancas también
la esperaban, con John detrás, esperando que le agradara absolutamente todo.
-Jamás pensé que sabias organizar estas cosas.
Dijo la chica con una inmensa sonrisa, después de darle un beso en la mejilla
-Bueno tengo que confesar que recibí un poco de
ayuda pero la idea si fue mía
-Es genial, me encanta
En la canasta, se encontraban algunas cosas para
comer allí, incluyendo un par de porros que el mismo John había liado y que le
hizo reír mucho a ella. Para él, esa era prácticamente la primera vez que
preparaba una cosa como tal para una novia, pero es que estaba enamorado, se había
enamorado de Regina y tenía que expresárselo en su totalidad antes de que fuera
demasiado tarde.
-¿Regina te puedo hacer una pregunta?. Dijo después
de un momento en silencio en el que se dedicaron a ver el mar
-Claro que sí. ¿Qué pasa?
-¿Tu de verdad me amas?
-Obvio, te amo muchísimo
¿Desde cuándo?
-Desde la primera vez que te vi y oficialmente
cuando esa noche dijiste un chiste bastante malo sobre la segunda guerra
mundial
-Si bueno, olvida eso. Pero yo también te amo y perdón
por no demostrártelo antes como debería
-No te preocupes, eres una persona un poco fría y
lo entiende. De todos modos yo soy igual
Seguro de que todo estaba realmente bien entre
ambos, John termino de relajarse con el porro que mantuvo cerca todo el tiempo,
invitando a Regina a que se encendiera el de ella. Para que unas horas más
tarde, terminaran liándose algunos extra y se pusieran a perseguirse, mojándose
con el agua y ensuciándose con la arena. Hasta el momento en que John logro
atraparla y abrazándola le dijo algo que ella nunca olvidaría:
-Siempre estaremos juntos, siempre. Dijo en un
susurro, dirigiéndose su boca a la de ella para darle un beso y después sentarse
juntos con su guitarra, empezando a tocar una canción en la guitarra que a ella
le encanto al instante. Su nombre era Strawberry Fields Forever y fue la canción
que en ese momento por fin marco un comienzo en su relación y un nuevo comienzo
en la banda…
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Completamente solos con Isabelle, durmiendo aun en
la habitación de al lado, George y Sarah se acostaron en su cama, que estaba en
media capital de la India y donde tratarían de proseguir con sus planes.
Estaban felices de lo que había pasado con Victoria y Ringo, no solo esa noche,
si no en todos los meses de relación que tenían, porque a pesar de todo, ya
todos eran felices con las personas que de verdad quisieron toda su vida.
La ciudad a esas horas, estaba mas vacía que en el
día, pero sus excentricidades y pobre realidad llena de espiritualidad y miles
de Dioses, no desaparecieron ni esa madrugada ni ninguna otra. En la mañana,
George se volvería a reunir con su maestro de sitar y Sarah con todo lo
anterior, tenía miedo de perderlo, ya que últimamente él se estaba sumergiendo
demasiado en ese nuevo mundo que había descubierto y cambiando mucho, quizás perdiendo
interés en ella al mismo tiempo. Sin embargo, a su lado, el dormía plácidamente,
esperando con ansias el amanecer, con ella a la par, esperando con temor el
futuro de su vida y matrimonio. ¿Seguiría con el modelaje?, ¿su matrimonio terminaría
funcionando o no?, ninguna de las dos preguntas tenia respuesta en ese momento;
todo era muy confuso. El amor entre ambos era muy fuerte, dulce y verdadero
desde antes de que ella supiera que existía y que el quería estar con ella,
ahora con su sueño poniéndose inquieto y haciéndolo despertar de un momento a
otro, como si algo le hubiese dicho que despertara o los pensamientos de Sarah
lo hubiesen hecho. Al abrir totalmente los ojos y verla despierta con sus
grandes ojos verde oscuro viendo el techo, se pregunto primero en sus adentros
que le ocurría para después hacerle la pregunta en voz alta, asustándola un
poco pero aliviándola también porque su voz le comprobaba que él seguía ahí y
que aunque algo cambiara, el siempre estaría ahí, con ella, con todos.
-¿Por qué no estás durmiendo?
-No tengo sueño George. Respondió con voz pastosa
sin quitarle los ojos de encima a la lámpara que estaba guindado del techo
-¿Te duele el brazo?. Pregunto insistente ya que aun lo tenía lastimado
-No, para nada, no te preocupes
Sin embargo, George sabia que algo ocurría con su
esposa y que no era algo muy bueno, por lo que encendiendo la lámpara de la
mesa de noche, se acerco a ella, confirmando que estaba mintiendo.
-¿Ya no me tienes confianza?
-¿George tu nunca me cambiaras por todo esto
verdad?
-Claro que no Sarah, eres lo más importante para
mi
-¿De veras?. Dijo con los ojos llorosos tratando
de que ninguna lágrima saliera
-Escucha me gusta esta cultura y todo lo que
ofrece, me encanta aprender a tocar el sitar, pero eres mi esposa y nunca te
voy a dejar de lado por todo eso, nada podría reemplazar tu compañía que me
reconforta tanto
-¿Lo prometes?
-Te lo prometo Sarah, además, a ti te va a gustar también
un día. Estoy seguro
-Sí, puede ser…
Pronto el sol se asomo por la ventana y Sarah más
tranquila se preparo junto a él -después de levantar a la niña-para bajar a
desayunar. Queriendo acompañarlo a sus clases después de escribirle y mandarle
unas postales a su hermana y John. A George le sorprendió mucho pero gustoso
acepto que tanto ella como Isabelle fueran, alegrándose por la compañía que le harían.
En esas horas que George estuvo al lado de Ravi
Shankar conversando y tocando ese instrumento tan fascinante, Sarah comprobó que
George ya no era el mismo niño tímido de 13 años que alguna vez conoció en Liverpool.
Había madurado, era un hombre, el sonido del sitar había transformado su alma,
con ella allí adentro admirándolo y queriendo cada día más, mas allá de lo que
pasara, mas allá de la muerte. De la muerte de ambos, y los siglos que venían. Porque
la actual mirada de George que la observaba con tanta ternura en ese momento,
la enamoraba un poquito, mientras algo nuevo rodeaba su romance que apenas
comenzaba y que era probable que durara para siempre…
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Aferrada a su pecho, Mía lloraba todas sus penas con
frustración, arrepentida de algunas cosas y alegre de algunas pocas que valían la
pena. Paul la abrazaba en medio de la cama, consolándola en silencio con el corazón
roto. Aquella vez en la iglesia no se habian prometido tantas penas y parecía
que sí.
Desde el momento en que llegaron a Campbeltown, en
el Aston Martin con Malu, Martha y unas pocas maletas, casi no se habian
hablado, pero en el momento de desahogo final ya estaba dando lugar para dejar
todo las viejas experiencias atrás. Sin embargo, entre el silencio de afuera y
los sollozos de ella que inundaban la habitación, Paul finalmente aclaro sus
sentimientos por completo. Se dio cuenta que nunca, ni tan solo un minuto, la había
olvidado o superado, que el amor a primera vista seguía allí luchando por
permanecer siempre en la mirada de ambos. Se dio cuenta que la necesitaba y
siempre la necesito, porque era el amor de su vida y la chica que siempre quiso
para él, entre todos los rechazos de antes y el abrazo de ahora. Sintiendo un
impulso fuerte por decírselo, por decírselo y cambiar todo de una buena vez….
-Te amo Mía, siempre lo he hecho, quédate aquí conmigo,
te hare muy feliz, tú me harás feliz, tendremos otro bebe porque de verdad te
amo como tú me amas y todo lo que hizo no tiene sentido y nunca lo tendrá así
que perdóname…..perdonemos.
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Hola chicas, aqui vengo con el penultimo capitulo de la historia, dedicado a George por su aniversario luctuoso u.u. En este ya doy por terminadas las historias de John/Regina, Ringo/Victoria y George/Sarah. El proximo sera completamente dedicado a Paul y Mia para darles un buen final ya que son la primera pareja de mi primera historia de amor (tenia 15 cuando la empece a hacer XD) y significa mucho mi cerrar bien su historia. Espero que les haya gustado y si no haganmelo saber que no me voy a molestar. He durado un año entero con esta novela y he pasado por muchas cosas mientras la escribi, mejore mucho como escritora y conoci grandes personas. Ahora con esto cierro el ciclo de fanfictions que ya es algo que no tiene pegue aqui en Blogger y me voy a dedicar a mi nueva novela completamente ficticia y que pretengo publicar en amazon cuando la termine, no la estoy publicando, solo se la estoy pasando a algunos amigos (si les interesa leerla mandeme su correo o facebook para hacerselas llegar) asi que es nuevo comienzo definitivamente. Yo se que esto ya practicamente nadie lo lee pero siempre me fue necesario poner esto asi que lo lea quien lo lea le deseo buenas noches y un buen fin de semana, ademas de darles las gracias por leer la novela y comentarla, ademas de llegar hasta aqui conmigo. Prometo publicar muy pronto el gran final ;)...