Noviembre
de 1958
Mía
caminaba absorta en sus pensamientos por las calles de Liverpool, una llovizna
muy fina caía sobre ella pero no le importo, por primera vez no le importo
nada, ni siquiera su cabello que era una de las cosas que más se cuidaba.
Estaba enojada, mucho, ya no quería seguir jugando con los sentimientos de Paul, ni ver a su hermana tan enamorada de
él y lo peor es que Paul cada vez la amaba mas, le había dado su virginidad y
ahora no sabía cómo decirle que entre ellos no iban a funcionar las cosas.
-Hey
Mía, espera. Escucho que le gritaba al
otro lado de la calle, una voz muy conocida
-¿John?,
¿Qué pasa? Le pregunto ella, parando de caminar para que el chico se le
acercara
-Lo
que pasa es que Paul dejo su guitarra en mi departamento la otra noche y
pensaba que se la podía mandar contigo. Le contesto el encogiendo los hombros
-Sí,
está bien. ¿Vamos entonces?
-Si,
por supuesto
Se
encaminaron juntos hacia el departamento de John, que no quedaba muy lejos de allí, sin decirse
nada. Mía no lo conocía todavía, así que tomaría la oportunidad para ver el lugar
donde Lennon estaba viviendo ahora.
-¿Me
esperas aquí?. Le pregunto John en la entrada del edificio
-Sí,
está bien. Le respondió ella sentándose en los escalones
John
se alejo, subiendo los escalones rápidamente, dejándola sola allí, en ese lugar
donde apenas pasaba gente, el lugar era agradable, más de lo que ella creía que
podría ser, por lo que se dedico a mirar a su alrededor y luego al frente un
poco sobresaltada cuando escucho venir alguien hacia ella. No le tomo mucha
importancia, hasta que pudo ver mejor de quien se trataba, era un chico y
aunque no lo conocía, le llamo la atención de inmediato. Era uno de esos chicos
que ella apenas veía de lejos en el
instituto de arte, vestido todo negro con unas gafas también de ese color, le pareció muy interesante
, sobre todo cuando se paro en frente de ella quieto y la miraba de una forma
que ella no pudo descifrar por las gafas, al parecer ella le bloqueaba la
entrada y esperaba que se quitara, no obstante, ella no se dio cuenta de eso y
extrañada se quedo también mirándolo hasta que el sonrió y John salió.
-Stuart, hola. Lo saludo John, viendo como Mía
se paraba de un brinco
-¿Se
conocen?. Pregunto Mía confundida
-Si,
Mía, el es Stuart, comparte conmigo el departamento. Le explico John
-Es
un gusto señorita, mi nombre es Stuart Sutcliffe. Se presento el chico
extendiéndole la mano mientras se quitaba las gafas y por fin dejaba ver sus
ojos
Mía
se volteo hacia él, quedando de frente, a la vez que lo miraba directamente a
los ojos y sentía un escalofrió recorriendo todo su cuerpo. Era la clase de
chico que siempre le intereso mucho y aunque era mayor que ella, no le importo
sentir lo que estaba sintiendo y presentarse también de forma muy educada, sin
saber que el también estaba sintiendo algo raro, algo que iba a dar el comienzo
de una historia entre los 2.
………………………………………………………………………
-Disculpa,
¿te molesto?. Le pregunto la voz de una mujer, sacándola de sus pensamientos de
inmediato
Mía,
se volvió hacia ella, viendo que era Astrid. Hacía pocos minutos que se
encontraba ahí sentada, en medio de toda esa gente, recordando su primer día
con Stuart y ahora tenía a esa mujer a la par de ella, interrumpiendo todo eso.
-No,
para nada. Le contesto Mía, mirando hacia otro lado con un tono de voz no muy
convincente
-¿Podemos
hablar?. Le pregunto Astrid, sin ni siquiera alejarse aunque sea un poco
-Está
bien. Le respondió Mía, después de pensarlo un poco
Se
alejaron de ahí, hasta una mesa que estaba bastante alejada del resto, nadie
pasaba por ahí y muy poco se escuchaba el ruido que producía todo. Se sentaron
frente a frente, mirándose unos segundos que tanto a Mía como a Astrid se les
hizo eternos, por primera vez hablarían, se cruzarían palabras y no tenían idea
de con que empezar.
-Supe
que también eres fotógrafa. Comenzó a decirle Astrid al ver que ella no se
atrevía a comenzar la conversación
-¿A
si?, ¿Quién te lo dijo?
-Stuart,
me hablo mucho sobre ti. Le respondió ella bajando la mirada al instante
-¿En
serio?. Le pregunto Mía sorprendida
-Sí,
te quería mucho. Stuart no te hizo daño a propósito Mía, no sabes lo mal que se
puso cuando te enteraste de todo al llegar a Hamburgo
La
chica simplemente se dedico a mirar a Astrid, tratando de creerlo, la verdad es
que se le hacia un poco raro todo eso….
-No
quiero que lo odies. Le dijo Astrid después de un rato de silencio entre las 2
-Yo
no lo odio, es mi primer amor
-Entonces
deberías de creer en lo que te dijo, ¿no crees?
-Sí,
quizás…
-Toma,
lo encontré unos días después de que Stuart murió y por lo que vi, es para ti
Mía,
miro el sobre que le extendía Astrid unos segundos, parecía una carta, ya algo
deteriorada por el tiempo. Trataba de recibirlo, pero no estaba muy segura, la
verdad es que no estaba segura de muchas cosas ese día y eso la confundía más…….
-Siempre
quise conocerte Mía, yo también lo extraño y mucho, pero hay que seguir
adelante. Le dijo Astrid por último, antes de levantarse y dejar el sobre en la
mesa, delante de la chica
…………………………………………………………………………..
Sarah,
busco con la mirada su novio entre toda esa gente, que lo único que le decían
era “disculpe” al chocar contra ella por lo apresurados que iban. Ringo se
había desaparecido del set o eso creía hasta que lo vio de lejos hablando con
unas chicas animadamente
-Richard,
te estoy buscando desde hace rato. Le dijo la chica a Ringo cuando se acerco
con paso decidido
-Lo
siento Sarah, es que conocí a estas chicas, son extras en la película. Le
contesto el mirándolas con una sonrisa
-Ya…..
Unas chicas. Le dijo Sarah un poco molesta
Ringo
se giro a mirarla contrariado por su reacción, conocía a Sarah y con el tono
que uso para responderle, supo a la perfección que no a ella no le gustaba
mucho todo eso que estaba pasando.
-Lo
siento Sarah, se me había olvidado que estabas aquí y me quede hablando. Le
dijo el tratando de disculparse
-Claro,
viene tu novia a visitarte y se te olvida. Que chistoso………
Sarah
se dio media vuelta y se alejo de allí de inmediato, le había molestado mucho
lo que él le acababa de decir y también le molestaba que estuviera hablando con
esas chicas, como si estuviera soltero…..
-Hey,
tranquilízate. ¿Qué te pasa?. Le pregunto el preocupado apenas la alcanzo
-Déjame
y vete con esas chicas
-No,
quiero estar contigo antes de que me llamen otra vez a filmar
-Pues
olvídalo, porque ya no quiero estar contigo hoy
-¿Pero
porque?, hay diablos Sarah, ¿estás celosa?
La
verdad es que Sarah si estaba celosa y mucho, aparte de que verdaderamente se
sentía dolida con lo que él le dijo hace rato y se sentía dolida también, al
descubrir cómo se comportaba él cuando estaba lejos de ella.
-Sabes
que pasa Richard, que por fin se como actúas cuando estas de gira o en otras
cosas con la banda. De seguro hasta me has sido infiel, ¿y sabes qué?, si eso
es así te vas a arrepentir toda tu vida
-No
puedo creer que estés haciendo todo este drama porque me encontraste hablando
con esas chicas
-Sí,
si te lo estoy haciendo porque te acepte la invitación con todo gusto y vengo y
prefieres hablar con esas tipas
La
chica se alejo de nuevo, esta vez sin que Ringo la siguiera. No le agradaban
para nada esas discusiones estúpidas, primero porque no estaba haciendo nada
malo y segundo, porque aunque ya ella sospechara lo de la infidelidad era mejor
dejar todo así e intentar hablar con ella cuando estuviera calmada
…………………………………………………………………………….
Agosto
1960
Todos
se encontraban despidiéndose, era la
primera vez que los chicos se iban de Liverpool solos, a un país extranjero,
pero se veían tan calmados y hasta animados que nadie les quiso decir que no se
fueran.
-Voy
a volver pronto, te lo prometo. Le dijo Stuart a Mía, mientras le sostenía el
rostro delicadamente y ella no podía evitar soltar unas cuantas lagrimas
-Te
voy a extrañar Stu, te voy a extrañar mucho. Le contesto ella abrazándolo para
por fin ponerse a llorar de una forma en que él nunca la había visto
-No,
no te pongas así. Te llamare y escribiré, ya vas a ver que el tiempo pasa
volando, además no creo que nos vayamos mucho tiempo a Alemania. Trato de
decirle el para consolarla
-¿Estás
seguro?, ¿y si se quedan un año o más?.
Le pregunto ella sollozando, esta vez mirándolo a los ojos
-No
seas exagerada Mía, no nos vamos a quedar un año
-Chicos
es hora de irnos. Les informo Allan Williams, su manager en ese momento y quien
los acompañaría a Hamburgo
Stuart
se separo de la chica, justo después de darle un dulce beso y ella con
dificultar le soltara sus manos. Mi no
quería que se fuera y menos tan lejos……
Cuando
el auto, arranco y Sarah trataba de contener a la chica, Mía grito el nombre de Stuart , no recibiendo
ninguna respuesta del chico, sino de Paul que abrió la ventanilla de la Van
justo cuando ella lo hizo y se encontró con su rostro desconsolado, que el
rompió el corazón de inmediato. Paul,
iba a extrañar Liverpool, pero sobre todo ella, esa chica que tenia de
frente y nunca le hizo caso.
-Hasta
pronto Mía. Se despidió Paul de la chica con una sonrisa, antes de que el auto
emprendiera su viaje y ella tratara de seguirlo corriendo hasta que se canso y
paro en media calle mientras de nuevo unas lagrimas caían de sus ojos…….
-
Hasta pronto Paul. Musito Mía, también despidiéndose de él cuando el auto ya
había desaparecido de su vista
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Verlo
ahí, junto a Isabelle mientras hablaban con uno de los camarógrafos de la
película, hicieron que mas recuerdos se le viniera a la mente, recuerdos que
luego la hicieron sentir unas nauseas que desde hace tiempo no sentía. Era la
primera vez que los veía juntos y parecían tanto padre e hija que su corazón
comenzó a acelerarse.
Camino
lo más rápido que pudo hasta ahí, poniendo a Isabelle en sus brazos como si la
estuviera protegiendo de algo muy malo. Conocía a Paul desde hace muchos años,
no era un hombre peligroso o algo así, hasta parecía el idea para ser el padre
de sus hijos, pero todavía no era hora de que supiera toda la verdad….
-Isa,
pero que susto, no te encontraba
-Tranquila
Mía, estuvo conmigo todo el tiempo. Le contesto Paul mirando a la niña con una
dulce sonrisa. -¿Verdad pequeña?
-Bien, gracias por cuidarla pero debiste de buscarme y dármela, no le gusta estar sin mi mucho tiempo
-Bien, gracias por cuidarla pero debiste de buscarme y dármela, no le gusta estar sin mi mucho tiempo
-¿Bromeas?,
pero si se divirtió a lo grande conmigo, fuimos a ver al director, también le
presente a algunos de los actores y nos acaban de explicar cómo funciona esa
cámara
Al
escuchar que todo eso habian hecho, a Mía se le revolvió el estomago y de nuevo
se sintió enferma. Jamás pensó que Isabelle estaría a solas con Paul antes de
saber toda la verdad y toda esa situación le incomodaba a más no poder.
-Muy
bien, entonces ya nos vamos. Gracias por entretenerla un rato Paul
-No
hay de que, tienes una niña muy buena y dulce. Le contesto el sin borrar su
sonrisa
-Sí,
ya me lo han dicho antes. Hasta luego
La
chica se alejo de inmediato, temblando un poco, algo que Paul noto ya que se despidió
un poco nerviosa y sostenía a la niña muy fuerte. Y aunque algo en la pequeña
hizo que se sintiera muy extraño y también notara algo de lo que no quiso
hacerle más pensamiento, se sentía feliz de que Mía fuera madre y una más buena
de lo que pudo imaginar…….
John
que estaba más cerca de lo que Mía y Paul pudieron imaginar, vio toda la escena
curioso, muy curioso. Definitivamente la
niña se le parecía demasiado a su amigo y algo en todo eso estaba muy sospecho,
algo ocultaba la chica e iba a seguir averiguándolo aunque Cynthia se hiciera
la difícil.
…………………………………………………………………….
Unos días después de la visita al set, Mía
todavía se mantenía pensando mucho en ese encuentro entre su hija y Paul, fue
la primera vez que la niña pasaba sola con alguien desconocido y aunque en la
mayoría de las ocasiones se pudo haber asustado, esa vez ni siquiera la
extraño, señal de que alguna conexión pudo haber entre ellos 2 y que quizás
toda la verdad no le fuera a ser tan pesada a ninguno.
Pero
no solo eso se mantuvo pensando, sino también su encuentro con Astrid, nunca se imagino que ella también estaría ahí
esa mañana y todo lo que hablaron aun le rondaba en la cabeza, aparte de
algunas curiosidades también, ya que desde siempre se pregunto como ella y
Stuart se conocieron exactamente y aunque tuvo la oportunidad de preguntárselo,
no lo hizo, arrepintiéndose, hasta que algo se le ocurrió e hizo que se
levantara de la cama y fuera a la agenda de su hermana, buscaría a Astrid y
escucho que estaba en casa de Ringo y George, dirección que de seguro estaba
ahí.
Efectivamente,
ahí estaba, en una de las primeras páginas, por fortuna no quedaba muy lejos.
Así que se puso sus zapatos y salió de ahí, aprovechando que su hermana e
Isabelle estaban dando un paseo. Cuando llego al piso donde Vivian, respiro
profundo antes de tocar la puerta, esperaba que ella todavía estuviera ahí y
que no se molestara de verla.
-Mía,
que gusto verte. Le dijo en George en forma de saludo cuando abrió la puerta
-Hola
George, perdón por venir sin avisar pero, ¿esta Astrid?
-Sí,
pasa ya la llamo
La
chica entro al departamento despacio, topándose la sala de frente. Se sentó en
uno de los sillones, esperando impaciente que Astrid saliera pronto……….
-Mía,
hola, ¿Cómo estás?. Le pregunto la chica cuando llego a la sala y se dirigió a ella con una sonrisa amable
-Hola
Astrid, estoy bien, ¿y tú?
-Oh
muy bien, ¿y qué te trae por aquí?
-Necesito
hablar contigo. Si se puede claro
-Claro
que se puede, ¿quieres una taza de té o algo así?
-No
gracias, así estoy bien
Al
escuchar su respuesta, Astrid se sentó a su lado, observando como Mía la miraba
y trataba de decirle algo que comenzó a darle bastante curiosidad.
-¿Pasa
algo?
-Perdón
Astrid, me comporte muy mal contigo el otro día. Le contesto la chica en voz
baja
-No
te preocupes, te comprendo, ¿sabes?
-¿En
serio?
-Por
supuesto, ese tipo de situaciones no son fáciles
-A
Stuart le hubiera gustado que tú y yo habláramos algún día
-En
realidad si, una vez me dijo que le gustaría que nos conociéramos
-¿Te
puedo hacer una pregunta?
-Sí,
obvio
-¿Cómo
conociste a Stuart?, ¿Cuándo paso?
Mía
sabía muy pocos detalles sobre todo eso y por fin estaba decidida a abrir su
mente y escuchar esa historia de la que también siempre había huido. Astrid la
miro con una sonrisa, dispuesta a contarle todo, al fin y al cabo ya había
pasado mucho tiempo de todo eso.
……………………………………………………………………………
Septiembre
de 1960
Siempre
intentaba no ir a esa zona de Hamburgo, peligrosa y de gente muy diferente a
ella y sus amigos. Pero bueno, ahí estaban ella y Klaus, su novio, dispuestos a
entrar a ese pub, del que salía una
música rápida y ruidosa, una música que especialmente ella no acostumbraba a
escuchar.
-Vas
a ver que no fue mala idea venir. Le dijo Klaus cuando se adentraron y comenzaron
a buscar una mesa para sentarse
-¿Son
esos que están tocando ahorita?. Le pregunto ella mirando al escenario
-Sí,
ellos son la banda de la que te hable
Se
sentaron en una mesa cercana al escenario, Astrid no le quitaba la mirada a la
banda, parecía analizarlos a ellos y a la música, que tocaban bastante bien. No
obstante, después de casi 40 minutos de estar ahí observándolos cuidadosamente,
dirigió su mirada, hacia uno que tocaba detrás, estaba casi de espalda y al
parecer era el bajista. Se le hacía muy interesante, más interesante que todos
los demas, sobre todo porque no era tan extrovertido como los 3 que estaban
adelante y esas gafas que tenía puestas lo hacían muy atractivo.
-Son
buenos, ¿no crees?. Le pregunto Klaus observándolos de la misma forma que ella
-Mucho,
jamás había escuchado una banda de rock and roll tan buena
-El
otro día les llegue a hablar en su descanso, son de Inglaterra – Liverpool y
son mas simpáticos de lo que parecen
-No
me habías dicho eso
-Estaba
esperando a que ya estuvieras aquí
Terminaron
de tocar al poco tiempo, Astrid no tenía planeado ir a hablarles, pero al
parecer Klaus si, teniendo que acompañarlo a la barra del lugar, donde estaban
todos sentados hablando animadamente mientras tomaban una cerveza.
-Hola
chicos. Los saludo Klaus cuando se paró a su lado
-Pero
miren quien regreso, el chico bohemio. Dijo John en tono gracioso
-Hola
Klaus, que gusto verte. Lo saludo George muy amable
-Igualmente
-¿Y
quién es la chica que te acompaña?. Le pregunto John viendo a Astrid de pies a
cabeza con una sonrisa picara
-Es
Astrid, Astrid Kirchherr, mi novia
Todos
se presentaron más amables y accesibles, ni siquiera importándoles que fuera la
novia del chico, porque hasta la invitaron a algo de tomar. Stuart que estaba
al lado de John, no le podía quitar la mirada de encima, hacia mucho que no
veía a una chica tan hermosa y menos con un estilo tan único.
-Soy
Stuart Sutcliffe, mucho gusto. Le dijo el chico, presentándose igual de amable
que el resto
-El
gusto es mío Stuart. Le contesto Astrid con una gran sonrisa
De inmediato, ambos sintieron una conexión
apenas se miraron a los ojos por unos segundos, para Astrid el chico era en
serio muy diferente al resto de sus compañeros y eso le gusto más de lo que se
imagino, para Stuart ella era diferente al resto de chicas que había conocido,
incluyendo su novia, y eso también le gusto más de lo que se pudo imaginar esa
noche, que aunque les parecía un poco imposible en ese momento, algo entre
ellos iría a comenzar después de ese encuentro…….
……………………………………………………………
Cuando
Mía termino de escuchar la historia, abrazo a Astrid lo más fuerte que pudo. Al
fin sabio todo, al fin podía dejar esa etapa de su vida atrás y seguir
adelante, como siempre quiso………
-Gracias
Astrid y gracias por amarlo tanto. Le dijo la chica todavía sonriendo
…………………………………………………………….
Sarah
observaba como su sobrina jugaba en la zona de juegos del parque, sola, como
siempre. Era la primera vez que veía a una niña no socializar y le parecía un
poco gracioso y singular. Estaba tan concentrada cuidándola, que no se dio
cuenta cuando alguien se le acerco, era Ringo pero disfrazado de una manera muy
extraña.
-Hola.
La saludo el viendo como ella se asustaba y se levantaba del asiento
rápidamente
-Joder
Rich, que susto me diste
-Lo
siento, es que ya sabes que no puedo venir como siempre a estos lugares
-¿Cómo
sabias que estaba aquí?
-No
lo sabía, vine a caminar y te vi aquí sentada
Sarah
se volvió a sentar, viéndolo muy molesta, le parecía muy atrevido de su parte
todo eso, además de que odiaba verlo con esos disfraces, se suponía que eran
novios y era estúpido estarse ocultando.
-Sigues
enojada, ¿no es así?
-Si,
a mi no se me olvidan tan fácil las cosas Richard
-
Ya te dije que lo siento, no fue mi intención
-Si
se nota, porque como últimamente se te han estado olvidando muchas cosas con
respecto a nuestra relación
-¿De
qué hablas?
-¿Cómo
que de que hablo?, de todo, se suponía que íbamos a hacer público todo apenas
vinieras de América y parece que se te olvido, te voy a visitar al trabajo y se
te olvida también
Ringo
se quedo en silencio, viendo a los niños jugar. La verdad es que Sarah tenía
razón, desde que paso todo aquello de la infidelidad, estaba un poco raro con
ella y se le olvidaban muchas cosas, como si estuviera en otro mundo, así que
se harto de todo y se quito el disfraz, dejando ver que era Ringo Starr el que
estaba ahí y no un extraño.
-¿Qué
haces?. Le pregunto Sarah sorprendida
-Hago
pública nuestra relación. Le contesto el llevando todo lo que llevaba puesto a
un basurero cercano
¿Estás
drogado o algo así?
-No,
pero si estoy loco por ti y quiero hacerte feliz así que perdóname Sarah,
perdóname en serio
Después
de decirle esto, se acerco a ella para besarla en los labios, no importándole
que hubiera más gente en ese lugar, viendo todo, la mayoría dispuestos a contar
lo que habian visto, para que así por fin todo el mundo se diera cuenta de esa
relación entre Sarah Robinson y Ringo Starr….
…………………………………………………………………….
Paul
se encontraba en el jardín de su casa, tratando de inspirarse para escribir
algo con su guitarra, Jane aun seguía lejos y necesitaba distraerse de alguna
forma. No obstante, todavía seguía recordando la hija de Mía, esa niña pequeña
tan dulce, que por fin pudo conocer un poco mas hace unos días.
Se
le parecía a él, eso lo había notado al instante, además, sentía un tipo de
presentimiento, el mismo que sintió cuando volvió a ver a Mía en Francia. Era
un presentimiento que trataba de decirle algo, pero que el que no tenía idea de
que, si la niña se le parecía a él, en muchos aspectos, pero también podía ser
su imaginación o su mente informándole que todavía no había olvidado a Mía del
todo y que todavía tenias muchos recuerdos en su mente, recuerdos ligados a su
enamoramiento por ella, de cosas que no podía evitar recordar al cerrar sus
ojos y respirar profundo.
…………………………………………………………………………
Noviembre
1960
Los
últimos días de los Beatles en Hamburgo, se estaban acabando, a pesar de que
ellos no tuvieran idea de eso. Por el momento, preferían celebrar la nueva
oferta para tocar en otro pub.
Mía
y su hermana, se encontraban de camino a Hamburgo, les harían una visita
sorpresa, Mía principalmente a Stuart, que lo extrañaba a más no poder y por la
falta de comunicación no sabía cómo se encontraba. Llegaron a la estación de
trenes, después de un largo viaje, las 2 que no conocían muy bien esa ciudad,
decidieron guiarse por la dirección que venía en las cartas que Paul mando
alguna vez.
No
les fue difícil llegar afortunadamente, el señor del taxi que a pesar de que no
entendía su idioma, fue amable y la estación de trenes no quedaba muy lejos de
donde ellos Vivian, así que todo parecía estar funcionando a la perfección. Mía
miro con cuidado, un cine que estaba en frente de ella y que al parecer era
donde ellos vivían, sorprendiéndose junto a su hermana, ya que ellos nunca les
dijeron que vivían en un lugar así. Entraron lentamente, frunciendo el ceño por
lo descuidado y poco aseado que era todo.
-Mía,
Sarah. ¿Qué hacen aquí?. Les pregunto Pete cuando al dirigirse a la salida se
encontró de frente con ellas
-Sorpresa.
Exclamo Sarah riendo por la cara que puso el chico
-¿Sorpresa?.
Pregunto el todavía sorprendido
-Sí,
sorpresa. ¿Dónde están los demas?. Le pregunto Mía mirando a su alrededor con una
pequeña maleta en las manos
-Ya
vengo, les avisare que están aquí
Pete
se alejo, entrando a la habitación donde dormían, con cara de no poder creer
nada de lo que estaba pasando.
-Pensé
que te habías ido. Le dijo John mientras se ponía sus pantalones y lo veía
entrar
-Mía
y Sarah están afuera. Le contesto el viendo como todos dejaban de hacer lo que
estaban haciendo y lo miraban esperando que fuera una broma
-¿Qué?.
Le pregunto Paul acercándose a el
-Que
las hermanas Robinson están afuera, vinieron de visita al parecer. Le respondió
Pete en tono cansado
Paul
salió rápidamente de ahí, seguido por los demas, que todavía están muy
sorprendidos con todo eso…….
-¿Pero
qué demonios hacen ustedes aquí?. Les pregunto John de frente no muy feliz con
todo eso
-Vinimos
a verlos, ¿hay algo de malo en eso?. Le pregunto Mía no dejando que él la
intimidara
-Lo
que pasa es que no las esperábamos. Le respondió George sonriendo ya que estaba
feliz de verlas después de tantos meses
-
Que bueno verte Mía, ¿Cómo estás?. Le pregunto Paul a la chica con una sonrisa
tímida
-¿Y
Stuart donde esta?. Pregunto la chica ignorando a Paul
Todos
se volvieron a ver preocupados, había llegado el día en que Mía se enterara de
todo lo que había pasado con Stu en esos meses y precisamente no eran cosas muy
buenas……..
-¿Dónde
está Stuart?. Volvió a preguntar ella al ver que nadie se atrevía a responderle
nada
-Ya
no vive con nosotros. Le contesto John bajando la mirada
-¿Cómo
que no?
-Tranquila
Mía, de lo más seguro es que esta noche llega a vernos y ahí lo podrás ver. Le
dijo Pete muy incomodo
-¿Cómo
que a verlos?, ¿ya no toca en la banda?
-No,
pero ya no te diremos nada más. Que él te cuente. Le dijo John dando media
vuelta para regresar de nuevo al cuarto
Mía
no se insistió, conocía muy bien a Lennon y no quería que se molestara con
ella. Así que espero hasta la noche,
cuando se fue entusiasmada con todos al club donde tocaban y donde al parecer
Stuart llegaría, no equivocándose ya que apenas entro lo vio en la barra
hablando con unos chicos.
-Quédate
aquí, le diré que estas esperándolo. Le dijo John en el oído alejándose de ella
de inmediato
Todos
se alejaron de ella también, incluyendo Sarah que mejor decidió seguirlos para
dejarla sola con Stuart. El chico se acerco muy sorprendido de verla ahí, no la
esperaba y sabia que debía hacer ahora que la veía otra vez.
-Stuart!!.
Exclamo la chica apenas lo vio y se fue corriendo a abrazarlo
-Joder
Mía, ¿Qué haces aquí?
-Vine
a verte, ¿Por qué no me llamaste como dijiste?
-Lo
siento, no pude. Pero ¿Cómo estás?. Le pregunto él con una sonrisa
-Muy
bien, mucho mejor ahora que te tengo conmigo otra vez
Al
escucharla decir eso, su cara cambio, le dolía mucho todo lo que había pasado y
al tenerla de frente le dolía mucho mas, Mía era una chica muy buena y no se
merecía nada de eso…….
-Necesitamos
hablar. Le dijo el agarrándole la mano para sacarla afuera
-¿Qué
pasa?. Le pregunto ella preocupada, cuando ya salieron y él se quito las gafas,
dejando ver su preocupación
-Perdóname
Mía, necesito que me perdones
-¿De
qué estás hablando?
-Mía
yo…………..
-¿Stuart
que sucede?
El
chico la miro con los ojos llorosos, de verdad se sentía muy mal por ella, pero
tenía que saber la verdad, después de ocultárselo por tanto tiempo,
definitivamente ya era hora.
-Mía,
yo estoy con alguien más. Le respondió el finalmente, viendo como ella lo
miraba incrédula
-¿Qué?
-Conocí
a una chica, hace un tiempo y me enamore Mía, me enamore y lo siento
-¿No
entiendo nada, ¿Cómo que conociste a alguien más?
-Se
llama Astrid, te juro que trate de decírtelo pero como no estabas aquí me pareció
inadecuado terminar contigo por teléfono o carta
-¿Me
estas terminando ahora?. Le pregunto ella finalmente entendiendo todo lo que
pasaba
-Sí,
pero yo te quiero Mía, te quiero mucho y no sabes lo que me duele hacerte esto
Mía
comenzó a llorar desconsolada, mientras se recostaba a la pared y se sentaba en
el suelo poco a poco, poniendo su rostro entre las piernas para que Stuart no
la viera llorando mas, el chico trataba de consolarla pero ella no se dejo y lo
empujo, diciéndole con la mirada que desapareciera de su vista por favor.
Stuart obedeció, con el corazón roto al igual que ella, Mía jamás pensó que al
llegar a Hamburgo eso iba a pasar y quería creer que todo era como una
pesadilla.
Paul
estaba al otro lado de la pared, escuchando como lloraba después de haber
escuchando toda la conversación entre Stuart y ella, el también se sentía muy
mal por todo eso, la amaba y no quería verla así tan destrozada. Así que decidió
acercarse finalmente y abrazarla, extrañamente siendo correspondido por ella que
comenzó a llorar en su hombro mientras el trataba de consolarla y trataba de
pensar en algo para hacerle feliz……
……………………………………………………………………
Llego
al departamento de su hermana después de pasar toda una tarde con Astrid,
hablando, al parecer habian congeniado muy bien y todo eso podía ser el
comienzo de una linda amistad entre las.
Saco
la carta de Stuart, que había dejado en la gaveta de su mesita de noche y
dispuesta a leerla, la abrió lentamente, lista para por fin superar todo………
“Querida
Mía.
Esta
es la carta que más me ha costado escribir y la que más he escrito. Sé que no
me merezco tu perdón, te lastime y comprendo por lo que estas pasando. Te
quiero más de lo que crees y espero que algún día me perdones y también me
comprendas a mí, porque eres la chica más especial que conocí en Liverpool, la
novia más dulce del mundo y también inteligente. Te deseo toda la suerte en
Francia y espero volverte a ver muy pronto”