viernes, 7 de diciembre de 2012

Capitulo 7


Ver su departamento ya prácticamente vacío, le daba una profunda tristeza, vivía ahí desde que se mudo a la ciudad con apenas 18 años y dejarlo y dejar todo lo que una vez le dio la bienvenida tan calurosamente, le hacía sentir un hueco profundo en su corazón, que a veces se mezclaba con miedo o nervios.

Tan solo hace una semana que había vuelto de Liverpool y después de saber que contaba con la ayuda de su hermana apenas llegara a Londres, no dudo en dejar Francia de inmediato, tanto que 2 días después renuncio en su trabajo y despidió a la niñera, cerro sus cuentas bancarias al día siguiente y empaco todo en orden para volver lo más pronto posible. Y no era que estaba emocionada por volver, pero sabía que si se quedaba más tiempo, iba a cambiar de opinión otra vez y decepcionaría a su familia.
-¿Ya está todo listo Señorita Robinson?. Le pregunto la dueña del edificio apenas entro al lugar
-Si, al parecer sí. Contesto Mía de inmediato con una media sonrisa
-Fue un gusto en haberla conocido, no podía haber tenido una inquilina mejor. Mucha suerte en Inglaterra
-Mucha suerte para usted también

Todos le decían lo mismo al despedirse, “no podía haber tenido una empleada mejor”, “no podía haber tenido una patrona mejor” y ahora “no podía haber tenido una inquilina mejor”, vaya al parecer era buena en todo, o eso trataba de creer, porque por algo era tan perfeccionista la mayoría de las veces.

Se asomo por última vez en la gran ventana que había en su habitación, donde desde ahí se podía ver la torre Eiffel de lejos y las principales calles de la ciudad, extrañaría ese lugar, definitivamente lo haría, pero quizás Londres le gustaría más. Recogió con ayuda del conserje del lugar, sus maletas mientras su hija venia a su lado con su muñeca favorita en los brazos, no entendía muy bien que ocurría, pero prefería no preguntar, así que llegar a la calle y subirse al taxi que la esperaba, partió directo al aeropuerto, no sin antes dejar escapar unas cuantas lagrimas por lo mal que se sentía en dejar Paris y por no saber si le iría bien o mal allá.

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Sarah comenzó a limpiar muy emocionada, en unas horas tenía que ir a recoger a su hermana al aeropuerto y quería darle una buena bienvenida a su departamento con todo muy aseado y ordenado, Mía era así y sabía que la retaría si encontraba todo hecho un desastre. En realidad casi nunca limpiaba, ni siquiera sabía muy bien cómo hacerlo ya que casi siempre contrataba a alguien para que lo hiciera, pero intentaría hacerlo sola y bien, tenía confianza en ella misma y eso le parecía importante y positivo.

Ringo llego de sorpresa, sin tener ni idea de lo que se iba a encontrar, ya había hecho lo que estaba programado en su agenda y pasar una horas con su novia no le venía nada mal. Toco el timbre una vez, mientras miraba su reloj de pulsera, no era muy temprano así que supuso que Sarah ya estaría levantada, no equivocándose al ver que ella le abría de inmediato.

-Sarah, ¿pero que te paso?. Le pregunto le sorprendido al verla con un pañuelo en la cabeza, el cabello recogido, descalza, con ropa vieja y una escoba en su mano derecha.
-Estoy limpiando, Mía viene hoy. Le respondió ella siguiéndolo, justo después de dejarlo pasar
-¿Mía viene de visita?
 -Rayos, se me olvidaba que ustedes no sabían nada. Si se viene a vivir a Londres
-¿En serio?, eso es genial
-Si estoy muy emocionada
-Espera a que lo sepan los demas, estarán igual de felices que tu
-Eso espero

El chico se sentó en el sillón, no pudiendo evitar soltar una carcajada cuando Sarah comenzó a barrer torpemente, no obstante, el departamento estaba más limpio que días anteriores y estaba orgulloso de ella.

-Por lo menos lo intento. Mascullo la chica después de que él le dijo que tenía mal la escoba
-Si, por lo menos lo intentas, pero si quieres te ayudo
-No, no hace falta. Ya casi termino
-¿A qué horas viene?. Le pregunto Ringo curioso por saber más detalles del regreso de su cuñada, que aunque no conocía muy bien, estaba ansioso por hacerlo.
-A las 2, si el vuelo llega puntual
-¿Y viene sola?

La última pregunta, hizo que Sarah se quedara callada y parara de hacer lo que estaba haciendo, nadie sabía que Mía tenía una hija y que venía con ella y a pesar de que algún día se darían cuenta, prefería dejar que su hermana les contara o algo parecido y no ella.
-Sí, viene sola. Respondió un poco nerviosa, dejando a su novio un poco dudoso
-Espero que le agrade Londres
-Sabes, tenía pensado hacerle una fiesta de bienvenida mañana en la noche, e invitar a todos. ¿Qué dices?

Ringo se extraño por el cambio de tema y por verla un poco nerviosa desde la última pregunta, pero decidió no decirle nada al respecto, siempre la respetaba en esos sentidos.

-Me parece una excelente idea, mañana en la noche no tenemos que hacer nada
-Perfecto. Exclamo la chica pegando un pequeño salto. –Entonces creo que les iré avisando de una vez, ya sabes, para que nadie haga planes
-Sí, me parece bien

Termino de hacer todo al poco tiempo, le daba un poco de pena estar haciendo esas cosas y dejar a su novio solo, así que se fueron a comer algo, Ringo poniéndose un poco incomodo de inmediato, aun recordaba lo de la otra vez en América y no sabía cómo sacárselo de su cabeza.

-¿Te pasa algo?
-No, está todo bien
-Desde que regresaste te noto un poco raro. Le dijo ella después de tomar un sorbo de su refresco
-Es solo que ese viaje me dejo agotado y quisiera estar durmiendo por días
-Que exagerado, sería horrible estar durmiendo por días
-Para mí no lo es
-Claro, es que se me olvidaba que a veces estas más ocupado que yo, pero aun así no te veo raro por estar cansado Rich
-Me gusta la comida de este restaurante, deberíamos encargar algo para la fiesta de mañana

Otro cambio de tema en el momento menos esperado, definitivamente los 2 estaban muy raros ese día y se encontraban ocultando cosas, como nunca en su relación habian estado. Solo esperaban que todo volviera a la normalidad muy pronto…..

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Paul, acabo su cigarrillo mientras se encontraba sentado en las escaleras que daban al jardín, vivía en la casa de los padres de Jane y aunque planeaba algún día vivir solo con ella, en esos momentos no le molestaba en lo absoluto estar con ellos.

-Que callado antes. Escucho que le decía su novia mientras se sentaba a su lado
-Solo estaba fumando un poco, hace un lindo día
-Lo sé, no parece invierno
-¿A qué hora te vas?
-En una hora, me voy en tren con unos compañeros del reparto

De nuevo se iría lejos, a trabajar claro, pero la extrañaba y a pesar de que el también tuviera una vida de trabajo muy ocupado, a veces cuando regresaba de sus viajes, quería pasar solo con ella unos días, no obstante, ahora seria la excepción porque se iría a Manchester todo un mes, apenas el tenia una semana de haber regresado y de no verla en casi un mes.

-Te voy a extrañar Jane
-Yo también, pero nos llamaremos todos los días
-Eso ni lo dudes

Jane sonrió apenas él le respondió eso  con ese tono de voz que a veces hacia y que tanto le gustaba. Paul la miro a los ojos también una sonrisa, para luego abrazarla, desapareciendo todas sus dudas de inmediato, esa era la chica que amaba, estaba seguro y esperaba nunca separarse de ella, porque la verdad es que jamás había conocido una chica tan buena y tan maravillosa.

-Paul, te llaman. Le dijo la hermana pequeña de Jane acercándose a donde se encontraban
-¿Quién?. Pregunto el separándose de su novia
-Sarah Robinson

Al escuchar ese nombre, no dudo en levantarse e ir de inmediato al teléfono, no sabía exactamente para que Sarah lo llamaba, pero siempre le era grato escucharla y no le apetecía dejarla esperando demasiado.

-¿Si?
-Hola Paul, ¿Cómo estás?
-Muy bien Sarah, muy feliz de escucharte de nuevo
-Yo también estoy muy feliz, pero no te llamaba solo para saludar, sino para hacerte una invitación
-¿Invitación?, ¿y ahora que planeas?
-Mía viene a vivir a Londres y estaba pensando en hacerle una fiesta de bienvenida mañana en la noche ya que esta tarde estará por ya estará por acá, estoy invitando a todos

Paul hizo un silencio apenas escucho lo que Sarah le dijo al otro lado de la línea, así que Mía estaba de regreso en Inglaterra y permanentemente, no había dudas de que le sorprendía bastante la noticia.

-Paul, ¿sigues ahí?. Pregunto Sarah al no escuchar nada más de parte de Paul
- Si, aquí estoy. Iré, suena bien y creo que Mía se lo merece
-¿Entonces aceptas?
-Si, por supuesto. Allí estaré

Sarah que no estaba muy segura si el aceptaría en ir, se emociono al escuchar el sí de parte de él, solo esperaba que su hermana no se incomodara con su presencia y que también le gustara la idea de la reunión.

Se despidió de él, casi enseguida ya que el reloj casi señalaban las 2 pm, Mía de seguro ya estaba llegando y debía apurarse si quería ser puntual.

…………………………………………………………………

Sarah no se había equivocado, faltando 10 para la hora exacta ya Mía se encontraba bajándose del avión, un poco nerviosa de estar ya ahí, sin poder dar marcha atrás o retroceder el tiempo y no aceptar ese trabajo que le ofrecían ahí, por lo menos se quedaría con su hermana unas semanas y no estaría tan sola. Camino apurada mientras llevaba a su hija en brazos, estaba un poco soñolienta y le daba lástima ponerla a caminar. Cuando llego a la salida, volvió a ver para todas partes, esperando ver a su hermana en algún lado, no obstante, la muchedumbre la sofoco un poco, decidiendo caminar un poco más hacia adelante con las pesadas maletas.

-Mía, Mía. Escucho la chica a lo lejos. Era Sarah que estaba al otro lado movimiento su mano hacia arriba para que la viera
-Sarah, al fin. Se dijo la chica a si misma mientras se acercaba
-He venido un poco tarde, discúlpame.
-No te preocupes
-Ven, un auto nos está esperando en el estacionamiento. Le dijo su hermana ayudándola con su equipaje

Caminaron un poco hasta allá sin decirse ni una palabra, Sarah estaba muy emocionada de saber que su hermana se quedaría a vivir allí en Londres y ya tendrían mucho tiempo para platicar y compartir ratos juntas. Sarah la llevo hasta un auto grande y negro que se encontraba parqueado en la entrada del estacionamiento, parecía una limosina, Mía jamás había visto un auto tan elegante, pero su hermana era famosa y era obvio que se movilizaba en ese tipo de transportes

-Espero que te guste Londres, es una ciudad muy hermosa. Le dijo la chica apenas metieron todo y el chofer les abrió la puerta para que se subieran
-Qué lindo auto tienes. Le dijo Mía  acomodando a Isabelle en los regazos
-Lo sé, no he aprendido a manejar todavía, así que Mauro me lleva a todos lados
-¿Quién es Mauro?
-El chofer, el que va manejando
-Ah, ahora ya entendí
-Cuando ocupes de sus servicios él te llevara al lugar que quieras, mientras vivas conmigo también será tu chofer y el de Isa

Mía no le dijo nada, estaba sorprendida con todo eso, para ella el tener chofer era un lujo excesivo que jamás había experimentado, pero volvió a recordar que su hermanara era rica y famosa y los ricos y famosos tenían acceso a esas cosas.

Afortunadamente no había mucho transito en la ciudad, el resto del camino, la chica se dedico a mirar por la ventana, definitivamente Londres era una ciudad muy hermosa y quizás se llegaría a enamorar de ella al igual que lo hizo de París. Mientras el auto se movía por las calles y barrios , Mía trataba de memorizarse el nombre de cada una, tenía una extraña afición por el nombre de las calles y lugares que habian en ciudades y Londres no sería la excepción de eso.

-Mayfair. Musito la chica, repitiendo uno de los nombres que vio en un cartel donde el auto precisamente hizo el alto
-Ahí iremos. Le dijo Sarah con una sonrisa. –Allí vivo yo-
-¿Vives en Mayfair?, allí nació la reina Isabel
-Joder Mía, lo sabelotodo no se te ha quitado, ¿verdad?. Si ya sé que ahí nació, en realidad es un barrio algo exclusivo, está lleno de tiendas, por eso compre mi departamento ahí, espero que te guste

La chica se sorprendió aun mas, si tan solo su hermana le hubiera mandando una carta alguna vez, ella ya supiera donde vivía y estaría más preparada, pero no, la estaba tomando por sorpresa con todo y no se sentía muy preparada mentalmente para finalmente aceptar que su hermana menor en serio era millonaria.

-Llegamos. Exclamo Sarah con el mismo tono de emoción de siempre, apenas el auto paro en frente de un edificio grande y elegante
-¿Aquí es?
-Sí, aquí es Mía

Con la ayuda del chofer nuevamente, subieron en un ascensor hasta el piso 5. Mía aun llevando en brazos a Isabelle, entro al departamento sin poder evitar abrir la boca, todo era más elegante y exclusivo allí adentro que afuera, jamás había estado entre cosas tan caras y bellas y le costaría acostumbrarse.

-Bienvenida a mi humilde hogar hermanita, te he preparado yo mismo el cuarto de invitados, que se encuentra allí al fondo en el pasillo, es muy grande, tiene 2 camas, 2 armarios, una cómoda y un televisor, ah y también una gran ventana que da hacia la calle, también tiene su propio baño así que no te preocupes, porque no tendremos que compartir como en los viejos tiempos

Dejo que la misma Sarah la llevara hasta ahí y le explicara otras cosas, la chica se veía complacida de tenerla a ella y a su sobrina como huéspedes, así que Mía no quería ser ningún problema y dejo que solo esa vez la guiara y le enseñara las cosas. Cuando las dejo a las 2 solas para que desempacaran y descansaran, Mía se asomo por la ventana, era más grande que la que tenía en Paris, aunque se podía ver de todo al igual que la anterior.

-Mira Isa, de ahora en adelante este será nuestro nuevo hogar. Le dijo la chica a su hija cuando esta se acerco hacia ella y comenzó también a mirar

A la mañana siguiente Mía abrió sus ojos lentamente, olvido cerrar las cortinas la noche anterior y ahora la luz de la mañana la despertaban tediosamente, se levanto de allí casi de inmediato, viendo como su hija aun dormía a su lado. Unas voces que venían desde afuera hicieron que se despertara su curiosidad, saliendo aun en su bata de dormir hacia la sala, donde se encontró son Sarah y Cynthia, no la veía desde hace años y le puso tan feliz volverla a ver que se acerco a ella emocionad apara abrazarla casi en el acto.

-Mía, no puedo creerlo. Te extrañe tanto. Le dijo Cyn muy feliz mientras unas lágrimas se le escapaban
-Yo también te extrañe Cyn, pero mírate, estas bellísima
-Tu mas, veo que los aires de Paris te han hecho bastante bien
-Naaaa no exageres, estoy igual que siempre
-¿Igual que siempre?, no mientas, estas mucho más bonita que hace 5 años
-Pues gracias Cyn, tu también estas muy bonita, escuche que te casaste con John, al parecer eso te ha hecho muy bien

Minutos después de que se pusieran a hablar de todo junto con Sarah, el desayuno estuvo listo, tomándolo ahí mismo en el sillón donde estaban sentadas.

-¿Y la niña?, ya quiero conocerla
-Ya debe de estar por despertar, cuando siente que ya no estoy a su lado se levanta de un salto. Le respondió Mía echándole azúcar a su té
-Eres muy valiente Mía, yo no hubiera podido criar a Julian solo
-En realidad, tu eres mas valiente que yo, ¿Quién podría convivir con el insoportable de John Lennon todos los días de su vida?

Las 3 rompieron en risas, Mia no había cambiado nada, seguía haciendo ese tipo de comentario al igual que en el pasado y eso alegro muchísimo a Cynthia porque temía encontrar a una Mía Robinson muy diferente a la que había conocido en Liverpool.

-Hablando de John, esta noche vendremos los 2 para la fiesta que te está preparando Sarah
-¿Una fiesta?. Pregunto Mía muy confundida
-Sí, te lo iba a decir más tarde pero veo que Cyn no se pudo aguantar. Le respondió Sarah con una sonrisa tímida
 -Sarah, no hace falta que me hagas esas cosas. Los chicos están muy ocupados como para que andes inventando fiestas
-En realidad, esta noche tienen libre. Le dijo Cynthia un poco apenada ya que pensaba que Mía sabia sobre la fiesta de bienvenida
-Bueno, pero igual no hacía falta
-Claro que hace falta Mía, no sabes todo lo que te hemos extrañado. Le dijo esta vez su hermana dándole un abrazo

El resto de la mañana se dedicaron a ir a pasear por Hyde Park junto con Isabelle, a Cynthia le había caído bastante bien la niña apenas se la presentaron y decidió invitarla a un helado, Mía como siempre llevaba su cámara así que se entretuvo un rato, le encantaba tomar fotografías en lugares que apenas venia conociendo. También  se fueron de compras un rato en una tienda cercana donde Sarah ya era clienta, la ropa era muy cara pero la chica las invito a ambas que aceptaron después de mucho insistir, Sarah quería que su hermana se viera espectacular para la reunión y le escogió un vestido color blanco, con el que se veía espectacular.

Las horas se pasaron bastante rápido para Mía, que después de despedirse de Cynthia, se dedico un gran rato a montar en un pequeño cuarto que encontró, su estudio para revelar fotos, era algo improvisado y pequeño ya que sabía que no viviría ahí mucho tiempo, pero le logro tomar muchas horas, tantas que no se dio cuenta cuando era ya tarde y Sarah la estaba llamando para vestirse.

-Te ves hermosa. Le dijo su hermana cuando la vio ya con el vestido puesta y la acababa de terminar de peinar y maquillar.
- Si, me veo bien. Espero que todo salga a la perfección Sarah, hoy todos conocerán a Isabelle
-No te preocupes, todo saldrá bien, vas a ver
-Y Paul, cuando la vea, se parece mucho a él. ¿Qué voy a hacer?. Le pregunto Mía agobiándose mucho
-Hey Mía, tranquilízate. Yo sé que no va a sospechar, nadie va a sospechar, por lo menos ya estás aquí y cuando estés lista le tendrás que decir
-Lo sé, pero no puedo dejar que se dé cuenta hoy, no estoy lista para decírselo
-Hey en serio, vas a ver que todo va salir mejor de lo que te imaginas, que todo de ahora en adelante va a salir mejor de lo que crees. Confía en mí

Al poco rato, los chicos comenzaron a llegar, Mía se quedo en el cuarto con su hija, calmándose un poco, respirando profundo y esperando a que ya se sintiera lista para salir y saludar a todos. Algo que no tardo en llegar, porque cuando todos en general ya estaban ahí, ella salió con Isabelle detrás, sintiendo como el corazón se le aceleraba poco a poco.

-Pero miren quien apareció al fin. Dijo Sarah haciendo que todos se dieran vuelta hacia donde estaba Mía parada con una sonrisa

Todos sin decir ni una palabra, se quedaron un rato observándola con una sonrisa, Paul que se encontraba a la par de George, era el único que no sonría, sino que la miraba de una forma extraña, no sabía qué hacer o que decir, se comenzó a sentir nervioso y con razón, tenía a la chica que amo por tanto tiempo frente a sus ojos  pero también la que lo hizo sufrir de una forma imperdonable.

-Bienvenida a Londres Mía. Dijo de primero George mientras se acercaba y la abrazaba
-Gracias George, veo que ya has crecido
-Tú también y la pequeñuela que está detrás de tuyo, ¿Quién es?

Todos dirigieron su mirada hacia Isabelle que estaba debajo de una mesa que se encontraba detrás de Mía, era tan tímida que cuando veía a mucha gente se escondía en ese tipo de lugares y aunque todos soltaron una pequeña risa  apenas la vieron allí sentada, Mía la saco seria, poniéndola a su lado.

-Les presento a mi hija Isabelle. Les dijo Mía sosteniendo la mano de la niña fuertemente

Los chicos de inmediato se quedaron sin palabras, sorprendidos, no pudiendo creer lo que ella les acababa de decir, ¿Mía con una hija?, ¿pero cuando paso? Y antes de que todos le comenzaran a hacer preguntas ella les respondió las dudas que se dejaban ver en sus miradas.

 -Y no, no tengo novio. Isabelle no tiene padre, yo la he criado sola y estoy orgullosa de eso, es una niña muy buena y espero que no me juzguen porque sé que le afectaría.

John que era el que estaba más cerca de ella, volvió a ver a la niña con más atención que antes, tenia los mismos ojos que Paul, era de él, lo sintió, lo noto, pero prefirió no decir nada, sobre todo porque luego dirigió su mirada hacia donde estaba su amigo, con la cabeza gacha y se dio cuenta que no estaba listo para saberlo.

-Mía, nosotros jamás te juzgaríamos por algo así. Le dijo de nuevo George con una sonrisa amable. Tienes una linda niña, felicidades
-Sí, felicidades Mía, de lo más seguro, eres una excelente madre. Le dijo esta vez Ringo que se encontraba al lado de Sarah

De inmediato, Mía se puso muy feliz por lo bien que tomaron los chicos la noticia, siempre que pensaba lo peor, pasaba lo contrario, aunque no podía cantar victoria aun, porque todavía no sabían el detalle más importante.

El resto de la velada, no se cruzo con Paul, lo trataba de evitar ya que no se atrevía a mirarlo a los ojos como si todo estuviera normal entre ellos, no obstante, en un momento en que salió al balcón con una copa de vino en la mano, el chico la vio y se fue hacia allí, parándose a su lado, mientras ningún se atrevía a hablar y solo se dedicaban a ver las luces de la ciudad y el cielo nublado.

-Bienvenida Mía. Le dijo por fin el, después de acercarse a su oído lentamente
-Gracias. Le respondió ella tímida, notando que estaban muy cerca el uno del otro
-Tu hija es muy bonita, jamás había visto una niña tan hermosa
-Gracias de nuevo Paul, siempre agradezco ese tipo de comentarios
-No sabes lo que te he extrañado, cuando te fuiste pase noches enteras sin dormir pensando en donde estarías y que estabas haciendo
-Yo también te pensé muchas veces Paul, pero por lo menos ya sabemos que estamos bien, que hemos cumplido nuestros sueños estando aun jóvenes y que el futuro no se ve tan mal
-Quiero que seamos amigos Mía, quiero empezar de cero contigo, nunca quedamos bien y creo que ya somos adultos y podemos manejar mejor las cosas. Además yo ya supere ese amor tonto que sentía por ti así que no te molestare en ese sentido
-Me encantaría ser tu amiga, creo que tienes toda la razón del mundo y me alegra que me hayas superado
-Entonces, hagamos que nos venimos conociendo. Señorita me llamo James Paul McCartney , es un gusto en conocerla, escuche que viene de Francia, es un lindo país pero creo que Inglaterra lo es aun mas, así que bienvenida. Le dijo el presentándose con voz muy elegante
-Muchas gracias señor McCartney, mi nombre es Mía Robinson y soy fotógrafa, ¿usted a que se dedica?. Le siguió ella con el mismo tono de voz
-Yo soy músico, pero me gusta el arte en general, sobre todo la fotografía. Espero ver algún trabajo suyo muy pronto
-Y será un gusto en mostrarle algo
-Pues cuando quiera, para mí también sería un honor que viniera a uno de mis conciertos, aunque le recomendaría que llevara algo para que se tape los oídos, porque se puede quedar sorda
-Pero si me los tapo, no podre escucharlo y para eso voy, ¿no cree usted?
-Sí, tiene razón. Ah pero ya tengo una solución, que tal si mejor vengo un día y le doy un concierto en privado, donde no hayan gritos ni mucha gente
-Es una grandiosa idea, cuando guste puede venir con su guitarra y me toca su última creación
-Y usted me muestra la suya
-Por supuesto, no hay mejor reunión que las de 2 artistas
-En eso no me cabe ninguna duda Señorita Robinson

Los 2 rieron un poco después de que Mía terminara su última frase, les daba gracia hablar con ese tipo de voz y actuar en forma muy educada y elegante. Pero después de que terminaron de reír, se quedaron mirando a los ojos intensamente, Mía sintió algo extraño en su estomago, apartando la vista de inmediato, Paul también lo hizo, despidiéndose de ella  para luego entrar y dejarla nuevamente sola. Definitivamente ese encuentro y presentación, daba paso a un nuevo comienzo para los 2. 

5 comentarios:

  1. *O* que bonito, pero... no tan bonito, Paul parece que no se da cuenta e.e, en fin.
    Ami me gusto como siempre el cap. cuídate mucho, escribes muy bien!
    Adiósss<3

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  2. He vueeeeeltooo! Sabes que me extrañaste Mary XD sabes que sí! hahaha al fin, ya sabes que no te pude comentar por la estúpida escuela, te dije que me pondría al corriente y aquí estoy! Bueno, honestamente pensé que Mía se infartaría con lo de la fiesta y lo tomó bien, Lennon como siempre...el siempre se da cuenta de las cosas XD quiero ver como es el que suelta la sopa de la peor manera porque bueno...es John! hahaha y ese Ringo infiel u-u pobrecita Sarah, a ver si no se da cuenta e_e buenoo! ya me voy :DD sabes que me extrañaste XD okya hahaha! te prometo subir pronto en la mía si tu también subes pronto n_n nos vemos! y me está encantando esta historia c:

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  3. Hola María querida :D
    Ya sabes lo veloz que soy para leer tus capítulos, debo cambiar eso, tardo los siglos de la vida! jajaja
    Mía regresó y no se molestó con la súper fiesta que le organizó su súper hermana la millonaria xD
    "pero volvió a recordar que su hermanara era rica y famosa y los ricos y famosos tenían acceso a esas cosas." Jajajaja me gustó mucho esa frase!
    Aww Isa es un pedacito de bombón, me encanta!
    Lennon es tan guapo, inteligente, observador...ahhh lo amo! Ok, suficiente!
    Paul y la "señorita" Robinson han entablado una cordial conversación, me alegra eso.

    Te estás luciendo con la historia, mujer :)

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  4. aaaaaaaaay qué nervios! te lo juro jajajajaja John ya sabe todo uuuuu díganle díganleee a Pauul!

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  5. Ame este capitulo *o* un nuevo comienzo...aqui hay gato encerrado, que se me hace que Mia y Paul...ok mejor sigo leyendo xD

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