No muy convencida con la idea de su hermana, Mía
se miro al espejo después de ponerse la peluca rubia. Lo único positivo es que
seguía pareciendo ella, ya que había sido rubia alguna vez. No obstante, el
plan de Sarah le seguía pareciendo una locura y no dudo en decírselo todo el
rato que estuvieron preparándose, inclusive cuando la chica le dio ropa de niña
de 15 o 16 años para que se la pusiera.
-Ni siquiera entiendo porque tenemos que vestirnos
como niñas
-Ni se nota, te ves igual que siempre. ¿Verdad que
si Cyn?
-Pues sí, te ves muy bien Mía
-Sigo pensando que esto es una locura
-Mira, solo tocaran 4 canciones o algo así y no
habrán tantas fans gritonas
- Espero que sea cierto
-Además, Mal nos consiguió un lugar un poco
apartado de toda la gente para verlos con tranquilidad y apenas termine nos
llevara a donde están
Momentos después, escucharon el timbre y Mía se
fue todavía refunfuñando hacia la puerta, encontrándose con Victoria, quien
acepto cuidar a Isabelle esa noche, acompañada de Layla, su amiga. No obstante,
Mía que se sentía ridícula con todo lo que llevaba puesto, no tardo en comenzar
a decirle a las chicas, lo desafortunada que era en tener una hermana tan
disparatada.
-Yo creo que te ves bien. Le dijo Layla, con una
sonrisa apenas la chica termino de hablar
-Me siento como una puberta, solo falta que
también tenga que gritar
-No creo que sea para tanto
-Eso espero, sino matare a Sarah
Pero Isabelle, que apenas venia bajando, junto con
Sarah y Cynthia, se fue corriendo hacia las chicas apenas vio a Victoria. La
chica le simpatizaba mucho y a veces hasta la veía como una amiga de su edad.
No obstante, Layla quien ya se había encariñado con la pequeña, comenzó a jugar
con ella de inmediato, mientras las chicas hablaban y esperaban que ya fuera
hora de irse.
-Yo debo confesar que estoy un poco nerviosa,
nunca he ido a un show de los chicos. Dijo Cynthia, preocupada
-Ninguna, ¿Por qué crees que estamos haciendo todo
esto?
-Se van a divertir, estoy segura. Les dijo
Victoria, con mirada cómplice
-Vicky, ¿Por qué no nos acompañas?. Le pregunto
Sarah, recordando que Mal le había dado 5 entradas y le sobraban 2
-No lo sé, tengo que cuidar a la niña y la música
de los chicos no me gusta mucho
-Oh vamos, Layla puede quedarse, mira como esta de
entretenida con Isabelle
-Pero no tengo un disfraz ni nada. Replico la
chica, insegura con todo aquello
-No importa, tú no lo necesitaras
Indecisa, se quedo pensando unos instantes, en los
que las tres chicas no le quitaron los ojos de encima. A las tres les caía
bastante bien Victoria y aunque no tenían planeado invitarla esa noche, les
gustaría mucho que ella fuera también.
-¿Están seguras que todo está bajo control?.
Pregunto Victoria, aun pensando en si ir o no
-Sí, muy seguras. Respondió Sarah, guiñándole el
ojo
-Pues…….¿en serio no les molestaría que fuera?
-Victoria, no nos molestaría para nada, además,
será más divertido si tú vas. Contesto ahora Mía, por fin concordando en algo
con su hermana menor
-Bueno, está bien, iré, pero si algo sale mal……..
-Nada va a salir mal. Replicaron las tres, al
unisonó
Y después de preguntarle a Layla si se quedaría
con la niña y escuchar como la chica aceptaba con mucho entusiasmo, Mía le dio
algunas instrucciones y se fueron a los estudios Wembley, donde el programa se
llevaba a cabo. El chofer de Sarah, quien era el que las llevaba esa noche, rio
un poco al escuchar lo que harían y les dio mucha suerte cuando por fin
llegaron y les abrió la puerta para se bajaran, pero no delante de la entrada
principal del lugar, sino en la parte de atrás del edificio, donde entrarían
por otra entrada, para evitar tantas miradas de la gente.
-¿Cuánto falta?. Pregunto Mía, con desesperación,
cuando llegaron al lugar donde verían el show
-Media hora, no mucho, ya las demas personas deben
de estar por entrar. Le contesto Sarah, con tranquilidad
-Por lo menos no estaremos mucho aquí, solo 20
minutos o algo así. Comento Cynthia, mientras se veía por un espejo pequeño que
traía consigo, la manera en que su peluca color café le lucia y también las
gafas
-¿Ya ellos saben que vendrían?. Les pregunto
Victoria, recordando a George
-No lo sé, pero si no es así, lo sabrán apenas
terminen
Por fortuna, el show no tardo en comenzar y
después de que el resto del público entrara y el presentador abriera el
programa, los chicos comenzaron, ni siquiera notando que ellas estaban ahí, ya
que en realidad a Mal se le había olvidado comentarles la idea de Sarah. Mía
quien aun no los veía tocar desde hacia muchísimo tiempo, no les quito la
mirada de encima y escucho sus canciones con mucho interés, aunque estas
estuvieran en playback y la gente ni les pusiera demasiada atención ya que se
concentraban en bailar o verlos tranquilamente, como ellas hacían. La verdad
era que hasta estaba comenzando a pensar que la idea de Sarah de ir, no estaba
tan mal, ya que una de las cosas que siempre quiso cuando ellos apenas
comenzaban, era algún día poder verlos en los programas pop más importantes del
país y ahí estaban, justamente en el más
visto, presentando algunas de las nuevas canciones que vendrían en el nuevo
disco, el mismo que saldría dentro de unas semanas. Pero con la duda de ver que
estaban haciendo las demas, quito la mirada del escenario por primera vez y se
volteo a ver a Victoria, que estaba a su lado, igual de concentrada viéndolos
que Sarah y Cynthia, aunque estabas ultimas si tenían una sonrisa marcada en su
rostro y se estaban sintiendo muy orgullosas de Ringo y John.
Cuando el show al fin termino, minutos más tarde,
vieron como Mal se les acercaban y las llevaba a los vestidores, donde los
cuatro se encontraban ya. No obstante, apenas las vieron llegar y se rieran un
poco por el disfraz que llevaban, las saludaron y Sarah no tardo en darle un
beso a su novio y decirle que estaba muy orgulloso de él, aunque los demas, se
comportaran distinto a ellos, ya que John seguía riéndose del disfraz de su
esposa, Victoria y George se miraban tímidamente y Paul y Mía se quedaron
callados y sin mirarse, como si no se conocieran.
-Hola Vicky. Saludo finalmente George, cuando le
dio el valor de acercarse
-George, estuviste muy bien
-¿En serio?, no sabía que vendrías
-Yo tampoco, las chicas me invitaron a último
minuto
-Ya veo, espero que te haya gustado
-Me gusto mucho, la verdad es que son buenos, no
lo puedo negar
-¿Y porque tu no viniste también disfrazada?
-Porque no tenía uno y Sarah dijo que no me hacía
falta
-Pues la verdad es que tuvo razón
- Sabes, los chicos y yo estábamos pensando en ir
a un pub que nos gusta mucho. ¿Quieres venir?
-¿Las chicas también irán?
-Supongo que si
-Entonces me gustaría ir
-Bien, muy bien
Feliz de que Victoria aceptara ir con él, no se
fue de su lado en todo el rato que estuvieron ahí. Hasta se fueron a buscar
algo de comida, mientras John, Mal y Cynthia hablaban, Sarah seguía besándose
con Ringo y Paul pensaba en algo para también preguntarle a Mía si quería ir
con ellos.
-Te ves muy bien con esa peluca rubia. Le dijo el
chico, algo tímido cuando decidió acercarse
-Gracias. Le contesto Mía, secamente, sin ni
siquiera mirarlo
-Recuerdo cuando tuviste el cabello así, te veías
muy hermosa, tus ojos resaltaban mucho
-¿Qué quieres?. Le pregunto la chica, incomoda de
tenerlo a su lado
-¿Yo?, nada, solo quería hablarte
-Ahh
-¿Quieres venir al Ad Lib con nosotros?
-No lo se
-Sera divertido
-Dije que no lo sé Paul
Pero los deseos del chico, de que ella fuera, se
vieron cumplidos cuando Sarah los interrumpió y le dijo a Mía que irían y que
no aceptaba una negativa de su parte. La chica, sin muchas ganas, asintió y
miro mal a Paul que sonreía muy complacido. Cuando llegaron al pub, notaron que
no estaba muy lleno y buscaron una mesa alejada, para que nadie los molestara
demasiado. Victoria se sentía un poco intimidada entre ellos, nunca había
estado entre famosos y aunque ellos actuaran como personas normales, algo le
ponía nerviosa y tímida y George no tardo en darse cuenta de todo eso.
-¿Quieres ir a bailar?. Le pregunto el chico,
después de tomar un sorbo de la bebida Beatle
-Sí, me encantaría
-No soy muy buen bailarín, así que disculpa
cualquier inconveniente
-No te preocupes, yo tampoco bailo muy bien
Cynthia, quien también se había ido a bailar con
John, dejo a Sarah, Ringo y Paul y Mía solos en la mesa, sin decirse nada. Mía
no toleraba estar al lado de Paul, quería levantarse e irse de ahí, sobre todo
cuando su hermana también se levanto con su novio y se fueron a quien sabe
dónde, dejándolos ahora a ellos solos.
- ¿A dónde me llevas?. Le pregunto Sarah a su
novio, mientras caminaban rápidamente
-Ya veras, no hagas más preguntas
-Más te vale que no sea el baño
-Es algo parecido. Contesto Ringo entre risas
-Ya me lo suponía
Ringo, que había descubierto como un armario cerca
de los baños del lugar, hacia unos meses, se metió ahí con Sarah, con cuidado
para que nadie los viera. El lugar, que estabas completamente oscuro, asusto un
poco a la chica, provocando que abrazara a Ringo con fuerza por el miedo a la
oscuridad del que padecía y aunque él lo sabía, no le importo mucho, ya que
solo quería estar con ella, lejos de todo ese ruido y gente.
-¿No hay una bombilla?, necesito luz.
-Tranquila Sarah, aquí estoy yo
-¿Y si nos sale un bicho?
-Aquí estoy yo, nada malo te va a pasar
-Es extraño que me hayas traído aquí, si querías
estar solo conmigo, hubiéramos ido a mi departamento
-Pero tardaríamos en llegar
-Si tú lo dices……
-Gracias por haber ido a verme, nunca me imagine
que fueras a hacer algún día
-Tenía que hacerlo, en la gira solo te escuchaba
detrás del escenario, pero quería verte de frente
-Estás loca, pero por eso te amo tanto
Y con una sonrisa que el chico por obvias razones,
no pudo ver, Sarah le dio un beso que dio luego lugar a algo que nunca habian
hecho en un armario o baño y que le confirmaba a Sarah, que Richard era el amor
de su vida y el único que la podía hacer feliz, igual que lo venía siendo ese
año y medio que llevaban juntos.
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En la pista de baile, Victoria y George ahora
bailaban una canción lenta, que los hizo acercarse el uno con el otro, aun mas,
una canción que provoco que se miraran a los ojos sin que, por primera vez,
dijeran una palabra. Y aunque, las manos les sudaban y los cuerpos les temblaba
por los nerviosos que se sentían, el
chico no se resistió ni un segundo mas y junto sus labios con los de ella,
dándole, el beso más dulce que le había dado por primera vez a una chica. Se
estaba enamorando de Victoria, lo podía sentir en esos momentos, podía sentir
como un amor real y puro, florecía desde su corazón.
-George…….
-Shhh, no digas nada Vicky. Contesto el chico,
apenas vio el beso interrumpido por Victoria
-Lo que pasa es que……..Trataba de decir la chica,
mientras balbuceaba, movía su cabeza y sentía su rostro caliente por lo
sonrojada que se había puesto
-Lo siento, creo que fui muy atrevido
-No, está todo bien
-¿Si?
-Sí, no te preocupes George
Y sin más que decir, se aparto de él y comenzó a
caminar hacia la salida, no sin antes recoger su bolso y despedirse de Mía,
quien había visto todo desde donde estaba, todavía sentada. No obstante, George
no aguanto y sintiéndose culpable y pensando que la chica estaba enojada con
él, la siguió hasta la acera, donde Vicky esperaba que algún taxi pasara.
-Victoria, espera
-¿Sucede algo?. Pregunto la chica, extrañada de
verlo ahí
-Lo siento, de verdad, no debí de besarte.
Contesto George, después de acercarse aun mas a ella con paso apresurado
-George, ya no digas nada y no estoy enojada
-¿De verdad?
-Sí, de veras
-Por un momento pensé……..
-Pensaste tonterías
-Me gustaría llevarte a casa, no me gusta la idea
de que te vayas en taxi
-No George, así está bien, ve adentro y diviértete
-No, insisto, te acompaño
Sin darle tiempo de responder, George le agarro la
mano y la llevo con él hacia el auto que tiempo antes los había traído. La
acompañaría hasta su casa y luego se iría y el beso que se acababan de dar,
solo fue un impulso. Sí, eso era lo que pensaba el chico, mientras Vicky lo
volvía a ver disimuladamente y comenzaba a sentirse muy confundida con respecto
a lo que realmente sentía por él.
……………………………………………………………………………………………
Mía, aburrida de estar viendo a las parejas
bailar, canciones de jazz muy lentas, se dio cuenta al ver hacia su lado, que
Paul ya no seguía ahí. No había visto cuando se paro y se fue, aunque sabía que
tenía que estar cerca, porque su billetera estaba sobre la mesa al igual que su
bebida. Sin embargo, harta de solo pensar en el, se paró de un brinco y se
encamino a la barra, para pedir otro trago, uno más fuerte que él se venía
bebiendo desde que llego. No obstante, ignorando a la gente que estaba ahí
sentada bebiendo y hablando, no se dio cuenta del el chico que no le había
quitado los ojos de encima desde que llego a allí. Se había visto atraído por
la belleza y elegancia de la Mía, era una chica con clase, se notaba mucho e
interesado, decidió acercársele, después de ver como ella se sentaba en uno de
los asientos libres y bebía su trago, tranquilamente.
-Hola
-Hola. Le devolvió el saludo la chica, con una
sonrisa tímida
-Me llamo Michael, Michael Williams
-Mucho gusto Michael, yo soy Mía Robinson
-Mía, lindo nombre…..
-Gracias
-¿Viniste sola?
-No, vine con unos amigos
-Ah, ya veo
-Sí, aunque estas entretenidos bailando y me quede
sola
-Eso está mal
-Sí, supongo…….
-¿Quieres bailar?, se que me vienes conociendo
pero la música esta buena y……..
-Me encantaría bailar contigo. Le contesto Mía,
interrumpiéndolo
-¿En serio?
-Claro, vamos
Era un chico apuesto, con linda sonrisa, el único
que realmente le había puesto atención esa noche, así que por eso había
aceptado inmediatamente y se lo llevo hasta donde estaban todos aun bailando,
esa música lenta que todavía nadie se atrevía a quitar. Michael, que si era un
buen bailarín, hizo que ella se dejara llevar el resto de la noche, a la vez
que intercambiaban unas cuantas palabras y de nuevo solo se quedaban mirando a
los ojos. No obstante, el chico que no paraba en su mente de observar con
cuidado las facciones de Mía, sus ojos verdes esmeralda que esa noche brillaban
más de lo normal y sus labios envueltos en ese labial rosa que los hacía aun
más apetecibles. Era la chica más hermosa que había visto en su vida y con una
sonrisa, se vio dispuesto a decir algo que nunca le había dicho a una mujer.
-Te besaría pero las chicas con clase no besan en
lugares como estos
-¿Y como estas tan seguro que soy una chica con
clase?
-Porque lo eres
-Sabes, no me gustaría pasar toda la noche en un
lugar como estos. ¿Quieres venir a mi casa?
-¿No es muy apresurado?
-¿Y qué importa si es apresurado o no?
Paul, que estaba con una chica, no muy lejos de
ellos, miraba la escena receloso y con curiosidad. Desde que volvió a ver a
Mía, no la había visto con otro chico que no fuera él y apenas los vio irse,
invito a la chica a irse con el también. Desde hacía unos días que se estaba
quedando en un hotel, mientras buscaba una casa y lo cierto era que al igual
que Mía, no desaprovecharía la oportunidad que tenía en frente.
…………………………………………………………………………
Notando que John ya estaba un poco ebrio, Cynthia
decidió sacarlo de allí y llevarlo a casa. Ya lo había visto así millones de
veces, pero algo diferente estaba por ocurrir esta vez, ya que John no se
estaba poniendo agresivo ni burlón como generalmente se ponía cuando estaba
pasado de tragos, sino que en el camino a casa, se estaba poniendo cariñoso con
la chica, como muy pocas veces en la relación.
-Sabes Cyn, a pesar de todo yo te quiero mucho
-Yo también te quiero mucho John
-Perdón por estar tan ausente todo este tiempo
-No te preocupes, entiendo
-Te amo Cyn
Hacia tanto que no le decía eso, que con una
sonrisa lo abrazo fuertemente y le dio un beso en la mejilla. No había nada que
la alegrara más que un “te amo” de parte de John y abrazado a él, el resto del
camino, escucho como el chico comenzaba a tararear una canción, la misma que
había sonado el día en que le pidió que fuera su novia.
-Hacia mucho que no la escuchaba
-Creo que últimamente nos hemos olvidado de muchas
cosas
-Cuando pienso que no te hago lo suficientemente
feliz, me acuerdo de ese momento
-¿Cuál momento?
-El día en que te me declaraste
-Ahhh claro, ese día
-John
-Pase lo que pase, siempre te voy a amar
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El lunes muy temprano, Mía llego a su trabajo
puntual, de muy buen humor. Lo que había pasado un par de noches con aquel
chico, aun no lo olvidaba y aunque estaba segura que de lo más seguro no lo volvería
a ver más, se aseguro de nunca olvidar lo que había ocurrido, porque por
primera vez en mucho tiempo, había estado con un hombre que no era Paul. Sin
embargo, algo no muy bueno iría a ocurrir muy pronto, ya que se vio informada
de que se jefe la esperaba en su oficina y apenas llego, el hombre estaba con
un semblante muy serio.
-Buenos días Señor Alrigde
-Buenos días Señorita Robinson, siéntese por favor
-¿Ocurre algo?
-¿Tanto se nota?
-Bueno, solo preguntaba
-¿Vio el periódico esta mañana?
-No, no lo he visto
-Desafortunadamente ha llegado a oídos nuestros y
de muchos diarios más, que usted está en una relación secreta con Paul
McCartney
-¿Disculpe?
-Sí, eso
-¿Quién dijo eso?
-Yo no sé, mis superiores solo me ordenaron algo
que me duele mucho hacer
-Pero eso es mentira, yo no estoy con él, es solo
el padre de mi hija y un buen amigo
-Sí, puede ser y le creo pero mis superiores no lo
creen y me ordenaron despedirla
-¿Qué?
-Lo siento mucho Señorita Robinson, pero usted ha
dado mucho de qué hablar últimamente y el periódico no quiere tener un empleado
que sea noticia siempre y que hasta este con un Beatle
-Pero ya le dije que no estoy con el
-De verdad lo siento Señorita Robinson, pero esta
despedida